EL SANCTO EVANGELIO DE IESV
CHRISTO ESCRIPTO POR
S. MATTHEO.
(Traducción de Francisco de Enzinas)
Cap. l.
LIbro de la genealogia de Iešu Chrišto hijo de Dauid, hijo de Abrahã. Abraham engendro a Išaac. Išaac engendro a Iacob Iacob engendro a Iudas, y Iešus hermanos. Iudas engendro a Phares, y Zaram, de Thamar. Phares engendro a Ešrom. Ešrom engendro a Aminadab. Aminadab engendro a Naaššon. Naaššon engendro a Salmon. Salmon engendro a Booz, de Rachab. Booz engendro a Obed, de Ruth. Obed engendro a Iešše. Iešše engendro a Dauid Rei.
Dauid Rei engendro a Salomon, de a quella que abia šido muger de Vrias. Salomon engendro a Roboam. Roboam engendro a Abias. Abias engendro a Aša. Aša engendro a Iošaphat. Iošaphat engendro a Ioram. Ioram engendro a Hozias. Hozias engendro a Iohatham. Iohatham engendro a Achaz. Achaz engendro a Ezecias. Ezecias engendro a Manaššes. Manaššes engendro a Amon. Amon engendro a Iošias. Iošias engendro a Iechonias, y a šus hermanos en el deštierro Babilonico.
Y dešpues de la captiuidad Babilonica Iechonias engendro a Salathiel. Salathiel engendro a Zorababel. Zorobabel engendro a Abiud. Abiud engendro a Eliazim. Eliazim engendro a Azor. Azor engendro a Sadoc. Sadoc engendro a Achin. Achin engendro a Eliud. Eliud engendro a Eleazar. Eleazar engendro a Mathan. Mathan engendro a Iacob. Iacob engendro a Iošeph, marido de Maria, de la qual fue engendrado aquel Iešus, que es llamado Chrišto.
De manera que todas las generationes dešde Abraham hašta Dauid fueron quatorze generationes. Y dešde Dauid hašta la captiuidad Babilonica quatorze generationes. Y dešde la captiuidad Babilonica hašta Chrišto, quatorze generationes. El našcimiento pues de Iešu Chrišto es dešta manera.
Por que šiendo dešpošada Maria šu madre con Iošeph, antes que še vbiešen conošçido še hallo preñada del Ešpirito šan¢to. Entonces Iošeph šu marido šiëdo jušto, y no la querien de inšamar, quišo šecretamente a partar še della. Y miëtras el eštas cošas en šu animo conšideraba: Veis a qui, e1 angel del Senor še le aparešçio en fueños diciëdo. Iošeph hijo de Dauid, no temas de rešçeuira Maria tu muger. por que lo que en ella es conçebido es del Ešpirito šan¢to. Y parira un hijo. y le põdras por nombre Iešus. Por que ešte hara šaluo al pueblo šuyo de šus peccados. Y todo ešto ha šido hecho, por que še cÜplieše lo que el šeñor hablo por el Propheta, que dize. Veis aqui la virgen šera prenada, y parira vn hijo, y le põdras por nombre Emunuel, que quiere dezir, Dios cõ nošotros. Y šiëdo Iošeph dešpierto del šueño, hizo aši como še lo abia mandado el angel del šeñor y rešçiuio a šu muger y no la conošçio hašta que vbo parido el hijo šuio primogenito, y le pušo por nombre Iešus.
Cap.2.
COmo fueše pues našçido Iešus en Bethlehem çibdad de Iudea en los dias del rei Herodes: Veis a qui, los: Magos venieron de Oriente a Hierušalem, diziendo. Donde ešta aquel que es našçido Rei de los Iudios? Por que nošotros hemos višto šu eštrella en Oriente, y venimos para adorar le. Y oyendo ešto e1 Rei Herodes fue turbado, y con el toda Hierušçallem, y llamando a todas los pontifiçes y ešcribas del pueblo, les demãdo donde Chrišto fueše našçido, Ellos le dixeron. En Bethlehem de Iudea. Por que aši ešta šcripto por el Propheta. Y tu Bethlehem tierra de Iuda no eres por cierto la menor entre los prinçipes de Iuda: Por que de ti me šaldra a luz vn tal gobernador, que gobernara el pueblo mio de Išrael: A la ora Herodes llamados šecretamente los Magos, še inšormo dellos con diligentia, del tiempo en que la eštrella abia aparešçido, y mandando les yr a Bethlehem dixo. Llegados alla curiošamente bušcad el niño: y quando le vbieredes hallado, hazed me lo šaber, para que yo tanbien baya y le adore. Y ellos abiendo oydo al Rei še partieron. Y veis aqui, la eštrella que abian višto en Oriente yba delante dellos, hašta tanto que llegada še paro šobre el lugar don de eštaba el niño. Y en viendo la eštrella še alegraron con gozo grandiššimo. Y entrados en la caša hallaron al niño cõ Maria šu madre, y proštrados en tierra le adoraron, y abiertos šus thešoros Le ofrešçierõ dones, Oro, Enciëšo, y Myrrha. Y abišados por el oraculo diuino en šueños que no bolbiešen a Herodes, por diuerša via še tornarõ a šu tierra. Dešpues que ellos fueron partidos, veis aqui, el angel del Señor še aparešçio en šueños a Iošeph diziendo: Ieuantate, y toma all niño y a šu madre, y huye en Egipto, y eštaras alli hašta tanto que yo te lo vbiere dicho. Por que acontešçera que Herodes ande a bušcar al niño, para matarle. Dešpues que el fue dešpierto tomo al niño y a šu madre de noche, y še fue a Egipto, y eštubo alli hašta la muerte de Herodes, para que še cumplieše lo que fue dicho del Señor por el propheta diziendo: De Egipto llame a mi hijo. Entonces Herodes como še bieše engañado de los Magos; fue indignado grauemente, y embio a matar todos los niños que abia en Bethlehem, y en todos šus confines, de edad de dos años, o menores, conforme al tiempo que claramente abia de los Magos entendido. Entonzes fue cumplido lo que abia šido dicho por Hieremias Propheta, diziendo: La voz en Rhama fue oida, lamentation, planto, y llorido grande. Rachel que lamentaba šus hijos, no quišo šer conšolada por que non šon. Siendo pues defun¢to Herodes veis aqui el angel del Señor še aparešçio en šueños a Iošeph en Egipto, diziendo. Leuantate, y toma al niño y a šu madre, y bete en la tierra de Išrael. Por que ya šon defun¢tos los que bušcaban el anima del niño. Y el leuantando še tomo al niño y a šu madre y še fue a tierra de Išrael. Pero como oyeše que Archelaus reinaba en Iudea cn lugar de Herodes šu padre, tubo temor de yr alla, pero šiendo por reuelation diuina aduertido en šueños še fue en las partes de Galilea, y llegado moro en la cibdad que es llamada Nazareth: por que še cumplieše lo que abia šido dicho por el propheta Nazareno šera llamado.
