«Sácianos presto de tu misericordia y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días» (Salmo 90:14).
La última de las condesas de Huntington no sólo fue rica en este mundo, sino también en fe y una heredera del reino. guando tenía unos nueve años, vio el cuerpo inerte de un niño de su misma edad al ser conducido al sepulcro. Se añadió al cortejo y asistió al funeral, y fue así como el Espíritu Santo empezó a hacerle sentir su necesidad de un salvador.
Queridos jóvenes, cuando miréis al año que va a finalizar, quiera Dios que el Espíritu Santo produzca en vosotros ;a misma convicción, que pueda hacer oír también en vuestros oídos su voz penetrante: "Huye de la ira que vendrá; refúgiate en Cristo sin más tardanza". "Escapa por tu vida; no mires tras tí".
I. PORQUE LA VIDA ES MUY CORTA
"Los días de nuestra edad son setenta años; que si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto y volamos" (Salmo 90:10). Aun aquellos que oven más años, cuando les llega la hora de la muerte tienen la impresión de que su pida ha sido un sueño. Y es que no en balde dice la Biblia une "es como un sueño". Mientras dormimos, las horas pasan rápidamente, tanto, que no nos damos cuenta de ello. cuando nos despertamos que vemos cuánto tiempo ha, pasado. Así es la vida. E s como un "cuento, o una fábula que se cuenta". Cuando estáis escuchando la narración de un cuento agradable pasa el tiempo rápidamente y parececomo si os hubiesen robado las horas. Ciertamente "acabamos nuestros años como un pensamiento".
Posiblemente habéis visto más de una vez un barco en algún río con todos los marineros a bordo, las áncoras izadas y las velas henchidas al viento, cuando dulcemente se desliza y avanza rápido entre las ondulantes aguas. Así pasan nuestros días, "se deslizan en el mar del tiempo como los navíos". O quizá habéis tenido ocasión de contemplar algún águila cuando, de su nido colocado en lo más alto de las rocas, se abalanza volando como una flecha para apoderarse de algún ave. ¡Cuán suave, pero velozmente vuela! Así es con vuestra vida. "Se escapa rauda como el águila sobre su presa"_ Más de una vez habéis contemplado la neblina que se forma al pie de las montañas en las primeras horas de la mañana y habéis visto, cuando el sol sale con sus rayos templados, ¡cuán rápidamente se desvanecen las nieblas! Y ¿qué es la vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece (Santiago 4:14).
Algunos de vosotros habéis visto cuán corta es la vida en aquellos que os rodean. "Vuestros padres ¿dónde están? Y los profetas ¿han de vivir para siempre?" (Zac. 1:5). ¡Cuántos amigos tenéis que duermen en el sepulcro! Algunos de vosotros tenéis más amigos en el sepulcro que en este mundo. Dios los ha hecho pasar tomó avenida de aguas, como una catarata que se precipita y vosotros les vais detrás. No pasará mucho tiempo y la iglesia donde ahora os sentáis estará ocupada por otros adoradores que os habrán sucedido, una nueva voz guiará en el canto de los salmos y un nuevo hombre de Dios ocupará el púlpito. Estad completamente ciertos de que dentro de pocos años todos vosotros que oís este mensaje yaceréis en el sepulcro. ¡Oh, cuán urgente y necesario es acudir a Cristo sin demora! ¡qué obra tan grande has de hacer, de cuánta responsabilidad! ¡Ser llevado realmente a Cristo! ¡Y con cuán poco tiempo cuentas para hacerla! Has de huir de la ira que vendrá, has de acudir a Cristo en busca de refugio, has de nacer de nuevo, has de recibir el Espíritu Santo para ser hecho apto para la gloria. E1 tiempo que tienes para buscar al Señor es un tiempo solemne. Aun los muchos años de una larga vida resultan harto breves para buscar al Señor. Busca hallar la convicción de pecado y el dar interés a Cristo y a tu alma. "Sácianos presto de tu misericordia y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días" (Sal. 90:1 14).
