PRÓLOGO
por
Gary North
Este libro es una especie de expediente legal. Su razonamiento es preciso, y claro. Es un bosquejo básico del argumento a favor de la validez continua de la Ley del Antiguo Testamento basado en el Nuevo Testamento. Punto por punto, el Dr. Bahnsen refuta los supuestos argumentos bíblicos en contra de la validez perenne de la Ley de Dios.
El hecho de que no nos damos cuenta de la necesidad urgente que tenemos de este libro, testifica de la carencia teológica que la Iglesia de Jesucristo ha sufrido por casi dos milenios desde la muerte de su Fundador. Sin embargo, que tal libro aparezca en la actualidad en lo que parece ser la crisis final de la era humanista de la civilización occidental, resulta muy oportuno para producir el mayor impacto. Al menos el pensamiento de una minoría de líderes eclesiásticos ha comenzado a cambiar. Hay un mercado para este libro (según mi punto de vista empresarial) que no existía hace dos décadas! De Cierto, este mercado apenas comenzó a existir hace poco tiempo. Han ocurrido cambios fundamentales de perspectiva dentro de la comunidad cristiana, y actualmente están ganando ímpetu- cambios que los medios de comunicación cristiana han sido mas lentos de reconocer que la prensa secular.
Hay muchas razones para este cambio de perspectiva. En los Estados Unidos, el incidente histórico más importante fue la decisión de la Suprema Corte de justicia de los Estados Unidos al anular las leyes estatales en contra del aborto criminal, durante el juicio infame conocido como "Roe contra Wade" en l973. Esta decisión hizo que la filosofía se convirtiese en un asunto de vida o muerte. Esto hizo resaltar la ineludible realidad de la posición filosófica que el Dr. Bahnson y otros defensores de la Ley bíblica han sostenido hace tiempo, es decir, que no hay neutralidad. El conflicto del aborto ha ilustrado claramente la verdad de esta conclusión. O el niño se queda para madurar en el vientre, o se le hace matar ― en este caso, por un médico profesional reconocido por el Estado. (Actualmente en los EE. UU.; es ilegal cobrar por un aborto provocado a no ser que sea ejecutado por un medico; el hacerlo sin licencia significa practicar la medicina ilegalmente, y la Suprema Corte encarcelara al que comete tal crimen en contra de la humanidad — "humanidad" en el sentido de un monopolío medico sumamente lucrativo.) No existe una tercera posibilidad, ninguna zona neutral entre la vida y la muerte, excepto en el caso raro de la criatura abortada que de alguna forma sobrevive al verdugo y nace vivo en la clínica del aborcionista. Este posibilidad medica ha causado estragos para los teóricos jurídicos del humanismo. Una autoridad medica lo ha llamado "la principal complicación." Una vez fuera de la matriz, ¿esta obligado el aborcionista a considerar al bebe como una persona legal o puede matarlo legalmente?
Un dilema legal como este sólo puede surgir en una civilización que ha rechazado a Dios y a Su Ley, Los abogados humanistas necesitan los principios humanistas de la "casuística" ― la aplicación de leyes generales permanentes a casos concretos a fin de hacer frente a tal dilema, tanto como los pensadores legales cristianos necesitan los principios bíblicos de la casuística. Pero los historiadores seculares se han burlado de la casuística cristiana. No olvidamos: no es cuestión de que si se hace o no uso de la casuística; es mas bien cuestión de ¿qué clase de casuística?
Lo que ha llegado a ser claro para una minoría creciente de cristianos con respecto a la "neutralidad medica y social" del aborto, también está llegando a ser cada vez mas claro con respecto a males sociales tales como la pornografía, la inflación, la educación neutral apoyada por los impuestos, la "clarificación de valores", la homosexualidad, la fe en un gobierno universal, el Nuevo Orden Mundial, el humanismo de la Nueva Era, y las teorías occidentales contemporáneas de la defensa nacional (como la de la destrucción mutuamente asegurada). Cuando el principio de la neutralidad resulta fraudulento en una área, se hace cada vez mas sospechoso en otras ăreas. De este modo, paso a paso, una herencia radicalmente defectuosa de pietismo y escapismo se está dando por vencida.
