El Plan de Dios Para La Victoria
por Rousas J. Rushdoony
PRESENTACION DEL EDITOR
POR ANDREW SANDLIN
Nadie en la era moderna ha estado más identificado vocal y visiblemente con el
postmilenarismo que Rousas John Rushdoony. Aunque se le han unido personajes tales
como Lorine Boetther, Roderick Cambell, John Jefferson Davis y Marcellus Kik, ha sido
Rushdoony y su Fundación Chalcedon la que con mayor prominencia ha enarbolado la
bandera postmilenaria. El ha ejercido profunda influencia en toda una clase de nuevos
estudiosos y escritores, directa o indirectamente asociados con Chalcedon, todos los cuales están en deuda principalmente con Rushdoony por su escatología postmilenaria (y por mucho más). Ellos y aquellos en quienes ellos han ejercido influencia ahora mantienen el dominio en los debates escatológicos modernos.
A pesar de su nombre, el mensaje del postmilenarismo no es principalmente acerca
de la relación exacta del reino con el milenio de la revelación 20: El postmilenarismo no es
fundamentalmente acerca de una interpretación particular de la revelación 20, sino que
acerca de la Biblia entera y de la vida y de la fe cristiana. No es simplemente una
escatología, sino que en el lenguaje de Abraham kuyper un sistema de vida. El
postmilenarismo determina toda nuestra perspectiva sobre la vida (como lo hacen otros
puntos de vista milenarios). Tal como declara Rushdoony. La escatologia no es sólo acerca
de las últimas cosas, sino que también acerca de las primeras cosas, adonde nos
proponemos ir y a donde nos dirigimos. Por el motivo que los postmilenaristas esperan el
inexorable progreso del reino de Cristo en la era de interadviento, ellos insisten en las
demandas de la Fe Bíblica en todas las áreas de la vida. Esto está en la raíz de la visión de
Rushdoony y de Chalcedon. La reconstrucción de todos los aspectos de la vida en
términos de la palabra infalible de Dios, la Biblia. La expectativa postmilenaria inspira
confianza en la labor reconstructiva.
Como Yo exponia en mi ensayo en honor a Rushdoony en escrito titulado A
Comprehensive Faith (Una fe Completa), es vital comprender que su postmilenarismo
constituye en paso más allá del postmilenarismo clásico del puritanismo norteamericano y
del movimiento misionero del siglo diecinueve. Rushdoony vincula su visión postmilenaria
directamente con el dominionismo y la ley; El dominio divino es la labor explícita de lo
cristianos en su residencia terrenal, y la Ley Biblica es el medio de comisión de este
dominio. La relación de estas esfera con la visión postmilenaria era menos explícita en sus
versiones históricas anteriores.
Actualmente, la causa postmilenaria está retoñando, mientras que las causas
derrotistas del dispensacionalismo y del amilenarismo se están marchitando. El crédito de
esta acción dual, que intensifica el progreso del reino de Cristo, encuentra su senda hasta
el umbral de Rousas John Rushdoony.
El Plan de Dios para la Victoria, primeramente publicado hace veinte años, representa un
trabajo seminal en el renacimiento del postmilenarismo de hoy en dia. Es más pertinente hoy
día que cuando se escribio originalmente.
PREFACIO DE 1997
POR R.J. RUSHDOONY
El plan de Dios para la victoria primeramente se publicó en 1997 y rápidamente pasó
dos grandes tirajes. La falta de reimpresión adicional se debió a negligencia de parte mía y
a un deseo de posiblemente agregarle.
La escatologia, la doctrina de las últimas cosas, tambien es la doctrina de las
primeras cosas porque tiene que ver con la meta de la historia. Forzosamente, las metas
determinan la acción actual. Nosotros no estamos motivados para la acción a menos que
conozcamos el propósito de nuestra acción. Las metas especifica nos motivan. Si nosotros
creemos que la meta principal y final de la vida cristiana es el cielo, o la salvación de
nuestras almas, seremos indiferentes ante la historia y el mundo que nos rodea. Pero, si en
términos de Mateo 6:33 creemos que el reino de Dios y su rectitud o justicia debe tener
prioridad en nuestras vidas, entonces no tendremos un punto de vista egocentrico de la
salvación. Nuestra salvación personal no es el centro y meta del evangelio, sino
sencillamente el punto de partida. La meta es el reino de Dios, su propósito para la
humanidad y el mundo. La esencia de la caída del hombre es su voluntad de ser su propio
Dios, su propia fuente de ley y moralidad (Genesis 3:5) Con demasiada frecuencia los
hombre retienen aspectos de este pecado original al insistir que su salvación es el centro
del Plan de Dios. Dios busca su propia gloria y propósito; nuestro lugar en su plan no está
en el centro.
En estos términos, es una serie de formación, primero, si hacemos nuestra salvación
pesonal central en el propósito y plan de Dios. Es arrogante para el hombre, en clara
divergencia de la palabra de Dios, verse a sí mismo como más importante en el Plan de
Dios que Dios mismo, semejante criterio es un eco del pecado original del hombre.
Segundo, tambien es un error colocar a la iglesia como central en el propósito y plan
de Dios. Dicho criterio es Agustiniano, pero equivocado. San Agustín, padre de mucho bien
y mal en la historia de la iglesia, se desesperaba por la victoria en el mundo y por lo tanto
veía a la iglesia como la esfera de la victoria. Esto condujo a una doctrina muy elevada de la iglesia, tanto en Roma como en el prstestantismo. Si nuestra esperanza por los futuros del hombre y de la obra de Cristo está solamente en la iglesia, entonces acentuaremos a la
iglesia como la esperanza del hombre. Se sobreacentuará a la iglesia porque es la única
esperanza del hombre. Ni el Estado, ni la familia cristiana, ni la escuela, ni ninguna otra
institución ofrece esperanza, y por consiguiente a ninguna se ve como central o importante.
Tercero, una escatologia que no sea postmilenaria tendrá una vida de oración muy
diferente a la de una postmilenarista. Un problema en la oración es la auto-absorción, una
indebida preocupación por lo pesonal. Hasta cierto punto, esto es necesario, y los Salmos
reflejan los intereses privados de sus escritores; pero tambien reflejan la esperanza de la
victoria y la seguridad del triunfo de Dios en la historia. Sin ese interés, nuestras oraciones
se convierten en deformes y egocentricas.
Un hecho inexorable que actualmente se nos plantea es la impotencia de la
comunidad cristiana. Más de la mitad del pueblo de los Estados Unidos que tiene dieciocho
años de edad o que son mayores confiesa creer en Jesucristo como Dios encarnado y en la
Biblia como la palabra infalible de Dios. Si esa gente solamente fuese una cuarta parte de la
población, todavia estuviera dominando la cultura cuando en realidad es marginal. Sus
falsas escatologias lo coloca en las líneas laterales de la historia, y algunos hasta se
enorgullecen de su impertinencia.
Hace algunos años, Yo edité la obra escatológia de J. Marcellus Kik y la publicación
bajo el título de Eschatology of victory (Escatologia de la victoria), que talvez sea el mejor
título que Yo le haya dado a un libro. El título manifiesta el caso: el postmilenarismo es la
escatologia de la victoria. Esta fue la razón para el amplio éxito de El Plan de Dios para la
Victoria. Mucha gente con otros puntos de vista rapidamente se abrazaron al
postmilenarismo porque según escribieron ellos no estaban contentos con ser
“Perdonadores”. La noción de la derrota no va bien con el hecho de un Dios omnipotente y
un Cristo victorioso.
Para mí, existe otra (y muy personal) ventaja en el postmilenarismo. Se toma con
total seriedad y una totalidad de significado la vigencia de Romanos 8:28, “Y sabemos que
a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados”. Mi trabajo no ha carecido de sus feos y deshonestos ataques
esporádico. El estar en el “circulo de los ganadores” hace una gan diferencia enfrentar
estas cosas y pasarlas por alto porque el resultado final es tan claro. La historia, tanto la
historia mundial como el resultado personal, es una magnifica historia de éxito, de acuerdo a la Biblia. De este modo podemos ser pacientes ante la rabia de los ignorantes y los
perdedores.
CAPITULO No. 1
PERSPECTIVAS MILENARIAS
Ha habido muchos análisis importantes del premilenarismo, del amilenarismo y del
postmilenarismo desde una perspectiva exegetica, es decir, en términos de un cuidadoso
análisis de los textos biblicos pertinentes. Notables entre éstos son prophecy and the
church (La profecía y la iglesia), de O.T. Allis, y The Millennium (El milenio), de L. Boetther.
Es nuestro propósito analizar estas tres posiciones desde la perspectiva de la teologia
biblica. ¿Cuáles son sus consecuencias teológicas?
Para comenzar, debe adevertirse que no hay neutralidad de parte mía al hacer este
análisis. El ideal de la neutralidad es un mito. Todos los hombres hablan y escriben desde
una determinada perspectiva: Vemos las cosas y organizamos el conocimiento en términos
de una fe, compromiso y perspectiva fundamentales. Nuesta perspectiva siempre está
condicionada por nuestras presuposiciones religiosas. Existe una diferencia religiosa entre estas tres perspectivas sobre el tema del milenio. Un cristiano no puede sostener que todas las tres posiciones son legítima y válidas para los cristianos: Cualquiera es biblica y las otras no lo son o ninguna lo es. La cuestión de fidelidad a la Escritura no puede ser asunto de indiferencia.
Una vez que adoptamos una posición, tiene ciertas consecuencias lógicas y tambien
inferencias muy practicas para nuestras vidas. Si Yo creo que Cristo pronto me raptará de
este mundo maligno, esto tendrá un efecto práctico en mí vida, muy diferente de una
creencia de que Yo veré que el mundo se empeora cada vez más y que pasará por una
tremenda tribulación. Nuevamente, si Yo creo que el mundo verá el triunfo progresivo del
pueblo de Cristo hasta que todo el mundo sea cristiano y se revele una gloriosa era material y espiritual, Yo me motivaré en forma muy diferente tanto de una creyente amilenario como de uno premilenario. Asi que no podemos sostener que estas distintas doctrinas de escatologia sean un asunto de indiferencia. Ellas crean una diferencia muy grande en cómo contemplamos el mundo y nuetra labor y futuro en el mismo. Se dice que en los Estados Unidos hay al menos cuarenta millones de cristianos que confiesan creer que la Biblia es la palabra infalible de Dios. Si esta gente cree que el final está cerca, y el rapto a mano, su impacto en el mundo es muy diferente del de aquellos cuarenta millones que creen que conquistarán el mundo. En una situación, el pueblo se prepara para bandonar el mundo y arrebatar otros tizones y fuego antes de marcharse. En la otra, se preparan para conquistar el mundo y hacer valer los “Derechos de Corona del Rey Jesús”.
El contraste es aún mayor cuando consideramos las promesas de Isaias con
respecto a un mundo relativamente libre del crimen, en paz, y hombres con una lengua
esperanza de vida, y reconocemos que estamos llamados a proclamar el poder de salvación de Jesucristo de todos los hombres y preparar nuetros corazones, vidas y comunidades para su reino dentro y a traves de nosotros. Entonces, el impetu para la acción cristiana es muy grande.
La clase de fe que tenemos rige la totalidad de nuestras vidas y nuestra total
perspectiva. Cómo consideramos a Dios y a Cristo determinará cómo nos consideramos
nosotros mismos, nuestra vocación y el final de los tiempos. Nuestra visión del final, del
principio y de toda la historia, y de nuestra doctrina de Dios y de la salvación. La teologia
es una prenda de vestir sin coturas, y la visión de un hombre del fin de los tiempos es
inseparable de su visión de Dios. Si él cambia de opinión es una, él cambia de opinión en la
otra.
Con esto en mente, examinemos las diversas perspectivas y, antes de todo, el
premilnarista de dispensación. Virrtualmente, todos los premilenaristas son
dispensacionalista. Los hermanos Plymouh de Inglaterra, bajo el liderazgo del Rev. John
Darby, c. 1830, colocaron en lugar destacado esta perspectiva en años recientes. Adquirió
su más amplia influencia a traves de la Biblia de referencia Scofield, editada por el Rev. C.I.
Scofield. La Biblia de referencia Scofield ofrece introducciones, encabezamiento de
secciones y extensas notas que interpretan toda la Escritura en términos de esta
perspectiva premilenaria dispensacional.
