“EL LLAMAMIENTO DE DIOS”
por
OSCAR ENRIQUE TENES
INTRODUCCION:
Que Dios, en algún sentido, preordena todo lo que sucede es un resultado necesario de su soberanía. Dios es absolutamente soberano sobre su creación. Dios puede preordenar las cosas de diferentes maneras. Pero todo lo que sucede debe, al menos, suceder con su permiso. Si El permite algo, entonces debe decidir permitirlo. Si decide permitir algo, entonces en un sentido lo está preordenando. ¿Quién, entre los cristianos, argumentaría que Dios no podría impedir que ocurriese algo en este mundo? Si Dios así lo desea, tiene poder para parar el mundo entero. En Lamentaciones 3:37 leemos: ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el señor no mandó?
Cuando llamamos a cualquier agencia de viajes para reservar un vuelo, pronto surge la pregunta: "¿Cuál es su destino?" A veces, la pregunta se expresa de forma más simple: "¿Adonde va usted?" Nuestro destino es el lugar a donde vamos. En teología se refiere al lugar destinado para los Hijos de Dios, vamos al cielo, que es el Paraíso. Ninguno de nosotros sus Hijos podemos cancelar ese viaje. En círculos Cristianos se ha tergiversado el concepto del llamamiento de Dios y se le atribuye únicamente al liderazgo Eclesiástico.
El llamamiento de Dios tiene una intima relación con el concepto Bíblico de la predestinación, en Romanos 8:30 podemos leer lo siguiente: “Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó” Lo que la predestinación significa, en su forma más elemental, es que nuestro destino final, el cielo, está decidido por Dios no sólo antes de llegar allí, sino aun antes de que nazcamos. Nos enseña que nuestro destino final está en las manos de Dios. Otra forma de decirlo es ésta: Desde toda la eternidad, antes de que viviésemos, Dios decidió salvar a sus Hijos. Dios hizo una elección: nos escogió para ser salvados y gozar de eterna bienaventuranza en el cielo, deducimos con esto que el llamamiento de Dios para sus Hijos proviene directamente de él, ¿Para quién e ese llamamiento? En este estudio responderemos ampliamente a esta interrogante.
Bajo esta premisa podríamos preguntarnos: "¿Tienen algo que ver nuestras vidas individuales con el llamamiento de Dios? Aun cuando Dios haga su elección antes de que nazcamos, El conoce aun todo acerca de nuestras vidas antes que las vivamos. ¿Toma El en consideración ese conocimiento previo de nosotros cuando toma su decisión?" La mayoría de las iglesias está de acuerdo en que la decisión de Dios es tomada antes que nazcamos. La cuestión radica en la pregunta: "¿Sobre qué base toma Dios esa decisión?"
LO QUE DICE EL EVANGELIO DEL LLAMAMIENTO
Que Dios, en algún sentido, llama y preordena todo lo que sucede es un resultado necesario de su soberanía. Dios es absolutamente soberano sobre su creación. Dios puede preordenar las cosas de diferentes maneras. Pero todo lo que sucede debe, al menos, suceder con su permiso. Si El permite algo, entonces debe decidir permitirlo. Si decide permitir algo, entonces en un sentido lo está preordenando. ¿Quién, entre los cristianos, argumentaría que Dios no podría impedir que ocurriese algo en este mundo? Si Dios así lo desea, tiene poder para parar el mundo entero. Otra pregunta medular en la Biblia con respecto a esto es lo que establece Eclesiastés 7: 13 que dice: “Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que el torció?
La declaración de Romanos 8:30 es indispensable para nuestro análisis “Porque a los que antes conoció, a esos predestinó y a esos también justificó y llamó”, cada uno de sus Hijos tenemos un llamamiento que Dios tiene para nosotros el cual es sencillo y fácil de comprender, obviamente, esto se entiende, cuando lo miramos a la luz del Evangelio.
