“Daniel – Su perseverancia”
por Evert De Vries
Daremos un vistazo sobre Daniel y sus profecías, de su perseverancia y obediencia de fé, de los pocos trasladados a Babilonia que sobreestimaron su confianza en Dios y sobre los poderes terrenales con su lujo y oro, que la sociedad les ofrece. A pesar de lo marginado, su Dios les ha dado más poder y más honores en ese ambiente pagano que los que se han integrado; glorificando de esa forma al Dios Todopoderoso.
Empezando por Daniel Cap. 1: veremos como estos jóvenes enfrentan al mundo de Satanás.
Invita a leer, aunque sea diariamente, las porciones para acompañar nuestro relato.
Para ser fiel, los jóvenes del Pacto y de la Iglesia, aparecen como que se tienen que abstener de muchos privilegios que los demás. Observamos la comida y la bebida en que se diferencian de los demás en la Corte por 3 años. Pero no es nada mas que apariencia, porque están mejor que los otros, reciben más que los reinos terrenales les pueden dar en esta vida. Dios les capacita con inteligencia y razonamiento en todas visiones y sueños.
En especial Daniel es elegido para mantener Su Iglesia hasta el fin.
Esta juventud de la Iglesia no fueron avergonzados.
No se dejaron llevar por la corriente de la sociedad.
A lo contrario, se toman a cargo altos puestos y cargos en el imperio babilónico.
Los demás se pierden en la historia, ellos no. Estos cuatro jóvenes eligen para el reino que es eterno.
Daniel permaneció en ese lugar hasta el primer año del rey Ciro. Mucho antes ya había desaparecido el imperio poderoso del Nabucodonozor, y los jóvenes que confiaron en ese imperio se han perecido juntos en la caída de Babilonia.
Mientras que Daniel se mantiene en la corte.
Igual hoy día la iglesia y su juventud tiene que ver con los ataques de Satanás.
También hoy se trata de nivelar la juventud de la iglesia con la del mundo. Les dicen: no lo tomes tanto en serio, vamos a los boliches bailables, o los nivelan a través de la T.V., Internet, periódicos, hasta con la lectura intelectual. Satanás trata de esa forma quitar la diferencia entre la juventud de la Iglesia y del mundo. El libro Daniel nos es, dado como literatura de resistencia, para que joven y adulto conozcan que el Reino de Cristo es eterno para siempre.
Con la lectura de Daniel 2 = 19 al 36, 44, 45, Dios anima Su Iglesia a resistir al reino de la oscuridad. Lo hace con el sueño conocido de Nabucodonozor. El Rey se hizo poderoso.
No pudo dormir, y se atormentaba sobre su futuro. Extraño no? la juventud judía de la iglesia israelí confiaba en el futuro del reino de Nebucodonozor, el soberano en si mismo no estaba muy seguro. Se rompía la cabeza hasta que se durmió y soñó sobre el futuro de su reino.
Aquí el Señor le muestra esa imagen o figura, grande, fuerte y terrorífico. De tal modo que Nebucodonozor no puede retomar su sueño natural. Con urgencia llama en la noche a todos sus hechiceros y adivinos, clarividentes y caldeos, magos de las magias, para que le expliquen este sueño.
Con esto demuestra el Señor a él la impotencia de los adivinos y con explicarle por medio de su profeta Daniel el significado de su sueño. Que no el reino de Nebucodonozor permanecerá por eternidad, sino Su reino. Un reino que él mismo entregará al mundo. Nebucodonozor había visto al contrario otros reinos poderosos y fuertes, grandes reinos, y así era la visión de Nebucodonozor de la estatua, grandioso, firme, incomparable en su brillo, realmente el rey estaba exaltado por esa figura e imagen. Como que existiría eternamente Su reino.
Pero ahí, de repente, sin que alguien lo observa ni lo prevee, se cae, se suelta, llega rodando de la roca la piedra, invisible es el inicio de su movimiento, y en dirección directa, sin intervención humana, sobre esa imagen y lo destruye. Este es el reino de Dios dice Daniel: Que llegará, no hay escapatoria. Esta piedra hoy rueda por nuestra historia, estamos a favor o en contra de este Su Reino?
En Daniel 2 - 39 al 49 Dios demuestra que la historia y su futuro para la juventud es Su reino, no el de los imperios mundiales.
El humano no confía siempre en el poder del mundo, a pesar de esto igual los creyentes ciegos y necios abandonan la iglesia.
El pagano, el rey, duda.
Por eso Dios lo confronta con Su Reino, que inevitable llega. Daniel debe explicarle el sueño para Nebucodonozor conozca que su reino no es eterno. El profeta termina así su explicación del sueño: “El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir”; y el sueño es verdadero, y es fiel su interpretación: “Así le irá o rey”, Es el llamado a inclinarse ante El, el Dios de Israel. A todos los pueblos proclama la llegada del reino de los cielos.
Cuando los imperios mundiales se hacen poderosos, los creyentes deben testificar en palabras y en sus actitudes que el futuro está en su Dios.
Por lo contrario los que se nivelan con este mundo testifican en contra del reino de los cielos.
Los demás jóvenes judíos en la corte de Nebucodonozor han demostrado no esperar mas nada de su iglesia. Demostraron encontrar su futuro en el reino babilónico. Aunque el soberano mismo duda, ellos creen en el futuro de Babilonia y no en la iglesia. Es muy actual con la membresía, joven y adulto, de la iglesia quieren colaborar con el mundo y con tal actitud se oponen a la venida del Reino de los cielos. Buscan el mundo y obstaculizan la prédica y la evangelización.
No esperando nada del reino de Dios.
En Daniel 3 – 1 al 18 leemos que Nabucodonozor aumento su poder. Igual no olvidó ese sueño, y hace en especial como intencional construir un contraste, la que describe la gloriosa y divina Babilonia. Una estatua tan grande y poderoso que nunca será destruída por la caída de una piedra cortada de una roca. Como símbolo del reino eterno de Babilonia está ahí radicando en el sol del medio – oriente, con sus 30 metros de altura por 3 metros de ancho en la llanura de Dura.