Scofield sostenía que hay siete dispensaciones, eras o épocas de la historia, en las
cuales Dios tenía una revelación particular y un modo de vida particular para cada quien, de tal manera que el valor de las Escrituras que se le da en esa era está esencionalmente
restringido a la misma. Estas dispensaciones son: Primero, Eva hasta su caida. La
segunda, era es la de la conciencia, desde la caida hasta el diluvio. La tercera dispensación es la del Gobierno humano, desde el diluvio hasta el llamado de Abraham. La cuarta es la de la promesa, desde el llamado de Abraham hasta el dictado de la Ley en la Montaña del Sinaí. La quinta dispensación es la de la Ley, desde el dictado de la Ley en la Montaña del Sinaí hasta incluso la mayor parte del Ministerio Público de Jesucristo. La sexta es la de la gracia, desde los últimos días del Ministerio de Cristo hasta la segunda venida para el rapto de los santos. (Algunas formas del premilenarismo tienen más de una venida de Cristo). La septima dispensación es el reino, el milenio,un periodo de mil años durante el cual Cristo reina en la tierra.
Otros dispensacionalistas tienen otras ideas de las dispensaciones . Blackstone ,
en Jesus viene, tambien tenia siete : La Inocencia, la libertad, el Gobierno, el Peregrino,
Israel, el Misterio y la Manifestación. Sin embargo, aún otros dispensacionalistas no estaran de acuerdo ni en el número: Algunos tienen tanpocas como cuatro y otros tienen tantas como ocho dispensaciones. Es revelador que haya diferencia de opiniones acerca de lo que debe ser tan obvio, es decir distintos planes de salvación. En la Escritura no se encuentra ninguna dispensación así señalada. A pesar de todo, se afirma que estas dispensaciones son aspectos totalmente diferentes de las relaciones de Dios con los hombres, de tal manera que se sostiene que ciertas secciones de la Escritura son esencialmente válidas sólo para una determinada era de la historia. El dispensacionalista extremado sostendrá que, aunque el Antiguo Testamento es la palabra inspirada de Dios, no tiene casi nada que hacer con nuestra actual vida religiosa. Solamente algunos tipos y simbolos son pertinentes, de tal manera que el predicador premilenarista “mina” el Antiguo Testamento con “fragmentos” para nuestro tiempo: La sección principal desaparece en lo que concierne a aplicabilidad.
Pero esto no es todo. Los dispensacionalistas rigurosos sostienen que mucho del
Nuevo Testamento no tiene nada que hacer ver con nuestro mundo actual: Es para la “Era
del Reino”. Dios no tiene ninguna palabra inmutable ni absoluta para ellos. Para muchos,
sólo un número muy limitado de páginas del Nuevo Testamento es válido para la “Era de la
Gracia”, la sexta dispensación, así que muchos terminan con una Biblia más corta que la
mayoría de las modernistas. Para citar un ejemplo especifico, un dispensacionalista, de una
Iglesia Anglicana, rehusaba utilizar o la oración del Padrenuestro (“Venga Tu Reino”) o la
lectura de los Diez Mandamientos, como lo señala el Libro de Oración Común, porque él
sostenía que estos no tenían nada que ver con la “Era de la Gracia” sino que se referían a
la “Era del Reino”. El dispensacionalismo limita la Biblia y su aplicabilidad; equivocadamente divide la palabra de la verdad. Niega la integridad de la Escritura y el hecho de que Dios no cambia, ni tampoco su Ley, ni su plan de salvación cambia de era a era.
Muchos dispensacionalistas, al predicar desde Moisés, Exodo hasta Deuteronomio,
evitarán los requisitos de la Ley para pasar horas y capítulos en el supuesto símbolismo de
los colores del mobiliario del Tabernaculo. Se descuida el significado literal y llano de la
Ley por interpretaciones alegóricas e imaginarias. Ellos no leen el significado que sacan de
las Escrituras, sino que más bien leen un significado que meten en las Escrituras.
El premilenarista existía como herejía en la iglesia, surgiendo y decayendo en
diversas eras, mucho antes de John Darby. En toda era tenía una fuerte tendencia hacia
una visión evolutivo de Dios y la religión, de ese modo delatando sus origenes nada
Biblicos. De esta manera, el milenarista medieval, el Abad Joaquin de Flora, sostenía que
existían tres eras: La primera, la era del Padre, la era de la Ley, la venganza, la Justicia, el
Antiguo Testamento y los Hebreos; Segunda, la era del Hijo, la era de la gracia, la fe, la
iglesia, el Nuevo Testamento y la expansión misionera de la fe; y tercera, la era del Espíritu,
la era en la cual la gracia y la fe ceden el paso al amor de la forma más elevada y en la cual
las religiones y naciones del mundo se unen en el amor, en un mundo más alla de la Ley y
de la gracia. Algunas formas de esta doctrina ven la tercera era como la era de la muerte de
Dios (y del hijo). Una visión de la religión y de Dios es básica para semejante pensamiento.
El desarrollo e la ciencia y la fe evolutiva condujo a un mayor énfasis en una
interpretación particular, común para muchos pero no para todos los premilenaristas. Esta
es la “Teoria del vacio”, confirmada con mucha fuerza para Scofield. Supuestamente, entre
Génesis 1:1, la creación “original” del mundo, y Génesis 1:2, la supuesta recreación del
mundo, acontece un gran vacio de miles y tal vez millones de años de duración. Durante
este tiempo, según Scofield, “la tierra había sufrido un cambio cataclísmico como resultado
de un juicio divino. La Faz de la tierra lleva en todas partes las marcas de dicha catástrofe.
No hay indicaciones deficientes que la conecten con una previa prueba y caída de ángeles.
La edición pilgrim de la Biblia (1948) confirmaba la misma posición, con un poco de mayor
suavidad, en su introducción a Génesis, que comenzaba consignando que “El principio de
esta tierra puede haber sido hace incontables eras”. Como resultado de esta interpretación, tales dispensacionalistas manifiestan que la geología moderna no ofrece ningún problema para ellos; la teoria del vacio puede acomodar millones de años y hacer sitio para las épocas geológicas. Sin que sea sorprendente, se vuelve fácil para los profesores de ciencia fundamentalista y premilenarista consignar una posición que es una acomodación a la evolución, tratando de unir el creacionismo con la evolución. La afiliación cientifica americana (ASA), formado principalmente por profesores e instructores de ciencia en universidades fundamentalistas, es muy hostil hacia el acomodacionismo. No todos los premilenarista se dan al acomodacionismo, como atestiguan Whitcomb y Morris (El diluvio del Génesis) y la Evolución y la Fe Cristiana, de Bolton Davidheiser, pero demasiados son acomodacionistas,
especialmente si aceptan la teoria del vacio y el sistema Scofieldano, lo que estos ultimos
no aceptan.
De acuerdo a la Escritura, la simple declaración de Dios es “Yo soy el Señor: Yo no
cambio “. No obstante, de acuerdo con los dispensacionalistas, él ha cambiado, y en forma
reiterada. El se ha acomodado al hombre primitivo y al hombre más reciente, ha tenido
diversos planes de salvación y ha tenido una revelación cambiante.
Los evangélicos que son propensos al dispensacionalismo y/o al premilenarismo no
sólo han sido demasiados propensos a acomodaciones con la evolución, sino que tambien a
ideologías políticas izquierdistas. Al haber negado la Ley de Dios, ellos no tienen palabra
establecida y fija por medio de la cual juzgar todas las cosas. Las buenas intenciones
tienen peso con gente que carece de fundamento legal, y el mundo del socialismo como el
infierno está pavimentado con “buenas” intensiones.
Por otra parte, el énfasis del premilenarismo no es en el Reino de Dios, sino que en
un imperio y Reino esencialmente judio, en la clase de pensamiento que San Pablo llamado
fábulas judias. Otros aspectos de las fábulas judias que la iglesia adopto incluyen obras de
supererogación, que es una creencia de que los méritos de Abrham (y otros santos) fueron
tan grandes que fueron suficientes para salvar a todos los judios hasta el final del tiempo.
Una apelación al Padre Abraham, significaría la aplicación de sus exceso de méritos a favor
del apelante.
Los premilenaristas que no son dispensacionalistas, aunque rompen con el sistema
Scofieldiano, todavía son dispensacionalistas implícitos o latentes en que dividen la historia
en términos de la segunda venida, el rapto, el Reino de mil años de Cristo como Rey judio
de toda la tierra y luego el fin del mundo, y ellos postulan un tipo deiferente de palabra y de
Ley de una era a otra. Las escrituras nos da una Ley inmutable de Dios; nos dice que la
segunda venida que se traslada de la Ley a la gracia y luego de regreso a la Ley. En cada
era, la Ley y la gracia están en vigor y son inalterables.
En teoría, la posición amilenarista sostiene que hay un desarrollo paralelo del bien y
del mal, del Reino de Dios y del Reino de Satanás. En realidad, el amilenarismo considera
que el área de mayor crecimiento y poder está en el Reino de Satanás porque el mundo se
ve como progresivamente en declive hacia Satanás, los juicios y tribulaciones de la iglesia
en aumento, y el fin del mundo encontrando a la iglesia solitaria y gravemente obstruida. En
la historia no existe tal cosa como un milenio o un triunfo de Cristo y su Reino. El papel de
los santos es en el mejor de los casos sonreir y resignarse, y con mayor probabilidad ser
victimas y martires. En este punto de vista pesimista, el mundo irá de mal en peor. El
cristiano debe retirarse del mundo de la acción, en la comprensión de que no hay esperanza
para este mundo, ninguna victoria mundial de la causa de Cristo ni rectitud y paz mundial.
La Ley de Dios es inaplicable porque no hay ningún plan de conquista ni plan de triunfo en
el nombre y poder de Cristo. En el mejor de los casos, la Ley de Dios es un plan de
moralidad privada, no para hombres y naciones en todos sus aspectos. No es sorprendente
que el amilenarismo produzca una perspectiva retraida y apretada, una iglesia en la cual los
hombres no tengan pensamiento de victoria, sino solamente de interminables discusiones sobre pequeñeces. Produce un fariseísmo de hombres que creen que son los elegidos en un mundo con rumbo al infierno, una élite selecta que debe retirarse de la futilidad del mundo a su alrededor. Produce lo que se puede llamar una iglesia ortodoxa de Fariseos, en donde el fracaso es una señal de
elección. Para que esto no parezca exageración, una pequeña denominación tiene el hábito
de mirar con algo de recelo a los pastores que producen crecimiento en sus congregaciones
porque muchos pastores abiertamente consideran que el crecimiento es señal de
componenda, mientras que la incompetencia y el fracaso son señales de elección. Los
pastores amilenaristas dentro de esta iglesia generalmente insisten en que el éxito
seguramente significa componenda y que sus fracasos son señal de pureza y elección. No
es sorprendente que los postmilenaristas no puedan permanecer por mucho tiempo en esta
básica y casi exclusiva iglesia amilenaria.
Ahora examinemos algunos rasgos comunes del amilenarismo y del premilenarismo.
Primero, ambos miran los intentos de construir una sociedad cristiana o de fomentar la
reconstrucción cristiana como fútil o equivocado. Si Dios ha decretado que el futuro del
mundo es el de un espiral descendente, entonces es claro que la reconstrucción cristiana es inútil. Como prominente pastor premilenarista y predicador radial, el Rev. J. Vernon McGee, declaró a principios de la década de 1950: “No se pule el cobre de un barco que se hunde”.
Si el mundo es un barco que se hunde, entonce los esfuerzos para eliminar la prostitución,
el crimen o cualquier otra clase de mal social y las esperanzas de la conquista cristiana del
orden social son en realidad inútiles. Sin embargo, se debe observar que fueron tales
opiniones premilenaristas las que se unieron con el unitarismo a principios de los años de
1800, para reemplazar las escuelas cristianas con escuelas estatales, a fin de que la iglesia
pudiera retirarse a un programa de mínimo a un avivamiento.
Esto apunta claramente hacia un segundo aspecto común de estas dos posiciones,
la limitación de la tarea cristiana de salvar almas a arrebatar tizones del fuego. A las
Escrituras se le despoja de su mensaje completo y se le reduce a un manual de salvamento
de almas. Los asuntos de la Ley con respecto al crimen, el uso de tierra, dinero, pesos,
propiedad, dieta gobierno civil y todas las demas cosas se ponen aparte para concentrarse
solamente en salvar almas. Si ahora algunos de estos grupos inician escuelas cristianas,
demasiado frecuente su propósito esencial es fomentar el salvamento de almas.