Puede surgir que, cuando conocemos el evangelio y entendemos el llamado de Dios en nuestra vida, hay circunstancias que hay que enfrentar como todo en la vida, Jesús cuando ejerció su Ministerio lo dijo “en la vida tendréis aflicción, más no os preocupéis, yo he vencido al mundo” Juan 16:33, de igual manera hay momentos difíciles en la vida en que hay que permanecer firmes hay que perseverar. Recordemos las palabras del apóstol Pablo en 2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”
Es más que obvio que en nuestro caminar dentro del evangelio hemos pasado momentos difíciles y sin lugar a dudas los seguiremos pasando, pero es imprescindible que entendamos que muchas veces, eso es lo que nos hace crecer en Cristo Jesús. En la vida hay momentos difíciles, por ejemplo en este pasaje, el apóstol Pablo le está escribiendo a Timoteo, enfatizando el hecho del llamamiento de Dios para su vida y está diciendo, el cual se afronta con premisas como esta. algunas veces la palabra contenida en el evangelio de la gracia pareciese que es un camino de rosas y que todo es fácil, obviamente lo es Jesús lo dijo en Mateo 11:30 “ligero y fácil de llevar es mi yugo”, sin embargo el camino de rosas algunas veces tiene espinas y las rosas son preciosas, pero cuando se agarran se tiene que hacer con mucho cuidado por las espinas que contienen, el evangelio de nuestro señor Jesucristo, de igual manera tiene que tomarse muy en serio, porque lo da todo, pero también lo demanda todo, el evangelio y su contenido es un llamado a reinar en vida, a tener un excelente proceder a amar a los demás ya el mismo apóstol Pablo lo escribió en Romanos 13:8 “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley” nos guste o no nos guste Dios tiene un llamado para todos sus hijos, en el cual Dios nos va formando y llevando a inmiscuirnos en el mismo, el objetivo de Pablo en 2 Timoteo 1:7 es alentar a Timoteo empezando en 2 Timoteo 1:6 le dice “Timoteo, aviva el fuego del don de Dios que está en ti”.
¿CUANDO DIOS NOS LLAMÓ?
En 2 Timoteo 1:6-9 “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que están en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”, una de las cosas que debemos comprender en cuanto al llamamiento de Dios es que este no tuvo lugar el día que llegamos a una iglesia, tampoco el día que Dios nos alumbro los ojos del entendimiento, sino que el llamamiento fue dado antes de la fundación del mundo, antes de que participáramos de carne y sangre, pues ya siendo Hijos venimos a participar de carne y sangre Hebreos 2:14, Dios nos salvó y no sólo nos salvó, sino que también nos llamó con llamamiento santo, o sea que cuando nos llamó solo existían espíritus ya que no existían ni carne ni sangre, por consiguiente este es un llamado espiritual y para todos los hijos de Dios, tenemos un llamado, ese llamado no viene de ahora, ese llamado viene desde antes de los tiempos de los siglos, desde antes de la fundación del mundo, fuimos llamados para reinar en vida, fuimos llamados para vencer, pues somos mas que vencedores Romanos 8:37, fuimos llamados para conocer el evangelio de la gracia, porque en este se encuentra el verdadero poder de Dios Romanos 1:16, fuimos llamados para ejercitar autoridad como hijos, fuimos llamados para ser herederos con Cristo Jesús Gálatas 4:7, hemos sido llamados a estar en lugares celestiales juntamente con El Efesios 2:6, pero esto, no comenzó cuando participamos de carne y sangre (al nacer), esto comenzó mucho antes.
Hay veces en que me hago la pregunta ¿”Qué hago, haciendo las cosas que hago”? ¿Alguna vez usted se ha preguntado eso? ¿”Cómo yo llegué aquí, qué fue lo que sucedió”?, porque no depende del hombre, esto depende de Aquel que nos llamó con llamamiento santo y no nos llamó ahora, sino “antes de los tiempos de los siglos”, Dios ya nos había llamado, Dios hizo ese llamamiento antes de la fundación del mundo. Pero, ¿porque es importante conocer esto?, es sencillo, y es para que en los momentos difíciles, los que Dios ha predestinado para nuestras vidas, sepamos como hacerles frente a los mismos, Dios nos ha llamado a entender, no nos llamó ayer, tampoco hoy, Dios nos llamó antes de participar de carne y sangre, el llamamiento, es decir, lo que Dios nos llamó a hacer no depende del hombre, tampoco depende de las circunstancias, depende de Aquel que nos llamó y hace todas las cosas sobre todas las cosas, no hay nada imposible que no podamos hacer, nosotros nos limitamos porque pensamos en el llamamiento de hoy, ¿lograré yo hacer lo que me propuse? Cuando usted conoce que Dios le ha llamado antes de los tiempos de los siglos, no hay ningún obstáculo que no podamos traspasar, no hay barrera en este mundo que no podamos traspasar, porque hemos sido llamados específicamente para que los obstáculos y barreras que se presentan podamos traspasarlos, a veces no sin dificultad.
Es bueno agregar ahora lo que nos dice Romanos 8:28-30 que dice: ”Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes as la imagen de su Hijo, para que el sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó”.