La Ley Bíblica y el Evangelismo
En la medida que los cristianos redescubren que en una época de la historia norteamericana, la época colonial a fines del Siglo XVII, ésta era una nación cristiana, y que la civilización occidental era en un tiempo una civilización cristiana, surge la pregunta: ¿En que difiere visiblemente una sociedad cristiana de todas las demas sociedades? La respuesta es en la actualidad la misma que en la época de Moisés: en la ética. En el tiempo de Moisés, como en la actualidad, los sistemas éticos luchaban unos contra otros, y había un sistema ético dictado por Dios y puesto en vigor por el hombre que era como una forma de evangelismo internacional.
Como leemos en Deuteronomio 4:
Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? (vs. 5-8).
Dios es glorificado cuando Su Ley es cumplido por los que le honran. De igual manera, Dios se enciende en ira cuando los hombres rechazan Su Ley, porque al actuar así, vuelven sus espaldas a las únicas restricciones sociales y legales que inhiben que el hombre se destruya a sí mismo y a la creación. Alguien ha llamado la Ley de Dios “el manual para los usuarios de la creación," pero Su Ley es mas que esto: es un manual para los usuarios de la vida. Las leyes de Dios, impartidas a los hombres redimidos por la gracia, a través de la fe en Cristo, son leyes de vida.
La fe sin obras es muerta (Santiago 2:20). Los cristianos sin obras de fe son igualmente muertos, y por lo tanto infieles. La cuestión es: ¿Como comprobamos la fidelidad de las obras de un hombre, o de una civilización? En pocas palabras: ¿Según cual estándar comprobamos dicha fidelidad?
La Apologética
El Dr. Bahnsen estudió apologética (la defensa filosófica de la fe) y teología con el Dr. Cornelio Van Til, el defensor elocuente de la soberanía absoluta de Dios y la soberanía absoluta de la Biblia. El Dr. Van Til falleció en 1987. Ningún filósofo en la historia de la Iglesia jamás ha atacado el mito de la neutralidad mas confiadamente o mas eficazmente que el Dr. Van Til. Cuando ` R. J. Rushdoony escribió un libro sobre el pensamiento de Van Til, lo tituló, ¿Según cual estándar? Este fue un título apropiado, porque ha sido Van Til, mas que ningún otro en la historia de la Iglesia, quien ha derribado el reto al hombre que se proclama autónomo y que defiende sus principios aparte de Dios, mientras que Van Til ha defendido la Biblia en los términos de la propia Biblia. No hay ni habrá ninguna estrategia filosófica que pueda resultar, salvo una: retar a las perdidas según la revelación de Dios en Su Biblia. Cualquier estrategia fuera de esta resultará en engaño y mentira. Las quebraotadures del pacto no tienen ninguna respuesta filosófica internamente auto-consistente. ¿Según cuál estándar puede el hombre saber algo a ciencia cierta? Por medio de la Biblia, y sólo por la Biblia, Van 'Til contestó — tome tras tomo.
El Dr. Bahnsen es ciertamente un heredero espiritual e in telectual de Van Til, como el mismo Van Til lo reconoció al comenzar la carrera seminarista del Dr. Bahnsen. El Dr. Bahnsen es un filósofo competente y un lógico riguroso; de hecho, escribe con mas precisión que Van Til. Sin embargo, hay un precio que pagar por esta precisión, tanto para el autor como sus lectores. El autor tiene un mercado mas limitado, y los lectores tienen que pensar con precisión a fin de seguir sus argumentos. No hay tantos lectores suficientemente auto - disciplinados para aceptar el desafió.
No es que la exposición de Dr. Bahnsen sea difícil de seguir; es que uno tiene que prestar atención a fin de seguirle. Esto requiere que uno lea y relea sus argumentos. También requiere que los lectores se acuerden del bosquejo de los argumentos que se ha presentado en las secciones anteriores. (Especialmente las páginas 275-276). El Dr. Bahnsen requiere de sus lectores la habilidad y disposición de prestar atención, no una alta inteligencia. Su glosario facilita las definiciones de los términos técnicos.