Claramente, la conversión es importante. Tambien lo es el alfabeto. No aprendemos el
alfabeto para pasar nuestras vidas especializandonos en el abecedario, sino que para leer,
aprender y crece. La conversión es el alfabeto de la fe cristiana por donde se nos abre todo
el mundo de la Ley y la vocación de Dios. ¿Hemos aprendido a leer si no logramos ir más
allá del alfabeto y su repetición? ¿Estamos convertidos si no vamos más allá de la
experiencia de conversión y, de no ser así, entonces es esa experiencia auténtica? La vida
significa crecimiento, no parálisis, y la verdadera conversión es el principio dela vida y el
crecimiento.
Tercero, ni los premilenaristas ni los amilenaristas le ponen mucha atención al
mandato de la creación; y el premilenarismo, bajo la jefatura del Rev. Carl McIntire, está
cayendo en la herejía de negarlo. Pero nuestro Señor dijo: “Negociad entre tanto que
vengo” (San Lucas 10:13). Dios creó al hombre para ejercer dominio sobre la tierra y para
dominar todas las cosas en términos de la palabra ley de Dios, y Jesucristo restauró al
hombre, como el mismo el ultimo Adán, en este mandato, con la bendita seguridad de que
nuestro “trabajo en el Señor no es en vano” (1 Cor. 15:58).
El llamado y deber del cristiano es ejercer los derechos de corona del Rey Jesús en
todas las áreas de la vida. Aunque el amilenarismo de formal adhesión al mandato de la
creación, esto es sencillamente una tradición en términos de su ascendencia reformada. La
adhesión es formal y sin sentido porque el amilenarismo, habiendo afirmado la certeza del
ocaso y la derrota, no puede muy eficazmente hacer valer un llamado al dominio.
Cuarto, tanto el amilenarismo como el premilenarismo son en diversos gradosantinomianos.
Ellos evitan totalmente el contacto con la Ley o la reduce a simplemente a
moralidad personal. Ellos dejan de ver la aplicabilidad de la ley de Dios como el modo de
santificación y como la Ley de los hombres y las naciones. No reconocen la Ley de Dios
como el plan de Dios para el dominio, para el gobierno y autoridad divina en todas las áreas
de la vida. Esta actitud anti-Ley garantiza la impotencia y la derrota a todas las iglesias que
la mantienen. Pueden prosperar como conventos o retiros del mundo, pero nunca como un
ejercito victorioso para Dios.
Quinto, en el premilenarismo y el amilenarismo hay un maniqueismo implicito. El
mundo material se rinde ante Satanás y el mundo espiritual se reserva para Dios. En años
recientes, al pasar nuestros informes Chalcedon de mano en mano, una de las respuestas
de los premilenaristas y amilenaristas es enviarme su literatura a montones, para
convertirme, y tambien escribir a veces anónimamente sobre lo terrible que es animar a la
gente hacia la reconstrucción cristiana. Algunos han declarado atrevidamente que el mundo
le pertenece a Satanás y que son vehemente en su hostilidad ante cualquier desafío contra
esta idea. Ellos caen en una forma de satanismo, atribuyéndole a Satanás este mundo y
todas las cosas dentro del mismo. Esto no es cristianismo: Es maniqueísmo. Es más que
herejía: es apostasía.
Sexto, puesto que el mundo se rinde ante el diablo, el papel de la iglesia, como ya lo
hemos indicado, pasa a ser no solamente una agencia salvadora de almas, sino que
tambien un convento, un retiro del horrible mundo que nos rodea. Desde hace tiempo, los
protestantes han criticado la idea del monacato; pero, bajo la influencia de estos dos
criterios milenaristas, el protestantismo ha convertido a toda la iglesia en un retiro del
mundo, menos solamente el celibato sacerdotal. Se le pide a los hombres que abandonen
el mundo por la iglesia. No se dice nada del establecimiento del reino y gobierno de Dios en
todas las áreas de la vida, del pensamiento y la acción.
Septimo, como lo hemos indicado, estos criterios se sostienen en una desunión
fundamental de las Escrituras, una división de la palabra de Dios. Cuando Adán cayó se
derroto a Dios en su plan de dominio a travez del hombre. Cristo restauró al hombre, pero
solo a una clase de vida conventual, no de dominio. Los premilenaristas se refieren a tales
Escrituras como Isaias 2:1-5 como la Era del Reino, y de esa manera los amilenaristas las
hacen inaplicables a la acción cristiana de hoy o las espiritualizan hasta carecer de sentido.
Volviendo ahora al postmilenarismo, debemos decir eso en forma muy definitiva
porque ve la salvación como victoria y salud en el tiempo y la eternidad, por consiguiente ve una responsabilidad del hombre de Dios para toda la vida. El postmilenarismo sostiene que
se cumplirán las profecías de Isaias y de toda la Escritura. Las Escrituras no estan
divididas, no se ha hecho inaplicable a la historia. Habrá victoria sobre Satanás, tal y como
lo declaran en Génesis 3:15, Romanos 16:20 y Apocalipsis 12:9; y como lo proclamaban en
Génesis 13, Génesis 28:14, Romanos 4:13, y toda la escritura, todas las familias de la tierra
serán bienaventuradas. Se convertirán los pueblos de todas las lenguas, tribus y nacione, y
la palabra de Dios prevalecerá y gobernará en todas partes de la tierra. Por lo tanto, hay
necesidad de acción y un seguridad de victoria.
En su mayor parte, los credos históricos de la iglesia han sido postmilenarios. Por
ejemplo, la confesión de Westminster, Capitulo VIII, Sección 8, reza:
A todos aquellos para quienes Cristo ha adquirido la redención segura y eficazmente
aplica y comunica lo mismo; intercediendo por ellos, y revelándoles a ellos, en y por medio
de la palabra, los misterios de la salvación; eficazmente persuadiéndolos por su Espiritu a
creer y obedecer; gobernando sus corazones por su palabra y Espíritu; venciendo a todos
sus enemigos por su omnipotente poder y sabiduria, de tal manera y formas como son las
más consonantes a su maravillosas e inescrutable dispensación.
El catecismo mayor nos da un énfasis similar:
¿Cómo se exalta a Cristo sentado a la diestra de Dios?
A Cristo se exalta sentado a la diestra de Dios en que como Dios-Hombre se le
asciende al más elevado favor con Dios Padre, con toda la plenitud de Jubilo, gloria y poder
sobre todas las cosas en el cielo y la tierra; y junta y defiende su iglesia, y somete a sus
enemigos; suministra a sus ministros y pueblo regalos y gracia, e intercede por ellos.
¿Para qué oramos en la segunda petición?
En la segunda petición (que es venga tu reino), reconociéndonos a nosotros y a toda
la humanidad estar por naturaleza bajo el dominio del pecado y de Satanás, oramos para
que se pueda destruir el reino del pecado y de Satanás, que se propague el evangelio en el
mundo entero, que se llamen a los Judios, que se hagan entrar a plenitud a los gentiles; que
se le proporcione a la iglesia todas las ordenanzasy oficiales del evangelio, purgados de la
corrupción, aprobados y mantenidos por el magistrado civil, que las ordenanzas de Cristo
sean puramente dispensadas y que se hagan eficaces en la conversión de aquellos que
aún estén en sus pecados, y la confirmación, consolación y fortalecimiento de aquellos que
ya se han convertido: que Cristo gobernaría en nuestros corazones aquí y acelere el tiempo
de su segunda venida, y nuestro reinado con él para siempre: y que se complazca de
ejercer el reino de su poder en todo el mundo, como mejor conduzca hacia estos fines.
La visión postmilenarista, aunque ve desarrollos y caidas en la historia, lo ve
avanzado hacia el triunfo del pueblo de Cristo, la iglesia triunfante de polo a polo, el
gobierno de todo el mundo por la Ley de Dios; entonces, despúes de un largo y glorioso
reino de paz, la segunda venida y el fin del mundo.
Esta visión sostiene, primero que todo muy obviamente la unidad de la Escritura.
Toda la Escritura enseña un modo de salvación. Toda la Escritura tiene un mandato para el
hombre. Toda la Escritura enseña que el hombre está bajo la permanente Ley de Dios.
Tenemos un llamado, un Dios inmutable, una palabra intacta. Segundo, el postmilenarismo
deja claro que los cristianos no sólo tienen una tarea de salvar almas, sino tambien de
escuela, hogar, iglesia, empresa, Estado, salvar vocaciones, un llamado a traer todo en
cautiverio ante Cristo Rey. Tercero, el postmilenarismo restaura la Ley a su lugar como el
modo de santificación y un plan para la conquista. Cuarto, el postmilenarismo toma en serio
el señorio de Cristo. El no es solamente Jefe de la Iglesia, sino que Rey de Reyes y Señor
de Señores. Esto significa que El es soberano de todas las naciones y Señor sobre todas
las autoridades en todas las areas, y todas las cosas deben ponerse bajo Cristo en el
tiempo como también en la eternidad.
El impacto de la iglesia al confrontar Roma, al confrontar a los bárbados, y, de
nuevo, en la reforma, era para conquistar, para someter los reinos ante el Cristo de la
Escrituras y ante su infalible palabra-Ley. Los reformadores eran hombres del mundo,
Lutero, era profesor primero y último; Calvino, un abogado-teólogo, convocó a reformar
Ginebra por el concilio de la ciudad. La reforma significa proclamar el poder salvador de
Cristo y aplicar toda la palabra de Dios a todas las áreas de la vida. A cualquier cosa que le
haga falta eso no es el Evangelio. (1)
Ver, R.J. Rushcoony: The institutes of Biblical Law, Nutley, New Jersey: The Craig
Press, 1973
Capitulo No. 2
Vitalidad en la Fe Cristiana
Un estudio de pacientes hospitalarios en relación a su esperanza de vida informada
llegó a la conclusión de que había una fuerte correlación entre esperanza de vida y
pensamiento orientado hacia el futuro. Un hombre cuya mente tomaba en cuenta las
actividades a un año en el futuro era más probable que viviera que uno cuyo pensamiento
solamente era en términos de la rutina hospitalaria cotidiana. Por regla general, aquellos
sin un futuro en mente no tenían futuro.
Esta conclusión no debiera sorprendernos. Habiéndonos creado al hombre a
imagen de Dios, se crea con una mente que no está encadenada al momento. Físicamente,
el hombre está atado a la hora; él no puede retroceder en el tiempo o épocas pasadas, ni se
puede trasladar al futuro por un salto repentino, salvando años intermedios en un segundo.
Para Dios todopoderoso, toda la historia está presente ante El. Dios no está atado al
tiempo porque El es el creador del tiempo, como de todas las cosas. Antes de la creación
del mundo, El ordenó y decretó todas las cosas que vienen a pasar, así que el principio y el
fin de la creación están siempre totalmente ante El. Dios está más alla de la historia, pero
ni un segundo ni un pelo de toda la historia está nunca más allá de El o fuera de su
gobierno y visión. El es el Señor, el todopoderoso.
Porque el hombre se creó a imagen de Dios, el hombre tiene intelectualmente esta
misma capacidad, al nivel de una criatura. El puede ver, como en un cristal
misteriosamente, el principio y el fin, cuando su pensamiento y visión están gobernados por
Dios y su palabra. Aún sin fe, el hombre piensa y planifica, estudia la historia y a si mismo,
y no está encadenado al momento. Sin embargo, sin fe en Dios, el hombre pierde el
significado del momento, así como también del pasado y del futuro. El hombre vive en el
tiempo y en la historia, y si él no encuentra ningún sentido en este respecto, él se retira del
tiempo y la historia hacia un mundo convento, el cual por el hecho de que no existe significa
entonces un retiro hacia la muerte. El lenberger ha escrito:
“Lo que llamamos el sentimiento del “Significado de la vida” no se puede
comprender independientemente del sentimiento subjetivo el tiempo
experimentado. Las distorciones de las sensaciones del tiempo forzosamente
resultan en distorciones del significado de la vida. Normalmente, miramos el futuro
no solamente por si mismo, sino que tambien para compensar y corregir el pasado
y el presente. Contamos con el futuro para pagar nuestras deudas, lograr éxito,
disfrutar de la vida, convertirnos en buenos cristianos. Donde quiera que el futuro
se vuelva vacío, como con los maniaticos y ciertos psicópatas, la vida es como una
loteria y se toma con consideración de la ventaja del minuto actual; donde quiera
que el futuro sea inaccesible o se obstruya, como con los deprimidos, forzosamente
desaparece la esperanza y la vida pierde todo sentido. (1)”
Henry F. Ellenberger, “A Clinica Introductión to Psychiatric Phenomenology and
Existential Analysis”, en rollo May, Ernest Angel, Henry F. Ellenberger, editores: Existence,
A New Dimensión in Psychiatry and Psychology, P. 106f New Yor: Basic Books, 1959
Asi que una fe orientada hacia el futuro significa una perspectiva que planea corregir
los errores pasados en la acción futura, pero tambien construir en el futuro sin esos errores
o pecados. Hasta el grado de que en una sociedad que carezca de futura orientación hasta
ese punto no solamente está estancada, sino que tambien carece de vitalidad para corregir
y reconstruir.