II. PORQUE LA VIDA ES MUY INCIERTA.
"E1 hombre es como la hierba, que crece en la mañana, en la mañana florece y crece; a la tarde es cortada y se seca". La mayoría de los hombres son cortados sin haber llegado a la edad madura; quizá hay un 50 por 100 de la humanidad que muere antes de alcanzarla. Únicamente en la ciudad de Glasgow mueren más de la mitad de sus habitantes antes de los 20 ó 30 años de edad. De la mayoría de los hombres se puede decir: "Sale como una flor y es cortado". La muerte es muy cierta, pero el tiempo en que nos sorprenderá muy incierto. Muchos creen que aún no morirán porque disfrutan de salud inmejorable, pero no tienen en cuenta que muchos muy sanos también murieron por accidente u otras causas fortuitas. Ni los buenos alimentos y vestidos de la mejor calidad constituyen una eficaz defensa contra la muerte. Está escrito: "E1 rico también murió y fue enterrado". Tampoco amables y atentos médicos o amigos pueden defenderos de la muerte. Cuando la muerte llega se burla de los esfuerzos de los más hábiles médicos y arranca al ser querido de los brazos más tiernos. Algunos hay que piensan que ellos no morirán todavía porque no están preparados para morir, pero no paran mientes en el hecho de que muchos murieron sin estar preparados, sin estar convertidos, sin ser salvados. Olvidáis que está escrito acerca de la puerta estrecha "que pocos son los que la hallan". La mayoría de las personas yace en una oscura tumba y en una eternidad más oscura todavía.
Algunos de vosotros creéis que no moriréis porque todavía sois jóvenes. Olvidáis lo que ya hemos dicho, que la mitad de la humanidad muere antes de alcanzar la edad madura. La mitad de los habitantes de esta ciudad muere antes de llegar a los veinte años.¡Oh, si tú tuvieses que estar presente como yo en el lecho de muerte de niños y adolescentes y pudieses ver su inquieta mirada y sus movimientos espasmódicos y trémolos y oír sus agonizantes lamentos, comprenderías cuán necesario te es acudir, escaparte a Cristo ahora! Puede estar cercano tu turno. ¿Estás preparado para morir? ¿ Has huido a Cristo para refugiarte a É1? ¿ Has sido perdonado? "No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué dará de sí el día" (Proverbios 27:1).
III. LA MAYORÍA DE LOS SALVADOS ACUDIERON A CRISTO EN SU JUVENTUD.
Fue así en los días de nuestro bendito Salvador. Aquellos que eran entrados en años, eran, o mejor dicho, se consideraban demasiado sabios y prudentes para ser salvos por la sangre del Hijo de Dios y É1 así lo reveló a aquellos que eran más jóvenes y que tenían menos sabiduría. "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos y las hayas revelado a los niños" (Mateo 11:25). "Junta a los corderos con su brazo y los lleva en su seno". Ha sido así en casi todos los tiempos de avivamiento. Si preguntáis a los cristianos ya maduros, veréis cómo os contestará la mayoría de ellos que fueron despertados, y tuvieron ansiedad o inquietud por sus almas y fueron salvos siendo aún jóvenes.
¡Oh, qué razón tan poderosa para buscar un pronto y urgente verdadero acercamiento a Cristo! Si no habéis sido salvados en vuestra juventud, puede que después nunca lo lleguéis a ser. Existe un tiempo especial y adecuado, el tiempo apropiado para la salvación. Jesús dijo a los de Jerusalén: "No has conocido el tiempo de tu visitación". Hay tiempos y períodos que bien podrían llamarse "días de conversión". Abundan especialmente y de forma inequívoca en más de un alma. E1 domingo es el gran día en que se reúnen las almas; el día del Señor puede ser llamado el día del mercado del Señor. E s el día de la gran cosecha de almas. Bien sé que hay una generación que se levanta contra ese día y se afana en hollarlo bajo sus pies, con su vil y nefanda conducta, pero vosotros apreciáis el día del Señor. E1 tiempo de aflicción es también un tiempo de conversión. Cuando Dios se lleva a algún ser amado y decís: "Esto es el dedo de Dios", recordad que Cristo con ello trata de salvaros: abridle la puerta y permitidle entrar. E1 tiempo en que el Espíritu Santo contiende con vuestra alma es también tiempo de conversión. Si sentís en vuestro corazón su llamamiento y su acción que os impulsa a buscar en la Biblia vuestra salvación, o a consultar a vuestro pastor, "no apaguéis el Espíritu"; "no resistáis al Espíritu Santo", "no afrentéis el Espíritu Santo de Dios". La juventud es tiempo de conversión. "Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos". ¡ Oh, vosotros que sois como ovejas, buscad ser hallados y recogidos por los brazos del Salvador y permitid que os lleve en su hombro o junto a su seno! Acudid y confiad bajo las alas potentes del Salvador. "Aún hay lugar".
IV.PORQUE SE ES MÁS FELIZ ESTANDO EN CRISTO QUE FUERA DE CRISTO.
Muchos hay que al leer estas palabras dicen en su corazón: "Cosa triste es ser religioso". La juventud piensan es el tiempo del placer, de comer, de beber, de vi«r desenfrenadamente". Yo sé que la juventud es el tiempo del placer; es en ella que los pies son más ligeros, que el ojo está más lleno de vida y brillo, que el corazón rebosa más alegría. Pero ésta es precisamente la razón que yo doy para acudir a Cristo. Se es más feliz estando en Cristo que fuera de Cristo.
