EL VERDADERO ANELO DEL AVIVAMIENTO
CRISTIANO

por Henry Vega Alvarez

Avivamiento espiritual de la Iglesia.

Texto:”O Jehová, aviva tu obra, en medio de los tiempos” Habacuc 3:2.

La religión verdadera es la obra de Dios, el considera la obra de gracia aún más gloriosa que las obras de la naturaleza. La religión verdadera es el efecto de la gracia, y que es obra de Dios. Es un pecado de gran magnitud suponer que hay algo en el corazón del hombre aceptable delante de Dios, a excepción de aquello que Dios mismo ha creado primero en él, si hay algo en nuestras almas que nos puede llevar al cielo  es solamente la obra de Dios.
Dios es quien despierta el alma que estaba muerta, verdaderamente muerta (Efe.2:1)“en delitos y pecado”; es Dios quien mantiene y da la vida a nuestra alma, y Dios es quien consuma y perfecciona la vida ahora y para siempre, sólo  Dios.Comensemos a pensar entonces Señor avivanos a  nosotros mismos.
Empecemos con nosotros mismos, recordando que somos parte de la Iglesia, y que nuestra propia necesidad de avivamiento  personal es la causa en gran medida del avivamiento en la Iglesia en mayor escala. Me responsabilizo a mí mismo, con la necesidad de un avivamiento de piedad, amor en estos dias, miremos la conducta y conversación de los que profesan ser hijos de Dios lo menos que se habla con otros cristianos es de las cosa de Dios. El sagrado lugar de un púlpito para algunos predicadores es adular a sus oyentes tratando quizas de aumentar su popularidad o las ofrendas olvidando la palabra de Dios que es lo mas importante; no haré tal cosa sino lo principal es decir lo que la Biblia la palabra de Dios quiere de nosotros los hijos de Dios, quizas sea un llamado de atencion :
. ¿ Será que los vicios ya se han eliminado en tu vida o talvez no?
Las malas amistades, el temor de dacir que eres cristiano, el juego, la vevida, el cigarro, las mujeres, el adulterio, protitucion la droga o aquello que solo tu y Dios lo saben, pero tu sabes que esta mal.
Esta época es tan inmoral, todavía hay mucho pecado, aunque tal vez esté tapado o escondido.
La parte externa del sepulcro puede ser que esté muy blanca; pero por dentro; los huesos estan (Mat.23:27) carcomidos como antes, esto es algo dificil  de reconocer para los cristianos pero sino lo decimos nosotros, y si los amigos no lo dicen, los enemigos lo harán; y es preferible que hablemos la verdad entre nosotros, y que se sepa que nos avergonzamos de esta situación, antes que los de afuera se enteren y nos señalen y negemos lo que deberíamos reconocer . Oh, queridos las vidas de muchos miembros de iglesias cristianas proporcionan una grave causa para sospechar que no hay nada de bondad en ellas! ¿ Por qué ese afan por conseguir dinero? ¿ Por qué esa avaricia y codicia? ¿por qué ese deseo de seguir el estilo y las maneras de un mundo malvado? ¿Por qué ese olvido de las necesidades de los pobres, ese mal trato a los obreros, y cosas similares, falta del deseo de ganar almas para Cristo e ir en vusca de los predestinados ?. Ahora esta de moda ser religioso; ya no hay persecución como antes,y nos olvidamos por eso que somos cristianos pídale a Dios que le dé más gracia, de modo que pueda renunciar a la falsedad y a las necedades, y volverse a El con verdadero proposito de corazón de mostrar sí que es un hijo de Dios.
Cuando entramos a la casa de nuestros hermanos, ¿tenemos el interés principal de hablar de la verdad de Dios?
¿ Piensan que Dios se asomará desde el cielo para escuchar la conversación de su iglesia?, como esta escrito que (Mal.3:16) “el Señor se inclinó y oyó, y fue escrito un libro en memoria para aquellos que temen a Jehová  y que meditan en su nombre”. Yo digo con seguridad, porque lo he observado y visto detenidamente, y creo que inparcialmente, la conversación de los cristianos, aunque no se puede techar de inmoral, si se puede tildar por su falta de calidad  cristiania. Hablamos muy poco de nuestro Señor y Dueño.
Tenemos que estar orando: Señor, aviva tu obra en mi alma, para que mi conversación sea más semejante a la de Cristo, sazonada con sal, y dirigida por el Espíritu Santo (Col.4:6).
Hay muy poca comunión real con Cristo Jesús, falta de aquella santa comunión con Jesús que es la verdadera marca de un verdadero hijo de Dios. Hagamonos esta pregunta: ¿Cuanto hace que no experimentamos una  visita de Jesús en la intimidad, de manera que puedan decir,”mi amado es mio y yo soy Suyo, el apacienta en medio de los lirios”.(Cant.2:16).
¡No!, deberían haberlo hecho. No puedo entender cómo, si no vemos la luz de Cristo y seguimos contentos como si nada. ¿Es Cristo tu Hermano, y vive Él en tu casa y no has pasado tiempo de conversación verdadera con Él ?. Es Cristo el esposo de la Iglesia, y no tiene ella comunión con Él.