Alrededor del ídolo cubierto de oro se encuentran altares, sacerdotes en servicio, coros y bandas sacerdotales están preparados para honrar la divina Babilonia.
Enfrente de la imagen todos los magistrados, gobernadores, y presentados todos los pueblos, etc. del mundo. “Ahí suena la voz del heraldo con todos sus músicos” y se inclinan ante el poder mundial los perzas, los sirios, y todos; y quiénes también: los hijos de la iglesia, los príncipes de la tribu de Judá. Hay tres que no se postraron, rodeada de toda esa multitud pagana que son: Sadrac, Mesac y Abed – nego.
Aquí se enfrentan con el Nebucodonozor furioso que les da un último chance, o se postran o serán quemados en el horno, para que vean que su Dios es vencido. Quien los salvará? Aquí sus respuestas: lo leemos en Dan. 3 vers 16, 17 y 18: que sea seguro que no nos adorillemos delante tu estatua, si Dios nos salva si o no. El culto a Dios es radical, si o no.
En Daniel 3 vers. 19 al 30- Nos da la perseverancia de estos creyentes. En contra de toda esta sociedad falsa ecuménica de esos días, confiesan Sadrac, Mesac y Abed- nego su confianza firme en el reino de Dios. Eso lo entiende Nebucodonozor. Los han acusado, esos hombres judíos, miembros de esa iglesia vencida y ya terminada. Nebucodonozor se recuerda bien que ellos se confían en el reino de la piedra de su sueño.
El sabe bien que se enfrenta con el Dios de Israel.
Por eso calienta siete veces más su horno.
Nebucodonozor va a probar ese poder de ese reino. Se nota que este pagano toma en serio el reino de Dios. Los enemigos de Dios toman generalmente las palabras de Dios con más seriedad que los propios creyentes. El pagano quiere ver quien gana. No toma ningún riesgo, siete veces el horno más caliente y atados por sus guardias mas fuertes.
Ese reino de su Dios no tendrá suerte, los judíos se incineran. Ahí caen Sadrac, Mesac y Abednego.
Sin perdón, quién ganará?
Nebucodonozor prueba el poder del Dios de Israel y Su reino, y con todo! En el momento que él piensa ganar, Dios le demuestra Su poder. Ya que el Rey ha colocado su poltrona delante del horno para ver lo que va a suceder. Cuando se arrojan los servidores del Señor al fuego, se asusta y pregunta a sus aliados, no hemos arrojado tres, y confirmado, si tres y ahora veo cuatro, paseando en el fuego, y el número cuatro aparenta como un hijo de los dioses?
Aquí Dios le demuestra que él no es nadie. Que el reino de Dios vence a lo que El se propone.
Su reconocimiento de su derrota es que les ruega a salir del horno. Su asombro es que salen sin notárselos dañados, ni quemados sus cabellos.
La ironía más grande es que sólo las ataduras estaban quemadas. Nebucodonozor debe reconocer que las fuerzas del reino venidero son demasiado poderosas.
El reino de la piedra será el invencible.
Es el consuelo para nuestra era. Hoy existe la busca de la unión religiosa y con enlace con los poderes de este mundo. Esto se concentrará más aún. Y cuando se representa la imagen de la bestia de la tierra, (Apocalipsis 13).
Esta hallará, y toda persona que no lo adorará será asesinada. A eso va, no se podrá vender ni comprar si no lleva el signo de la bestia.
Quién quedará firme? No los que ya hoy van a asimilarse, ni la juventud que no se diferencia de la del mundo! Se van a postrar igual que los príncipes de Judá delante de la estatua de la bestia.
Ya hoy el que no es para Cristo, será contrario a El. En Daniel 4 – 1 al 27: Dios continúa a dirigirse a Nebucodonozor por su sueño.
El rey ve ahí un árbol en el centro del mundo, grande y fuerte, la cima llega al cielo, en toda la tierra se puede apreciar, en su sombra, se protegen los animales y en sus ramas anidaban las aves, proveía alimentos a todos que buscaban su refugio.
El árbol no es una novedad para Nebucodonozor.
En muchas oportunidades lo hizo esculpir como símbolo de su imperio mundial. Se contemplaba a distancia como todos los pueblos y naciones se pueden refugiarse y beneficiarse con el acercamiento a él, el soberano de este reino. Con respecto a este árbol proclama un ángel que “se tala el árbol, se corta sus ramas, quitar el follaje, y su tronco atado por cadenas”. El rey entiende perfecto que se trata de su reino. Por eso esta intranquilo. Con claridad supone los acontecimientos funestos y siniestros a venir sobre él. Esto se aprecia cuando Daniel le explica el sueño. Nebucodonozor se imagina ser el árbol gigante. Puede pensar que todo el mundo depende de él. Más cuando se agranda y se levanta contra el Señor Dios le mostrará Su poder.
El Señor prueba de advertir este soberano, y Daniel le entrega el mensaje. “Por tanto o rey, acepta mi consejo,: tus pecados redímelos con justicia y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad. El Señor revela Su majestad y su juicio”. Es amonestar, también el deber de los fieles en la iglesia. Que cada uno se arrepiente, y que la sociedad nos preocupa para que los pueblos conozcan a Cristo, Su Salvación, y lo que nos da vida para siempre.
En Daniel 4 vers. 20 – 37- Nebucodonozor se ve impresionado por el juicio amenazante de Dios, pero pasa un tiempo y se olvida el susto y sigue como siempre.
Un año más tarde camina el rey sobre la terraza de Su palacio y con orgullo sobreve y contempla Babilonia, Su ciudad. Cuando llega al poder Babilonia estaba parcialmente en ruinas. Ahora es una ciudad con templos hermosos, bosques de palmas, palacios, hermosas tiendas. El orgullo de lo que ve es su satisfacción: “Esto es la Babilonia construida por mi, por mi gran poder y al honor de mi majestad”!!.
