LA VIDA PRESENTE Y LA VENIDERA
por
PASTOR: OSCAR ENRIQUE TENES PELLECER
INTRODUCCION:
Jesús dijo en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para tengan vida, y para que la tengan en abundancia” en este versículo Jesús dijo: yo les doy vida en abundancia, así mismo vemos en Juan 10:28 que dice: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” o sea que no solo nos dio vida abundante, sino que esta vida, también es vida eterna. Partiendo de estos versículos que fueron establecidos por Cristo Jesús, ahora podemos entender fácilmente a Eclesiastés 12:7 que dice: “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” en otras palabras, cuando un hijo de Dios muere físicamente; entonces el polvo, o sea el cuerpo (que fue hecho del polvo de la tierra Génesis 2:7) vuelve a la tierra y el espíritu regresa a Dios, por consiguiente no solamente tenemos esta vida terrenal, sino que existe una vida después de las muerte; según la Biblia posterior a este tabernáculo terrenal que poseemos, tenemos de parte de Dios un edificio, o sea un cuerpo glorificado semejante al que Cristo se puso en la resurrección. Veámoslo a continuación.
LA BIBLIA MENCIONA LA VIDA PRESENTE Y LA VENIDERA
Si leemos 1 Timoteo 4:6-8, comprobaremos las dos vidas, dice: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera”
Debemos entender primeramente que piedad es sinónimo de amor, aquí el apóstol Pablo claramente escribió que después de esta vida, (o sea esta vida en la tierra, vestidos con un cuerpo terrenal, todos los hijos de Dios) existe la vida venidera, en otras palabras todos sus hijos seremos revestidos de un cuerpo celestial, el cual es diferente a este cuerpo terrenal que tenemos, leamos a 1 Corintios 3 donde el apóstol Pablo menciona también esta vida venidera:
1 Corintios 3:22-23”sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo y Cristo de Dios”
Aquí el apóstol Pablo dice que lo por venir es nuestro, dando a entender que hay algo, nuevo y que no ha llegado pero que nosotros tenemos dominio sobre ello. Es innegable que muchos, sino todos los seres humanos, le tienen miedo a la muerte, ahora el ¿porque de esto? es muy sencillo: Es por el desconocimiento de lo que vendrá después de esta vida, nadie quiere morir es decir nadie quiere deshacerse, de este cuerpo terrenal, nadie quiere cerrar los ojos para siempre, pero analicemos ¿cual es la opinión de Dios en la Biblia con respecto a esto?
Es imperativo que estos versículos, claramente acotan que: Nos pertenece, tanto esta vida presente, como también la venidera.
¿QUE SE ESPERA DESPUES DE ESTA VIDA TERRENAL?
Un pasaje de la Biblia que ilustra claramente a esta interrogante es: 2 Corintios 5:1-9 “Porque sabemos que si nuestras morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; pues así seremos hallados vestidos y no desnudos. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Más el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista) pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes serle agradables”
Muchos, sino todos, le tienen miedo al porvenir por desconocimiento, pero debemos saber lo que viene, si sabemos que lo que viene es algo mejor no nos sucedería eso. En la actualidad, todos los hijos de Dios, escogidos por él, no deberíamos celebrar la venida del niño Jesús, sino debemos celebrar la resurrección de Cristo, sabiendo que por ese proceso nosotros necesariamente tenemos que pasar.
Es imprescindible entender que: La muerte no separa la vida presente y la venidera, sino que la muerte fisica es el proceso o la transición de un cuerpo terrenal, a un cuerpo celestial, o sea una transición de un cuerpo a otro, recordemos que lo que prometió Jesús fue vida eterna, por consiguiente lo porvenir ya esta asegurado, todo esta garantizado, esto es obviamente por la vida de Cristo, por el Cristo resucitado que mora en todos y cada uno de nosotros.