Muchos de los pesares de nuestro corazón provienen de nuestra falta de comunión con Jesús. “ Oh Jehová aviva tu obra”, me parece escuchar, “Señor yo no necesito ningun avivamiento en mi corazón; soy todo lo que quiero ser”, Arrodillense hermanos. Doble su rodilla porque el que así piense, necesita un avivamiento en su humildad, su noción del cristianismo es bastante pobre, o de lo que debe ser un cristisno. Porque los que están en mejor condición espiritual, aún así desean avivamiento, y reconocen su situación y gimen por ella.
Habacuc sabía como clamar “ Oh Jehová ”, decía él. ¡ aviva tu obra!,  hay muchos de nosotros que queremos ver avivamiento, pero pocos de nosotros tenemos un verdadero sentimiento de necesidad por el, es una bendita marca de la vida interior cuando sabemos cómo lamentar nuestro alejamiento del Dios viviente lleno de gracia, Santo e infinito rn amor.
Es facíl encontrar por montones a los que se han apartado de los caminos de Dios, pero con dificultad hallamos los que de verdad lamentan haberse alejado. El verdadero creyente, sin embargo, cuando se da cuenta que necesita avivamiento, no se siente feliz; sino que comenzará esa continua e incesante necesidad de clamar a Dios, donde Él finalmente escuchará, y traerá la bendición del avivamiento sobre cada uno de nosotros y de su iglesia, este creyente  pasará durante días y noches, no tendrá descanso, siempre clamando en su corazón:
“Oh Jehová, aviva tu obra”.
Cuando escucha un sermón que se relaciona con la gloriosa experiencia del creyente,(salvación) decimos: esa fue mi experiencia una vez; pero aquellos días felices han pasado. El sol que una vez alumbraron mi oscuridad se han ido y solo me queda el recuerdo.
Si esta es tu situación aquellos tiempos serán tiempos de clamor.
Tambien para un cristiano que desea avivamiento, decir con devoción “Amen”; pero el sermón me parece seco, sin sentido, aburrido, no esta la falta en el predicador, la falta está en ti mismo. Aquel cristiano nesecita volver a los benditos medios de gracia, suspirando y sollozando, porque sabe que desea, nesecita un avivamiento. ¡Oh! ¡Que bellas temporadas tuve  antes!. La casa verdaderamente en “casa de Dios y puerta del cielo, ahora sin sabor y sin dulzura, no estoy pensando en mi Cristo, mi corazón no se levanta; mi alma no eleva como debería a cerca de Él; y entonces el cristiano comenzará a clamar de nuevo ¡Oh Jehová, aviva tu obra!. Aquellos entre nosotros que sabemos que somos de Cristo, pero sienten que no estan en la condición que desean, porque no le aman lo suficiente, y no tienen aquella fe en Él que desearían tener.
Cuando piensa que su Señor se ha ido- ¿levanta usted la bandera negra del duelo y grita, ”¡Oh, mi Jesús! ¡Oh, mi Jesús! ¿No me dejes?. Si no hace esto, entonces le exorto, aconsejo a que lo hagas. Hágalo, hágalo; y quiera el Señor darle la gracia para continuar haciéndolo, hasta que venga el momento en que su alma reviva.
Recuerde que el alma, cuando de verdad es traída a reconocer su propio estado, por causa de su alejamiento de Dios, nunca disfrutará del amor y la gracia de Dios a menos que el clamor se vuelva en oración y ruego, hasta que no ore como estamos diciendo:! Oh Jehová aviva tu obra!. Algunos de ustedes dicen tal vez, sí señor siento mi necesidad de avivamiento, y tengo la intención de comenzar esta tarde, en cuanto salga de aquí, de revivir mi alma, NO lo diga, y, sobre todo no trate de hacerlo, porque nunca lo logrará. No tome decisiones con respecto a lo que va hacer; sus buenos propósitos, sólo servirán para aumentar los numeros de sus pecados en vez de tratar de avivar sus propias almas ríndanse, entregese en oración. No digan, Me voy avivar más bien clamen; ¡Oh, Señor aviva tu obra!, y déjenme decirles:
Ustedes mismos hablen con Dios de la necesidad personal de avivamiento, un soldado herido en batalla no se cura a sí mismo sin tener los remedios, ni va a un hospital por sí mismo cuando ha sido herido en batalla. Esto es lo mismo que pensar que usted se puede reavivarse a sí mismo  sin la ayuda de Dios, te advierto que no lo intentes, no busquen hacer cosa alguna para reavivar sus almas, hasta que ayan reconocido que lo primero que se debe hacer es dirigirse al Señor en humilde oración suplicando su poder – si usted no ha clamado “Oh, Jehová, aviva tu obra”.
Recuerde, es Aquel que primero le dio vida, el mismo que lo puede mantener con vida; aquel que lo ha mantenido con vida ha de restaurar su vida también. Aquel que lo a preservado de caer en el fondo del abismo, cuando sus pies casi han resbalado, es el único que puede ponerlo sobre la roca, y establecerle con seguridad. Comience, entonces por humillarse renunciando a toda forma de auto-confianza o esperanza de decir yo solo lo puedo hacer reavivarse a sí mismo como Cristiano, en ves de esto, hay que empezar con firme oración y sincera súplica delante de Dios: Oh Señor lo que yo no puedo hacer, ¡Hazlo, tú! Oh Jehová, Aviva tu obra!.-
Dios le bendiga.Amen. Henry Vega Alvarez  Anciano de la primera Iglesia Presbiteriana en el Uruguay.Ciudad de Rivera. 25-03-06.-Predicado el dia Sabado en Mandubi.-
(La base  y algunas de la espresiones de este estudio es extractado de Libro del predicador Charles Haddon Spurgeon).-

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