Septiembre
Editorial.
Ha sido un mes muy difícil este que hemos dejado atrás. Agosto en lugar de
ser un mes de descanso de disfrute, de compartir con familiares, amigos se
convirtió en todo un tiempo de temores, angustias y solidaridad.
Ya dos huracanes han impactado con nuestro territorio nacional y ha sumido a
un gran porciento de la nación en la desesperanza.
Millones de viviendas dañadas, perdidas incalculables a la economía y los
planes y sueños de muchos se fueron a la deriva. La desesperanza ha hecho
presa de los pobladores de las provincias mas afectadas.
¿Por qué estas cosas ocurren? ¿Si Dios existe porque de estas cosas?
Son preguntas muy frecuentes en momentos como este. Pero La Biblia
también tiene respuestas, ella afirma sin vacilaciones que Dios hace lo que
quiere en los cielos en la tierra y aun en los mares (Salmo 135, 6) ¿Cómo es
posible? Pues si, el autor de la vida gobierna soberanamente todo lo que
ocurre, y en estos momentos está solamente entregando la cosecha de lo que
nuestra nación ha sembrado.
Años de ateísmo y rebeldía contra Dios. En mas de un hogar nos han
rechazado argumentando sin sentido que “eso de Dios no es para mi”, “yo
prefiero vivir mi vida como me da la gana” con dolor hemos visto como la
nación se ha sumido en las religiones falsas que esclavizan el alma humana y
los somete a la mayor miseria espiritual, sin esperanza, sin fe, sin sentido en el
mundo.
También La Biblia da la otra cara de la moneda y en muchos lugares advierte
que el cuida de los que lo aman, que su mano esta sobre los justos y que no
dejará abandonado a su pueblo.
¿De que parte esta ud? ¿Aun se “enorgullece” de vivir sin pensar en Dios?
Es mi llamado urgente a que piense en lo que le he planteado, busque a Dios
hoy mismo, lea su Biblia y si no tiene pida una, busque a Dios ahora que aun
está llamando. Dele la adoración y el respeto que se merece. Si así lo hace le
podré decir bienvenido a la multitud de personas que viven seguros y sin
temores bajo el cuidado de su Dios.
(Salmo 23) (Salmo 91) (Romanos 8,28-29) (1 Timoteo 4,10) (Salmo 104, 24)
Publicado en el Boletín de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa “La
Providencia” Cuba
Joyce Álvarez León Septiembre 2008