Entonces la muerte es una simple transición, para que seamos revestidos de un Edificio no hecho por manos humanas, sino por el mismo Dios, es decir no hecho del polvo de la tierra; por ende el próximo cuerpo no es hecho del polvo, otra cosa importante que tenemos que entender es que en estos versículos se lee: Revestidos, no dice vestidos, dice revestidos o sea vestirnos de nuevo, esto implica que ya habíamos sido vestidos anteriormente, de esa habitación celestial, o sea que antes de nuestra vestidura terrenal teníamos una celestial.
Nos preguntaremos a estas alturas ¿porque de la transformación? en Filipenses 3:21 se lee: “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a si mismo todas las cosas” De lo que venimos estudiando deducimos 2 cosas importantes:
1. Todos los hijos de Dios recibiremos, o bien Dios transformara nuestro cuerpo terrenal por uno celestial, o sea un cuerpo glorificado, esto esta totalmente garantizado.
2. Este cuerpo celestial se obtiene, única y exclusivamente con la muerte física de todos y cada uno de nosotros.
Sin embargo, y por desconocimiento de este proceso; la muerte es un terror o crea panico, para muchos, tomemos en cuenta lo que se escribe en el libro de Hebreos 2:14-15 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de los mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenia el impero de la muerte, esto es al diablo, y librar a todos lo que por el temor de la muerte estaban durante todas la vida sujetos a servidumbre”
En términos generales la muerte de Cristo en la cruz, fue eso para librarnos de ese temor, porque la muerte es algo desconocido para muchos, por esa razón se tiene miedo de ella. Sin temor a equivocaciones todos cuidamos nuestra salud, pues no quisiéramos morir, recordemos las palabras del evangelio en 1 Corintios 15:50 que dice “ni carne ni sangre heredan el reino de Dios” o sea que la carne y la sangre, no van al paraíso. Entonces es importante que entendamos que al morir, se pasa de un cuerpo terrenal a un cuerpo celestial, pero nosotros nos hemos acostumbrado a este cuerpo terrenal y no queremos desecharlo, quisiéramos permanecer siempre en el, aunque este cuerpo es inseguro, es temporal no es eterno, lo seguro solo esta en Dios; aquí en la tierra desde que nacemos entramos en un proceso de un cuerpo a otro, pero es necesario remarcar que cada uno de estos cuerpos tiene una gloria, por eso es necesario que los entendamos a ambos.
LA GLORIA DEL CUERPO TERRENAL Y LA GLORIA DEL CUERPO CELESTIAL
Cuando se pasa de un cuerpo a otro, debemos comprender que el cuerpo ya no es el mismo, se cambia, otra cosa interesante también es que el cuerpo glorificado no tiene presencia en la tierra; sino que al morir, se pasa a la gran nube de testigos con Jesucristo,
1 Corintios 15:35-42 “Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, sino muere antes. Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. No toda carne es la misma, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en poder”
Algo que es necesario que comprendamos es que: El pueblo Judío no celebra navidad, sencillamente porque no creyeron ni creen en el Ungido o Mesías, ellos esperaban otro tipo de Mesías no el Cristo en carne que vino, y que fue tan humano como nosotros, ellos no creen que el nació y resucito, por consiguiente no creen en el misterio de la piedad, el cual se puede leer en 1 Timoteo 3:16. Ahora bien, el Mesías se manifestó en el vientre de una mujer, no por relación humana, es decir no por la relación de hombre y una mujer, sino que el no tubo un Padre humano, sin embargo al resucitar no fue el mismo Romanos 7:4 lo dice claramente: “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a ley mediante el cuerpo de Cristo, , para que seáis de otro, del que resucito de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios” analicemos que dice: Que ahora en este pacto de la gracia después de la cruz, somos de otro o sea de Jesucristo resucitado, conocemos ahora a Jesucristo, que es Dios sobre todas las cosas. Entendemos claramente que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8, pero comprendamos que habla del Espíritu, no del traje o cuerpo que él se puso.