Se admite que su interpretación en este libro no es emocionante. Él considera los argumentos típicos que se han usado contra la idea de la validez continua de la Ley bíblica, y luego los expone, uno por uno, como ilógicos, anti-biblicas, y muy dañinos. Demuestra que no sólo estos argumentos están equivocados lógicamente sino que también están moralmente errados. Envuelve sus adversarios en una red exegética. Cuanto más luchan, mas se enredan. Nunca los nombra, pero se oyen sus gritos de todos modos.
Podemos comparar su actuación a la de un hombre que extrae la ponzoña de una víbora venenosa: procede metódicamente, sin emoción visible, pero con precisión. Finalmente, la víbora queda momentáneamente sin veneno hasta que su sistema fabrica una nueva ponzoña. Entonces comienza otro turno de extracción, y otro argumento queda aplastado, despojado de todo contenido lógico y bíblico. Así sigue una y otra vez, hasta que la víbora por fin muere o se queda sin colmillos. No obstante, para apreciar los esfuerzos del técnico, el observador tiene que reconocer el peligro de la ponzoña y la seriedad de la actividad. También el observador no debe asombrarse dc que desde el principio hasta el fin, se oigan silbidos rabiosos.
Ley y Autoridad
La introducción de este libro a la cuestión dc la validez continua de la Ley del Antiguo Testamento no es definitiva. Es sólo una introducción. No se le debe considerar como una declaración final de la posición teonómica. Theonomy in Christian Ethics (La teonomia en la ética cristiana) es una defensa extensa del caso que se presenta en este libro. lnstitutes of Biblical Law (Los institutos de la Ley bíblica) de Rushdoony, Law of the Covenant (La Ley y el Pacto) de James Jordan, y mi propio comentario económico sobre la Biblia, The Dominion Covenant (El pacto basado en el dominio), son también ejemplos de como la Ley bíblica se aplica exitosamente a las dificultades sociales contemporaneas y a la política.
En la comunidad cristiana habían quienes rehúsan inmediatamente la tesis del Dr. Bahnsen, mas sus voces crecen cada vez mas estridentes a causa de su desesperación. Están asediados: por Bahnsen a la derecha y por el humanismo secular de la izquierda, Su grupo se está disminuyendo más rápido que sus cabellos. Una generación más joven de activistas cristianos no está dispuesta a seguir tomando en serio los pretextos tradicionales anticuados que se dan para no oponerse a la civilización humanista en el nombre dc los principios bíblicos. Estos jóvenes no se resignan a dejar que los enemigos de Dios los amedrenten. Aun mas importante, ellos Se han empezado a dar Cuenta que la Iglesia no es culturalmente impotente, y la Ley de Dios no conduce a la impotencia.
Como Sansón sin su cabello, los cristianos sin la Ley de Dios son impotentes, y han sido considerados por los filisteos a través de todos los tiempos como unos debiluchos que han de ser abusados y humillados públicamente a cada oportunidad. Lo que el Dr. Bahnsen propone es que usemos nuestros músculos y destruyamos las columnas del templo del humanismo. Pero esta vez debemos empujar desde afuera de la arena, no desde adentro. Para que cuando llegue el desmoronamiento social los flietesos de la actualidad estén adentro y nosotros seamos los que podamos reconstruir.
El muy usado lema tradicional, "estamos bajo la gracia, no bajo la ley," es reconocido cada vez mas por los cristianos inteligentes como una defensa teológica ignorante y hasta enfermiza de una situación cultural perversa: “Estamos bajo una estructura legal humanista basada en la enemistad con Dios, no en la Ley de Dios, y no hay nada que podamos hacer." De hecho sí hay algo que debemos hacer: los cristianos debemos comenzar a estudiar, predicar, y afirmar la Ley bíblica.
Es difícil que los críticos enemigos de la Ley bíblica puedan seguir soportando con éxito las presiones de nuestra era. Una minoría creciente de líderes cristianos ahora reconoce que tiene que ofreeer opciones sociales validas par una civilización humanista que se derrumba — un orden humanista que estos lideres cristianos intentan avergonzar y hasta destruir, si es posible - si logran escaparse de la ruina soberanía del hombre que se auto―declara autónoma.