En este momento es importante preguntarnos ¿será importante el llamamiento de Dios? Usted puede estar seguro que “todas las cosas ayudan a bien”, pero las cosas ayudan a bien a aquellos que son llamados conforme a su propósito, entonces, no debemos dudar de nuestro llamamiento, debemos simplemente decir: “yo sé que he sido llamado, pero no fui llamado hoy, sino antes de los tiempos de los siglos, y no consulte con carne y sangre, pues no existía ni carne ni sangre cuando fuimos llamados por Dios, no consulte con mi mamá, no consulte con mi papá, no consulte con mi tío, no consulte con mi tía, no consulte ni conmigo mismo, consulte con la Biblia, o sea la palabra de Dios, “la Biblia lo dice yo lo creo” , “sea Dios veraz y todo hombre mentiroso”, “no me importa lo que digan, es Dios el que ha dicho, es Dios el que promete y es Dios el que cumple.
¿EN QUE CONSISTE EL LLAMAMIENTO DE DIOS?
Es importante entender que algunas veces por no escuchar la voz del llamamiento de Dios sufrimos al escuchar voces ajenas, el comentario de los demás, algunas veces somos débiles y escuchamos a los demás y una de las cosas que Dios hace, cuando nos llama, nos aparta, como lo hizo con Abraham, lo sacó de la tierra de su padre. Dios a veces nos aparta, algunas veces esas grandes amistades que tenemos son nuestros peores enemigos, porque son a quienes escuchamos, o sea lo que escuchamos de ellos es la carne y sangre de esas personas, sin embargo el llamado de Dios es espiritual, y no quiere decir que usted no los ame, usted los ama, pero no puede escuchar, no puede dialogar con carne y sangre porque nuestro llamamiento no proviene de carne y sangre, es un llamamiento espiritual, es un llamamiento santo, es un llamamiento específico por medio de la palabra de Dios, no por consejo de ningún hombre.
Por ejemplo en Efesios 1:3 dice”Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” la Palabra lo ha dicho que hemos sido llamados para ser bendecidos yo estoy bendecido, yo camino en obras preparadas de antemano por Dios Efesios 2:10 se muestra en este versículo lo que soy, no lo que seré, soy un bendecido con toda bendición espiritual” Romanos 8:28-30. “todas las cosas ayudan a bien para lo que según su propósito son llamados, porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo para que El sea el primogénito entre muchos hermanos... Y a los que predestinó a éstos también llamó” Como observamos en estos versículos El no solo nos predestina sino que también nos llama, nos llamó Dios, para que reinemos en vida a través del conocimiento de su evangelio, por eso es que usted debe asistir a una iglesia donde realmente vaya as nutrirse en la palabra, lamentablemente en la actualidad el promedio mayor de Cristianos y de iglesias se ocupan de otras cosas, y no del conocimiento profundo de la Biblia.
Hebreos 13:13 dice “salid fuera del campamento”, cada uno de nosotros, una vez que conocemos el evangelio de la gracia tenemos que salir fuera del campamento, no solo los pastores o misioneros, usted que lee esto también es un pastor un misionero, lo importante es que no nos quedemos donde estamos para siempre, porque los pastores tienen que salir a pastorear, una vez se preparen en la Palabra, tienen que salir porque esto es su llamamiento, tienen que salir a pastorear, alcanzar nuevas metas, a cumplir el llamamiento de Dios en su vida.
Es importante entender que Dios nos ha llamado a hacer, esto es a cumplir su llamamiento, a cumplir sus dones, porque Dios no le prometió esto a una sola persona, nos ha prometido a cada uno de nosotros que “nos llamó y salvó”, El no dice que “le salvé y le llamé”, es a quien “nos salvó y llamó, con llamamiento santo”, cada uno de nosotros tenemos una función en el cuerpo de Cristo. El llamamiento de Dios, no es una llamamiento de hoy, ese llamamiento viene desde antes de la fundación del mundo.
Cada uno de nosotros hemos sido llamados al régimen del espíritu, no es el hombre, ni es el expositor, ni es la predicación, es Dios mismo guiándonos, Dios mismo hablando a nuestro intelecto, bajo ese orden de cosas hemos sido llamados para escuchar la voz de Dios, no para escuchar la voz del hombre. Cada uno de nosotros llevamos nuestra propia carga, cada uno de nosotros tenemos un llamamiento específico.
