“A q se refiere la biblia cuando habla d esa parte q dice tu eres Pedro y sobre esta roca edificare mi iglesia.”
Pues, la referencia bíblica está a San Mateo 16:16-19 donde leemos, “16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”
Primero, San Pedro confesó que Cristo Jesús “es el Cristo, el Hijo de Dios viviente.” Por eso, Cristo Jesús dijo que dicha cosa no fue revelado a él por medio de la carne y sangre, sino por medio del Dios Padre.
Y como consecuencia, basado en su confesión de fe en Cristo Jesús, él declaró, “que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia.” Dijo así porque San Pedro había declarado la verdad que puede salvar, y sobre esta declaración, San Pedro iba a dirigir a la iglesia en la misma proclamación de la misma verdad. Vemos lo mismo en Efesios 2:20, “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.” Aquí vemos que Cristo Jesús es la piedra del ángulo, pero, la iglesia está edificado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, algo que confirma las palabras de Cristo Jesús.
Además, Cristo Jesús dijo, “18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.” Quiere decir que por medio de la proclamación del evangelio, los apóstoles, y primero, San Pedro, tiene el poder declarar lo que es, y lo que no es, el evangelio de Cristo Jesús, y aún más, declarar si alguien sí es o no es miembro del reino de Dios. Vemos lo mismo en Gálatas 1:8, “7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” Y hay otros ejemplos donde la iglesia ejerció la disciplina para declarar que no era un miembro del cuerpo de Cristo (véase 1 Corintios 5).
Creo que sea necesario en este punto hablar de la Iglesia de Roma, porque dice que tiene el poder de San Pedro. Primero, no tenemos ninguna referencia en la Biblia a la presencia de San Pedro en la ciudad de Roma. Si hubiera una iglesia particular que heredó el poder de San Pedro, sería la Iglesia en Jerusalén, no de Roma. Aparte de esto, no tenemos ninguna declaración que San Pedro iba a tener herederos de su sede, sino una declaración que la iglesia en sí iba a tener el poder que él recibió (véase San Mateo 18:15 y sig.). Pero, lo más importante de todo es que San Pedro fue declarado así de ser la roca porque había confesado la verdad. ¡Qué blasfemia que una iglesia que no declara el evangelio de Cristo Jesús ahora quiere tener el poder de Cristo! Y vemos lo mismo en el mismo pasaje en San Mateo 16, porque cuando San Pedro negó el evangelio de Cristo Jesús, y la necesidad de su muerte, leemos en Mateo 16:23, “Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” Así el mismo San Pedro, que unos versículos antes fue declarado de ser la roca, aquí está llamado Satanás. Así, si la iglesia, o una persona, niega al evangelio de Cristo Jesús, no es la iglesia, ni la roca, sino Satanás.
Pues, hermano, siempre hay mucho más. Pero, es algo para comenzar, y hermano, si quiere más, solamente tiene que escribirme. Y hermano, favor de saludar a los santos allá, y especialmente a su propia familia, de nuestra parte. Y si podemos ayudarle, pues, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia y amor le bendiga en todo.
Muy atte.
Su hermano en Cristo,
Esteban Larsón Macías, de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
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Santa Ana, California, EE.UU.