Cap.3.
PVes en aquellos dias vino Iohannes Baptišta predicãdo en e1dešierto de Iudea y diziendo. Hazed penitentia por que še appropinqua el reino de los cielos. Por que ešte es aquel de quien dixo Ešaias propheta, diziëdo: La voz del que clama en el dešierto, aparejad el camino del Señor, hazed derechos šus šenderos. El mišmo Iohannes eštaba veštido de pelos de Camellos, y la çinta de cuero que ceñia šus lomos. Y el šu mantenimiento eran langoštas, y miel šilueštre. Entonces šaliole al camino Hierušalem, y toda Iudea, y toda la region vizina del Iordan, y los que šus peccados confešaban eran por el en el Iordan baptizados. Viendo pues muchos de los pharišeos y šaduçeos que venian al šu baptišmo, les dixo. Generaçion de Biboras, quien os enšeño a huir de la yra šutura? Hazed ya frutos dignos de penitencia, y no penšeis de dezir entre uošotros mišmos, nototros tcnemos a Abraham por padre. Por que en verdad os digo, que Dios es poderošo para rešušçitar de eštas piedras hijos a Abraham. Ya ešta puešta la hacha a la raiz de los arbores. Todo arbor pues que no trai bueñ šrato es cortado, y es echado en e1 fuego. Es verdad que yo os baptizo en agua para poenitëtia, pero aquel que dešpues de mi bëdra es mas potëte que yo, del qual yo no šoi digno de traer šu calçado, el os baptizara en Spiritu šan¢to, y šuego. El tiene šu vieldo en šu rnano, y limpiara šus heras, y recogera šu trigo en el granero, y la paja quemara en fuego que jamas šera apagado. Entonces llego Iesus de Galilea al Iordan a Ioban para šer del baptizado. Pero Iojan lo rehušaba diziendo: Yo tengo neçeššidad de šer de ti baptizado, y tu bienes a mi? Pero rešpondiëdo Iešus le dixo. Conšiente por el prešente. Por que aši nos conuiene para cumplir toda juštitia. Entonçes še lo conšintio, y šiendo baptizado Iešus šubio prešto del aqua, y veis aqui, los cielos fueron abiertos, y vio el špiritu de Dios dešçendiente a ši como paloma, y que benia šobre el. Y veis aqui vna voz del cielo que dize. Ešte es el amado hijo mio en el qual go me glorifico.