No termina de pronunciar sus palabras y llega una voz del cielo: “A ti te dice, rey Nebucodonozor: El reino ha sido quitado de ti”. El sueño se cumple.
Al mismo instante le ataca la demencia. Se imagina ser un bovino, se quita sus ropas, como pasto y se lo expulsan de la sociedad humana. La persona que quiere supremar a Dios se transforma en una bestia. Similar viene la gran bestia, el anticristo.
Nunca triunfará en pleno su poder. Nebucodonozor se ilusionaba ser igual a Dios, anda bramando como buey en el campo comiendo pastos hasta que transcurren siete tiempos (quizás siete años). De ahí le desaparece su demencia. El gran rey de Babilonia debe dar su honor al Altísimo. Esto lo leemos en su proclamación que él expresa. Sin dudas con sus intenciones propias; pero no puede testificar otra cosa la grandeza majestuosa de Dios. Todos los pueblos – igual los enemigos de Dios – le darán su honra.
Es el consuelo para la iglesia. Este libro es solo para alentarnos. El poder anticristiano se aumentará. Igual manera el anticristo se deberá inclinarse en su momento.
Dios nos muestra a todo el mundo que Su poder es invencible. El Señor nos enseña que solo Su Reino va existir!.
En Daniel 5 – se nos revela que el gran reino de Babilonia se cae. Nebucodonozor falleció.
El por revoluciones internas rey nuevo Nabonides llega al poder, y es tomado en cautiverio por los Medos y los Perzas. Ahora gobierna Belsasar. Es un rey sin territorio, sólo le queda la fortaleza Babilonia que todavía no está entregada. Y mientras que los fundamentos del reino están temblando. Con las ruinas del reino destruido el rey Belsasar festeja con una gran multitud una fiesta enorme, con ese carácter de que hoy vivimos y mañana moriremos, aprovechemos la vida.
En esta situación confusa y quizás ebrio por el vino, manda a traer los vasos de oro y de plata que este rey tenía en su poder, robados del templo de Jeruzalén, la casa del Dios de Israel, para beber de éstos como una diversión y reírse por la sensación. El mundo ebrio no conoce otra sensación de diversión que al último momento de su poder en ofender al Señor.
Eso es lo atrevido, atreverse al beber como borrachos de las copas y vasos santificados para el servicio al culto del Señor, eran concientes de la burla, ir hasta donde pueden, sacrilegio por mayor.
Le han aflojado todos los frenos para llegar a profanar lo que es del Dios de Israel, para la creencia pagana también esto es profanación.
Con la intención de burlarse del Dios de Israel han elegido a buscar las copas santificadas al Dios de Israel. Saben bien que los judíos esperan la salvación por su Dios. No ha olvidado Belsasar la venida de la piedra del sueño de Nabucodonozor, su antecesor; escrito ésto en las crónicas del Estado. Para probar al Dios de Israel, comete esta profanación y provocación para ver qué sucede. Esto lo vemos diariamente, como provocan a Dios con todos los medios, hasta los films teatrales sobre la vida amorosa que tenía Jesús. Dios todo estas cosas lo ve y conoce la intención.
Belsasar insulta al Dios. Dios le contesta en esa fiesta profana de borrachos, según Daniel 5: 12 – 28. De repente se callan en su fiesta de ebrios, donde alaban todos los dioses construídos por ellos mismos, porque ven los dedos que escribe en la pared encima de la cabeza del rey, sus caras se ponen serios, expresando miedo, la música se calla, el silencio es total y el rey observa con temor esos dedos escribiendo sobre la cal de la pared, las letras se mantienen sobre la misma. Esto no es un sueño.
El rey le pasan los escalofríos sobre su espalda.
Llama a sus astrólogos, sus sabios, y otros, nadie puede descifrar el significado de las letras. La consternación es total y llega su rumor hasta en el interior de la habitación de la reina – madre, la hija de Nabucodonozor, y aconseja traer a Daniel, que explicaba los sueños de su padre.
Primero Daniel le hace recordar al rey las grandes acciones de Dios durante los períodos trascurridos en la época de su abuelo. Belsasar tu deberías ser consciente de ésto, está grabado en la documentación del reino, pero tu no te has humillado delante de Dios, lo has insultado!
Ahí llega su explicación, en la pared se encuentra un criptograma, un rompecabezas. Letras que se pueden explicar en dos formas, basta conocer su conjunto, son letras de ciertas unidades de pesos, como p. e. onza, libra, kilo: M.T.P.P.
Leemos como lo explica Daniel a Belsasar.
Daniel lee estas palabras con vocales distintos, con verbos que cuentan, pesan y dividen, la frase oculta lo leemos en el capítulo.!
Dios no se deja insultar, y mantiene su juicio para que cada uno se arrepienta. Aquí podemos leer Apocalipsis 13 – por conocer el movimiento anticristianismo en su profundidad.
La explicación rompe la tensión y lo alaban y lo aplauden a Daniel y por supuesto rendirle los honores. Un soberano oriental brilla hasta su último instante. Las palabras de Daniel no son escuchados y sigue la gran fiesta.
Aquí llega el juicio irrevocable. La misma noche cae la piedra sobre la cabeza de oro de Babilonia y lo destruye. A media noche los Perzas y los Medos toman la fortaleza considerada como inconquistable. La fiesta no tenía fin, las palabras de Daniel lo lleva el viento, pero Dios les dió el fin. La impiedad de Babilonia no tenía límites, la profanación igual.
Babilonia fue poderosa. Más grandioso y pomposo que Jeruzalén y la Iglesia israelita. Más cuando el mundo pasa sus límites y profana todo lo que es santo, ahí llega el fin. El señor vencerá y la iglesia continúa, la fortaleza cae y a Belsasar lo matan, pero Daniel sigue hasta el segundo año del Rey Ciro.
