¿Pueden las hermanas ser pastoras?

Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. Es una pregunta muy común que nos hacen, y lo bueno es que hay una respuesta muy fácil, pero, no está de acuerdo con nuestra cultura y mundo moderno. Digo que es fácil, porque la Palabra de Dios es muy clara, pero, hay muchos hoy en día que prefieren las ideas modernas o las “revelaciones nuevas.”

Pues, en cuanto que sigo a la Palabra, voy a darle la respuesta de ella. Primero, todos los apóstoles y todos los primeros diáconos eran hombres. Por supuesto, había muchas mujeres que siguieron a Cristo, y creyeron su evangelio, pero ni Cristo ni su Espíritu Santo escogió a una mujer para ser ni apóstol ni diácono.

También, nuestro Dios nos escribió en 1 Corintios 14:33-35, “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” El Señor aquí nos enseña que las mujeres deben estar calladas en la congregación. Y si alguien quiere decir que esta es una instrucción solo para la iglesia en Corintio, el Señor nos añade, “Como en todas las iglesias de los santos”, es decir, ninguna de las iglesias está actuando así, porque así es la voluntad de Dios. ¿Puede ser una mujer pastora si Dios no le permite hablar en la congregación?

Y, en 1 Timoteo 2:11-14 nos dice el Señor, “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.” Otra vez, nuestro Dios nos enseña que las mujeres no deben de enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre. Por eso, si hay pastoras, no debe de enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre.

También, leemos sobre los requisitos del obispo en Tito 1:6, “el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.” Pues, supongo que en nuestro mundo muy moderno con revelaciones nuevas que unos prefieren decir que una mujer puede tener otra mujer con su pareja, y así interpretan este pasaje, pero, creo que es clara que está diciendo que los ancianos deben de ser hombres. No es solamente una cuestión de la palabra “marido” sino también la referencia a gobernar a su casa, para que sus hijos sean creyentes. Dice lo mismo sobre los obispos en 1 Timoteo 3:4, “que gobierne bien su casa.”

Pero, ¿en qué debe de participar la mujer en la iglesia? Pues, en la lectura y la oración, con toda la congregación, como nos dice en 1 Corintios 11:5, “ Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” Y, para que sepamos que nos es una instrucción que aplica no solamente a la iglesia de Corintio, nos dice en versículo 16, “Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.” También tenemos el ejemplo de Priscila y Aquila, “Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.” (Hechos 18:26) Fíjese que Priscila participó con Aquila en la enseñanza (privada) del evangelio. Y, en Romanos 16:3, nos dice, “Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,” Aquí el Señor nos dice por medio de San Pablo que los dos, Priscila y Aquila son “colaboradores” con San Pablo.

También en Tito 2:3-5, nos dice, “ Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” Nos enseña el Señor aquí que las hermanas deben de enseñar a las otras mujeres y también a los niños.

Pues, no sé si es una respuesta adecuada, pero, si quiere preguntar más, estoy a sus pies en Cristo. Admito un poco de frustración con unos que dicen que “creen” en la Biblia, pero, prefieren las ideas modernas y rechacen lo que dice Dios en su Palabra. Pero, supongo que siempre había sido así—que unos prefieren sus propias ideas, y rechacen a Dios y su Palabra. De verdad, aprecio mucho a los que nos dicen que es malo abusar a las mujeres, porque así también es una enseñanza Bíblica, como leemos en Efesios 5. He visto personalmente el abuso de las mujeres en los países musulmanes, y me mostró la necesidad de cuidar y amar a nuestras hermanas, pero, no creo que debamos malusar este motivo para cambiar lo que dice Dios.

Mi amado hermano estaba leyendo sus respuestas y coincido casi en todas ellas. Algo que quisiera aportar: Usted, en respuesta a la pregunta si las mujeres pueden ser pastoras, dice que en la Biblia no aparece ninguna mujer como apóstol o diaconisa y creo importante citarle lo relacionado a Febe «diaconisa de la Iglesia de Cencreas» (Rom 16,1). Entiendo su celo a ser fiel a la escritura y creo que es importante tener en cuenta esto.

Gracias, hermano, por su carta, y lo que nos dijo. Y, tal vez no estaba bien clara en mi respuesta, porque querría decir que de los doce apóstoles originales y los siete diáconos originales, que fueron escogidos por el Espíritu Santo, ningún fue mujer.