Cap.4
ENtonces fue llebado Iešus en el deIierto por el špiritu, para šer tentado del Diablo. Y abiendo ayunado quarenta dias y quarenta noches, dešpues vbo hambre. Y llegãdo še a el el tëtador, dixo. Si tu eres hijo de Dios, di, que eštas piedrus še tornen pan. El le respondio, y dixo, Ešripto ešta: no con šolo pan še šu|tëtara el hombre. Sino Con toda la palabra que šale de la boca de Dios. Entonçes le llebo conšigo el Diablo en la çibdad šan¢ta, y pušo le šobre el pinaculo del templo, y le dixo. Si tu eres hijo de Dios, dejate caer de aqui abajo. Por que šcripto ešta, a šus angeles dara cargo de ti, y en las manos te šoštendran, por que no eštropieçes en la piedra con tu pie. Dixo le Iešus, tanbien ešta ešcripto: No tentaras al Señor Dios tuio. Otra bez le llebo con šiglo el diablo en vn monte mui alto, y le moštro todos los reinos del mundo, y la gloria dellos, y dixo le. Todas eštas cošas te dare, ši humillando te me adorares. Entõces le dixo Iešus, bete Satanas. Porque šcripto ešta. Al Señor Dios tuio adoraras, Y a el šolo šeruiras. Entonces le dexo el Diablo, y veis aqui los angeles venian a el y le šeruian. Quando vbo Iešus oydo que Iohannes era prendido, še fue a Galilea, y dexada Nazareth še fue y moro en Capernao, que es çibdad vezina del mar, en los terminos de Zabulon y Nephthalim, para que še cumplieše lo que abia šido dicho par el Propheta Ešaias, que dizc. La tierra de Zabulon y Nephthalim en la via del mar de la otra parte del Iordan, Galilea de las gentes: el pueblo que eštaba caido en tinieblas vei vna grand luz, y a los que viuian en la region y šombra de la muerte, les es aparešçida la lumbre. Dešde aquel tiempo començo Iešus a predicar, y dezir: Hazed poenitentia por que ya še açerca el reyno de los cielos. Y andando še pašeando Iešus cerca del mar de Galilea, vio dos hermanos. a Simon que era llamado Pedro, y a Andres hermano fuio, que echaban las redes en el mar (por que eran pešcadores) y dixo les. Venid comigo, y hazer os he pešçadores de hombres. Ellos dexando a la ora las redes le šiguieron. Y partido de allivio otros dos hermanos, a Iacobo hijo de Zebedeo, y Iohã hermano fuio en el nauio cõ Zebedeo šu padre, que adobaban šus redes, y llamo los. Ellos a la ora dexando la naue y a šu padre, le šiguieron. Y andaba Iešus par toda Galilea enšeñando en las šynagogas de aquellos, y predicando el euangelio del reino, y šanando toda enfermedad, y toda dolençia en el pueblo. Y mano šu fama por toda Syria. Y traxeron le todos los que eštaban mal dišpueštos de varias enfermedades, y paššiones, y endemoniados, y lunaticos, y tollidos, y los šano. Y le šiguio grand multitud de gente de Galilea y de Decapolis, y Hierušalem, y Iudea, y de la otra parte del Iordan.
Cap.5.
Y Viendo la multitud de gentes še šubio al monte y como še vbieše šentado allegaron še a el šus dišçipulos. Y el abriendo šu boca los enšeñaba diziendo. Bien auenturados šon los pobres de špiritu, por que de aquellos es el reino de los çielos. Bien auenturados šon los que eštã trištes, por que aquellos šeran conšolados. Bien auenturados šon los manšos, par que aquellos rešçeuiran la heredad de la tierra. Bien auenturados šon los que tienen hambre y šed de iuštitia, por que aquellos šeran hartos. Bien auenturados šan los mišericordiošos, par que aquellos alcançaran mišericordia. Bien auenturados šon los limpios de corazon, por que aquellos veran a Dios. Bien auenturados šon los paçišicos por que eštos hijos de Dios šeran llamados. Bien auenturados šon los que padeçen peršecution por la iuštitia, por que de aquellos es el reino de 1os çielos. Bien auenturados šois quando os vbieren dešpreciado, y os vbieren peršeguido y dixeren toda mala palabra contra vošotros, mentiendo por mi causa. Alegraos y gozaos, por que vueštro premio es grande en los çielos. Por que dešta manera tanbien peršiguieron a los prophetas, que fueron antes que vošotros. Vošotros šois la šal de la tierra, y ši la šal fuere buelta deššabrida, con que šera šalada? Para ninguna coša bale mas šino para que šea echada fuera, y šea pišada de los hombres. Vošotros šois la luz del mundo. La çibdad que ešta puešta šobre el monte, no še puede ešconder: ni açienden la candela, y la ponen debajo del çelemin, šino šobro, el candelero, y alumbra a todos que eštan en casa. Aši relumbre la luz vueštra delante de los hombres, para que vean vueštras buenas obras, y glorifiquen al padre vueštro que ešta en los cielos. No penšeis que yo vine a deštruir la ley o los Prophetas. Yo no vine a deštruir, šino a cumplir. Por que en verdad os digo, hašta que falte el cielo y la tierra, vna iota, o vna tilde no faltara de la ley, hašta tanto que todas las cošas šean cumplidas. Quien quiera pues que rompiere, vno deštos mas pequeños mandamientos, y enšeñare aši a los hombres, el mas pequeño šera llamado en el reino de los cielos. Pero quien quiera que vbiere hecho y enšeñado, ešte šera llamado grande en el reino de los çielos. Por lo qual os digo, que šino abundare vueštra iuštitia mas que la de los šcribas y pharišeos, no podreis entrar en el reino de los çielos. Oištes