Integridad, Complicidad o culpa.
Por: Joyce Álvarez León.
IPO “La Providencia”
Cuba
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.”
Proverbios 23; 7ª
Ante una oferta provocadora y deshonesta tenemos tres alternativas para decidir, actuar con integridad y rechazar cualquier actitud que afecte nuestro estado moral, mantenernos al margen y omitir el carácter dudoso de dicha oferta o ceder y entregarnos con desenfreno al acto.
Jesús nuestro maestro también se vio en medio de esta encrucijada, su respuesta y rechazo no se hizo esperar. Narra el evangelio que cuando se encontró con estos cambistas el fin de ellos fue desagradable Mateo 21.
¿Culpable, Cómplice o Profeta? ¿Cómo ud se reflejaría?
Los que ceden: CULPABLES
Cuantas veces al día en nuestra Cuba nos encontramos escenas de personas incluyendo las que se dicen ser cristianas cediendo ante estas tentaciones, las frases “eso es así” , “no puedo hacer otra cosa” o la mas célebre “aquí todo esta inventado”; así se abusa de los prójimos vendiendo mercancías en mal estado a un precio exagerado, mienten, malversan y hacen fortunas a costa del abuso y el desamor; la pobreza, la escasez ha hecho que estas “lacras” pululen a nuestro alrededor y viven vidas holgadas. Los cristianos verdaderos solo podemos tomar una actitud profética ante estas manifestaciones y con vigor rechazarlas y advertir del Juicio de Dios que sobre estas personas sobrevendrá no podemos inmiscuirnos en hechos que manchen el testimonio del cuerpo de Cristo. Como sal y luz del mundo debemos comportarnos dándole “sabor a principios” a una sociedad carente de todo valor moral, ético y espiritual.
Los que callan: COMPLICES
Es bien cierto que al guardar silencio ante estas escenas nos volvemos cómplices de ellas y aunque nuestra función no sería presentar nuestra denuncia ante autoridades que trataran con poco amor al individuo, en un dialogo franco pudiéramos demostrarle el acto bochornoso del que es protagonista. Poncio Pilato tomo este camino peligroso, la indiferencia.
Cuenta la ilustración antigua que cuando el diablo se decidió a vender todos sus “trucos” la más costosa de todas era la indiferencia, esta mata, es una droga que adormece las conciencias.
¡Permita Dios que la indiferencia no tome lugar en nuestras vidas, sería este un grave daño a nuestra patria, a nuestras Iglesias, o cualquier lugar donde nos desenvolvamos.
Los que reaccionan y convencen: PROFETAS
He aquí la actitud verdaderamente valiente, comisionada por Jesús mismo; recordemos que siempre nos exhortó a ser diferentes a marcar diferencias, el comparó a los creyentes como la levadura que haría leudar toda la masa para lograr así al fin un buen producto. La tarea de “profetas” no va a ser nada fácil, la incomprensión, el rechazo e incluso la agresión no se hará esperar, pero este es el precio a pagar por nuestros principios, precio que Jesús pagó al enfrentar los líderes de la época y su conducta relajada.
Es a sal de la tierra que Jesús nos llamó es a luz del mundo.
¿Brillas donde estas?
¿Culpable, Cómplice o Profeta? ¿Cómo ud se reflejaría?