¿Es la predestinación tanto para los salvos así también los reprobados?
Sí, hermano, la predestinación es la doctrina Bíblica que Dios nos escogió para ser salvos antes de la fundación del mundo, como dice en Efesios 1:4, “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” y también en 2 Timoteo 1:9, “quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,” Y no nos escogió porque vio que íbamos a tener o hacer algo, como dice en Romanos 9:11-12, “(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor.” Por eso, implica que no somos salvos porque hemos decididos seguir a Cristo, como nos dice en San Juan 1:12-13, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Y también nos indica que la fe no es algo que viene de nosotros, sino es un don de Dios, como dice en Efesios 2:8, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;” Y todo de esto es consistente con la doctrina que todo que pasa, pasa porque Dios ha planeado todo, como nos dice en Efesios 1:11, “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.”
Para contestar más específicamente su pregunta sobre la predestinación de los condenados, vamos a Romanos 9, donde nos dice, “Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.” (versículos 13-18) Fíjense que dice, “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.” Entiendo que hay unos que dicen que Dios no puede aborrecer a alguien, pero, así nos dice en las Escrituras. Y es la naturaleza de gracia. Dios no está obligado amarnos, sino nos ama porque quiere amarnos, y por ninguna otra razón. Y, también nos dice, “al que quiere endurecer, endurece.” No es solamente que Dios pasó por alto, sino que Él es responsable para endurecer el corazón de los que le rechaza. Por eso, sí, creo que Dios predestinó unos para la vida, y otros para la condenación. La cuestión clave no es ¿Por qué Dios condenó a unos? Sino ¿por qué Dios salvó unos? Porque Dios no está obligado hacer nada por nadie, y sería completamente justo en dejarnos a todos nosotros ir al infierno.
Y, por supuesto, hay mucho más que decir, pero, tal vez es algo para comenzar, y si quiere más, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia le bendiga en todo.
Pastor, he estado estudiando acerca de la Doctrina de la Predestinacion o la Eleccion de Dios y creo firmemente en ella, pues emana de la Palabra de Dios, sin embargo al leer Ezequiel 3:18, pareciera afirmar que en cuanto a la Salvacion de las personas, no toda la responsabilidad es de Dios, sino tambien del Hombre, ¿Cual es la correcta interpretacion de este versiculo? ..Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.
Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. Pues, lo importante de este asunto es que la doctrina de la predestinación no niega la responsabilidad del hombre. Por ejemplo, en Hechos 2:23, leemos “a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole.” Este versículo nos enseña que Dios por su “determinado consejo y anticipado conocimiento” envió Cristo a la cruz, pero, a la misma vez, nos dice que fue “por manos de inicuos.” Por eso, vemos que aunque Dios predestinó la muerte de su Hijo, los que le mataron todavía eran “inicuos.”
Un principio principal de la interpretación es que debemos ir a los pasajes que hablan claramente y específicamente de una doctrina, y estos pasajes aplicar el principio general a los otros pasajes que no hablan específicamente sobre el asunto. Esto es porque no comencé con Ezequiel 3:18. Nos dice el versículo “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.” Este versículo nos enseña que si no cumplimos con nuestra responsabilidad de predicar el evangelio, somos responsables para las almas de las personas que no oyeron el evangelio de nosotros. Al contrario, en Hechos 20:26-27 “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.” Pablo dice que es inocente, porque anunció el evangelio de Cristo Jesús.
Pero, un pasaje que aplica más al tema de predestinación es Romanos 9. Por eso, nos dice en versículo 16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.” Por eso, unos concluyen que no somos responsables, pero, nos dice en versículos 19-21, “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” Por eso, aunque Dios es él quien está planeando a nuestras vidas antes de estar nacidos o hacer cualquier cosa buena o mala, la responsabilidad todavía es nuestra, porque sabemos lo que estamos haciendo, y queremos hacerlo.
Pues, obviamente hay mucho más que decir, pero, es algo para comenzar, y si quiere más, estoy a sus pies para servirle.