En este pasaje de la Biblia se nos dice que: Se siembra en corrupción y se resucita en incorrupción , porque el cuerpo que se siembra tiene que morir y lo que sale es el grano desnudo (el espíritu), la esencia de lo que hay en el cuerpo celestial es espíritu, el cuerpo terrenal se entierra, es decir que vuelve al polvo, de donde vino, el grano puro (el espíritu) Dios lo mete en otra gloria o sea el espíritu se reviste, Dios protege nuestro espíritu con un cuerpo terrenal, cuando vivimos en la tierra, pero cuando este cuerpo terrenal se deshace, Dios nos pone un cuerpo celestial y sigue el cuidado de Dios sobre nuestro espíritu Job 10:12.
EL PROCESO DE JESUCRISTO
1 Timoteo 3:16 “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne. Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles. Creído en el mundo. Recibido arriba en gloria”
Si entendemos el proceso nuestro, podemos entender el de Dios, todo comienza en Dios, Cuando la Biblia dice: “recibido arriba en gloria” la mayoría pensamos que es con algarabía, pero la gloria de el fue no fue eso, la gloria de él fue ese cuerpo celestial con que fue revestido, de otra manera la gloria fue un cuerpo diferente al que tenia cuando estuvo en la tierra. De la misma manera nosotros los hijos de Dios, venimos aquí a experimentar la gloria de este cuerpo terrenal, de todo aprendemos, la voluntad de Dios es que tengamos este cuerpo físico para experimentar la gloria del mismo, por eso en este cuerpo terrenal tenemos una gloria.
La Biblia dice que cada cuerpo tiene su gloria; incluso Jesús disfruto la gloria del cuerpo terrenal cuando estuvo aquí. Podemos decir entonces que parte de la gloria de este cuerpo es estar en tristeza, así mismo estar en alegría, sin embargo si sabemos administrar nuestro tabernáculo, este cuerpo, estaremos en espera de una gloria mas inminente, esto es claramente ilustrado por el apóstol Pablo cuando decía: Que el sabia estar en abundancia y en también en escasez, así mismo dijo que el morir era ganancia filipenses 1:21. Notamos entonces que Pablo sabía que si partía, o si le quitaban este cuerpo terrenal, era para adquirir un cuerpo celestial, y esto es ganancia, pero aún si tenia que quedarse aquí, siempre se gloriaba; es decir con este conocimiento siempre reinaría, ya sea en un cuerpo terrenal o en un cuerpo celestial
Romanos 7:4 “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucito de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios”
Fue tremendamente importante que Dios se haya manifestado en un cuerpo, eso tuvo un propósito, en ese cuerpo el llevo toda la maldición, si lo entendemos veremos que tuvo un excelente propósito; en ese cuerpo se imputo toda la maldición, llevando nuestros pecados, pero él no peco, el enterró nuestros pecados. Si vemos el final de su vida terrenal, era un hombre caminando en un proceso de muerte, así lo ve la gente, así lo vemos en películas, etc. Pero para Dios, era algo totalmente diferente; era para llevar toda la maldición de la humanidad.
Muchos hijos de Dios, no han comprendido al otro, este versículo dice: de otro, no dice el mismo dice otro. Recordemos que el es mismo ayer hoy y por los siglos, pero esta hablando del Espíritu, no así del cuerpo. Hemos visto que Pablo esta diciendo que Jesús cambió, no dice el mismo dice de otro esta hablando del resucitado, ese fue recibido en gloria es decir con otra vestidura, por eso es de otro no del mismo, cuando el tabernáculo, este cuerpo terrenal se deshace, entonces se recibe un edificio, es de virtual importancia que entendamos que el tabernáculo es del viejo pacto; pero el edificio es del nuevo pacto.