El Autobús Se Estrellará, A No Ser Que ....
Hay una vieja máxima política que dice: “No puedes luchar contra algo con nada." La sabiduría de esta máxima se ha demostrado por mas de medio siglo: los cristianos han sido impo tentes para detener la desintegración social. Por fin ya están sintiendo la presión cultural. Las perversiones de esta era están asaltando a sus hijos. La burocracia federal está amenazando sus iglesias. Los cristianos se están dando cuenta de que no pueden quedarse mas como participantes silenciosos en los asientos traseros del autobús del humanismo, a no ser que estén dispuestos a caer al precipicio. Ellos están comenzando a comprender lentamente que no pueden bajarse de este autobús tan veloz, aunque la teología del "escape por la puerta atrás” ha tenido mucha popularidad hasta hace muy poco. Pero la "fiebre del rapto" se está enfriando poco a poco. Así que, ya sólo queda una opción: los pasajeros deben ser persuadidos a dejar que los cristianos tomen control del autobús.
Sólo los cristianos poseen un mapa válido: la Ley de Dios. Este mapa es rechazado por el, chofer actual, y si los otros pasajeros (especialmente los cristianos confundidos, y psicológicamente derrotados) siguen aceptando este chofer, entonces el autobús se estrellará. Aun más, es posible que explote.
El liderazgo de los humanistas se está terminando. Esta vez tendrán que luchar para seguir teniendo el control político porque ahora hay millones de cristianos en el asiento trasero del autobús del humanismo que ya no se dejan engañar sobre la habilidad del conductor. Es posible que ellos no tengan todas las respuestas todavía, pero ya no tienen paciencia. Y entonces llega el Dr. Bahnsen con su mapa diciendo: nosotros hemos pagado nuestros pasajes también, y nosotros hemos de preparamos para oponernos al control de los humanistas que están en el asiento del chofer.
Este libro es una defensa preeliminaría de la certeza del mapa que Dios dio a Su pueblo en Sinaí. Mas aún: es una defensa de la idea de que hay un sólo mapa que es preciso. Hay muchísimos otros mapas que se venden tanto a los cristianos como a los humanistas, pero todos tienen una cosa en común: son imprecisos. Es asombroso que la mayor parte de los Cristianos hoy en día hayan afirmado implícitamente y hasta explícitamente que cualquier mapa es adecuado, y que los cristianos pueden vivir tolerablemente bien, bajo la administración política y social de instituciones gobernadas por varios órdenes de leyes humanistas. Cualquiera funcionará bien, se nos dice; podemos aprenderá vivir con cualquier orden social, menos uno. Sólo uno es rechazado categóricamente por una generación envejecíente de pensadores sociales cristianos como inválido para nuestra era neotestamentaria: la Ley de Dios.
El Complejo de Inferioridad de los Cristianos
¿Por que es que tantos cristianos, especialmente teólogos y profesores de colegios universitarios cristianos, han proclamado una filosofía social tan monstruosa, una filosofía de "todo es aceptable menos el Antiguo Testamento” ? Yo creo que la razón principal es que los cristianos han tenido temor de ejercer dominio. Esta es la raíz del problema. Los manipuladores profesionales de culpa humanistas les han amedrentado a la sumisión y los han persuadido que el cristianismo, cuando aplicado a la política, lleva a la tiranía y a la guerra. Por ejemplo, citan la historia de hace 800 años de las cruzadas medievales, donde unos miles de soldados profesionales salieron para combatir a los musulmanes. ¿Y quién se esta quejando en la actualidad acerca de las cruzadas? Los defensores del humanismo cuyos varios representantes han lanzado las guerras y revoluciones del Siglo XX en las cuales mas dc 150 millones personas han muerta entre 1901 y l970. 2
Estos mismos críticos se han quejado repetidamente porque la Iglesia católica romana quemó al mago espiritista Bruno3 o porque Calvino aprobó matar en una hoguera el unitariano Servetus (con la aprobación animada de los católicos, que también le buscaban, e informaron a Calvino cuando Servetus llegó a Ginebra), hace cuatro siglos. Comparas tú estos dos eventos con las atrocidades de Stalin, quien mató de 20 a 30 millones de rusos en su purga de los años l930, incluso un millón de miembros del Partido Comunista, 4 sumándole a estos unos diez millones adicionales que murieron durante el hambre producida por su colectivización forćada de la agricultura.5 Luego encontramos la continua atrocidad de la población en los campos de concentración de la Unión Soviética, lo que ha incluido probablemente cerca de un tercio de la población soviética a través de los años, con por lo menos uno por ciento de la población entera en estos campos en cualquier momento dado.6