que fue dicho a los antiguos, No mataras: Y el que matare šera digno de šer punido del juizio. Pero yo os digo que quien quiera que še ayra šin razon con šu hermano, šera digno de šer punido del iuizio. Y quien quiera que dixere a šu hermano Racha, šera digno de šer punido del Conšejo. Y quien quiera que dixere loco, šera digno de šer punido del fuego del infierno. Si ofrešçieres pues tu don en el altar, y alli še te accordare que tu hermano tiene alguna coša contra ti, dexa alli tu don de lante del altar, y bete primero a reconçiliar con tu hermano, y dešpues biniendo ofrešçe el don tuyo. Ten beneuolentia con tu adueršario prešto, entre tanto que eštas en la via con el: por que no šea que el adueršario te ponga en las manos del juez, y el juez te entregue al miništro, y šeas metido en la carçel. En verdad te digo, que no šaldras de alli, hašta tanto que ayas acabado de pagar el poštrer marauedi. Oyštes que fue dicho a los antiguos. No cometeras adulterio. Pero yo os digo que quien quiera que mirare la muger, para dešear la, ya ha cometido adulterio con ella en šu corazan. Y ši tu ojo derecho te ešcandalizare šaca le, y echale de ti. Por que mas te bale que perezca vno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo šea echado en el infierno. Y ši la tu mano dieštra te ešcandalizare cortala, y echa la deti. Por que mas te bale que perezca vno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo šea echado en el infierno. Dicho ešta. Quien quiera que repudiare a šu muger, de le librico de diuorçio. Pero yo os digo, que quien quiera que repudiare a šu muger, excepto por cauša de adulterio, haze que ella šea adultera: y quien quiera que še cašare con la que es repudiada comete adulterio. Tanbien oyštes lo que fue dicho a los antiguos. No perjuraras, pero pagaras al šeñor tus juramentos. Pero yo os digo. No jureis por ninguna via, ni por el cielo, por que es throno de Dios, ni por la tierra, por que es eštrado de šus pies, ni por Hierušalem, por que es çibdad del grand rei, ni por tu cabeza juraras, por que no puedes hazer vn cabello šolo blanco, o, negro. Pero šera vueštra palabra, ši, ši, no, no. Y lo que allende dešto šeannade de malo proçede. Oištes que fue dicho, ojo por ojo, y diëte por diëte. Pero yo os digo. No rešištais al malo. Pero ši alguno te diere vna bofetada en tu dieštra maxilla, buelbele tãbien la otra. Y al que quišiere litigar con tigo en juizio, y quitarte tu šayo, dexa le tãbien la capa, y quië te cõštriñere a yr con el vna legua, yras con el dos. Al que te pide daras, y al que quišiere tomar de ti empreštado, no še lo contradiras. Oištes que fue dicho: Amaras a tu proximo, y: tendras odio con tu enemigo. Pero yo os digo, amad a vueštros enemigos, bendezid a los que os maldizen: Hazed bien a los que tienen odio con vošotros: Rogad por aquellos que os dañan y peršiguen, para que šeais hijos del padre vueštro que ešta en los çielos, el qual permite nazer šu šol šobre malos y buenos, y embia šu llubia šobre iuštos y iniuštos. Por que ši amaredes a los que os aman a vošotros, que premio teneis? No os parešçe que los publicanos hazen tanbië lo mišmo? Y ši con amor y beneuolençia reçiuieredes a vueštros hermanos šolamente, que grand coša hareis? No os pareze que tãbien los publicanos lo hazen? Sereis pues vošotros perfe¢tos. aši como es perfe¢to el padre vueštro que ešta en los çielos.
Cap.6.
GVardaos de hazer vueštra limošna en prešençia de los hombres por šer vištos dellos. Por que de otra manera no teneis premio çerca del padre vueštro que ešta en los çielos. Pero quando hizieres limošna no šea publicada con trompetas delante de ti, aši como los hypocritas hazen en las šynagogas, y en las plaças, para que šean glorificados de los hombres. En verdad os digo, que tienen ya šu galardon. Pero quando tu hizieres limošna, no šepa tu mano šinieštra, lo que haze la dieštra para que šea tu limošna en šecreto, y el padre tuyo que lo vei en šecreto, te dara el galardon en publico. Y quando tu orares no šeras aši como los hypocritas. Por que aquellos še huelgan de orar eštando en las šynagogas, y en los cantones de las plaças, para que šean vištos de los hombres. En verdad os digo que reziuen ya šu galardon. Pero quando tu oras, entrate en tu camara, y çerrada tu puerta ora al padre tuio que ešta en šecreto, y el tu padre que lo vei en šecreto, te dara el galardon en publico. Pero orando no hablareis muchas palabras, aši como los gentiles. Por que pienšan que con šus muchas palabras han de šer oydos. No šeais pues vošotros šemeiãtes a eštos por que el padre vueštro šabe de que cošas teneis neçeššidad antes que še las pidais. Dešta manera pues orareis vošotros.
Padre nueštro que eštas en los çielos, šar¢tišicado šea el tu nombre.
Venga el tu reino.
Sea hecha tu voluntad aši en la tierra como en el çielo.
Da nos oy el pan nueštro quotidiano.
Perdona nos nueštras deudas, aši como nošotros perdonamos a nueštros deudores.
No nos permitas caer en la tentaçion, šino libra nos del malo, por que tuio es el reyno y la potençia y la gloria en los šiglos de los šiglos. Amen.