Estudiemos ahora Efesios 4:1 vamos a ver un llamamiento en común que cada uno de nosotros tenemos, como congregación, como pastores, como creyentes en general. Efesios 4:1, “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”, volvemos a esa palabra “llamados” después que Dios nos conoce y Dios nos predestinó, luego viene el llamamiento de Dios para nuestra vida, el llamamiento de Dios para cada creyente, dice que “andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia y mansedumbre los unos con los otros en amor”, hay un llamado para andar en amor. ¿Para que fuimos llamados? Para andar en amor, no sólo para triunfar pisoteando a los demás, no, hemos sido llamado para vencer, pero venceremos por medio del amor; esto implica que, no podemos menospreciar a los demás, debemos tratar a los demás como superiores a nosotros mismos, con humildad, con mansedumbre. “digno de la vocación con que fuisteis llamados”, Dios llamó a todos sus hijos.
Dios ama, Dios es paciente, de la misma manera, hemos sido llamados para andar dignamente porque nuestro llamamiento proviene de Dios, Dios nos dice en Colosenses 2:10 “Que estamos completos”, que estamos bendecidos Efesios 1:3, que fuimos predestinados, desde antes nos conoció, también nos llamó, pero nos llamó para consolarnos, para amar, para que andar en justicia y en rectitud.
En Romanos 13:10 dice: “El amor no le hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”. ¿Usted sabe que el que ama anda en perfección? Y ¿sabe porque?, porque está amando, no le hace daño al prójimo y el llamado en nuestras vidas es ese, amar al prójimo como a nosotros mismos.
Pablo dijo en Gálatas 2:20 “ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi y lo que vivo en la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios”, en otras palabras: mi llamamiento en la carne es vivir en la fe, en la Palabra, en la vocación, en lo que he sido llamado por Cristo Jesús
“Fortaleceos en el Señor” Efesios 6, “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4.13, para eso hemos sido llamado, para amar a los demás. “si usted cree que esto es difícil, le digo hermano no es así ya que Romanos 5:5 dice “que el amor de Cristo ha sido derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos fue dado” y en esto, en forma abundante y aún más que eso, superabundantemente y más que abundante, el amor no tiene límite, si hay que correr una milla mas, una milla mas hay que correr, si hay que soportar mas, soportemos más.
Entonces, hemos sido llamados para andar en amor Efesios 4:3-4, dice: “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de nuestra vocación”.
“Guardar la unidad del Espíritu” no implica que todos nosotros hablemos una misma cosa, como se lleva a cabo en algunas religiones, “guardar la unidad del Espíritu” es que todos nosotros tengamos un mismo Señor. ¿qué es un cuerpo y un espíritu?, el Espíritu es el Espíritu Santo, el cuerpo se llama Jesucristo, cuerpo glorificado, por eso “Jesucristo es el Señor”, está hablando de dos manifestaciones, está hablando del cuerpo y está hablando del Espíritu; el Espíritu de Dios que habita en ese cuerpo, porque en ese cuerpo habita “corporalmente toda la plenitud de la deidad, (Colosenses 2:9) entonces cuando entendemos todo el misterio, el tesoro que Jesucristo es Dios, esa es la verdadera unidad del Espíritu de Dios.
Fuiste llamado en una misma esperanza y la esperanza es el Evangelio, la esperanza es que todos nosotros hablemos del evangelio., no es una repetición como papagayo, no es decir amen a todo, hermano hay que escudriñar y discernir lo que se nos enseña y sobre todo lo que enseñamos.
La unidad es la esperanza que todos tengamos cimentado en nuestro corazón un mismo lenguaje, que ese lenguaje se entiende, que sea una expresión de comunicación entre el cuerpo y el espíritu, que tengan sentido las palabras, hemos sido llamados en una misma esperanza,
La Iglesia ha sido llamada a hablar un solo lenguaje, que es el de la Palabra del evangelio de la Gracia, a cada uno se nos da el Don de Cristo en diferente medida para que sea de provecho para la iglesia.
Si todos repetimos y todos hacemos lo mismo, entonces dónde está la libertad para que Dios se mueva en los diferentes dones. ¿Son todos apóstoles, son todos profetas, son todos administradores?, No, ¿deben todos hablar la misma cosa a la misma vez? No, es un lenguaje que se comunica entre esos dones para realizar la obra del ministerio como Dios quiere, no como el hombre quiere. Dios es el que hace, y el que mueve todo como el quiere por el Espíritu.
CONCLUSION:
En la carta de Pablo a los Colosenses 3:9 dice: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni in circuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”
PASTOR: OSCAR ENRIQUE TENES
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REINANDO EN VIDA INTERNACIONAL