2. Gil Eliot. Twentieth Century Book of the Dead (New York: Scribners, 1972).
3. Que Bruno fue un espińtista en vez de un científico está comprobado concluyentemente de Giordano Bruno y la tradición gernetuca de Miss Fraxwes A, Yates (Barcelona: Ediciones Aviel, 1983), pag. 272.
4. Robert Conquest, El gran terror (Barcelona: Luis de Caralt Editor, 1974).
5. Paul Johnson, .Modern Times: The World from the Twenties to the Eighties (New York: Harper & Row. 1982), pág 272.
6. Vladimir Bukovsky, To Build a Castle: My Life as a Dissenter (New York:
Viking. 1978), pág 318.
Esta matanza se llevó a cabo en los años I930 sin que apareciese ninguna crítica significante por parte de la prensa humanista liberal prestigiosa durante los siguientes veinte años. Malcolm Muggerídge, quien era periodista del Guardián de Manchester en aquella época, dice en el primer tomo de su autobiografía que los periodistas occidentales y los izquierdistas sabían lo que Stalin estaba haciendo; ellos aprobaron su crueldad. Aun en nuestro día, todavía existen algunos apologistas. ("A pesar de algunos excesos, Stalin era una fuerza progresiva en su día, y hemos de comprender que no es fácil llevar una sociedad atrasada a la madurez tecnológica, bla, bla, bla.“) Sin embargo, estos mismos ideólogos vituperan a los cristianos acerca de los juicios de brujas de Salem en los años 1690, en los cuales se ajusticiaron 20 personas, y que nunca mas acontecieron. En un sólo año, la política de Mao mató a 30 millones de chinos.7 Que no se inculpe a los cristianos, por favor.
Hasta muy reciente, los psicópatas médicos certificados por el Estado y afanosos del provecho han humillado hasta la sumisión a los cristianos diciéndoles que el aborto provocado es una forma válida de controlar el crecimiento poblacional y de resolver las dificultades matrimoniales y económicas. Un renovado interés en la Ley bíblica "despertará" a los cristianos bien pronto, lo que ya está ocurriendo.
Es posible que la gente se pregunte: ¿No creara la Ley bíblica una tiranía? Yo contesto: ¿Por qué? Dios la diseñó. Dios la comandó por mandato. ¿Fue Israel una tiranía? ¿O fue Egipto la tiranía verdadera?, y ¿que de Babilonia? La tiranía es lo que Dios envió a Su pueblo ellos rechazaban la Ley bíblica
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Pero hablando de una manera práctica no me puedo imaginar una tiranía moderna y exitosa que sea financiada por menos del diez por ciento de los ingresos nacionales (EI diez por ciento es lo máximo que la Ley bíblica permite que el Estado tenga en una sociedad cristiana [1° de Samuel 8:15]). Lo que sí es posible imaginarse fácilmente son muchas tiranías financiadas por cinco y hasta siete veces el diezmo. En este siglo humanista sangriento, "esto no requiere mucha imaginación. Sólo basta un libro de historia. O una suscripción al periódico New York Times.
7. Stephen Mosher, Broken Earth: The Rural Chinese (New York: Free Press, 1983), págs. 2û3—64.
El Músico y su Canción
El que paga al músico escoge la canción. Los humanistas han aplicado impuestos a nuestro dinero a fin de contratar sus músicos para tocar las canciones que ellos han querido. Pero ellos no se contentaron con darle directamente los impuestos a sus músicos sino que devaluaron la moneda, lo que esta causando que las músicos se rebelan. Actualmente están pidiendo prestado el dinero (con la "plena fe y crédito" del gobierno federal) para que los músicos sigan tocando, pero cuando la paciencia y la fe de los que prestan el dinero se agoten, todos estaremos en un gran aprieto.