Minkowski, al discutir un caso de depresión esquizofrénica, dice del paciente:
No había acción ni deseo que, emanando del presente, se extendiese hacia el
futuro, midiendo los días sombrios y similares. Como resultado, cada día mantenía una
insólita independencia, sin lograr sumergirse en la percepción de alguna continuidad de la
vida; cada día la vida comenzaba de nuevo, como una isla solitaria en un mar gris del paso
del tiempo. Lo que se había hecho, vivido y hablado ya no desempeñaba el mismo papel
como en nuestra vida porque parecía que no había ningún deseo de seguir adelante; todos
los días era una monotonía exasperante de las mismas palabras, las mismas quejas, hasta
que uno sentía que este ser había perdido todo sentido de necesaria continuidad. Así era la
marcha del tiempo para él.
Sin embargo, nuestro cuadro está todavía incompleto; le hace falta un elemento
esencial el hecho de que el futuro estaba obstruido por la certidumbre de un evento
destructivo y aterrador. Esta certidumbre dominaba la perspectiva completa del paciente y
absolutamente toda su energia estaba atada a este inevitable evento. (2)
Lo mismo es cierto de gente que no es esquizoide. En 1972, no pocas personas me
informaron de su preocupación por amigos y parientes, quienes carecen de toda fe, habían
leído None Dare Call It Conspiracy (Nadie Osa llamarlo conspiración), de Gary Allen (1972)
y habían llegado a la conclusión de que al mundo le espera una espantosa incautación de
todas las cosas por parte de los semi-omnipotentes y míticos enterados; a veces, su
reacción se volvía suicida; se debilitaba su capacidad de trabajo y funcionamiento, y vivían
una vida mínima de temor y terror.
Debemos reconocer que la esperanza premilenaria no está en el mismo nivel. En
verdad tiene su evento aterrador, la gran tribulación. Algunos sostienen que la iglesia será
“Raptada” antes de la tribulación, otros durante, y algotros despues. No obstante, el
“Rapto” es un evento bendito, una salvación en el cielo. Sin embargo, esta esperanza es
personal, no social. El mundo entero se ve como en un curso inútil, de modo que no hay
esperanza de ningún tipo de acción social, ni d reconstrucción cristiana. Como resultado,
hay una orientación puramente mundana y un desprecio de la historia y del tiempo.
El amilenarismo no tiene “Rapto” y ve la historia diteriorándose ininterrumpidamente
hasta el final; y como resultado, no es de sorprenderse que haya creado iglesias que van
hacia el ocaso y la parálisis.
De esta manera, tanto el amilenarismo como el premilenarismo tienen el mismo
impacto social que la depresión esquizofrenica; producen un futuro bloqueado, un futuro
que no ofrece esperanza con respecto a la historia y el tiempo. Pero si tienen una
esperanza con respecto a la eternidad. No obstante, tenemos el derecho de preguntarles a
muchos de ellos cuán válida es su esperanza, puesto que nuestro Señor declara
enfáticamente que la prueba de fe es muy práctica: ¿Los hombres dan buenos frutos aquí y
ahora? (San Mateo 7:15-20) “El fruto apacible de justicia” (Hebreos 12:11) es sencillamente
el resultado del castigo de Dios a sus hijos, para limpiarlos de la infructuosidad y
conducirlos hacia la justicia, y significa resultados aquí y ahora. “La noche viene, cuando
nadie puede trabajar” (San Juan 9:4). Si los cristianos tienen un futuro bloqueado,
entonces el mundo está en una tremenda condición porque son los cristianos los que son la
luz del mundo y la sal de la tierra (San Mateo 5:13-15).
Diversos historiadores últimamente han observado el impacto de la escatologia
sobre el hombre. Por ejemplo, Gary North ha escrito:
Los puritanos de la primera generación motivados por una visión postmilenaria de la
victoria terrenal; ellos iban a reformar el mundo a travez de la predicación y la
reconstrucción divina. Por el año de 1660,un pesimismo radical había sustituido al
optimismo escatologico anterior. La nueva generación no se había convertido en términos
de los requisitos carismáticos de la experiencia cristiana. Un rey hostil estaba de regresos
en el trono de Inglaterra. Parecía que la Sagrada Mancomunidad iba al colapso. Parecia
que los canones heredados de la económia mediaval eran inaplicables. Nadie sabía como
manejar las crisis económicas, la ascendente movilidad social ni las Leyes del mercado
como pérdidas y ganancias. Se afianzo una especie de antinomia social al predicar los
pastores sermones generales contra pecados sin especificar, pero evitaba ofrecer
alternativas concretas a la estructura mediaval que se desplomaba.
El pesimismo escatológico se combinaba con la antinomia social para producir
posteriormente una mojigatería puritana, marcada con mayor dramatismo por los Mathers.
Premilenaristas, emotivos y derrotados en política, Increase y Cotton Mather regresaron a la
predica de la salvación individual y la creación de sociedades voluntarias de auto-ayuda.
Franklin aprendió de Cotton Mather la importancia de hacer el bien; el no comprendió la
teologia con la que contaba Cotton al hacer el bien humano.(3)
Un postmilenarismo renovado fue una fuerza bien central que condujo a las
colonias a resistir contra las usurpacione de poder sobre ellas por parte del parlamento
Ingles. Jonathan Edwards, sostenía que la gloria moderna probablemente comience en los
Estados Unidos. El escribió:
Es conforme a la manera de Dios, cuando él logra cualquier trabajo glorioso en el
mundo a fin de introducir un estado nuevo y más excelente de su iglesia comenzar donde
aún no se había echado los cimientos, para que el poder de Dios pudiera ser más
conspicuo; para que el trbajo pudiera parecer ser enteramente de Dios y ser más
evidentemente una creación de la nada. Conforme a Oseas 1:10 “Y en el lugar en donde les
fue dicho: Vosotros no soís pueblo mio, les será dicho: sois hijos del Dios viviente”. Cuando
Dios está a punto de convertir la tierra en un paraíso, él no comienza su trabajo donde ya
hay algún buen desarrollo, sino en el desierto donde nada crece y no se ve nada sino arena
seca y rocas estériles; que la luz pueda brillar de la oscuridad, el
mundo se pueda rellenar del vacío y la tierra se pueda regar con manantiales de un desierto
árido: Conforme a muchas profecias de la Escritura, como Isaias 32:15: “Hasta que sobre
nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil”. Y el
capitulo XLI 18,19: “En las alturas abriré rios, y fuentes en medio de los valles; abriré en el
desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto
cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes
juntamente”. Y en el capitulo XLIII 20: “Daré aguas en el desierto, rios en la soledad, para
que beba mí pueblo, mí escogido”. Y se podrían mencionar muchas otras escrituras
paralelas. Ahora, cuando Dios está a punto de hacer algún gran trabajo para su iglesia, su
manera es empezar por el extremo inferior; de tal manera que cuando esté a punto de
renovar toda la tierra habitable es probable que empiece en esta parte máxima, más humilde
y más débil, donde se ha plantado por último la iglesia de Dios; y de esa manera el primero
será el último, y el último primero; y eso se cumplirá de una manera eminente en Isaias XXIV
19: “De la parte más remota de la tierra hemos ecuchado anciones, incluso gloria al
justo”.(4)
Joseph Bellamy (1719-1790) vió un glorioso futuro para el mundo, durante el cual
más serán salvados “Que nunca antes moraron sobre la faz de la tierra desde la fundación
del mundo”. En realidad, él señalaba que si le era de triunfo duraba mil años literales,
entonces es vista del crecimiento poblacional, “Se selvarían más de diecisiete mil, a uno
perdido”. (5)
Samuel hopkins (1721-1803) dedicó “Un tratado sobre el Milenio” “Al pueblo que
vivirá en los días del milenio”. Entre otras cosas, Hopkins, dijo de esa era gloriosa:
“Pero cuando el milenio comience, los habitantes que a la sazón esten en la tierra
estarán dispuestos a obedecer el mandato divino de someter la tierra y
multiplicarse hasta que ellos la hayan llenado; y tendran pericia, y estarán bajo
todas las ventajas deseables para hacerlo, y la tierra pronto se rellenará de
habitantes, y se llevará a un estado de alto cultivo y mejoramiento en todas partes,
y producirá abundantemente para el abastecimiento completo de todos; y habrá
muchos miles de veces más gentes a un mismo tiempo de lo que nunca antes
existió en el mundo. Entonces se cumplirá la siguiente profecía, que se refiere a
ese día: “El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueble fuerte. Yo Jehová, a su
tiempo haré que esto sea cumplido pronto”. (Isaias LX 22). Y hay razón para creer
que en ese tiempo la tierra estará ensanchada en más formas de lo que ahora se
puede mencionar o pensar. Dentro de muchos millares, cientos de millares, si,
millones de casos, se pueden agotar grandes zonas que ahora estan cubiertas de
agua, ensenadas y brazos de mar, o cierre de agua por medio de terraplenes y
murallas a fin de que cientos de millones de personas puedan vivir en esos lugares
y puedan mantenerse con el producto de ellos, que ahora están desbordados de
agua. ¿Quién puede dudar de esto, que recuerda cuántos millones de personas
ahora viven en Holanda y los países bajos, la mayor parte de lo cual estaba
antiguamente cubierto por el mar, o que piense no ser capaz mejoramiento? Se
podrían mencionar otros casos.”
Aunque habrá tantos millones de millones de personas en la tierra al mismo tiempo,
esto no será de la menor inconveniencia para nadie, sino la contrario; pues a cada quien se
le abastecerá completamente con todo lo que él quiera, y estarán unidos en el amor, como
hermanos de una familia, y habrá bendiciones y ayuda mutua entre sí. Ellos morirán, mejor
dicho, quedaran dormidos y pasarán a un mundo invisible, y otros aparecerán en escena en
su cuarto. Pero entonces a la muerte no se le acompañará con las mismas circunstancias
terribles y calamitosas como ha sido y es ahora, y no se considerará como un mal. No
acarreará larga y penosa enfermedad, ni se acompañará con ningún gran dolor del cuerpo o
la mente. Ellos estarán listos para eso en todos los aspectos y la recibirán con el mayor
júbilo y consuelo. Cada quien morirá a la hora y en la forma en que le sea mejor a él y a
todos con quienes está relacionado; y la muerte no le acarreará dolor a los parientes y
amigos que le sobrevivan; y ellos más bien se regocijarán en vez de lamentarse, mientras
tengan un vivo sentido de la sabiduría y bondad de la voluntad de Dios, y de la mayor
felicidad del mundo invisible al cual se fueron sus amados amigos y a donde ellos esperan
pronto llegar. Así que, en ese día, la muerte en gran medida perderá su escozor y tendrá la
apariencia de un amigo, y será bienvenida por todos como tal. (6)
De acuerdo con Bushman, estos y otros hombres, con Bellamy, como lider
destacado, cambiaron la naturaleza de su pueblo y crearon al Yanqui de los años
posteriores a 1765. (7)
En eras anteriores, los hombres que sentían el llamado de Dios buscaron refugio del
mundo en un convento. Posteriormente, bajo la influencia de la beateria, la iglesia misma se
convirtió en un convento en el mundo, un refugio de los problemas y de las corrientes de
fuerzas y movimientos sociales. En la era moderna, el hombre seglar ha buscado la
experiencia conventual en diversas formas de escapismo, retiros, manicomios, la jubilación y
muchas otras avenidas de rendición.
