El Futuro de la Iglesia
por Gabriel Otero
Hemos llegado así a la Segunda y última carta del apóstol Pablo a los Tesalonicenses y por ende a las dirigidas a iglesias. Esta carta fue escrita con una idea especial en mente. La ocasión histórica fue realmente la aparente impresión de que su en primera epístola la iglesia no lo había interpretado correctamente. Cuando Pablo se refería a la incertidumbre del tiempo de la venida de Cristo, sus palabras fueron malentendidas pensando que la venida del Señor estaba ya lista y que realmente no había otro resultado que no fuera el regreso del Señor. Esas dudas provocaron entonces al apóstol a escribirles esta segunda carta. En ella Pablo habla nuevamente de la segunda venida del Señor y para clarificar bien su concepto, da tres características importantes para interpretar esa venida.
En primer lugar, nos habla de la persecución (Cap.1). En segundo lugar, de la profecía acerca de esa segunda venida (Cap.2). Y en tercer lugar, acerca de la práctica de esa venida (Cap.3). Vamos a mirar entonces la segunda venida o el regreso del Señor bajo estas tres características que son de mucha importancia.
En primer lugar, la persecución que ha de venir. Cap.1:3: "Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;..." Vemos que los santos han progresado. En los Vrs.5-10, habla del propósito de sus sufrimientos: "Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por digno del reino de Dios, por lo cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con contribución a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluídos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído por vosotros). Esa persecución, ese sufrimiento continuo de los hermanos ha de ser removido, dice pablo, a la venida de nuestro Señor. Y para confianza de ellos durante ese período de persecución, Pablo hace una oración para la iglesia expresada en los Vrs.11-12: "Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo." Notamos que la Escritura nos indica en forma clara que Pablo quiere que los hermanos se comporten de acuerdo al llamamiento y que el propósito de Dios se cumpla con fe y con poder. En esa persecución de la cual Pablo nos habla, hay tres aspectos importantes: La persecución viene por el progreso de los santos como lo vemos bien en los Vrs.3-4. También hay un propósito en ese sufrimiento, mostrar enteramente la vida de la iglesia. Y luego la oración para que ellos sean llenos de poder para poder sobrellevar esa persecución que estaban soportando.
En segundo lugar, en el Cap.2, Pablo habla y diríamos que este es el corazón de la carta, de la segunda venida del Señor desde el punto de vista profético. Habrá un hombre de pecado que se levantará y se agigantará en el mundo. En los Vrs.1-3, leemos: "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,..." Vemos entonces en estos versículos lo que debe ocurrir antes que nuestro Señor Jesús venga. Dice en el Vr.2, "no piensen que la venida del Señor está cerca -le dice a los hermanos- no quiero que ninguno los engañe -y agrega- habrá un tiempo de apostasía". Es decir, habrá un tiempo en el cual la iglesia de Cristo ha de renegar de su propia fe. Creemos que ya estamos en ese tiempo. Dice: "el hombre de pecado, el hijo de perdición ha de manifestarse". Y eso creemos que es un evento futuro, aun no visto. Pero nos quedamos sorprendidos en la apostasía de la iglesia. Hay muchas iglesias aquí en los Estados Unidos; hay muchas denominaciones, pero lo que creen esas iglesias es lo que nos asusta. Y aquí Pablo nos da las características, siniestras por cierto, de ese hombre de pecado que se ha de levantar una vez que la iglesia caiga en la apostasía. Dice: "...el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios." Esa referencia al templo de Dios no es Israel, sino que habla de la iglesia. En otra palabra, ese hombre de pecado ha de sentarse en la iglesia. Y continúa Pablo: "No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." Notamos entonces que hay un cuadro oscuro de ese hombre de pecado que se manifiesta y obra en forma directa sobre la iglesia. Con lo cual resumimos que el Cap.2, nos habla en una manera práctica y efectiva acerca de la profecía con respecto a la segunda venida del Señor. Y aquí va a clarificar la errónea interpretación que dieron a su primera carta. No es una profecia instantánea dice Pablo; "ustedes me entendieron mal, no es que el Señor va a venir mañana mismo, hay ciertas cosas que se deben cumplir en su debido tiempo antes que el Señor regrese" . Y estas son las que él analiza: La apostasia y la aparición específica de ese hombre de pecado que se ha de levantar. Frente a hechos irreversibles que han de ocurrir, Pablo alienta a los hermanos de la siguiente manera: "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados en el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espiritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra." (Vrs.13-17). Notamos aquí que Pablo da instrucciones debido a la perplejidad en que los hermanos se encontraban, y trata de enseñar a la iglesia entonces la fuente profunda de ese conocimiento previo a la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