Cuando llegue ese día, los cristianos deben estar preparados con la respuesta bíblica: la caridad voluntaria, los diezmos para financiar la iglesia, y que todos los niveles del Gobierno Civil combinados limiten sus gastos por ley, a menos del diez por ciento de los ingresos del pueblo. El Estado no es Dios, y por lo tantono tiene derecho a un diezmo. Los cristianos pagarán a los músicos voluntariamente, y los músicos tocarán nuestras canciones. Los humanistas sólo pueden recoger suficiente dinero para pagar a los músicos cuando han robado el dinero por la urna electoral, por medio de la política de culpabilidad y la pena, y por la política de la envidia. El evangelio de Cristo, cuando está acompañado por la fe en la Ley bíblica, destruye las fundaciones psicológicas de la culpabilidad, la pena, y envidia política. El fin político de los humanistas está a la vista, y están encolerizados. El Salmo 2 nos cuenta lo que Dios piensa de su furia, y cuánto bien les va acarrear.
Conclusión
Lo diré con franqueza: ningún teólogo de buena fama (o de mala fama) ha desafiado exitosamente la defensa de la Ley bíblica del Dr. Bahnsen durante los últimos diez años. Yendo mas lejos: ningún teólogo ni pensador social cristiano en nuestra generación es capaz de desafiar exitosamente la tesis general del Dr.Bahnsen, porque tiene razón. Llevándolo un paso mas adelante: no veremos ni siquiera que un filósofo cristiano prominente lo intente. Nadie se anima a luchar contra el Dr. Bahnsen por medie de una publicación. Esto conllevaría a una excesiva humillación.
No obstante, si alguien de por lo menos un grupo teológico moderno no responde, y pronto—los díspensacionalistas, neo-evangélicos, los reformados, los Católicos romanos, O los ortodoxos orientales — entonces la batalla intelectual esta casi ganada por los teonomistas. De nada sirve a los defensores de una vieja cosmovisión fingir como si ellos puedan sin ningún riesgo hacer caso omiso del brillante argumento presentado para cualquier nueva postura, mucho menos de la postura bíblica. Si los teólogos de peso permanecen silenciosos por otros diez años, los teonomistas capturarán las mentes de la próxima generación del activistas y pensadores sociales cristianos. Entonces la lucha habrá terminado. A los victoriosos pertenecen los despojos: las posiciones catedráticas, las redes de televisión vía Satélite, y mucho espacio en las librerías cristianas―incluso tal vez en las librerías seculares, hasta que finalmente o vayan a la quiebra o al cristianismo.
Ahora bien, ¿quien será el cordero sacrificial? ¿Quien quiere intentar comprobar que este pequeño libro es la obra de un hereje, o un incompetente? ¿Quien intentará comprobar que la tesis de este libro no puede ser sustentada en base al Nuevo Testamento? ¿Quien entonces refutara el otro Libro Theonomy in Christian Ethics (La teonomia en la ética Cristiana)? Muchos lectores inteligentes están esperando el argumento, y la respuesta del Dr. Bahnson.
PREFACIO
`¡Pero eso es lo que dice el Antiguo Testamento! Noostros vivimos en tiempos neotestamentarios
Ya sea dicho en voz alta o no, esta es la reacción que muchos cristianos tienen ante cualquier idea que sugiera que debemos conformarnos a los requisitos de la Ley de Dios, Una presuposición común es que Dios no espera que los creyentes del Nuevo Testa mento vivan según las estipulaciones del Antiguo Testamento. Erróneamente piensan que su actitud y modelo ético debe limitarse al Nuevo Testamento, casi como si el Antiguo Testamento fuera nada mas que una curiosidad histórica ― en vez de una revelación que es todavía provechosa ‛`para instruir en justicia" (2a a Timoteo 3:l6-l7). Este libro fue escrito para estimular a la reflexión guiada por la Escritura sobre la cuestión de si la Ley del Antiguo Testamento es todavía válida como un modelo moral para hoy o no. Tal cuestión puede llegar a ser controversial, y uno encontrará que existe un gran número de respuestas diferentes propuestas para ella. Éste libro no es en absoluto la última palabra sobre el tema, y no tiene la intención de ser así. Pero es una palabra que se esfuerza diligentemente por ser fiel a la extensión plena de la enseñanza bíblica acerca de la Ley de Dios. Ojalá que el lector encuentre este libro útil para organizar las dificultades, para presentar las proposiciones, y para forzarle a verificar todas las opiniones usando la Palabra escrita de Dios.