La ruina de Babilonia es la sombra de la caída de la gran Babilonia de lo que habla el libro Apocalipsis. El mené, mené, tekel, peres, úparsin será para todos que están en la Babilonia. Es el consuelo de la iglesia. La gran Babilonia se aprecia en el horizonte y nuestros alrededores.
A veces no vemos más futuro, el mundo está rebalsado de pecados y tratan de comprometer en ese ambiente nuestro Señor. Pero la iglesia puede saber, que este gran poder anticristiano no vencerá.
Nadie lleva consigo la copa de la Santa Cena al boliche, el bar porque si van llevan el signo del bautismo encima de su frente.
En Daniel 6: 10 – al 18.- Leemos la continuación de esta historia- El imperio de Nabucodonozor se ha ido. Es la época del reino de plata de los Medos y Perzas. En el trono de Babilonia está el medo Darío. Reorganizó el país y los dividió en 120 estados con gobernadores, sobre eso un triunvirato para el control fiscal para evitar los fraudes.
Uno del triunvirato es el profeta anciano Daniel.
Su tarea es excelente, y Darío le encarga sobre el control de todo su reino, como si fuera un ministro de economía con todos los poderes.
Eso enciende la envidia de los demás, tratan de prepararle la trampa. Conocemos esta historia traicionera. Buscan de todo sin poder a llegar a algo, cuando descubren su convicción religiosa lo preparan. Satanás les ayuda a cocinarlo en detalles. Para que deje de orar Satanás sabe que el que deja de orar pierde el contacto y su relación con Dios y será objeto de su juego.
El plan satánico avanza y lo encuentran a Daniel orando. Daniel será condenado a la muerte o debe dejar de orar a su Dios.
Daniel mantiene la relación con Dios, ni vacila!
Ora como siempre en dirección a Jeruzalén, a su iglesia, de donde viene la salvación.
Sólo con dejarlo treinta días, no va a tener problemas. Daniel sabe que no debe interrumpir su contacto con Dios, por eso continúa orando. No se oculta, manifiesta su elección, antes de entregarse a la deificación estatal. La lucha contra la iglesia se inició, la lucha contra el reino de Dios, ahora Daniel no debe abandonar. Sabe que lo persiguen y lo espían, él continúa. Ora para la restauración de la Iglesia, confiesa las culpas de la Iglesia, pide por contemplación para la Iglesia del Señor, y a cada miembro no se le puede quitar el contacto con su Dios. Orar es el respiro de vida de la Iglesia y sus creyentes con su Dios. Satanás trata de hacerlos callar. Daniel era conciente de la astucia satánica, pero él sigue orando y de los pocos que quedaban orando. Pase lo que pase, Satanás prueba ahora con terror quebrar el contacto.
Daniel 6 – cuenta que aprovechan estos gobernadores, y realmente que dependen de él, lo arrastran en el momento de su oración, para presionar a Darío a arrojarlo delante los leones.
Igual aquí no se pierde el contacto con Dios y Su Iglesia, Dios mismo lo mantiene.
Cierra la boca de los leones. Cuando llega el día siguiente Darío se asombra, y le pregunta: El Dios tuyo, a quién continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Ahí conocemos su respuesta.
Dios guarda su Iglesia. El último baluarte ahí en Babilonia lo mantiene firme, la Iglesia pertenece inmovible con el reino de Dios. Daniel, es el profeta fiel, está muy bien visto.
Lo más importante es que su oración puede tener la continuidad. Sigue orando por la venida del Mesías, y la iglesia de Jeruzalén.
Sabemos que su oración es oída. Cristo vino.
La piedra de ese reino sigue rodando por la historia. El reino de cielos se acerca. Satanás no se va a quedar atrás, continúa con sus ataques a la iglesia, ataques a la juventud de la iglesia, con la pantalla de que se puede estar con los pecados del mundo, como estar en la iglesia. Siempre trata de destruir la estrecha oración con Dios. El consuelo es que el Señor no nos quiere soltar.
En Daniel 7, Dios nos muestra como conserva su Iglesia fiel. Para el futuro lo amonesta a la resistencia para proteger la iglesia.
Revela a Daniel que la historia del mundo termina en Cristo y Su soberanía total. El Señor lo revela por una cantidad de visiones que deben ser sellados hasta la era final. En primer lugar la era de Antioquio Epífano, el soberano sirio, que posterior al cautiverio judío impuso un terror impío sobre el pueblo israelí. Profanó el templo de Jeruzalén de colocar ahí una estatua del Dios mayor de los griegos, a saber: Zeus= Quemó los rollos de la Ley. Asesinaba las madres que circuncisaban sus hijos, y a éstos también los mataba.
En aquel momento difícil se abrió el libro para alentar el ánimo.
Se expone a Daniel que Dios mueve las multitudes con la visión de las 4 Bestias del gran mar. Estas concentraciones de poderes se cumplieron.
La última es Roma, en una continuación de varios reinos, representando por los diez cuernos.
De ahí aparecerá un poder que dominará tres reinos, y esta concentración del poder se opone al pueblo de Dios y contra Dios mismo.
Más y más se oponen los reinos contra la Iglesia.
Hasta que el último reino lo aplastará.
Sin embargo no desaparecerá la iglesia.
Esto lo simboliza el libro Apocalipsis, por lo que leemos en cap. 4=
Esta historia tan terrible para la iglesia es que ve el profeta anciano. Su atención se dirige a otra cosa, ve como se prepara los tronos para un tribunal y audiencia.
Ahí llega el juez como un anciano lleno de majestad y reverencia. Su túnica es blanca como la nieve y su cabello blanco como la lana blanca, lo describe Daniel 7 vers. 9, 10 en adelante. La atención de Daniel se desvía de ésta vista celestial a lo que sucede en la tierra por la jactancia de ese cuerno único, que domina los demás. En una sola vez terminó su dominio. Como resultado de la sesión del tribunal se ejecuta la bestia, el animal se mata y se quema. Sabemos que ese cuerno único es el anticristo.