Por que ši vošotros perdonaredes a los hombres šus errores, el padre vueštro çeleštial os perdonara tanbien a vošotros. Pero šino perdonaredes a los humbres šus errores, tãpoco el padre vueštro perdonara vueštros errores. Y quando vošotros ayunaredes, no šeais aši como los hypocritas trištes, por que obšcuran šus caras, para que šea notorio a los hombres que ayunan. En verdad os digo, que rešçiuen ya a šu galardon. Tu pues quando ayunas, vnge tu cabeza, y laba tu cara, por que no šea notorio a los hombres que ayunas, šino al padre tuyo que ešta en šecreto. Y el padre tuyo que lo vei en šecreto te dara el galardon en publico. No athešoreis thešoros en la tierra, donde el orin, y la polilla los corrompe y donde los ladrones caban y los roban. Pero athešoraos thešoros en el çielo donde ni el orin ni la polilla penetra, y donde los ladrones no caban ni roban. Por que a donde eštubiere vueštro thešoro alli eštara tanbien vueštro corazon. La lumbre del cuerpo es el ojo. Si fuere pues tu ojo šimple, todo tu cuerpo tendra claridad. Pero ši tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo šera lleno de tinieblas. De manera que ši la lumbre que ešta en ti šon tinieblas, las mišmas tinieblas quantas šeran? Ninguno puede šeruir a dos šeñores. Por que, o, al vno aborreçera y al otro amara, o, al vno še allegara, y al otro menošpreciara. No podeis šeruir a Dios y al dinero. Por lo qual os digo que no šeais šoliçitos de vueštra vida, que coša ayais de comer, o, de beber: ni de vueštro cuerpo, que os ayais de veštir. No os parešçe que el anima es mas que la vianda, y el cuerpo mas que el veštido? Volued los ojos a las aues del çielo, que no šiembran, ni šiegan, ni ençierran en los graneros, y el padre vueštro çeleštial las šuštenta. No os parešçe que šois vošotros de mucho mayor preçio que ellas? Pues, quien ay de vošotros que šoliçiatamente penšando pueda añadir vn codo a šu eštatura? Y del veštido, por que eštais šoliçitos? Conšidarad los lilios del campo de que manera crešcan: no trabajan, ni hilan. Pero en verdad os digo que ni aun Solomon en toda šu gloria fue de tal manera veštido como vno deštos. Y ši la yerua del campo que es oy, y manana še mete en el horno Dios aši vište, quanto mejor hara lo mišmo a vošotros, o hombres de poca confianca? No ešteis pues šolicitos, diziendo: Que comeremos, o, que beberemos, o que nos veštiremos? Por que todas eštas cošas los gentiles las bušcan. Pues que vueštro padre çeleštial šabe que vošotros teneis neçeššidad de todas eštas cošas. Bušcad primero el reino de Dios. y la iuštitia šuia y todas eštas cošas še os allegaran. No šeais pues vošotros šoliçitos para el dia de mañana por que el dia de mañana tendra cuidado de ši mišmo. Baštale a cada dia šu affli¢tion.
Cap.7.
No juzgeis, y no šereis juzgados. Por que con el juizio que vošotros juzgaredes šereis juzgados, y con la medida que midieredes šereis medidos. Pues por que veis tu la paja que ešta en el ojo de tu hermano, y la biga que ešta en tu ojo no conšideras? O como dizes a tu hermano, dexa que te quite la paja de tu ojo, y veis aqui la biga que ešta en tu ojo? Hypocrita, quita primero la biga de tu ojo, y entonces veras de quitar la paja del ojo de tu hermario. No deis lo que es šan¢to a los perros, ni echeis las margaritas vueštras a los puercos, por que no šea que las pišen y bueltos contra vošotros os dešpedazen. Pedid, y šera os dado. Bušcad y hallareis. Llamad, y šera os abierto. Por que quien quiera que pide, rešçiue: Y quien quiera que bušca, halla: y al que llamare, šera le abierto. Ay por ventura algund hombre entre vošotros, el qual. ši šu hijo le pidiere pan le dara vna piedra? O ši le damandare pešcado, por ventura dar le ha vna šerpiente? Si vošotros pues šiendo malos šabeis dar buenos dones a vueštros hijos, quanto mas el padre vueštro que ešta en los cielos dara cošas buenas a los que las pidieren del mišmo? Todas las cošas pues que quišieredes que con vošotros hagan los hombres de la mišma manera hazed vošotros tanbien con ellos. Por que ešta es la ley y los prophetas. Entrad por la puerta eštrecha por que ancha es la puerta, y ešpaçioša es la via que guia a la perdiçion, y muchos šon los que entran por ella, por que es angošta la puerta, y eštrecha la via que guia a la vida, y pocos šon los que la hallan. Guardaos pues de šalšos prophetas, que vienen a vošotros en veštiduras de ouejas, pero de dentro šon Lobos carnizeros. De los frutos fuios los cognošçereis a ellos. Por vëtura cogë še de las ešpinas vbas? o, de los abrojos higos? aši todo arbor bueno haze buenos šrotos, y e1 arbor podrido trai malos šru¢tos. No puede el arbor bueno hazer malos šru¢tos, ni e1 arbor podrido traer buenos šru¢tos. Todo arbor que no tray buenos frutos es cortado, y es hechado en el šuego. En šin conošçer los heis de šus šru¢tos. No todos los que me dizen Señor Señor entraran en el reino de los çielos, šino aquel que haze la voluntad del padre mio que ešta en los çielos. Muchos me diran en aquel dia Señor, Señor: No prophetizamos nošotros por el tu nombre? y por el tu nombre echamos los demonios? Y por e1 tu nombre hizimos muchas virtudes? Y entonces yo les conšešare, yo nunca os conošçi. Vošotros los que obrais maldad apartaus de mi. Quië quera pues que oye de mi eštas palabras, y las haze le comparare al baron prudente, el qual edifico šu caša šobre çimiëtos de piedra y dešçendio la llubia, y vinieron los rios, y šoplaron los vientos, y con mucho impeto a cometieron aquella caša, y no fue derribada: por que eštaba fÜdada šobre la piedra. Y quien quiera. que oy de mi cštas palabras, y no las haze, šera comparado al hombre loco que edifico šu caša šobre la arena, y dešçendio la llubia, y binieron los rios, y šoplaron los vientos, y combatieron aquella caša, y fue derribada, y fue šu caida grande. Y a contešçio que quando Iešus vbo acabado eštas palabras, še quedaron admiradas las gentes de šu do¢trina: por que los enšeñaba aši como aquel que tenia autoridad, y no como los ešçribas.