Los varios capítulos que constituyen este libro fueron compuestos primeramente como artículos cortos, la mayor parte de ellos aparecieron en mi circular mensual, Biblical Ethics (1La ética bíblica] publicado por el Instituto para la Economía Cristiana de Tyler. Texas). Estos estudios aparecieron entre septiembre de 1978 y julio de 1982. El orden ha sido cambiado un poco para darle forma de libro, y en algunos casos el material de mas de un año ha sido combinado en un sólo capítulo. La serie "La ética bíblica" — condensada en este libro — tuvo la intención de resumir (para un público lector mas amplio) las extensas discusiones sobre la validez de la Ley de Dios que se encuentran en mi otro libro, Theonomy in Christian Ethics [La teonomia en la ética cristiana] 2nd ed., Nutley, New Jersey: Craig Press, 1984). Theonomy proclama la posición básica que yo creo que el Nuevo Testamento toma con respecto a la Ley del Antiguo Testamento.
Este libro es un intento de establecer un resumen de Theonomy; no tiene el propósito de profundizar o examinar todos los pormenires que caracterizan dichas obras. Doy por sentado que esta publicación será mas útil para un grupo mas amplio de lectores ― los que tienen, como cristianos, un interés en las cuestiones de la ética bíblica. Después de familiarizarse con la posición que se presenta aquí acerca de la Ley de Dios, los lectores que tienen un interés mayor en el tema, o que tienen mas preguntas sobre ello, o que quieren plantear desafios de acuerdo a lo que se ha dicho, debieran conseguir mis otros libros.
Mi oración es que a través de estos libros los cristianos lleguen a convencerse de la sabiduría y autoridad de los man damientos de Dios, y que aprendan a decir de Corazón: ";Oh, cuánto amo yo tu ley!" (Salmos 119:97).
Al enviar este libro para su impresión, deseo expresar mi gratitud a algunas personas que han hecho posible esta publicación y que me han ayudado en su producción, Doy la gracias al Dr. Gary North del Instituto para la Economía Cristiana por iniciar este proyecto y suscribir los gastos, como el "'Teofilo" de la edad moderna. También quisiera agradecer a R. E. McMaster, cuya contribución generosa ayudó a financiar la publicación de este libro. Estoy agradecido a mis amigos en La Iglesia Reformada de la Gracia Soberana (Ashland, Ohio) quienes han apoyado `mi ministerio de enseñanza mientras arreglaba estos estudios.
Tengo que agradecer también a los críticos de la ética teonómica por haberme ayudado a mostrar los conceptos erróneos o errores comunes acerca de la posición teonńmica que se deben tratar en un libro como el presente, Al preparar el texto para la publicación he recibido mucha ayuda y agradezco el repaso y las correcciones de Doug Jones y de mi querida esposa, Cathie. Sus ideas y correcciones han servido tanto a mí como al lector. Para terminar, quisiera agradecer a mis padres, a quienes dedico este libro, por su amor paciente y educador que me llevó a ver la vida y la conducta, no según la opinión arbitraria, sino según los principios que dan rumbo seguro,
El Reverendo Greg L. Bahnsen V
M. Div., Th.M, Ph.D.
Covenant Community Church —
Placentia, California.
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1. Franky Schaeffer. Bad New for Modern Man: An Agenda for Christian Activism
(Westchester, Illinois: Crossway Books, 1984), Págs. 3-6.