En primer instante el anticristo del Antiguo Testamento: Antioquio Epífano. Más tarde llegará el gran anticristo. Tendrá gran poder. Perseguirá los creyentes hasta gastarlos, para que perezcan. Cuando el anticristo llega a la cima de su poder, para que todos los pueblos lo siguen, y todo el mundo lo tiene concentrado, y de repente estará el fin.
No destruirá toda la iglesia, no estará a su alcance. Será un tiempo, será muy pesado para los fieles restantes, aún con más presión. Pero por protección a la iglesia se achicarán los tiempos.
Vea el consuelo para la Iglesia. El anticristo no puede perseguir sin límites los creyentes.
Cuando el anticristo llega a lo máximo de su poder llegará la justicia.
Aquí Daniel lo ve. León, oso, leopardo, todos serán destruídos. Más la iglesia seguirá.
Aquí seguimos combinando Daniel 7 con Apocalipsis 20. Daniel observa que desde el cielo, entre las nubes desciende un hijo del hombre, y se dirige al juez y el anciano. A El se le entrega toda la potestad y el poder soberano sobre la tierra.
Es extraño que enfrente de todos esos animales poderosos, y en especial enfrente de ese monstruo enorme y vigoroso termina el poder en las manos de un hombre frágil. Quién lo había esperado todo esto? No el león majestuoso, no el oso que devora, no el leopardo veloz, ni el monstruo violento, pero una persona frágil recibe el poder, para que las naciones, lenguas, y todo los pueblos lo sirven.
¿Quién no piensa inmediatamente en nuestro Señor Jesús Cristo, el hijo del hombre? El ha tomado la forma de un servidor. Aparentemente era menos que los monstruos de sus días.
Más El ha recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Un consuelo grande es para la iglesia cristiana.
Llegan monstruos y reinos. Llegará la concentración del poder del cuerno pequeño. Muchos se inclinarán delante de este anticristo. Por su insolencia tentará y desviará a muchas personas, también de la iglesia. Igual no vencerá. De repente cuando llega a la magnitud de su poder, se acortarán los tiempos, los días. Es la llegada de Cristo, que ya ha recibido todo poder.
Hoy el mundo puede revelarse contra El. Se puede blasfemiar, oprimir la iglesia. El llegará con gloria y poder. Todos los pueblos lo servirán y se postrarán delante de El. Juan en Patmos ha visto como Cristo tomó en Sus manos el libro. El domina la historia. Los monstruos no lo pueden vencer. Es el fin consolador. Dios gobierna y mostrará su omnipotencia. Amén.
En Daniel 8= la historia se desarrolla como una película delante los ojos de Daniel. Su visión en el tercer año del reino de Belsasar, del carnero poderoso y del macho cabrio, el carnero topa para todos sus costados y direcciones. Aparentemente llegan más animales de otras regiones. Pero llega con toda la velocidad el macho cabrio sin tocar ni el suelo.
Quiebra los cuernos del carnero y lo destruye, es: El reino relámpago de Alejandro Magno, que con la guerra volante a todo galope se penetró hasta la India, y derroca el reino de los Medos y los Perzas. Cuando muere Alejandro Magno su imperio se divide en cuatro. De ahí sale el rey del versículo 23-25 a. El se levantará cuando cumple la iglesia del antiguo pacto la medida de sus pecados. Satanás no descansa cuando la iglesia regresa del cautiverio para tentarlo de apostasía. Entregarla al helenismo, quiere decir, en todos países se importaban las costumbre y normas de Hellas (Grecia). Era el modernismo de su época. Había que integrarse al mundo de ellos, como vivir la moral de los griegos, pensar y creer como los griegos.
El pueblo que pudo sobrevivir la cultura babilónica, ahora puede perecer en la de los griegos. Ahí está Antioquio Epífano, otro anticristo, un caradura, un soberano que no se hace problemas en engañar y mentir. Con astucia trata de destruir la iglesia y sabe a aflojar muchos miembros de la iglesia. Son personas que se mantienen a las costumbres, pero que con su corazón ya hace tiempo están con este mundo. Estos Antioquio Epífano los nombra como sacerdote y líderes de la iglesia.
Obtienen funciones altas. Son los modernos de aquellos tiempos para ahuecar la iglesia, debilitarla, adentro distribuirla con servicios rituales, y adonde falta el corazón.
Este anticristo del antiguo testamento, Antioquio Epífano, trata de aniquilar la iglesia de Jeruzalén.
No solo contra los creyentes, sino también se levanta contra Dios, el Soberano de los soberanos.
Quema los rollos de la ley, y prohíbe el sacramento de la circuncisión. Hasta profana el templo al colocarle una estatua del superdios de los Griegos, que es Zeus, y hace los sacrificios de carne porcina en el altar para irritar al Dios de Israel. Cuando el comete este sacrilegio significa su fin. Sin la intervención de manos del hombre Antioquio muere. No los judíos lo matan, muere demente después de su gobierno de doce años. Así será el momento del juicio final.
El anticristo se levantará. Se construirá un templo para si mismo, para demostrar al mundo que el es un dios. Infamará el Dios Santo y se levantará contra El. Ahí llega el fin. No por la mano del hombre el Señor lo terminará, como lo hemos visto en el capitulo anterior, aquí veremos el fin de todo mejor. Debemos prevenirnos de encegarnos por el brillo y lujo de su poder. Profundizar la lectura de las escrituras para reconocer en él el anticristo. Aunque el mismo se nombra ser el cristo y toda la cristianidad apóstata con el y que le sigue la arrastrará en su caída. Están aspirados por el mundo y retirados de la Iglesia. Sin la Iglesia no hay salvación.
