Editorial.
El sueño profundo del alma.
Comienza Dante Alighieri su magna obra La Divina comedia contando “A la
mitad del viaje de nuestra vida me encontré en una selva oscura por haberme
apartado del camino recto”. Y luego, “No sabré decir fijamente como entré allí;
tan adormecido estaba cuando abandoné el verdadero camino”
El cristianismo moderno ha tomado un matiz muy poco serio, trato de no
generalizar pero soy pesimista en este sentido. Ya son demasiados los círculos
en que noto una total indiferencia hacia los asuntos espirituales, la mayoría
sale el domingo hacia la iglesia, canta coros muy modernos y cargados de
emociones, escuchan mensajes llenos de formulas para ser muy buenas
personas, prosperar económicamente, socialmente, pareciera como si el
hombre moderno no estuviera diseñado para encontrar las verdades
fundamentales en las escrituras y necesita de guías que todo lo saben y todo
les va muy bien.
La otra cara de la moneda se deja ver cuando todos estos estereotipos no se
vuelven más que parches nuevos en telas viejas.
Las vidas continúan igual y siendo muy franco, peor, las familias cada día mas
distantes, los hijos rebeldes con sus padres, los divorcios al por mayor.
Es hora de levantar la voz como aquellos valientes reformadores que no
valoraron las tormentas que sobre ellos sobrevendrían por decir lo que los
demás no querían escuchar, este es tiempo de decir lo que no quiere ser
escuchado. El pecado separa de Dios y las vidas de las mayorías están
plagadas del error.
¡Dios ha Muerto! Celebra la masa adormecida, confundida y rebelde, con él ha
muerto nuestra responsabilidad.
Se engañan una y otra vez la Biblia los llama necios “Dice el necio en su
corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No
hay quien haga bien.” Salmo 53,1; su juicio es terrible; Gálatas 6,7 “No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre siembre, esto
también segará.”
Amigo que lees esto, no te da temor el fin que te estas diseñando, no estarás
como Dante en la selva oscura del alma.
Aun puedes venir a Cristo, el esta llamando en todas direcciones, refúgiate bajo
su brazo estarás seguro. El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen y los defiende. Salmo 34,7.
Publicado en el boletín de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa “La
Providencia” Cuba Octubre 2008
Joyce Álvarez León.