1. Porque satisface el corazón. Nunca he negado que puedan hallarse alegrías fuera de Cristo. La música y el baile, los juegos y deportes están íntimamente ligados y atraen fuertemente a los corazones de los jóvenes. Pero, ¡ah! pensad un momento. ¿ No es borroso vivir felizmente no estando salvado? ¿No es trágico ver a un hombre durmiendo plácida y tranquilamente en una casa en llamas? Z Y no es suficiente para horrorizarnos veros bailando y divirtiéndoos sabiendo que Dios está enojado y su ira amenazando contra vosotros seriamente cada día?
Pensad otra vez. ¿ No se hallan en Cristo placeres infinitamente más dulces? "E1 que beba de esta agua volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:13, 14). "Hartura de alegrías hay en tu rostro y deleites a tu diestra para siempre". Ser perdonado, tener paz con Dios, tenerle a É1 por Padre, contar con su complacencia y amor, disfrutar de su Espíritu Santo derramado en nuestros corazones y haciéndonos más y más santos, son todo ello placeres dignos de toda la eternidad. "Un día en tus atrios es mejor que mil fuera de ellos" (Salmo 84:10).¡Oh, sed llenos de su favor y quedad satisfechos con la bendición del Señor! Vuestro pan de cada día se os hará más dulce. Comeréis entonces vuestro alimento "con alegría y sencillez de corazón" (Hechos 2:46). Vuestros pies se hacen más ligeros y emprendedores porque son los pies de un cuerpo redimido, de un cuerpo libertado. Vuestro sueño es más dulce "porque Jehová da a su amado el sueño". El sol brilla con un nuevo atractivo y la tierra presenta una nueva sonrisa porque conscientemente podéis decir: " Mi Padre lo ha hecho todo".
2. Porque Cristo hace felices todos los días. – Los deleites "temporales", no durarán. Pero al ser uno traído a Cristo, su experiencia se asemeja al amanecer de un día eterno; la serena alegría del cielo se extiende sobre todos los días de su peregrinación. En los días de angustia o tribulación ¿queréis decirme qué hará por vosotros el mundo?
"E1 que canta canciones al corazón afligido, es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre" (Prov. 25:20). Creedme que cercanos están de vosotros los días cuando diréis "a la risa: enloqueces, y al placer: ¿ de qué sirve esto ?" (Eclesiastés 2:2). Pero si acudís ahora a Jesucristo, Él cuidará de vuestros días malos. Cuando el viento es contrario y las olas son altas, Jesús se os acercará y os dirá alentadoramente: "No temáis, que Yo soy". Su voz dará paz al corazón aún en la hora más dolorosa. Cuando el mundo os reproche y censure y deseche vuestro nombre como malo, cuando se os cierren las puertas, Jesús se os acercará y os dirá: "Paz a vosotros". ¿quién podrá explicar la dulzura y paz que Cristo da al corazón en tales horas? Una muchachita que en su edad temprana había sido llevada a Cristo, así lo sentía cuando fue confinada al lecho de una larga enfermedad. "No estoy triste decía de hallarme postergada en la cama, porque mi cama es mullida por el Señor y tengo la impresión de que está llena de un perfume de amor hacia mí. E1 tiempo, el día y la noche, el Señor hace que me sean dulces. La tarde me es placentera y la mañana refrescante".
Y finalmente, en el día de la muerte, ¿qué podrá hacer el mundo por vosotros? E1 baile, y la música, y los compañeros de diversión no podrán, estarán incapacitados para daros entonces consuelo y mucho menos alegría. Ninguna broma más os satisfará, ninguna sonrisa más os dará aliento. "Ojalá fuerais sabios, que comprendierais esto y entendieseis vuestra postrimería" (Deut. 32:29). En cambio, en este mismo trance el alma de uno que está en Cristo se regocija con un gozo más íntimo, tan íntimo como inexplicable, y lleno de gloria. Jesús puede hacer el lecho de muerte más suave que lo hacen las más finas almohadas. Recordad que cuando murió Esteban, su noble pecho fue golpeado con crueles piedras, pero él, arrodillándose, dijo: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Juan Newton nos habla de una joven cristiana que, en el día de su muerte, dijo: "Si esto es morir, dulce cosa es morir". Otro cristiano, niño de ocho años, llegó a su casa enfermo de una dolencia de la cual murió. Su madre le preguntó si tenía miedo de morir. " No le respondió, yo deseo morir si es la voluntad de Dios: aquella dulce palabra de "dormir en Jesús" me hace feliz cuando pienso en el sepulcro".
"Hijitos, que vuelvo a estar de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros". Si queréis vivir y morir felices, acudid ahora al Salvador. La puerta del arca está ampliamente abierta. Entrad ahora, no sea que después ya no os sea posible entrar.