En Daniel 9 encontramos la respuesta a la oración emotiva de Daniel con la cual pide perdón por su pueblo.
Confiesa la culpa, habla del derecho de su Dios y rogaba por el cumplimiento de las promesas de Dios.
El profeta ha leído en Jeremías 29 que deben transcurrir setenta años para que lle gue la salvación a Babilonia. Babilonia ha caído, los 70 años ya pasaron. El tiempo de la ira de Dios ha pasado. Daniel suplica en oración profunda que se cumplen las promesas.
Como respuesta a la oración viene Gabriel a traerle el mensaje del versículo 24 y lo que sigue. Primero Dios retira su ira. Se había determinado 70 semanas para que pase la trasgresión de los pecados, para reconciliar las injusticias cometidas, para ahí en adelante entregarles la justicia eterna, con los pecados redimidos, sellar la visión y el profeta para ungir lo más sagrado. El primero es retirar la ira para que se quite el pecado, y el segundo es la entrega de la gran salvación para la justicia eterna.
Visión y profeta serán sellados, es decir, salir en algo extremadamente santo en el pacto nuevo ungido por el Espíritu: Su Iglesia. El tiempo ha cumplido las profecías de Jeremías. El pueblo puede retornar a la cuidad de las promesas, al templo con sus altares y llega la salvación!.
El Señor retira Su ira, y vuelve el contacto con El y su pueblo, y vive con sus hijos, por lo que expresa el ángel Gabriel; en sesenta y dos semanas estará restaurado y reedificado con su plaza y su muro en esos tiempos angustiosos.
Setenta semanas están determinados sobre tu pueblo y tu santa cuidad para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos.
Dios restaura su Iglesia ahí, el cautiverio ha finalizado. La cuidad está como antes con la fidelidad al Señor.
Ejemplarmente aquí se dibuja en Esdras y en Nehemías 6 vers. 1 – 9 lo que va a suceder.
La oración del profeta anciano es escuchada.
La cuidad Jeruzalén, de dónde llegará la bienaventuranza, se reconstruye. Satanás no se quedará quieto, incitará a los pueblos contra esta ciudad para que no nazca el Cristo. Primero llegan los samaritanos y los sirios y los romanos.
Pero Jeruzalén continúa existiendo. Hemos visto la opresión del Antioquio Epífano. Más la cuidad y el templo quedan, por más que Satanás trata de evitar con todo el nacimiento del Mesías.
Las promesas hechas se cumplen. Por más que Satanás busca en evitar nuestra salvación, y en el fin de los tiempos, se concentrará el mundo contra Dios, destruir Su Iglesia, pero como ha venido Cristo una vez, va a regresar otra vez como el Cristo glorificado!.
Ya 69 de los 70 semanas han transcurrido, falta una semana. En ese tiempo se exterminará un ungido, mientras que, no le encontraron nada.
Este Ungido es Cristo. Se trata de la última semana, el período del gran Mesías. La ira de Dios llegará a su fin, mas grande y glorioso de lo que se imagina Daniel. El fin es definitivo. Después de setenta semanas se terminan las transgresiones, las injusticias serán reconciliadas y establecido la verdadera justicia eterna. Porque El es nuestra justicia. Las visiones de los profetas se han cumplido. Para eso se extermina el Mesías, los golpes dados a El nos entregan la paz a nosotros. El va inclinado debajo la ira de Dios. El es el ciervo sufrido a que se refiere Isaías 53. Es difícil de interpretar, pero aquí le refiere claramente al Cristo. Condenado sin culpa a la muerte, léase p. f. este capítulo.
Así se extermina el Ungido. También significa el fin del Israel carnal. Se pierde y desaparece en la gran corriente de sus enemigos.
Es la venganza del Pacto. El pacto es fuerte.
Con la crucificación se terminan los sacrificios del templo, y la cortina del templo se desgarra en su medio en dos mitades.
En versículo 24 de Daniel 9 dice Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y Ungir al Santo de los santos. Esto es la congregación del Nuevo Testamento.
El pacto es fuerte, todos son profetas, todos son sacerdotes, todos son reyes. Por otro lado al Pacto será fuerte. Sobre un ala con atrocidades llega un destructor. Desaparecen ciudad y templo, y el que considera la sangre del Hijo como inmundo no será salvado.
En Daniel 10 = 1 al 14 llegamos al tercer año del rey Ciro de Persia. Hace dos años y medio se permitieron regresar los judíos a Jeruzalén.
Pero la situación de la iglesia es deplorable.
De los 200.000 judíos en Babilonia solo regresa una quinta parte. La nivelación de la Iglesia con el mundo fué un éxito. Fué un desbordamiento en gran escala. Igual entre los 40000 regresados no era todo próspero. Después de meses se restaura el altar. La reconstrucción del templo está parada. Hay antagonismo de Samaritanos, un pueblo mezclado de varios tribus paganos deportados a Canaán con los Israelitas rezagados. Esta población medianamente pagana no puede ayudar en la reconstrucción del templo, por lo que se enfrentan a los regresados.
Daniel por razones firmes se rezagó en Babilonia, pero lo sabe. El mapa mundial con sus informes estaba sobre la mesa de la corte. En esta situación Daniel lutó, ayunó, oró para conmover a Dios que se preocupa de la Iglesia. El Dios de la salvación de la Iglesia en Egipto no puede ayudar en este momento difícil?
No se recordará de Su Pacto? El pasqua no prometía el Mesías? Como será si la iglesia en Jeruzalén desaparece? Como sería si el servicio de la reconciliación se pierde? Tres semanas el ora y ayuna. Aparece que Dios no lo escucha.
Hay oraciones no escuchadas?
Después de tres semanas, cuando Daniel está de viaje, revela el Señor que su oración si fué escuchado.
Aparece un ángel poderoso que dice, que ya está escuchado su oración. Hay que luchar por la iglesia, para su continuación. Dios no abandona lo que inicio! La Oración hace milagros poderosos!