En cuanto a Febe, es posible que fuera diaconisa ordenada, pero, lo dudo. La palabra “diaconisa” (διακονον) solo quiere decir “siervo” (por ejemplo, San Mateo 22:13; San Juan 2:5 y 9; 12:26; Romanos 13:4). Pero, los diáconos de la iglesia fueron escogidos y ordenados  a su oficio, y tenían ciertos requisitos, que indican que tenían que ser hombres (por ejemplo, en Tito 3:12). En la misma manera, la palabra anciano no necesariamente quiere decir anciano de la iglesia, pero, también había requisitos muy específicos para su oficio.

Hola soy de España en Andalucia estoy casada tengo tres hijos adultos, llevamos convertidos 17 años. Fui sanada de cancer de utero y de fibromialgia, hemos visto la mano de Dios grandemente en nuestro hogar. Mi servicio es con los niños un llamado a aquellos que son menospreciados o no tienen la misma igualdad, y mi esposo trabaja para mantenernos a todos. Desde mi conversion Dios me usa para hablar a otros de Jesus, para sanar a enfermos y para liberar a las personas de los demonios atormentadores de las almas, llevo grupos de oracion donde el Espiritu Santo se mueve como el quiere haciendo grandes maravillas, como responsable del grupo o de las personas que acuden necesitadas vemos cada dia la mano del Señor haciendo maravillas. Mi pregunta es la siguiente en cuanto al ministerio de la mujer.
He viso sus respuestas en cuanto puede ser una mujer pastora, como deberia sentirme segun lo que vds argumentan, porque la biblia esta dentro de un contexto y nosotros dentro tambien, done ahora no hay ni siervo ni libre, ni judio ni griego ni hombre ni mujer, todos somos sacerdote. Puede crearme dudas estas opiniones y necesito aclaraciones en caso de no ser asi, la verdad,, es que quiero descartar toda hipotesis de error. Mi pregunta al respecto es: ¿pueden las mujeres ministrar conforme al Espiritu de Dios?  tengo experiencias
y no encuentro biblicamente ninguna oposicion.

Gracias, hermana, por su carta, y su comentario. Cuando lo leí, me hizo sonreír, y estar triste. Sonreír, porque sus comentarios son muy típicos de los que creen en las ideas modernas de liberalismo, modernismo, y pentecostalismo. Pero, estar triste, porque todos sus argumentos están basados en experiencia, y no en la palabra de Dios, la Biblia. Pues, supongo si alguien le pregunte a Ud. si cree que la Biblia es la verdad, que contestaría que sí, toda la Biblia es la palabra de Dios. Pero, sus argumentos no son así, y esto es porque no hay ningún argumento Bíblico para permitir a las mujeres de ser pastoras. Yo sí sé que ya leyó lo que está en nuestras respuestas en el sitio, pero, Dios es muy claro en su palabra cuando nos dice, “34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.  35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” (1 Corintios 14:34-35) Y, también nos dice en 1 Timoteo 2:12-14, “12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.” Hermana, aquí el Señor habla de la creación del mundo y el primer pecado por la razón porque las mujeres debe de callarse en la congregación. Por eso, su argumento que “la biblia esta dentro de un contexto y nosotros dentro también” es correcto, pero, Ud. hace un error en pensar que es otro contexto. Nosotros dos estamos en el contexto de la creación, y mientras estamos en dicho contexto, estas reglas siguen en marcha. Y sí, tiene razón, que en Cristo Jesús, como nos dice en Gálatas 3:28-29, “28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” Pero, hermana, esto no quiere decir que las reglas de la familia o la creación no existen en nuestra libertad en Cristo Jesús. Todos que confiamos en Cristo somos linaje de Abraham, y herederos según la promesa. Pero, esto no nos da el derecho de desobedecer a Dios, solo porque creemos que las cosas deben de ser diferentes. Y sí, todos los creyentes somos sacerdotes, hasta el bebé más chiquito en la iglesia, pero, esto no quiere decir que debemos dejar a todos hablar en la iglesia en contra del mandamiento de Dios.

Pues, hermana, de verdad no creo que voy a convencerle, porque como digo no creo que Ud. está basando sus comentarios sobre la palabra de Dios sino sobre su experiencia. Pero, le escribo con la esperanza que el Espíritu Santo de Dios va a obrar en su corazón para convencerle de pecado, de justicia, y de juicio, y que así, Ud. va a callarse en la congregación.

Y hermana, si podemos servirle, pues, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia y amor le bendiga en todo.

Véase también:
Pastoras, ancianas y diaconisas por Augustus Nicodemus Lopes
www.iglesiareformada.com
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