Este tabernáculo tiene que deshacerse, no así el espíritu, por eso Pablo escribió en 1 Corintios 6:17 “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él” Esto implica que: nuestra perspectiva de Dios no puede ser el cuerpo terrenal que Dios se puso; pues ese ya se deshizo, el resucito de entre los muertos, y esta vestido de un cuerpo celestial, después de analizar esto es fácil entender que Dios no solo esta en nosotros sino sobre nosotros, y por nosotros Efesios 4:6.
EVIDENCIAS DEL CUERPO CELESTIAL EN LA HISTORIA
Juan 20:24-29 “Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Legó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”
Vemos aquí que Jesucristo, el cuerpo, con el cual se presento, era el celestial, no tuvo necesidad de entrar por la puerta, esto nos da evidencia, que ese cuerpo glorificado tiene poderes, Jesús se revistió de la habitación que tenia antes, este es el mismo proceso que usted y yo pasaremos; otra cosa muy importante es que el espíritu Santo, es el ángel de Dios, y esta en nosotros, por eso el Dios del Nuevo Pacto se llama Jesucristo.
Lucas 20:27-38 “Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano. Hubo, pues, siete hermanos y el primero tomó esposa, y murió sin hijos. Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos. La tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia. Finalmente murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; más los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los Ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aún Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para el todos viven”
Es esta una de las parábolas mas interesantes de la Biblia; leemos en la Biblia que cuando Jesucristo resucito, se rasgo el velo, y ese es el motivo por cual ahora hay entrada al lugar santísimo, ya no necesitamos ningún sacerdote humano, ahora él es nuestro sacerdote y pastor Hebreos 3:1, el fue el cordero de Dios, lo máximo que el pudo ofrecer para perdón de los pecados, fue su vida, es decir él mismo, ahora ya no es Jesucristo hombre, ahora él es Dios sobre todas las cosas.
Nosotros como hijos de Dios no morimos, ahora la dadiva de Dios es vida eterna, en Cristo Jesús Romanos 6:23, es decir, al morir, pasamos a mejor vida, porque Dios nos viste con un cuerpo celestial,
CONCLUSION:
¿Que cuerpo tiene Jesús ahora? Ahora él es Dios sobre todas las cosas, con un cuerpo Glorificado, celestial, angelical, en el caso de nosotros sus hijos tenemos el espíritu de Dios en nosotros, esa es la garantía, pero ahora también Dios también esta sobre nosotros, cuando entendemos el misterio de la piedad 1 Timoteo 3:16, ahora fue visto de los Ángeles, justificado en el espíritu, al pasar Jesús por un cuerpo terrenal manifestado en carne, es un proceso que Dios tomo, otra cosa importante es que los tres reyes magos no eran judíos, eran Gentiles, ellos estaban viendo las señales, entonces al niño lo recibieron los gentiles entonces, por eso dice predicado a los Gentiles.
Lo que llego al mundo, Jesucristo hombre, no se quedo así, de tal manera que nosotros no le servimos a un Dios Judío, si bien es cierto que el cuerpo que se puso era Judío, ahora ya no es Judío, ahora él es Dios sobre todas las cosas, Jesucristo resucitado esta en nosotros, por eso dice Pablo en Romanos 8:31 “si Dios por nosotros quien contra nosotros” asimismo el escritor de la carta a los Hebreos 12:2 dice: “puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe”, el ya no esta en la carne, él es Dios mismo, el fue el hijo de Maria ahora ya no, Nuestros ojos físicos no lo ven, pero si nuestros ojos del entendimiento, el no se quedo niño, creció murió y resucito su gloria es su cuerpo glorificado, hablamos con, oramos y alabamos al Jesucristo resucitado, el no solo esta en nosotros, sino que también esta sobre nosotros, y además esta por nosotros Efesios 4:6, nuestra cobertura es Dios no ningún hombre, tenemos a Dios mismo por Padre, en nosotros y sobre nosotros. ¡Gloria a Dios!
PASTOR: OSCAR ENRIQUE TENES PELLECER
Centro Biblico Amor y Gracia, Guatemala C.A.
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