A la oración de Daniel aparece de inmediato un ángel poderoso, quizás salio el Ángel del Señor.
El dice estuve confrontado por 21 días con el rey y soberano de los Perzas. Todo el momento en que Daniel ayunaba, lucha el ángel con el rey a cargo de Perza, con un espíritu maligno, enviado a influenciar la corte de Perza. Un gran aliado fiel de los samaritanos cizañeros. Debe tratar de evitar la reconstrucción del templo. Son los espíritus malos del ambiente de que habla en su epístola a los Efezios 6 versic. 10 – 20 = no tenemos lucha contra sangre y carne, pero contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Así se encuentran los espíritus malignos acreditado en las cortes de los pueblos. Influyen sobre los dueños del poder. Luchan contra la iglesia. Este soberano de Perzia era el que deseaba igualar los príncipes judíos de la juventud de Daniel. Cuando Daniel y sus amigos rehusaban de comer y beber, los otros le han dicho no debemos sospechar de todo.
Realmente vemos lo que ocurre con el ocultismo.
Detrás de todo están activando los espíritus del infierno.
El diablo poderoso.
Contra el diablo lucha el ángel. El Señor escucha a Daniel, aunque no lo ve. Por su oración se emplean ángeles para la lucha, respondiendo su oración.
Hasta el ángel poderoso Miguel salió con sus formaciones para atacar este Satanás, para que no ganara en la corte con la campaña samaritana ante- israelí. Así vemos en la historia que la iglesia no se encuentra sola. De ninguna forma!
Hay legiones de ángeles que luchan para las iglesias, que luchan para la Iglesia. Y la campaña samaritana termina en nada.
Ciro siente simpatía para los judíos, es el resultado de la oración.
Dios escucha nuestras oraciones, y hasta con legiones angelicales, para defender nuestro futuro, el de la Iglesia y su juventud.
En la visión Dios muestra a Daniel la ayuda y asistencia de multitudes angelicales en defensa de la Iglesia contra los malos espíritus del ambiente, fue entonces, y sigue hoy.
El ángel sigue preguntando ¿sabe porque he venido? Para combatir el soberano de los Perzas.
La lucha continúa, aunque rechazado el ataque samaritano desde el infierno. También después del reino de los Medos y los Perzas. Llega el rey de los Griegos. El busca a su manera, no con violencia, pero con tentación destruir la iglesia. También hay lugar del espíritu maligno en la corte de Grecia. Lo hace en forma distinta, por la helenización, por la secularización de la iglesia para destruir la misma.
Estará trabajando un espíritu maligno en el corazón de los miembros de la iglesia, para que viven y pienses similar a las costumbres griegas. Sin ninguna distinción, es un peligro aún más grande para la iglesia.
La iglesia siempre sigue protegida, y Miguel, el poderoso arcángel, que dirige las legiones de Dios, continúa la lucha. Contra el rey de los Perzas, después contra el de los griegos, y contra los soberanos que les siguen.
Sin descanso se continúa la lucha, siglos y siglos.
Las guerras entre pueblos que van y que vienen, pero sobre la iglesia de Jeruzalén se presiona siempre.
El ángel le explica a Daniel que todo se halla escrito en el libro de vida, el libro de la verdad.
Vienen desdichas, más viene salvación. Dios oye las oraciones del profeta Daniel. El Dios de la pasqua salvará siempre, de la pasqua de Egipto hasta la salvación del dominio satánico.
Salvará hasta la venida de Cristo.
Detrás las cortinas de la política están los gobiernos ocultos de la oscuridad. Mientras tanto los ángeles bajo la dirección de Miguel salen a proteger la Iglesia.
Esto lo hace ver Dios y Daniel, antes de demostrar la historia a venir del anticristo del antiguo testamento Antioquio Epífano. Esta historia lo leemos en Daniel 11. Las guerras entre los reyes de Egipto y los de Siria. Por la cual atraviesan el territorio Palestino, y termina en Antioquio que llega al trono astutamente, y se desquita su rencor contra el pacto sagrado. Se dirige a Jeruzalén y profana el templo colocando una estatua del Dios griego Zeus. Además contrata a los infieles del pacto para ese culto pagano. El mundo sabe muy bien quiénes son los flojos entre la membresía.
Los que cumplen ritos y nada más. Antioquio les ofrece puestitos y ellos caen.
Mientras los fieles convincentes son perseguidos.
Miguel se levantará para asistir a los creyentes torturados. En su desdicha los ayuda para pasarlos, porque están registrados en el libro de la vida.
Un grupo pequeño queda fiel. Sabemos como el sacerdote Mathatias no acepta más la profanación del templo. Sale con sus cinco hijos, destruye los templos con ídolos y ataca los sirios. Bajo la conducción de estos Macabeos se obtiene por un tiempo la libertad. Este grupo tan pequeño logra hacer algo con la ayuda o el apoyo del ángel Miguel. Aunque algunos fallecen, igual vivirán!
Si leemos en Daniel 12: 3 que los entendidos resplandecerán como resplandor del firmamento; y los que enseñen la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
En este capítulo 12 leemos como los que abandonan la iglesia reciben grandezas de manos del destructor eclesiástico Antioquio, pero habrán entendidos, llevarán muchos a la compresión, pero son matados por la espada, llamas, cautiverio, y por robo. Honor para los apóstatas, represión para los entendidos. Los entendidos serán salvo y brillarán como estrellas, llamados a la justicia, a ser justificados. Es el empuje para los miembros del templo de Daniel.
Siempre los creyentes se los toman por despreciados. Los que quieren vivir por las leyes de Dios. Pero Antioquio asesina las madres y sus hijos circuncisos. El mundo ateo parece triunfar en todos los sentidos, pero a lo final vencerán los justos por Dios.
