El pecado en contra del Espíritu Santo
Pues, hermano, no sé precisamente qué decir, porque no le conozco personalmente, y por eso, no sé cuánto sabe de la Palabra de Dios, ni tampoco si Ud. es maduro en el Señor. Pero, de todos modos, hermano, hay solamente una fe, la fe en Cristo Jesús, que puede salvar, como dice el apóstol Pedro en el libro de Hechos, “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:11,12, y Salmos 118:22). Por eso, si alguien está confiando en Cristo Jesús, a pesar de que tiene errores en su doctrina o vida, nadie puede separarle del amor que es en Cristo Jesús, como dice el apóstol Pablo, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:38,39).
En cuanto al pecado en contra del Espíritu Santo, debemos tener mucho cuidado en declarar que sabemos cuál es. En San Lucas 12 leemos “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado. Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.”(8-12) Por ejemplo, si alguien rechace por toda su vida la obra del Espíritu Santo y nunca confiese que Jesucristo es el Señor, no creo que haya perdón, porque en hacer esto, ha blasfemado el Espíritu Santo. O, si alguien dice que habla u obra en lugar del Espíritu Santo, creo que está blasfemando a Él. Por eso, si alguien dice que es profeta y lo que dijo no pasó, el Señor mandó al pueblo de apedrearlo, “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.” (Deuteronomio 18:20-22). Por ejemplo, he visto unos “curanderos” que dicen que tiene el don de sanidad de Dios, pero, no sanaron a una persona aunque declararon que estaba sanado. A estos profetas falsos no debemos hacer caso, porque están blasfemando al Espíritu Santo. (Notase bien—a veces Cristo sanó a la gente porque tenía fe, a veces porque sus amigos, padres, o amos tenían fe, y a veces, a pesar que no la tenía, hasta que uno que rogó a Jesús de no sanarle, pero, ni modo, sí lo hizo, porque Cristo siempre sanó inmediatamente, completamente, y sin falta d su poder, al contrario de unos blasfemadores de hoy en día).
Pero, hermano, digo otra vez, lo que es esencial es confiar en Cristo, porque Él, hijo del Dios Padres y Él quien todavía está con nosotros por medio del Espíritu Santo, quien puede salvarnos, y si ha pensado que ha hecho el pecado no perdonable, debe de confiar en Cristo, quien perdona todas nuestras iniquidades.