Cap.8.
Y Quando fue bajado del monte mucha multitud de gente le seguia, y mira, llegando še a el vn leprošo le adoro, diziendo: Señor, ši quieres, puedes me limpiar. Y ešteñdiendo Iešus la mano le toco, diziendo. Quiero, šei limpio. Y a la ora fue limpiada šu lepra. Y dixo le Iešus. Mira que a ninguno lo digas. Pero vete, y mueštra te al šaçerdote, y ofrešçe el don que mando Moišen que les fueše ofrešçido en teštimonio. Y quando fue Iešus entrado en Capernao vino a el Centurio šuplicando le y diziendo: Señor mi criado ešta en caša tollido, y es grauemente a tormentado. Y dixo le Iešus. Enbiniendo yo le šanare. Y rešpondiendo Centurio, dixo. Señor, yo no šoy digno que tu entres dentro de mi caša. Pero šolamëte di vna palabra, y š'era šanado mi criado. Por que tãbië šoi yo hõbre šubie¢to a poteštad, que tëgo de bajo de mi šoldados, y digo a ešte be, y ba, y al otro ben, y biene: y a mi criado haz ešsto, y hazelo. Quando ešto oyo Iešus fue marauillado y dixo a los que le šiguian. En verdad os digo que no he hallado tãta fee en Išrael. Digo os pues que muchos de Oriente y de Occidente vëdran, y še a šentara con Abrahã, Išaac, y Iacob en el reino de los çielos, y los hijos del reino šeran echados en las tinieblas extremas, alli šera planto y cruxido de dientes. Y dixo Iešus a Cëturio, bete, y aši como tu creis, de la mišma manera šera hecho. Y en aquella hora fue šanado šu criado. Y viniedo Iešus en caša de Pedro, vio a šu šuegra en la cama mala de fiebres y en tocando le la mano fue libre de las fiebres, y leuantondoše, les šeruia. Y como še hizieše tarde trixeron le muchos endemoniados, y echo los špiritos con la palabra, y šano todos los que eštaban mal dišpueštos, por que fueše cumplido lo que es dicho por Ešaias propheta, que, dize. Ešte rešçiuio nueštras flaquezas, y tomo šobre ši nueštras enfermedades. Y como vieše Iešus grand multitud de gente entorno de ši mando les yr de la otra parte de la ribera: y llegando še a el vn šcriba, le dixo. Maeštro, yo te šeguire adonde quiera que fueres, Y dixo le Iešus. Las Rapošas tienen cuebas, y las aues del çielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde šu cabeça incline. Y otro de šus dišçipulos le dixo. Señor dexa me primero yr, y enterrar a mi padre. Pero Iešus le dixo: Tu šigue me a mi, y dexa que los muertos entierren a los muertos šuyos. Y como fueše entrado en la naue šiguieron le šus dišcipulos, y myra, lebantoše en la mar tan grand tormenta que la nao šea cubria de las hondas, y el dormia. Y llegando še a el los dišçipulos, le dešpertaron, diziendo: Señor, guardanos, que perezemos. Y el les dixo. Por que eštais tan temerošos hombres de poca fee? Entonces šiendo dešpierto reprehendio los vientos y al mar, y šucçedio bonança grande. Y los hombres še admirabã, diziendo: Quien es ešte, a quien los vientos y el mar obedeçen? Y llegado a la otra parte de la ribera en la region de los Gergešones šalieron le al camino dos endemoniados šalidos de los monumëtos, tan crueles que ninguno podia pašar por aquella via: Y mira, daban grandes alaridos, diziendo: Que tenemos nošotros que ver contigo Iešus hijo de Dios? Venište aca para atormentar nos antes de tiempo? Y eštaba lexos dellos vna manada de puercos pašçiendo. Los demonios le rogaban, diziendo. Si nos echas de aqui, permite nos yr en la manada de los puercos. Y el les dixo, bios. Y šiendo šalidos, še fueron en el hato de los puercos. Y veis aqui, cõ grãd impeto fue dešpënada toda la manada en el mar, y perezierõ en las aguas, y los paštores huyeron, y llegados a la çibdad les hizieron šaber todas las cošas, y lo que abia acõtešçido a los endemoniados. Y veis aqui, toda la çibdad que šalio a reçeuir a Iešus, y en biendole le rogaban, que še partieše de šus confines.
Cap.9.