La carta entonces es un tratado apologético por así decirlo, acerca de la venida del Señor, para evitar a la iglesia caer en errores. ¡Qué cosa! ¿verdad? Es el dia de hoy que aun nosotros estamos argumentando si esto es en esta manera o en esta otra manera, cuál es la verdad y cuál no es la verdad. Nos vamos de argumento en argumento, pensando en una cosa y en otra cosa respecto de la venida del Señor sin pensar directamente en lo que el Señor en sí nos está mostrando y que no tiene por así decirlo otra explicación. Pablo lo aclara a la iglesia de Tesalónica y también a nosotros y nos dice: "Hermanos, no tengan ansiedad; hermanos, piensen en todas estas cosas que están ocurriendo". Y hoy el mundo vive en problemas, no sabe cuándo y cómo el Señor ha de venir. Y entonces vive para si mismo. Y Pablo nos dice en forma profética que habrá dos cosas importantes a las que deberemos prestar atención. Primeramente la apostasía de la iglesia. Cristianos que decaen en guardar principios bíblicos y que por esta causa también habrá un hombre que se sentará y controlará la iglesia, que tomará parte formal de la misma y que nominalmente será uno de nosotros, pero practicamente es Satanás mismo encerrando a la iglesia en la mentira.
Finalmente, en el Cap.3, Pablo nos habla de la parte práctica de la segunda venida del Señor. Fijémonos por ejemplo el propósito o lo que Pablo tiene en mente con respecto a la venida del Señor. Vrs.1-2: "Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe." Esta palabra nos da aliento y al mismo tiempo una advertencia. Pablo dice, "hermanos, porque el Señor viene, oren para que el evangelio corra, pero también oren para que seamos protegidos porque no todos van a creer". ¿No es esto una verdad? Comenzamos un testimonio en una iglesia local, expandimos ese testimonio; comenzamos un anexo en tal o cual lugar, pero no todos han de creer. Y dice Pablo, "Señor, líbranos de estos hombres perversos que no creen como debieran creer". De esta manera Pablo nos da a entender en forma práctica y directa que la venida del Señor tiene algo que nos concierne, nos concierne a que expandamos el evangelio, esa gloria del Señor y tiambién que nos prevengamos acerca de aquellos que son malos y que no han de creer.
Fijémonos ahora en la confianza del apóstol Pablo. Vrs.3-5: "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo." Tres cosas de las que Pablo dice tiene confianza: Primero, tiene confianza en el Señor, no en ellos como personas, pero en el Señor que hará la obra en ellos, los ha de encaminar, es decir, ha de poner el corazón de ellos dentro del amor de Dios. Segundo, ha de poner en ellos la paciencia de Cristo. ¡Qué hermoso! ¿verdad? Cada uno de ellos somos nosotros también. Dios está dispuesto en forma práctica a hablarnos de su segunda venida, y mientras tanto nos dice que él es fiel y que nos va a afirmar en la fe. ¿Y cómo llegamos a ser afirmados en la fe? Teniendo el amor de Dios y la paciencia de Cristo. ¡Qué versículos preciosos! Y tercero, Pablo dice que vamos a ser prácticos cuando obedecemos Sus mandamientos: "Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga dia y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitasen. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y axhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano." Notamos que la palabra de Dios nos enseña cómo debemos llevar la vida ordenada. Dice el Vr.6: "...que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente,..." Esa es la parte práctica de la segunda venida del Señor. Vivimos esperando su venida, vivimos constantemente alentados en su venida, pero también debemos vivir en forma ordenada, eso es lo que Pablo quiere decir. El hecho de que el Señor viene no produce caos, sino que produce orden. Y cuando nosotros vemos que sociedades y cultos se organizan esperando la venida del Señor, y se forma caos alrededor de ellos, nos damos cuenta que eso no es de Dios. Lo que es de Dios es el orden, la disciplina, la confianza en Dios; esas cosas son de Dios. Y en esas cosas debemos poner nuestra confianza.
Para concluir nuestro estudio vamos a transcribir el Vr.5, clave de esta carta: "Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo." Quiera Dios que cada uno de nosotros tengamos un amor que nunca cese porque Cristo viene. Y tengamos una paciencia que nunca se termine porque Cristo viene. Y de esta manera su segunda venida la podremos entender, la podremos contemplar, y la podremos practicar.