LA CARRERA PARA EL 2006

por Manuel López Franco. Pastor

No sé si han tenido la oportunidad de ver la película “Forrest Gump”. Esta es una película apta para todos los públicos, una combinación entre lo cómico y lo dramático. Repleta de momentos enternecedores, acerca de la amistad, la superación personal, y otros temas de relevancia. La escena que quiero compartir con ustedes es en la que Forrest decide comenzar una carrera que no tiene ninguna meta ni fin, corre y corre hasta llegar a la Costa Este de los Estados Unidos y después hacia la costa Oeste cruzando todo el país, por el camino se le añaden seguidores que ven el un nuevo “guru”, un líder carismático. Es en medio de ningún lugar donde Forrest ya cansado de correr abandona la carrera, para gran desilusión de sus seguidores y admiradores, que pierden así lo que daba sentido a sus vidas en ese momento.

Bueno, lo que os propongo es que juntos reflexionemos desde la Biblia en otra carrera diferente a la de Forrest: La Carrera Cristiana.

Texto: Hebreos 12:1,2,3

1.La Motivación.

Todo deportista necesita una buena motivación a fin de trabajar duro. Nadie llega lejos en la vida sin disciplina y entrega. Cuando algo nos motiva de veras ciertamente podemos llegar a lugares y hacer cosas que nos parecerían inverosímiles de otra manera.
De igual forma en la carrera cristiana que tenemos por delante, nos debería motivar el ejemplo de otros que han corrido antes que nosotros, hermanos y hermanas que sufrieron por el Evangelio, que entregaron sus vidas y sus posesiones. Hermanos/as que corren ahora con nosotros en los lugares más inimaginables de la tierra, en las junglas y selvas, en países donde no existe libertad religiosa, etc. ¿No cree usted que esta, es una motivación gloriosa a fin correr esta carrera el Señor ha preparado para nosotros?.

“teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos...”

El capitulo once de Hebreos tiene como finalidad servir expresamente al tema principal de la perseverancia y demostrar que la única forma de perseverar hasta el fin “contra viento y marea” es POR MEDIO DE LA FE.

“para que no os volváis torpes (perezosos), sino imitadores de quienes por fe y paciencia heredan las promesas” (Heb.6:12).

Abraham...”habiendo perseverado con paciencia alcanzó la promesa”(v.15)

La fe persevera hasta el fin, y lo hace a pesar de toda oposición y sufrimiento, y todo por que tiene “la mirada puesta en el galardon”.
“Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos” (11:2)
“...todos estos alcanzaron buen testimonio mediante la fe” (11:39)



EL TESTIMONIO QUE DIOS DIO ACERCA DE ELLOS FUE QUE LE AGRADARON, SEA LO QUE FUERE QUE PUDIERA FALTAR EN SU CARÁCTER, EL HECHO DE QUE CREYERAN A DIOS Y OBRARAN CONFORME A SUS PROMESAS FUE SUFICIENTE PARA QUE EL EXPRESARA SU BENPLACITO PARA CON ELLOS.

La fe, fue el medio para nuestros antecesores y lo es para nosotros.
Es como si contemplasemos un estadio lleno de espectadores que gritan y alientan a los corredores porque ellos ya han corrido antes esa misma carrrera.
Todos ellos deberían servir como INCENTIVO y como MOTIVACION que nos anima a mostrar la misma fe de ellos, en nuestro mismo Dios.

“Prosigo a la meta, al supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil.3:14)
“Vosotros corríais bien, ¿quién os estorbo para no obedecer la verdad? (Ga.5:7)

Esta es, una carrera llena de obstáculos y dificultades. Una maratón, una carrera de cross, campo traviesa, zanjas, vallas, riachuelos que deben ser salvados, cuestas arriba, un trayecto largo y a veces descorazonador; EL TIPO DE CARRERA QUE REQUIERE PACIENCIA, SI HEMOS DE TENER ÉXITO.

Pero esta figura de la carrera falla, puesto que normalmente se refiere a una competición donde lo más importante es aventajar al rival. No es así en la carrera cristiana, no se trata de competir con otros, no existe rival alguno a batir. Se trata simplemente de acabar, que no es poco, consiste simplemente en llegar; eso en si mismo. es una gran hazaña, una gran victoria, si consideramos las dificultades que hemos de afrontar.

El apóstol Pablo no dijo: “He llegado antes que los demás”, sino simplemente “He acabado la carrera”.

Desgraciadamente no todo el que comienza una carrera llega a la meta, pero Pablo había llegado, y eso bastaba para que recibiese el “Bien hecho” de su Maestro.

2.La Preparación.