Y Entrado en la naue še pašo de la otra partc, y vino en šu çibdad, y mira, trixeron le vn tollido, que eštaba echado en la cama, y viendo Iešus la še de aquellos, dixo al tollido. Ešta de buen animo hijo, que perdonados te šon tus peccados. Y mira, algunos de los šcribas dezian entre ši, ešte blašphema. Y viendo Iešus los pëšamientos dellos, dixo. Por que vošotros penšais cošas malas en vueštros corazones? Por que, qual es coša mas facil dezir, šon te perdonados los peccados, o, dezir, Lenantate, y anda? Y por que šepais que el hijo del hombre tiene poder en la tierra de perdonar los peccados. A la ora dixo al tollido, leuantate, y toma tu cama, y bete a tu caša. Y el še leuanto, y še fue a šu caša. Y viendo lo las gentes še marauillaron, y glorificaron a Dios, que abia dado tal poteštad a los hombres. Y partiendo še Iešus de alli, vio vn hombre que eštaba šentado en el cambio llamado Mattheo, y dixo le: Sigue me. Y el leuantando še šiguio. Y a contešçio que eštando Iešus šentado a la meša en šu caša, veis aqui muchos publicanos y peccadores que venieron y še šentaron a la meša con Iešus y šus dišçipulos. Lo qual viendo los pharišeos dixeron a šus dišçipulos. Por que come vueštro maešto con los publicanos y peccadores? Oyendo ešto Iešus, les dixo. Los que eštan šanos no tienen neçeššidad de medico, šino los que eštan enfermos. Andad pues, y aprended que coša šea: Mišericordia quiero y no šacrifiçio. Por que no šoi benido a llamar a los juštos, šino a los peccadores a penitencia. Entonces še llegaron a el los dišçipulos de Iohã, diziendo. Que es la cauša, que nošotros y los pharišeos ayunamos muchas vezes, y tus dišçipulos no ayunã? Y dixo les Iešus, Por vëtura pueden los hijos del ešpošo eštar trištes, entre tanto que ešta con ellos el ešpošo? Pero vendrã dias quãdo šera apartado dellos el ešpošo, y entonçes ayunaran. Ninguno pone remiëdo de paño gruešo en veštidura bieja, por que rõpe el remiendo de aquel paño gruešo algo de la veštidura bieja, y hazeše peor la rotura. Ni echã el vino nuebo en odres biejos, por que še rompë los odres, y el vino še derrama, y los odres še pierden. Pero echan el vino nuebo en odres nuebos, y lo vno y lo otro juntamente še conšerua. Eštãdo 1es diziëdo eštas cošas, veis aqui vn prinçipe que vino y le adoro, diziëdo. Mi hija es muerta poco tiëpo ha, pero ven tu, y pon tu mano šobre ella, y viuira. Y leuantãdo še Iešus le šiguio, y tãbien šus dišçipulos. Y veis aqui vna muger que abia doze annos que eštaba enferma de fluxo de šangre, llegãdo še a el por detras toco el cabo de šu veštidura. Por ÿ ella dezia entre ši mišma ši šolamëte tocare šu veštidura, šere šalua. Y buelto Iešus a ella como la vio le dixo. Ten cõfianza hija, ÿ tu fee te ha hecho šalua. Y fue la muger šalua dešde aquella hora. Y como vinieše Iešus en la caša de aquel principe y vieše los tañedores y la gëte alborotada, les dixo: Apartaos, por que la donçella no es muerta, šino duerme. Y burlabãše del. Y šiëdo apartada la gëte, entrado a dëtro la tomo por la mano, y le bãtoše la dõzella. Y ešta fama še eštëdio por toda aquel la tierra. Y quãdo še partio de alli Iešus le šiguieron dos çiegos dãdo bozes, y diziendo, ten mišericordia de nošotros hijo de Dauid. Y como llego en caša fuerõ še a el los çiegos, y Iešus les dixo. Creeis vošotros que yo puedo hazer ešto? Ellos le dixerõ. Creemos Señor. Entonçes les toco los ojos diziëdo. Cõforme a vueštra fee šea hecho con vošotros, y fueron abiertos šus ojos. Y amenazo los Iešus diziëdo. Mirad que ninguno lo šepa. Pero ellos quãdo še fuerõ diuulgaron šu fama por toda aquella tierra. Y dešpues que aquellos fueron šalidos veis aqui que le traxeron vn hõbre mudo endemoniado. Y echado el demonio hablo el mudo. Y fueron marauilladas las gëtes, diziëdo. NÜca fue višta tal coša en Išrael. Pero los pharišeos deziã por el prinçipe de los demonios echa los demonios. Y andaba çercãdo Iešus todas çibdades y villas enšeñãdo en šus šinagogas, y predicãdo el euãgelio del reino, y šanãdo toda enfermedad y dolençia en el pueblo. Y como vieše las gëtes vbo cõpaššion dellas, por que eštaban dešamparadas, y ešparzidas, aši como ouejas šin paštor. Entoces dixo a šus dišçipulos. La mies es mucha, pero los obreros šon pocos. Rogad pues al Señor de la mies que embie obreros en šu mies.
Cap.10.