El pensamiento postmilenario fue muy importante en la formación y desarrollo de los
Estados Unidos separadamente de esta escatología.
Un erudito seglar, George Shepperson, al discutir las formas cristianas y paganas
del milenarismo, comentó de todos estos grupos, y en particular de un movimiento en
Nyasaland:
Como muchos movimientos similares en otras partes del mundo, las expectativas
asumen una forma premilenaria dramática; la agencia liberadora o salvadora viene antes y
no como en el caso del postmilenarismo despues de la batalla contra las fuerzas del mal. El
premilenarismo siempre significa una profunda desconfianza de las fuerzas ortodoxas de la
reforma abierta a la sociedad. (8)
Este es un punto de una importancia muy grande. Tanto en sus formas políticas y
seculares, donde se lleva el milenio, no por reconstrucción sino que por revolución violenta,
como en sus formas religiosas, en donde un acto sobrenatural produce el milenio, los
grupos milenarios son hostiles a la reforma y la reconstrucción. Este ha sido
conspicuamente el caso en la historia reciente de la iglesia. Las iglesias premilenarias, con
raras excepciones del modernismo en sus denominaciones; demasiado a menudo han
preferido sentarse comodamente y mirar esto como una señal del “Fin de los tiempos”
y como prueba de que el rapto está cerca. En mí propia experiencia dentro de una
importante iglesia norteamericana, Yo veía que los premilenaristas deliberadamente y por
declaraciones confesadas ante mí llegaban tarde a reuniones claves donde su voto prodría
haber conducido a la recuperación de un sínodo, porque rehusaban comprometerse en
tratar de “reformar” la iglesia; para ellos era una actividad que “no era espiritual”, y se
sentían confiados en que la apostasía era ordenada por Dios como preludio al “rapto”.
En la era colonial, hombres como el Rev. Thomas Clap (1703-1767) le dieron poco
interes al desarrollo y avance teológico, y se contentaban como contra Joseph Bellamy con
extirpar la herejía.(9) La naturaleza del amilenarismo moderno no es distinta a la de Clap y
sus Antiguas Luces (Old Lights): Es indiferente al mundo en general, contentos de
mantenerse en línea, repetir las antiguas formulaciones teológicas en vez de desarrollados
en términos de los problemas actuales, y más interesados en extirpar la herejía que en
adelantar la fe. Las diversas iglesias presbiterianas ortodoxas y reformadas son ejemplos
excelentes de esto, con menores excepciones aquí y allá.
No es de sorprenderse que las Nuevas Luces (New Lights), jefeadas por Bellamy,
pronto se hayan convertidos en una fuerza dominante en Connecticut. Bushman escribió:
En 1763, William Johnson, se maravillaba de que las Nuevas Luces que en su
memoria “Era un partido pequeño, meramente religioso”, había “Adquirido tanta influencia
como para casi ser la parte gobernante del gobierno debido a su atención superior a los
asuntos civiles y estrecha unión entre ellos en la política”. (10)
Actualmente nos espera un poder e influencia mucho más importante.
CAPITULO 3
AREAS DE RECONSTRUCCION
Los esfuerzos premilenarios, amilenarios y beatos invariablemente conducen a un
retiro del mundo en una iglesia de tipo conventual que se convierte en un lugar de refugio
del mundo en vez de un lugar de preparación para la batalla. Dichas iglesias enfatizan
canciones de escapismo, himnos que celebran a Cristo como el que se supone que los
rescata del mundo y de los problemas del mundo; ellos recalcan la vida en un “Plano
superior”, es decir de separación de las batallas del mundo.
El milenarismo secular también tiene su lugar de refugio: El Estado. Todos los
problemas del hombre tienen que encontrar solución, no en el trabajo hacia la
reconstrucción, sino que en un estado revolucioneario cuya autorización efectuará los
cambios necesarios. La revolución funciona como sustituto secular del rapto: La revolución
transportará a los verdaderos creyentes del viejo y decadente mundo al nuevo mundo de la
gloriosa revolución.
Para el ortodoxo cristiano, estas alternativas no están en la Biblia y son inmorales.
El ha sido regenerado por Dios a traves de Cristo para reasumir la tarea abandonada por
Adán, a saber, ejercer dominio y someter la tierra bajo Dios y su palabra-Ley. Es
importante citar algunas de las necesarias áreas de acción, pero no en cualquier orden de
propiedad.
Primero que todo, debemos empezar con nosotros mismos y nuestras familias. Se
debe fortalecer a la familia en su vida económica y religioso, y en sus responsabilidades
hacia cada miembro. Los hijos tienen el deber de mantener y cuidar a sus Padres, y de
mantener un fuerte vinculo económico y religioso con ellos. (1)
Segundo, la iglesia, antes de ser una institución y una corporación legal, es la
familia de Dios. Estos significa la necesidad de cuidase mutuamente. Se necesita revivir el
diaconato y la oficina de las viudas, a fin de satisfacer las necesidades del pueblo de Cristo,
material y espiritualmente. No hay ninguna congregación sin miembros ancianos que
necesiten que alguien les hagan sus compras, que les limpien sus casas, que se encarguen
de diversos deberes y mucho más. Es fariseismo remitir dinero al extranjero para cuidar de
los necesitados un acto impersonal y descuidar el acto personal y responsable en casa.
Ayudarle a alguien cercano por medio de un compromiso continuo, dolores de espalda y de
corazón, pero esto es lo que implica cualquier trabajo. La iglesia debiera mitigar la sed y
hambre material y espiritual de sus miembros.
Tercero, las escuelas, universidades, institutos y centros de capacitación cristianos
son una urgente necesidad. Para una iglesia o los Padres que no le presten atención al
hecho de que sus hijos estén recibiendo una educación sin Dios es una señal de apostasía.
Cuarto, la acción política cristiana es necesaria hacia hacer nuevamente del estado
un Estado Cristiano y que sus acciones se ajusten a la Ley de Dios.
Quinto, urgentemente se necesitan las organizaciones profesionales cristianas. Los
abogados, doctores cristianos y otros deben crear sus propias agencias profesionales para
fomentar no una pietista, sino una sana visión de sus profesiones. Esto tambien significará
sanatorios, hogares de ancianos para los que no tienen familias, hospitales cristianos y
muchisimo más.
Significa, Sexto, estudiar toda clase de llamado desde la perspectiva de la Ley y la
Fe biblica. ¿Qué constituye un agricultor cristiano? ¿Qué importancia tienen los
vendedores, los comerciantes, los hombres involucrados en bienes raices, la manufactura o
cualquier otras cosa, en la reconstrucción divina?.
Significa, Septimo, que se deben ver las ciencias, como cualquier otra cosa, como
un área de llamado en el cual se deben adelantar el conocimiento y dominio bajo Dios.
Se puede decir mucho más. Basta decir que la necesidad de diezmar es básica para
todas estas actividades, salud, educación, bienestar, política, economía, la familia, la iglesia,
nuestras vocaciones y así sucesivamente, a fin de que se pueda acelerar el trabajo de
reconstrucción. El diezmo es para el Señor, no para la iglesia como tal y puede ir a
cualquier agencia que esté trabajando para promover el dominio del Señor y llevar todas las
áreas de pensamiento y de vida en cuativerio a Jesucristo.
Finalmente, se debe mencionar otra área: La oración. La primera petición del
Padrenuestro reza: “Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Esta
debe ser nuestra oración y también nuestro llamado.
CAPITULO NO. 4
LA ESCATOLOGIA Y EL TRABAJO
En la época colonial de los Estdos Unidos de América del Siglo XVIII, George
Whitefield, durante su estadía en Nueva Jerusey, cenó con un número de clérigos
norteamericanos. Se nos dice que:
Después de la cena, en el transcurso de un fácil y agradable conversación, el Sr.
Whitefield se refirió a las dificultades al atender el ministerio del evangelio que surgían de
su pequeño éxito con que se habían coronado sus labores. El lamentaba grandemente
que toda su actividad de ahinco y fervor era de poca utilidad; dijo que estaba cansado de
las obligaciones y fatigas del día; declaró que su gran consuelo era que en corto tiempo
terminaría su trabajo, cuando él se moriria para estar con Cristo; que la expectativa de un
rescate veloz había mantenido su espíritu, o que antes de ahora él se hubiera sumergido
bajo su trabajo. Entonces él apeló ante los ministros a su alrededor, si no fuese para su
gran comodidad que ellos pronto se fueran a descansar. Generalmente ellos asentían,
excepto el Sr. Tennent (El Rev. William Tennent, Jr.), quien se sentaba en silencio
contiguo al Sr. Whitefield; y por su talento descubrió muy poco placer en la conversación.
Sobre lo cual, el Sr. Whitefield, volteandose hacia él dándole una palmadita en la rodilla,
le dijo: “¡Bueno: hermano Tennent, Usted es el más viejo entre nosotros, ¿No se regocija
de pensar que su tiempo está tan proximo, cuando se le llamará a casa y se le liberará a
todas las dificultades que concurren en está accidentada escena?” El Sr. T.,
contundentemente contesto: “No tengo ningún deseo al respecto”. El Sr. W., lo presionó de
nuevo; y el Sr. T. Nuevamente contesto: “No, Señor, no es ningún placer para mí del todo,
y si usted conocierá su deber tampoco lo sería para usted, Yo no tengo nada que ver con
la muerte: Mi tarea es vivir lo más que pueda y servirle a mí Señor y Maestro tan fielmente
como pueda, hasta que El considere conveniente llamarme a casa”. El Sr. W. Todavía
insistió en que diera una respuesta explícita a su pregunta, en el caso de que la hora de la
muerte se le dejará a su propia elección. El Sr. Tennent replicó: “Yo no tengo elección
respecto a eso; Yo soy sirviente de Dios y me he comprometido a realizar su tarea por
tanto tiempo como a El le plazca que Yo continúe en eso. Pero no, hermano, permitame
hacerle una pregunta. ¿Qué cree usted que Yo diriía si enviase a mí hombre Tom al
campo a labrar, y si al mediodia Yo fuera al campo y lo encontrará haraganeando bajo un
árbol y quejandose: Patron, el sol está muy fuerte y la labranza muy dura y difícil; estoy
cansado y fatigado del trabajo que usted me ha designado y estoy agotado por el calor y la
carga del día; por favor, patrón, déjeme regresar a casa y que se me separe de este duro
servicio? ¿Qué diriía Yo? Pues, que él era un tipo haragán, perezoso; que su
responsabilidad era hacer el trabajo que Yo le he designado, hasta que Yo – el juez
apropiado considere adecuado llamarlo a casa. O suponga que usted había contratado a
un hombre para servirle fielmente por un tiempo determinado en un servicio especial y sin
ninguna razón de parte de usted y antes de que él haya cumplido con la mitad de su
servicio el se cance del mismo y en cada ocasión exprese el deseo de que se le suspenda
o que se le coloque en otras circunstancias. ¿No lo llamaría usted un sirviente perezoso y
malo, e indigno de los privilegios de su empleo?. La manera apacible, placentera y de tipo
cristiano en que se administró este reproche más bien aumentó la armonía social y la
conversación edificante de la compañía, que se dio por satisfecha de que era muy posible
errar, aun deseando con indebida intensidad “morir y estar con Cristo”, que en si es
“mucho mejor” que permanecer en este estado imperfecto; y que es deber del cristiano
decir al respecto: “Esperaré todos los días de mí tiempo designado hasta que venga mí
cambio”.(1)
Este era temple puritano y bíblico. Murray ha demostrado la importancia de este
temple para el logro puritano, agregando: La oportunidad de honrar a Cristo, cumpliendo
con nuestros deberes actuales, es un inapreciable privilegio, y aquellos que así le sirven no
se encontrarán esperando en su venida. “Bienaventurado es aquel sirviente a quien su
Señor cuando venga lo encuentre haciendo eso”.(2)
Esta creencia de que Dios tiene un importante trabajo para que haga el hombre, y
que el hombre debe hacelo, estaba acoplada con una creencia de que lo que Dios ha hecho
por nosotros El lo puede hacer para otros. La creencia acutal es cada vez más una fe
humanista en el poder de una élite científica que sola puede salvar al hombre, si los
hombres reconocen su falta de pericia y se someten ante los expertos. Se sostiene que
ciertas razas y clases necesitan este gobierno, si es que van a progresar. La visión
cristiana se opone a esto y se manifetó en la Forma de Acuerdo (Form of Argreement) de los
misioneros bautistas, puritanos en temple y fe, quienes se reunieron en Serampore, a
principios de su avance.
