¿por qué debemos congregarnos?

Pues, hay varias razones. Primero, tenemos el mandamiento directo de Dios, como nos dice Dios en Hebreos 10:25, “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Aquí nos manda congregarnos, para exhortar el uno al otro. Es como nos dice en el versículo anterior, donde nos dice, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.” Y, también incluye el pensamiento que tenemos que estar listos para la venida del Señor, porque nos dice “cuanto veis que aquel día se acerca”, indicando que el congregarnos nos prepara para la Su venida. Y, también es necesario para disciplinar el uno al otro, como nos indica el versículo que sigue, “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados.” Así está indicando que nos congreguemos para corregir el uno al otro. Vemos lo mismo en la carta de San Pablo a la iglesia de los Corintios, cuando dice en 1 Corintios 5:11-12, “11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?”

Pero, para verlo de otra perspectiva, leemos en Hecho 2:41-42, “41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Por eso, nos congreguemos para bautizar, y para perseverar en la doctrina de los apóstoles, y para tener comunión el uno con el otro, y para partir el pan, y para orar al Señor.

Otra cosa, que casi no hace en día, es adorar al Señor según su palabra, como nos dice en Colosenses 3:15-17, “15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” Otra vez, debemos dar gracias, y estudiar y enseñar la palabra, y lo no hacen ahora, cantar Salmos, e himnos, y cánticos espirituales. Digo que no hay muchos que lo hacen, porque casi nunca escucho a la gente cantar los 150 Salmos que Dios escribió.

Y al fin, para mirarlo de otra perspectiva, leemos en Efesios 4:11-13, “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Por eso, nos congreguemos para escuchar a las palabras de Dios por medio de sus siervos, que nos enseñan Su palabra, para estemos unidos en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios.

Y hermano, como siempre, hay mucho más que decir, y si quiere más, solo tiene que escribirme, y voy a tratar de contestar.

Muy atte.

En Cristo,
Esteban Larsón Macías, de www.iglesiareformada.com
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