“...descargando todo estorbo y el pecado que entorpece (la marcha)”
“...despojaos de todo peso y del pecado que nos asedia”

Esta distinción entre “peso”, “estorbo” y por otro lado “pecado” es importante. UN PESO ES ALGO SUPERFLUO, UN ESTORBO ALGO QUE NO TIENE POR QUE SER NECESARIAMENTE MALO; PERO QUE NOS IMPIDE IR MAS aprisa, MÁS LIGEROS. Hay muchas cosas en la vida que pueden ser “pesos, estorbos”, sea por que le deseamos como compañeros de viaje, o por habernos sido impuestos de alguna manera.

“que entorpece”, “que nos rodea e impide nuestra marcha”




Como un atleta corre su carrera ligera de equipaje, así nosotros debemos despojarnos de todo aquello que impide ir más ligero. Quizás nuestro orgullo, prepotencia o vanidad, ¿quien sabe?. Cada uno con la ayuda del Espíritu de Dios debemos descubrir y desechar lo que nos estorbe.

“...el pecado” . Cuando algunos leen este pasaje no pueden dejar de tener en mente algún tipo de pecado concreto. Otros simplemente, y humildemente yo con ellos, creen, que el autor de la carta se refiere simplemente al pecado de la incredulidad, en contraste con la fe de los corredores cristianos del capitulo 11.

3.La Disciplina. ¿Cómo correr?

“...corramos constantes”,”corramos con paciencia”

Esta combinación de ESFUERZO y PACIENCIA “constancia”,”perseverancia”, es fundamental y necesaria para una carrera tan larga como la misma vida. NO NOS ES DIFICIL HACER UN ESFUERZO ESPECIAL, pero la prueba real de la vida consiste en el progreso normal y seguro del alma. No consiste en el spring y el agotamiento posterior que esto produce, sino en el tesón y la resistencia.
El autor cita el A.T: “Y si retrocediere no agradara a mi alma” (10:38), y luego añade, “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición del alma”. Resulta obvio por lo tanto, que lo opuesto al hecho de retroceder para perdición del alma, es perseverar hasta el fin, y que de este modo “hacer firme nuestra vocación y elección”.

Dios sin duda alguna nos capacita para perseverar. No importa si nuestro ministerio tiene fruto o no, si la enfermedad y la dificultad parecen grandes obstáculos. Dios por su Gracia nos seguirá llevando de su mano hasta el fin. Creámosle a Él. Creamos Su Palabra. ¡Corramos la Carrera¡

4.Su Ejemplo “Puestos los ojos en Jesús”

Un buen ejemplo vale mas que mil palabras. El ejemplo de nuestro Salvador, Dios humano, limitándose a sí mismo en el espacio y el tiempo, tomando forma de siervo, cargando nuestro pecado, experimentando la muerte, la soledad y la angustia más terrible. El y nadie mas puede ser el ejemplo supremo a seguir.

“Fija la mirada en quien abre el camino de la fe y la perfección, Jesús, que ante la dicha que se le proponía soporto una cruz, sin hacer caso de la ignominia y esta sentado a la derecha del trono de Dios. Pues tenéis que meditar en que él soporto tal contradicción de pecadores contra él, PARA QUE NOS OS CANSEIS DESANIMADOS EN VUESTRO INTERIOR. Todavía no habéis resistido hasta (derramar) sangre luchando contra el pecado.(Biblia Cantera-Iglesias)

Generalmente pensamos en “poner los ojos en Jesús”, a fin de buscar ayuda y gracia para poder soportar alguna situación dificil, y ciertamente no hay nada malo en ello, sino todo



lo contrario, pero este no es el sentido primero aquí, sino que debemos poner los ojos en Jesús como GRAN EJEMPLO DE RESISTENCIA Y OBEDIENCIA HASTA EL FIN, todo ello con el propósito de salvar toda clase de obstáculos y toda suerte de males.

El renuncio a sus derechos, se humilló a sí mismo.
Siendo Dios, tomó forma de siervo.
Lavó los pies de los discípulos en momentos en los cuales ninguno de ellos estaba dispuesto a hacerlo.

“Jesús es el autor y consumador de la fe”
“autor” “el que va a la vanguardia” o “pionero”, “quién abre el camino”

“El consumador”. El primero en transitar el costoso camino de la perseverancia en la fe por nosotros. El Ejemplo supremo y cumplimiento de la misma.

ESTE NUEVO AÑO QUE COMIENZA, EL SEÑOR NO NOS ESTA PIDIENDO QUE EMPRENDAMOS UNA SENDA ARDUA Y DIFICIL, QUE EL NO HAYA TRANSITADO, SINO El HA CORRIDO ESTA CARRERA. LO HIZO EN UN GRADO MUCHO MÁS PROFUNDO Y DOLOROSO DE LO QUE NINGUNO DE NOSOTROS PODAMOS NI SIQUIERA ACERCARNOS A IMAGINAR. Corramos mirándole a el, pues nada de lo que es humano le es ajeno; nuestras penas y dolores, nuestras enfermedades, nuestras luchas y dudas y nuestras alegrías.








www.iglesiareformada.com
Sermones