El que sublevó a los escoceses y embruteció a los britanicos a sentarse en lugares
celestiales en Jesucristo puede sublevar a estos esclavos de la superstición, purificar sus
corazones pro la fe y hacerlos adoradores del único Dios en Espíritu y en verdad. Las
promesas son completamente suficientes para erradicar nuestras dudas y hacernos
anticipar ese no tan lejano día cuando El matará de hambre a todos los dioses de la India y
causará que todos estos mismos idólatras lancen sus ídolos a los topos y a los murcielagos,
y renuncien para siempre del trabajo de sus propias manos. (3)
Dichos misioneros claramente creían que ellos eran superiores por la gracia de Dios
y su deseo era darle esa misma superioridad de gracia a todos los hombres. Como su tierra
natal otro dada al salvajismo había sido transformada por la gracia de Dios, de igual
manera se transformaría cada pueblo, tribu y lengua, porque Dios así lo había declarado en
su palabra.
A.A. Hodge, de Princeton, quien en sus primeros años sirvió como misionero en la
India, vio que el primelenarismo impedia el esuferzo misionero, y escribió :
Los misioneros milenarios tienen su estilo propio. Su teoria afecta su palabra en el
modo de hacerlos buscar exclusivamente o principalmente la conversión de almas
individuales. El verdadero y eficiente método misionero es para apuntar directamente en
realidad hacia la ganancia de almas, pero al mismo tiempo para plantar instituciones
cristianas en tierras paganas, que con el tiempo se desarrollaran conforme el ingenio de las
nacionalidades. Los misioneros ingleses nunca esperan convertir el mundo directamente por
unidades. (4)
Bajo la influencia del nuevo premilenarismo, “se miraba a la iglesia como una
institución sin futuro”. (5) El nuevo énfasis era no trabajar, sino esperar, esperar el rapto, a
los premilenaristas, y esperar sombriamente la tribulación y final, a los amilenaristas.
Los otros dos factores reforzaban el retiro ocasionado por la falsa escatologia. Primero , el
pietismo veía la vida en términos ensencialmente presonales y emocionales, y como
preparación para el cielo. El trabajo se veía como una faena pesada, un aspecto de la
maldición, no como una forma de dominio, y la meta del hombre se veía como un eterna
vacación con el Señor. El pietismo produjo una vida superficial, intelectual y
vocacionalmente. La prueba de fe se hacía una experiencia emocional y no es de
extrañarse que las mujeres comenzaran a predominar tanto en los circulos católicos como
protestantes: La religión se convirtió en un asunto de mujer y los hombres en ella estaban
llenos de pietismo y bajos en virilidad. El pietismo exaltaba a la gente nula, pelagatos pios
que redujeron la fe a efusión piadosa y por casi dos siglos han endemoniado al clero devoto
con sus modos santurrones y pecaminosos. La gente nula evita actos abiertos de pecado,
no porque amen y teman a Dios sino porque son almas tímidas que aman y temen a la
gente y no se atreven a ofenderlos. En sus manos, la virtud dejó de asociarse con dominio y
fortaleza y llego a asociarse con debilidad y temor.
Segundo, la doctrina de la evolución fortaleció el humanismo de falsas escatalogias
y pietismo. Ahora el hombre podía hacerse a sí mismo controlando su propia evolución.
Resultó una nueva filosofia del trabajo, un trabajo como medio de desarrollar un nuevo
hombre, una nueva sociedad y un nuevo mundo.
Para la escritura, el trabajo era el medio de dominio ordenado por Dios en el Edén.
Después de la caída, se impuso una maldición sobre el trabajo del hombre hasta donde
estuviera caído; hasta el grado que se santifique al hombre redimido, hasta ese grado su
trabajo nuevamente resulta en dominio divino.
El siglo XX ha visto el fracaso del hombre humanistico para anunciar un nuevo
paraíso por medio de su trabajo, y el resultado es un escape del trabajo y una codicia por la
jubilicación, las vacaciones y por el escape del mundo del trabajo. De esa manera el
humanismo tiene una falsa filosofia del trabajo y del desacanso. Sus demandas imitan a las
de Dios, para renovar al hombre y al mundo; es una mal desesperado, aunque hermoso de
rostro, porque su esperanza es que del mal puede salir el bien. Cree que el hombre
pecaminoso puede cambiarse a sí mismo y al mundo y vindicar su revolución contra Dios.
Una falacia central de las visiones prelimenarias y amilenarias es la suposición
común de que la caída de algún modo frustro el proposito original de Dios como se expone
en el Edén. Pero Dios nunca se frustra, ni tampoco El puede serlo. Creer esto es ser
humanista; y el humanismo dondequiera que esté debe estrangularse porque supone que el
modo del hombre puede prevalecer sobre el modo de Dios.
La caída no frustró el propósito de Dios, sino que en eso se manifestó. Todas las
cosas son aspectos del propósito y predestinación de Dios, y nada se puede comprender en
términos de sí mismo o del momento, sino solamente en términos de Dios. La salvación del
hombre no es el propósito final de Dios, aunque sea una parte de su propósito declarado,
sino la manifestación de su gloria y propósito dentro y a traves del hombre.
De esta manera, la caída adelantó el propósito de Dios. Los espinos y cardos
(Génesis 3:18) frustran al hombre, pero colman la tierra y evitan que el hombre la destruya.
Los imperios de la antigüedad, los comunistas de la actualidad, los profanos hombres de
ciencia y otros, todos creen que frustran a Dios y se mofan de El, pero todos sus esfuerzos
solamente adelantan el propósito de Dios y su gloria. Su riqueza y logros serán acopiados
por su Reino. Esto se nos asegura en Isaias 60:3, 5, 11 y en Isaias 66:12, como tambien en
otra parte. Del Reino de Dios se nos dice que “Los Reyes de la tierra en verdad le traen su
gloria y honor” (Apocalipsis 21:24). El comunismo es un mal; debemos oponernos y hacer
la guerra contra su presencia en nuestro medio. El humanismo es un mal: Debemos batallar
contra eso en todos los frentes. Sin embargo, debemos recordar que sus ideas y venidas
sólo adelantará el propósito de Dios y enriquecerá el Reino de Dios porque no sucede nada
que no favorezca el Reino de Dios y la gloria final de su Pueblo en El y para su propósito.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra
del Señor siempre, sabiendo que vuetro trabajo en el Señor no es en vano” (1ra
Corintios 15:58)
La doctrina mundial de descanso es un escape del trabajo. El estar de vacaciones
significa ina inquieta búsqueda de entretenimiento y preocupación para evitar las demandas
de trabajo. El trabajo no da dominio en el mundo del humanismo, y el estar de vacaciones
es un intento de escape del hecho de la frustración y la castración. El hombre sin dominio
es un eunuco; y el hombre humanístico, que carece de verdadero dominio, se corre del
trabajo hacia una sexualidad frenética, tratando de probar una falsa potencia, porque sabe
de corazón que él es un hombre impotente, en lo que concierne a verdadero dominio.
Para el hombre de Dios, el descanso es un privilegio como lo es el trabajo. El
descansa porque él tiene la seguridad de que el Dios omnipotente e infalible le ha
asegurado la victoria y que su labor nunca es en vano en el Señor. El hombre de Dios
descansa en el orgullo y júbilo de dominio, en encontrar deleite en el Dios que hace que
todas las cosas les ayuden a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados
(Romanos 8:28)
La jubilación es un principio moderno, la contraparte secular de la idea de un rapto.
Es un abandono de la virilidad y de la vida. Mientras un hombre sea capaz, él necesita
trabajar y él necesita descansar. El rapto y la jubilación se colocan falsamente como
premisas y significan rendición; tratan un retiro del dominio como privilegio, en vez de una
tragedia o aflicción. El postmilenarismo nos da una teologia de trabajo y descanso y una
escatología de victoria.
CAPITULO NO. 5
LA ECONOMIA Y LA ESCATOLOGIA
Este escritor, muy temprano en sus días de estudiante con celo misional empezo a
darle libros a diversas personas, si ellos prometían leerlos. Esta práctica llegó a ser
considerable en años posteriores, cuando los fondos permitían mayor generosidad, y sólo
ha finalizado hace poco. Los libros donados han cubierto una variedad de temas: Religión y
teología, filosofía, ciencia, historia, poseía, sociología y mucho más. Una variedad de libro
que ha sido muy difícil de regalar: Economía.
Los receptores de estos libros han sido estudiantes, clérigos, amas de casa,
profesores y hombres de diversas ocupaciones. Cualquier que sea su puesto u ocupación
en la vida, un libro sobre economía ha sido de poco o ningún interés para ellos. Esto no es
porque los libros de economía sean más difíciles que otros. Algunos de los escritores que
yo he sugerido han sido modelos de claridad y sencillez.
Más de unas cuantas agencias se han dedicado a fomentar el conocimiento
económico. La Fundación de Educación Económica ha realizado un excelente trabajo, y la
Fundación de Libertad Cristiana (Christian Freedom Foundation) tambien. En particular, el
fondo William Volker por años subsidió la publicidad y distribución de obras notables de
economía. La labor de estas y otras fundaciones aún siendo altamente competentes no ha
producido los resultados que los mismos gastos pudieran haber logrado, y han logrado, en
otras áreas.
¿Porqué hay desinterés en o resistencia a la economía? ¿Y por qué por
generaciones se ha llamado “La ciencia lúgubre”? ¿Por qué los hombres encuentran
aburrida la mataeria cuando es tan importante para sus vidas cotidianas?
Las escuelas exigen que los estudiantes tomen un curso de psicología,
generalmente de un valor más que dudoso, o geometría que poca gente utiliza alguna vez.
Muchas universidades requieren algún trabajo de laboratorio en las ciencias y los
estudiantaes, la mayoría de los cuales nunca llegarán a ser cientificos, anualmente disecan
millares de desafortunadas ranas y otros animales como parte de su educación. El
curriculum está fuertemente hacinado con requisitos que son inútiles para la mayoría de la
gente. Toda persona debe tener en cuenta los datos económicos y sin embargo, como
regla general, las escuelas no requieren la economía. Las raices de esta paradoja radican
profundo en nuestra cultura y en toda cultura.
Las raices son en gran medida maniqueas y neoplatónicas. (1) Se nutren de una
aversión al mundo real de las cosas materiales y descansan en una preferencia por un
mundo de espíritu puro. Desde Hegel, el mundo moderno ha estado profundamente
infectado por semejante pensamiento, de manera que no menos de ciertos aspectos de la
cultura “medieval”, es ultramundano. La diferencia ahora es que el otro mundo no es un
mundo de universales aristotelianos o platónicos, sino el mundo de la imaginación y
planificación del hombre, sin ningún pretexto de un Reino de universales.
A este idealismo moderno no le gusta la economía clásica porque postula y
requiere un universo de leyes; insiste en una realidad que no sea la imaginación del
hombre. Para citar un ejemplo:
En los propios inicios de la década de 1960, cuando este escritor hablaba de
laproxima desaparición de las monedas de plata (un hecho obvio para cualquiera que tenga
en cuenta la economía clásica), la respuesta corriente era una negación de que el alza de
precios de la plata condujerá a la desaparación de las monedas de plata cuando su valor en
contenido de plata equivalía y luego superaba su valor facial. Posteriormente, cuando en
1965 se emitieron las monedas revestidas de otros metales, ordinariamente se insistía que
la Ley de Gresham (2) no funcionaría.
Cuando ambas cosas sucedieron, es decir que el alza de precio de la plata condujo
al abandono del monedaje de plata y el dinero inferior (moneda revestidas) sacó de uso a
las monedas de plata, la respuesta obstinada todavía era una negativa para aceptar
cualquier ley económica como eficaz. Más bien se afirmaba que las cosas sucedían en la
forma que sucedían solamente porque demasiada gente aún creían en la antigua economía
y por lo tanto hacían que sucediera. Se veía como que toda determinación venía de la
mente del hombre.
Desde el punto de vista bíblico toda determinación viene más bien de Dios, y su
ordenamiento de todas las cosas es la estructura de la Ley de la creación. El humanista
insiste en que el ordenamiento viene de la mente del hombre: Siempre que el hombre
todavía crea en los “mitos” de la antigua economía, él los hará funcionar. Cuando los
hombres crean en la nueva economía, entonces la nueva economía funcionará.
