TENGO UN AMIGO QUE SIENDO CRISTIANO SE QUIERE DIBORCIAR PORQUE SU ESPOSA NO QUIERE TENER RELACIONES SEXUALES CON EL. TIENE 42 AÑOS Y ES MI AMIGO .DE QUE MANERA PUEDO AYUDARLO ES LEGAL ESTA ACTITUD DELANTE DE DIOS

Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. Pues, hermano, el testimonio de las Escrituras es claro—“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro.” (1 Corintios 7:3-5). Por eso, es el mandamiento del Señor que tengamos relaciones cuando estemos casados. Por eso, si su esposa le niegue, debe hablar con ella, y si no quiere hacer caso, seguir los pasos de Mateo 18, es decir, traer alguien como anciano de la iglesia para hablar con ellos, y si todavía no, traer el asunto de los ancianos de la iglesia, para resolverlo.

Pero, ¿el divorcio? Si es cristiano, no puede, o si lo hace, muestra que no es cristiano. Leemos en Malaquías 2:16, “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.” También nuestro Señor Jesucristo nos enseñó sobre el divorcio en Mateo 19:3-6, “Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?  Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?  Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” Y en 1 Corintios 7:10-14, San Pablo nos habla del mismo, cuando nos dice, “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.” El hombre quien es cristiano no puede separar de su mujer, y si ella le abandone, él no puede casarse con otra, sino debe buscar reconciliación. Y obviamente, aquí se habla de las parejas incrédulas, porque ningún creyente en Cristo Jesús puede separar de su mujer.
Y sí, hermano, Ud. puede ayudarles en buscar reconciliación, y en ser un solo cuerpo, y en no buscar divorcio, sino buscar unidad dentro del matrimonio. Entiendo que a veces es muy difícil, pero, a pesar de las dificultades, nunca está por nuestro bien si estemos separados, y aun menos, divorciados, de nuestra pareja. Y no es opinión personal, sino, lo que dice nuestro creador, quien nos hizo “varón y hembra.”
Y como siempre, hay mucho más que decir, y si quiere más, estoy a sus pies para servirle en Cristo Jesús.
Y hermano, favor de recibir saludos de sus hermanos acá, con el deseo que nuestro Dios le bendiga en todo.

Muy atte.

Su hermano en Cristo,

Esteban Larsón Macías, de www.iglesiareformada.com
Iglesia del Señor Viviente,
De la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
Santa Ana, California, EE.UU.

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