Lo que se ve en cierto sentido con la lucha de los Macabeos y su gobierno sobre Jerusalén.
Pero los que guardaron la palabra de Dios, reciben gloria. La gran coronación llega al fin. Brillarán aquellos que no colaboraron con el ecomunismo mundial falso de ese tiempo. Sus cadáveres tirados sobre las calles de la gran ciudad y sin sepultar serán vestidos con mucha gloria.
Hoy los apóstatas consiguen los mejores puestos y cargos en las cortes, los periódicos se dedican con grandes fotos a ellos. Las personas con sus críticas arrogantes sobre la escrituras son señores importantes en este mundo, y aún más cuando colaboran para secularizar las iglesias.
Mientras Pablo, es considerado de poca importancia, y como otros, tendrán resplandor por la eternidad.
La visión sobre el pueblo de Dios no terminó. Daniel ve 2 ángeles, uno sobre una orilla y otro sobre la otra orilla del río Tigris, la persona que le habla se encuentra por encima del río. Entonces le pregunta un ángel que moraba en el corazón del profeta. ¿Hasta cuándo siguen estas cosas maravillosas? Hasta cuándo las persecuciones, y llega la respuesta: que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo.
Vendrán tiempos difíciles, igual no es el fin. Más duro será el futuro. Cuando el anticristo llega a su poder total. Cuando llega al tope de su poder, interviene el Señor. Si Daniel pregunta qué pasará? ¿Cómo se identificará este gran acontecimiento? no recibe más respuesta. El gran fin será la purificación de los creyentes. Pasarán por un fuego de persecución. Aprenden a abandonar todo lo terrenal, padres, hermanos, hijos, propiedades. Por la gran opresión se acercan cada día más a Cristo.
La elección en tal tiempo debe ser muy conciente, e imposible de seguir con la corriente. Fuera de Dios no hay mas nada, ni en el cielo ni en la tierra. Ya no será posible de ir por costumbre a la iglesia, pero hay que tener convicción de su fe.
Por el otro lado el pecado llegará a su culminación, los impíos actuarán con más impiedad.
Los que en nombre pertenecen a la iglesia, se irán, ya no quieren saber más nada tener que ver con ella, Dios los excomunicará, los echará.
El fin lo leemos en Apocalipsis 22 y la venida del señor.
No solo fué el profeta Daniel que actúo durante el cautiverio babilónico, según lo narra la historia entregado por las sagradas escrituras y las crónicas de la propia Babilonia.
También actuó el profeta Ezequiel en el cautiverio. El fue deportado junto con el rey joven Joacim, como lo leemos en las 2 crónicas 36. Con la deportación se encontraban muchos sacerdotes y nobles. El hombre común y corriente lo dejaron en Jeruzalén. Fueron gobernados por el rey Sedequías, que no se humilló delante el profeta Jeremías, que le hablaba de parte Jehová! Sedequías se guiaba por la voluntad de Babilonia.
Mientras que no se produjo la caída de Jeruzalén los judíos restantes se conducían muy agrandados y los deportados muy optimistas, Sedequías traiciona su juramento a Babilonia y sigue, con su deportación, junto con la población restante a Babilonia a doce años su gobierno.
Contra este optimismo y satisfacción profetiza Ezequiel con los juicios divinos sobre ellos a venir.
Las profecías van anterior y posterior a la deportación.
Se dirige con prioridad a los dirigentes, pastores, y la conducción del rebaño; lo leemos como prepara la venida del verdadero pastor a partir del capítulo 34 de su profecía leemos como ya anuncia la llegada de la época de la bienaventuranza eterna.
Su amonestación a los dirigentes con su mala conducta y conducción llevan el rebaño a su autodestrucción y perdición.
A consecuencia va a ser su alejamiento de Dios arrastran el pueblo de Dios, por su falta de perseverancia, quedarán todos en la perdición eterna.
Como dice el capítulo 34 versículo 5: Andan errantes por falta de pastor y son presa de todas las fieras del campo y se han dispersado.
El libro Daniel esta escrito para alentar la iglesia a la lucha. El Señor nos revela en lo que terminará.
Así llega Su Reino. Por lo que se le dió un tiempo corto al horror de la persecución. Aquí indicado con 1290 días. Lo que significa en especial esa cantidad no es preciso. Pero lo que importa la perseverancia hasta mil trescientos treinta y cinco días. Con lo que dice el Señor salvos serán los que perseveran. Los que resisten más que satanás y el anticristo. Los que perseveran hasta el fin serán salvos.
Así será con el desencadenamiento del anticristo en el Antiguo Testamento. Los que perseveraron serán salvos. Cristo vino. Así también será el fin.
Satanás con furia y con afán trata de devorar el que puede, llevará muchos a la perdición. Lo que no puede prevenir es que viene Jesús el Salvador. Bienaventurado el que persevera. Resiste hasta el fin.
Bienaventurado el que elige con todo su corazón para Cristo y su Reino, tanto hombre como mujer, tanto muchacho como muchacha, chicos y chicas. Bienaventurado toda persona que conoce el Dios del Pacto.
El libro no sigue sellado, para que nos presione a tomar una elección. A favor o en contra del Reino de Dios. Será tomando las más extremas consecuencias. Bienaventurados que guardan las palabras de esta profecía.
Daniel tenía 14 años y eligió para su Dios del Pacto.
Cada día más santificado para entrar en el regocijo de su Señor. El que es santo sea más santo, el que es sucio más sucio.
Esta profecía está para aplicarla sobre nuestra vida actual, todo lo que hemos leído sobre Daniel y los acontecimientos de la vida del pueblo e iglesia del Antiguo Pacto es tan actual hoy día.
La perseverancia de Daniel sea nuestro ejemplo para perseverar, y vivir eternamente glorificando nuestro Dios.
En Romanos 8 versic. 17, 18 y lo que sigue Pablo nos describe nuestro futuro.
Un prospero ano domini 2011
E. De Vries.