El idealismo, la creencia de que la mente y las ideas del hombre son determinativas
de la realidad, es básico para la visión del mundo moderno. Donde prevalece este
idealismo, una sociedad será esencialmente política y sociológica en orientación más bien
que teológica y económica. En una sociedad política, la esperanza del hombre está llegada
a la legislación y los actos del Estado. El éxito no depende de la obediencia a la Ley de
Dios en todo campo, ni el hombre está atado a las duras realidades materiales de la
economía, como la oferta y la demanda. En cambio, el hombre puede legislar nuevas
realidades por medio de actos de Estado. El orden es ser creado, no ajustarse. Si la Ley de
Gresham es correcta, entonces el orden significa ajustarse a esa realidad econóica, no la
creación de una idea del orden por parte de proyectistas de élite. Si “No hurtarás” y la Ley
sábatica son parte de un orden inludible y final, o la acatamos o sufrimos ciertos
desordenes.
Decir que el orden debe crearse en vez de ajustarse significa que la mente del
hombre debe crearlo. Si ya está allí un orden final, creado por Dios, y el deber del hombre
es ajustarse a él, es decir, obediencia a la Ley de Dios, entonces el objetivo social del
hombre es buscar la armonía con ese orden final. No obstante, si en todo nuestro alrededor
tenemos un “universo” de desorden, dentro del cual la mente del hombre debe llevar el
orden, entonces el modo indicado es el conflicto. En tal caso, el conflicto es tambien doble.
Primero, hay conflicto con el mundo de desorden en derredor nuestro. En vez de estar en
armonía con el orden último, estamos en guerra con el último desorden a nuestro alrededor.
Segundo, tambien significa conflicto con los hombres que pueden discrepar de la idea de
orden del Estado humanista. Puesto que el orden depende de la mente del hombre, los
hombres recalcitantes deben convertirse a la verdadera fe humanista o si no castigados, puestos en prisión o ejecutados, a fin de eliminar la potencialidad del desorden. En vez de armonía, el conflicto se convierte en la vía hacia el orden, y el resultado es una sociedad conflictiva.
Religiosamente, este énfasis humanístico en el conflicto significa la exaltación de los
poderes del mal y del anticristo. El mal llega a ser determinante de una forma muy poderosa
porque la determinación y la ultimidad se han tansferido al mundo creado, al mundo de los
hombres esencialmente, y se ha negado el poder de Dios de predestinación y de soberanía.
En la Escritura, la única definición válida de “anticristo” es cualquiera y todo aquel que
niega que Cristo ha venido en la carne (1ra de Juan 4:3); es decir, todos los que niegan la
realidad de la encarnación. La Biblia no nos da una persona de anticristo que gobernará el
mundo: Esto es un mito, y es un mito que exalta los poderes del hombre como contra Dios.
De igual manera, en la Escritura Satanás es una criatura, una criatura caída. Debido
a que él es una criatura, Satanás, como todas las criaturas tiene una aparición puramente
local: él no puede estar en más de una lugar a la vez. Por lo tanto, él no puede estar
tentándome en California y al mismo tiempo estar tentando a otro hombre en Viena. Su
acercamiento a cualquier hombre es en el mejor de los casos severamente limitado, por real
que sea. Demasiados hombres estan prestos a culpar al diablo por sus pecados, cuando la
verdad es que ellos no necesitaban ninguna ayuda para cometerlos, solamente un pretexto.
El diablo, como el hombre, es una criatura. Cuando el hombre exalta a la criatura,
él se exaltará a sí mismo, a sus fabricaciones políticas y tambien al diablo. Cuando el
escolasticismo revivió el pensamiento aristotélico, la cristiandad vió el surgimiento de fuertes
y humanisticos órdenes polítcos y tambien vió al mismo tiempo el marcado surgimiento de
brujas, ocultismo y satanismo. Satanás, llegó a ser un gran poder simultáneamente con los
últimos tiranos “mediavales” y del renacimiento.
Asi mismo, el surgimiento de los Estados totalitarios del siglo XX tambien han visto
el restablecimiento simultáneo de la magia, la brujería, el ocultismo y el satanismo.
El Reino del hombre es el reino de la criatura y florece tanto en este mundo como
despues de la vida a un solo tiempo. Sus pretenciones son comunes a ambos y se
desarrollan y decaen juntos.
Esto significa que los idealistas deben tener una realidad controlada políticamente,
no una economía de libre mercado. La Biblia dice, con relación a la creación del hombre,
que él fue creado del polvo de la tierra (habiendo sido el polvo hecho previamente por Dios)
y que el hombre está ligado al polvo y regresa a él. Para aceptar este hecho acerca de
nosotros mismos significa que tambien aceptamos el hecho que nuestra economía como
todas nuestras vidas, están atadas a las realidades materiales, no como castigo sino como
su cricunstancia natural y normal. En vez de rebelarnos contra ella, reconocemos que la
vida significa precisamente eso para nosotros, y la vida es buena.
En estos términos, la economía es un barómetro. El interés en ella marca una
sólida escatología, normalmente. El desinterés en ella significa un elemento de
pensamiento maniqueo o neoplatonista.
CAPITULO No. 6
LA GENERACION DEL RAPTO
Una calcomanía de parachoques de 1973 declaraba: “Tú estás en la Generación del
Rapto”. Al mismo tiempo, uno de los libros más populares llevaba por título: Satanás está
vivo y bien en el planeta tierra (por Hal Lindsey y C.C. Carlson). Nuevamente, al mismo
tiempo, un programa de televisión de una de las redes principales abordaba el tema de: “El
próximo dictador de Satanás” y la “Crónica principal” de una red de noticias abordaba el
tema de los Testigos de Jehová y se titulaba: “Testigos: Pronto viene el Fin”. Su primera
oración rezaba: “El cuerpo religioso de más rápido crecimiento de los Estados Unidos busca
conversos con fervor inspirados por la convicción de que el fin del mundo vendrá muy
pronto, tal vez en 1975”. (1) La gente que espera que el mundo termine muy pronto y que
está planeando que lo rapten de él, probablemente no esté interesada en el dominio sobre
la tierra, ni en la aplicación de la Ley de Dios a la totalidad de la vida. Por otra parte; si
dicha gente cree como en realidad lo cree, que Satanás gobierna el mundo, ellos
considerarán sus responsabilidades ante el mundo como insignificantes, y el mundo como
algo de lo cual escapar.
Por supuesto que ellos estarán interesados en “Salvar Almas”, pero el enfoque de
su evangelización no será bíblico. Un evangelista, en un correo de agosto de 1973, en el
reverso de los sobres, en grandes letras estas palabras: “Es Alegre ser Salvado”. Este
hombre, que declara que una de las tres principales redes de televisión (De California) lo
había contactado acerca del asunto de una programa de televisión nacional a llamarse “El
Show de Bob Harrington” expresa: “Yo les he dicho que estoy interesado sólo si puedo
lllegar como predicador y hablarle a la gente acerca de Jesús: “Yo quiero una sagrada hora
feliz”, de Bob Harrington. Harrington escribe además:
Por donde quiera que voy en la actualidad, Yo digo tres cosas:
1.- Primero, “Jesús me envió hacia ti”.
2.- Segundo, “Es Alegre ser Salvado”.
3.- Tercero, “Regresaré” (2)
San Pablo, despues de la profundamente conmovedora experiencia de su
conversión, no comió ni bebió por tres días (Hechos 9:9); él sabía lo que significaba ser
cristiano y para él no fue una “Cosa Alegre”, sino una experiencia que le acarreó
persecución e infortuno, así como tambien la gloria de la gracia de Dios.
Los políticos corruptos y los medios de comunicación venales fácilmente aprueban
la clase de religión que Billy Graham y Bob Harrington representan. No pone en tela de
juicio sus sueños impíos de dominio y sí le pone en baño de azúcar a sus pecados con el
revestimiento de respetabilidad religiosa, con una fachada de pietismo. Tales hombres
pueden tener la atención de los líderes nacionales y predicar en la Casa Blanca y en el
Congreso sin afectar siquiera al punto de una jota la marcha nacional hacia la degeneración
y la apostasía.
Es fácil aprobar algo cuando nos da crédito por ser buenos hombres y se nos pide
poco o nada. Nuestro Señor dijo del mundoque su actitud hacia El era sencillamente esta:
“No queremos que éste reine sobre nosotros” (Lucas 19:14). El mundo es feliz con cualquier
hombre que dismuya o niega este Reino de Cristo. El mundo quiere ejercer su propio
dominio sobre la tierra, no reconocer el dominio de Cristo. Sin embargo, San Pablo dice de
Cristo que “precioso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies” (1ra Corintios 15:25).
Para cualquiera que proclame el Reino absoluto de Cristo y el necesario ejercicio
de dominio de los cristianos en términos de la Ley de Dios es declararle la guerra al mundo
e incurrir en ira y hostilidad. Entonces es imposible ser capellán del establecimiento (circulo
que gobierna una nación) y que lo busquen los medios de comunicación impíos.
¿Puede el enemigo imaginarse un mejor aliado que “La generación del rapto”?. La
generación del rapto no solamente niega la necesidad de batalla, sino que entrega todo su
dominio al enemigo. Si el mundo en realidad estuviera en manos de la generación del rapto,
Satanás con toda seguridad estaría vivo y bien en el planeta tierra. Pero es Dios el que
gobierna el mundo, no Satanás, y es su gobierno el único que prevalece.
La generación del rapto no tiene interés en la reconstrucción cristiana, solamente en
que se le rapte sacándola de los problemas de la historia. El título del libro de Hal Lindsey
es revelador de su actitud: The Late Great Planet Earth (El difunto Gran Planeta Tierra).
Cuando a la historia y al mundo ya se les ve como muertos, el interés sobre el mismo es
esencialmente improcedente. Al final de su libro, Lindsey tiene una palabra de advertencia
acerca de vivir con la posibilidad de que el rapto puede que no sea en el curso de nuestra
vida, pero el empuje básico de su libro es que este es el difunto y abandonado mundo del
hombre, el mundo de la historia. Esencialmente, él prepara a sus seguidores para la
“cuenta regresiva”, el rapto inminente. El ve que “el signo profético más importante de la
próxima venida de Jesucristo está ante nosotros”. Por consiguiente, es una “época de
electrizante emoción”. (3)
Se dibuja un cuadro adicional: Repentinamente, en las autopistas habrá inmensos
accidentes multiples de automóviles, al chocar los carros sin conductores con otros
vehiculos porque la generación del rapto habrá desaparecido.
¿Es esto fe bíblica? ¿Es cristianismo? Gran cantidad de elementos de la
generación del rapto no de evidencia de regeneración ni en sus creencias ni en sus vidas.
Más bien, ellos enfatizan el escapismo y el aplastante poder de Satanás. Con algunos el
resultado es una satanismo práctico porque ellos aceptan con mayor facilidad el gobierno
en funciones de Satanás en el mundo que el de Dios. Ellos atribuyen a Satanás el poder
sobre el clima, la determinación de la historia y el dominio sobre la tierra, lo que solamente
se le puede atribuir a Dios tríada.
La generación del rapto no está interesada en la Ley de Dios, ni en la
reconstrucción cristiana por medio de ella, ni en el Reino de Jesucristo, ni en las doctrinas
esenciales de la Escritura. Lindsey ve toda la historia mundial como una “Cuenta regresiva”
hacia la segunda venida y el Rapto. “La gran pregunta es ¿Estarás tú aquí durante el
tiempo de la tribulación, cuando el anticristo y el falso profeta estén a cargo por un tiempo?
¿Estarás tú aquí cuando el mundo esté atormentado por los días más oscuros de la
humanidad? (4)
Cuando Yo negué la validez de la idea del rapto, la esposa de un industrial explotó
con cierta pasión, declarando: “¿Entonces cuál es el sentido de ser cristiano si tengo que
sufrir tribulación? ¿Cuál era el fin de dejar de fumar y bailar?” Ella insistió: El Señor no
tenía derecho a hacerle eso a ella y por consiguiente no podría ser cierto que El tenía el
propósito de exponerlos a ninguna tribulación, grande o pequeño. Mucha gente acaudalada
es blanco preferido de mucha de la actividad de la generación del rapto premilenarista. Esa
gente está predispuesta a comprar el escapismo y puede recompensar mejor a sus
vendedores)
La generación del rapto es la generación inútil. Hace algunos años, un Director de
escuela de California, que en Febrero había firmado un contrato para otra escuela, a
principios de Junio recibió la información de una serie de problemas y desastres que
enfrentaba su actual Distrito Escolar. El sonrió felizmente y comentó: “No es problema mío.
¡Yo no voy a estar aquí! Me voy dentro de tres semanas”.
La generación del rapto tiene la misma indiferencia, solamente que grandemente
aumentada hacia los problemas actuales. Lindsey dice con mucha claridad: “Nosotros
debiéramos vivir como personas que no esperamos permanecer por aquí mucho más
tiempo”. (5) Este es un mandato para la vida irresponsable, para la negligencia de los
problemas sociales, políticos, educativos y de otra índole a fvor de la espera del rapto.
En cierto punto, Lindsey admite un hecho significativo, es decir, que entre el tiempo
del cierre del canon del Nuevo Testamento y mediados del siglo XIX la “Verdad profética”
como la define Lindsey era poco conocida. (6) Desde entonces, y especialmente en este
siglo, se ha difundido ampliamente, extensamente abastecida por las notas heréticas de
Socfield. En ese mismo tiempo, el cristianismo ha decaído, ya que un gran número de
personas ha abrazado la generación del rapto y se ha dedicado a una estudiada inconexión
a Dios y al hombre. Su destino no es el rapto, sino el juicio, puesto que nuestra salvación
no está en el rapto, sino que en Jesucristo.
CAPITULO No. 7
LA PREDESTINACIÓN Y LA LEY
Ya es tiempo de hablar de los errores de mucho postmilenarismo y sus adherentes
y la razón de su decaimiento. El alma del postmilenarismo es la fe que Cristo por medio de
su pueblo consumará y pondrá en vigor las gloriosas profecías de Isaias y todas las
Escrituras, que El vencerá a todos sus enemigos a traves de su pueblo de la alianza, y que
El ejercerá su poder y Reino en todo el mundo y sobre todos los hombres y naciones, para
que ya sea en la fe o en la derrota, toda rodilla se doblará ante El y toda lengua confesará a
Dios (Romanos 14:11; Filipenses 2:11)
Dios expresa a través de Isaías: “Por mí mismo hice juramento, de mí boca salió
palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda
lengua” (Isaías 45:23). San Pablo expresa esto nuevamente como cumplido en la venida de
Cristo y a través de su pueblo (Romanos 14:11; Filipenses 2:11).
La primera gran petición del Padrenuestro manifiesta la centralidad de este aspecto
de nuestra fe. Se nos exige en verdadera oración orar “así” (San Mateo 6:9), pidiéndole a
Dios: “Venga tú Reino. Hágase tú voluntad, com en el cielo, así tambien en la tierra” (San
Mateo 6:10). Las oraciones que descuidan esta petición pierde la esencia y alma de la
oración como lo requiere nuestro Señor.
¿Cómo es que va a venir el Reino de Cristo? Nuevamente, la Escritura es muy clara
y explícita. La gloriosa paz y prosperidad el Reino de Cristo se producirá solamente cuando
el pueblo obedezca la Ley de la alianza. Esto se manifiesta con claridad en Levitico 26,
Deuteronomio 28 y en toda la Escritura. Habrá paz y prosperidad en la tierra, el enemigo
será destruido y los hombres se liberarán de los males solamente “Si anduviereis en mis
decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra” (Leviticos 26:3). La
obediencia de fe a la Ley de Dios produce bendiciones irresistibles : “Y vendrán sobre ti
todas estas bendicones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios” (Deuteronomio
28.2). Por otro lado, la desobediencia conduce a maldiciones irresistibles : “Pero
acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus
mandamientos y sus estatutos que Yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas
maldiciones, y te alcanzarán” (Deuteronomio 28:15).
De conformidad con estas y otras declaraciones de la Escritura, la determinación de
todas las cosas dentro del tiempo es en términos de obediencia y desobediencia a la Ley de
Dios. Esto está claro y detalladamente explicado para las diversas áreas de la vida.
Primero, el éxito y la prosperidad urbana, rural y nacional dependen de la obediencia a la
Ley de Dios. Segundo, la fertilidad humana es asimismo un área donde la maldición y la
bendición de Dios son operativas, y somos malditos o benditos en el fruto de nuestros
cuerpos. Tercero, la prosperidad y fertilidad agrícola tambien están ligadas a la Ley.
Cuarto, de igual manera, el clima está relacionado con la Ley, de tal manera que Dios juzga
y bendice por medio de la lluvia, el granizo, la nieve, del rocío y del sol. Quinto, nuestra
relación con nuestros enemigos tambien depende de la obediencia. Sexto, nuestras
actividades y vidas personales son benditas o malditas en términos de nuestra obediencia a
la Ley de Dios.
La doctrina de la predestinación no es fatalismo: No le niega responsabilidad al
hombre. Más bien, asevera la coincidencia de la predestinación de Dios y la acción
responsable del hombre, de modo que, aunque la causalidad primaria es de Dios, la
causalidad secundaria es del hombre. No se niega la realidad de causas secundarias, sino
que más bien se establece, por la causalidad primaria de Dios. Yo no soy menos hombre
por ser pecador, mortal y producto de mis tiempos; de igual manera, Yo no soy menos
hombre responsable y en sentido secundario hombre con libre aunque limitada voluntad
(aunque sea una voluntad derivativa y de criatura) porque Dios es la causa primaria de
todas las cosas y la única voluntad absoluta y última.
La determinación de la historia de parte de Dios está de esta manera claramente
descrita en su Ley. Si nosotros creemos y obedecemos, entonces somos benditos y
prosperamos en El; si lo negamos y desobedecemos su Ley, somos malditos y abominados.
No se nos rapta hacia el éxito al estilo griego. La idea premilenaria del rapto niega
la Ley de Dios y por lo tanto niega a Dios porque su Ley es la parte principal de su palabra
escriturada y no podemos llamar al Dios de la Escritura un Dios sin Ley. Los amilenaristas
niegan cualquier victoria en la historia y de ese modo niegan la naturaleza y forma misma de
la predestinación de la historia de parte de Dios, de tal manera que su doctrina de
predestinación se convierte en una concha hueca, formal. Los postmilenaristas
antinomianos niegan la vía dada por Dios hacia el Reino de Dios cuando ellos pasan por
alto la Ley. En realidad, ellos postulan sin hacer referencia a eso ¡Un rapto! ¿De qué otra
manera se va a trasladar el mundo de su depravación actual hacia el orden de Dios?
¿Vamos a flotar en vagas oraciones y espiritualiad de “Vida Superior”? Los postmilenaristas
antinomianos no tienen respuesta.
A menudo se formula la acusación de que el postmilenarismo del calvinismo
colonial y del siglo XIX condujo al Evangelio Social del siglo XX. Nada ha documentado esta
acusación, la cual es obviamente falsa. Los Hodges, Warfield, Machen y otros no fueron la
fuente del Evangelio Social y fueron hostiles al mismo. Las raices de ese movimiento están
en el arminianismo y muy directamente en ese notable humanista avivamentista C.G.
Finney.
No obstante, debe agregarse que al menguar el énfasis en la Ley de Dios, por causa
del arminianismo del día y la decadencia de los teólogos reformados en apologéticos
racionalistas en vez de bíblicos, por omisión la iniciativa en la sociedad cayó en manos de
los defensores del Evangelio Social. Solamente ellos tenían una “respuesta” a los
problemas sociales. Sin embargo, su respuesta era y es la política humanistica. Así que
urgentemente necesario que los cristianos regresen a la Ley como el medio dado por Dios
para realizar el orden de Dios. La manifestación de la Escritura es clara: “Y si no te
apartares de todas las palabras que Yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras
dioses ajenos y servirles”. (Deuteronomio 28:14). Negar la Ley de Dios es negarlo a El y su
Reino y servirle a otros dioses y a otra fe. Esto hemos estado haciendo y llamándolo ¡ “Del
Señor”! ¿Es de sorprenderse que estemos bajo juicio? Necesitamos rezar con el salmista:
“De tu misericordia, OH JEHOVA, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos” (Salmos
119:64).
Dios tiene un plan para la conquista de todas las cosas por medio de su pueblo de
la alianza. Ese plan es su Ley. No deja ninguna área de la vida ni actividad intacta y
predestina la victoria. Negar la Ley es negar a Dios y su Plan para la victoria.
EL AUTOR
Rousas John rushcoony, es un erudito Norteamericano muy conocido, escritor y autor de más de treinta libros. El posee títulos de licenciatura y maestría de la Universidad de California y recibió su capacitación en la Pacific School of Religión. Como Ministro ordenado, él ha sido misionero entre los indios Shoshone y Paiute, así como también ha sido pastor de las iglesias de California. El Dr. Rushdoony es Presidente de la Fundación Chalcedon. Sus escritos en el Informe Chalcedon (Chalcedon Report) y sus numerosos libros han producido una generación de creyentes activos en la reconstrucción del mundo para la gloria de Jesucristo. El reside en Vallecito, California, y actualmente está cumprometido en la investigación, dar conferencias y apoyar a otros en el desarrollo de
programas para ponder en acción la fe cristiana.
EL MINISTERIO DE CHALCEDON
La Chalcedon, es una organización educativa cristiana consagrada exclusivamente a
la investigación, publicación y comunicación convincente de una erudición distintivamente
cristiana hacia el mundo en general. Pone a disposición una variedad de servicios y
programas, todos engranados a las necesidades de los laícos, eruditos y ministros
interesados que comprenden las propuestas de que Jesucristo le habla a la mente al igual
que al corazón y que sus demandas se extienden más allá de los estrechos confines de las
diversas iglesias institucionales. Existimos a fin de apoyar los esfuerzos de todas las iglesias
y denominaciones ortodoxas. La Chalcedon, deriva su nombre del gran Consejo
Eclesiástico de Chalcedon (451 A.C.), que produjo la crítica definición cristológica: “Por lo
tanto, siguiendo a los Padres Sagrados, todos en un solo acuerdo le enseñamos a los
hombres a reconocer a uno y al mismo hijo, nuestro Señor Jesucristo, de una vez completo
en divinidad y completo en virilidad, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre ... “
Esta formula directamente impugna toda falsa demanda de divinidad por parte de cualquier
institución humana: Estado, Iglesia, Culto, Escuela o Asamblea Humana. Solo Cristo es
tando Dios como hombre, el único vínculo entre el cielo y la tierra. Por consiguiente, todo
poder humano es derivativo: Sólo Cristo puede anunciar que “Toda potestad me es dada
en el cielo y en la tierra”. (San Mateo 28:18). Históricamente, el credo Chalcedónico por lo
tanto es la Fundación de la libertad occidental, pues establece límites en todas las
instituciones humanas autoritarias reconociendo la validez de las demandas del unico que
es la fuente de la verdadera libertad humana (Galatas 5:1).
El Informe Chalcedon se publica mensualmente y se le envia a todos aquellos que lo
solicitan. Todos los obsequios que se le envíen a Chalcedon se deducen de los impuesto.
Chalcedon
Box 158
Vallecito, CA 95251
U.S.A.
OTROS LIBROS DE ROUSAS JOHN RUSHDOONY
· Romans & Galatians (Romanos y Gálatas)
· Institutes of Biblical Law (Institutos de la Ley Bíblica)
· Law & Society (La Ley y la Sociedad)
· Systematic Theology (Teología Sistemática)
· The Politics of Guilt and Pity (La Política de la Culpa y la Lástima)
· Christianity and the State (El Cristianismo y el Estado)
· Salvation and Godly Rule (La Salvación y el Gobierno Divino)
· The Messianic Character of American Education (La Naturaleza Mesiánica de la
Educació Norteamericana)
· Roots of Reconstruction (Las Raices de la Reconstrucción)
· The One and the Many (El Unico y los Muchos)
· Revolt Against Maturity (La Rebelión Contra la Madurez)
· By What Standard? (¿Con qué Norma?)
· Law & Liberty (La Ley y La Libertad).
Para obtener una lista completa de los libros disponibles de Rousas John Rushdoony y
otros reconstructores Cristianos, contactar a Ross House Books, P.O. Box 67, Vallecito, CA
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