Y llamados los doze dišçipulos fuios dio les poteštad cõtra los špiritos impuros, para que los echnšen, y šanašen qual quier enfermedad, y qualquier dolëçia. Y los nombres de los doze Apoštoles šon eštos. El primero Simon que es llamado Pedro, y Andres hermano šuio, Iacobo hijo del Zebedeo, y lohan hermano šuio. Philippo y Bartholomeo, Thomas, y Mattheo, que abia šido publicano, Iacobo hijo de Alpheo, y lebeo que tenia por šobre nombre Thadeo. Simon Cananeo, y Iudas Išcariotes, El qual tanbien le hizo traiziõ. Eštos doze embio Iešus a los quales abia amoneštado, diziendo. No bayais por la via de los gentiles, ni entreis en la çibdad de los Samaritanos, Pero bios antes a las ouejas perdidas de la caša de Išrael, y šiendo partidos predicad diziendo, Allegoše el reino de los çielos, šanad los enfermos, Limpiad los leprosos, Rešušçitad los muertos, echad los demonios. Debalde lo reçeuištes, debalde lo dad. No pošeais oro, ni plata, ni metal en vueštras bolšas, ni šaco para el camino, ni dobladas veštiduras, ni calçados, ni palo. Por que digno es el que trabaja de šu mantenimiento. Pero en qualquier çibdad, o, villa que entraredes, bušçad quien en ella šea digno, y alli os quedad, hašta tanto que šalgais, y entradoš en la caša, la šaludareis. Y ši la caša fuere digna, venga vueštra paz šobre ella, y šino fuere digna vueštra paz še torne a vošotros, y quien quiera que no os rešçiuiere, ni oyere veštras palabras, šaliëdo de la caša, o, de aquella çibdad, šacudid e1 poluo de vueštros pies. En verdad os digo, que en el dia del juizio šera mas tolerable a los de Sodoma y Gomorra que aquella çibdad. Veis aqui, yo os embio aši como ouejas en medio de los Lobos, šereis pues prudentes aši como las šerpientes, y šimples aši como las palomas, y guarda os de aquellos hombres, Por que os acušaran en los conçilios, y en šus šynagogas os atormentaran, y šereis tanbien llebados delante de los prinçipes, y de los reis por amor de mi, en teštimonio a ellos, y a las gentes. Pero quando os vbieren entreagdo en šus manos, no šeais šoliçitos de que manera, o, que es lo que abeis de hablar, por que en aquella hora os šera dado lo que vbietedes de dezir. Por que no šois vošotros los que hablais, šino el ešpiritu del padre vueštro es el que habla en vošotros. Y el hermano traira a la muerte al hermano, y el padre al hijo, y leuãtarše hã los hijos cõtra los padres, y matar los han. Y šereis aborrezidos de todos por cauša del nombre mio. Pero, el que šufriere hašta la fin, ešte šera šaluo. Y quando os peršiguieren en ešta çibdad, huid a la otra. Por que en verdad os digo, ÿ antes que vbieredos acabado de andar todas las çibdades de Išrael, šera ya benido el hijo del hõbre. No es el dišçipulo šobre el maeštro, ni el šieruo šobre šu šeñor. Baštale al dišçipulo que šea como šu maeštro, y al šieruo, que šea como šu šeñor. Si al mišmo šeñor de caša llamaron Beelzebul, quanto mas lo llamaran a los domešticos šuios? No les tëgis pues temor. Por que ninguna coša es encubierta, que no ha de šer reuelada: y nada ešta occulto que, no bëdra tiëpo quãdo šera dešcubierto. Lo ÿ yo os digo en las tinieblas dezildo vošotros en la luz. Y lo que oys al oydo, predicaldo en los tejados. Y no tengais tcmor de los que matan el cuerpo, pues que no pueden matar el anima. Pero tened maior temor de aquel que puede perder el anima y cl cuerpo en e1 infierno. No os pareze que dos pajaritos šon vendidos por poco dinero? Pues vno de aquellos no cai en tierra šin el padre vueštro. Y los cabellos de vueštra cabeza eštan tanbien contados todos. No tëgais pues temor, pues que vošotros šois de maior eštima que muchos pajaritos. Quiëquiera que me confeššare a mi delante de los hambres, le confeššare yo tanbien a el delante del padre mio que ešta en los çielos. Pero quien quiera que me negare a mi delante de los hambres, le negare yo tanbië a el delante del padre mio que ešta en los çielos. No pëšeis que yo vine a imbiar paz, šobre la tierra: no vine a imbiar paz, šino cuchillo. Por que vine a poner dišcordia entre el hombre contra šu padre, y entre la hija contra šu madre, y entre la ešpoša contra šu šuegra: y enemigos del hombre šeran los domešticos šuios. El que amare al padre, o, a la madre šobre mi, no es digno de mi. Y el que amare al hijo, o, a la hija mas que a mi, no es digno de mi: y el que no toma šu cruz acueštas, y me šigue, no es digno de mi. El que hallare šu anima, la perdera, y el que perdiere šu anima por amor de mi, la hallara. El que os rešçiue a vošotros, a mi me rešçiue: y el que me rešçiue a mi, rešçibe aquel que me embio a mi. El que rešçiue al Propheta en nombre de Propheta, premio rešçeuira del propheta: y el que rešçiue al fušto en nombre del jušto, premio rešçeuira del jušto. Y quiëquiera que diere a beber a vno deštos pequënos vna copa de agua fria šolamëte en nõbre del dišçipulo, en verdad os digo que no perdera su galardõ.
Cap.11.
Y Quando Iešus acabo de ordenar a los doze dišçipulos šuios, fueše de alli para enšeñar, y predicar en las çibdades dellos. Y como Iohan oyeše en la carçel las obras de Chrišto, embiados dos dišçipulos šuyos le dixo. Eres tu aquel que has de venir, o, ešperamos otro alguno? Y rešpondiendo Iešus les dixo: Id y hazed šaber a Iohã las cošas que oys, y veis, Los çiegos rešçiuen višta, y los coxos andan, los leprosos šon limpiados, los šordos oyen, los muertos šon rešuçitados, y los pobres reçiuen alegras nuebas del Euangelio. Y bienauëturado es el que no fuere ešcandalizado en mi. Y quando eštos še yban comenzo Iešus a dezir a las gentes de Iohan. Que šalištes a ver en el dešierto? Por ventura vna caña que menea el viëto? Pues que coša šalištes a ver? Por ventura algund hombre con delicadas veštiduras adornado? Mirad que los que train cošas delicadas, en las cašas de los reis eštan. Pues que šalištes a ver? Por ventura algund Propheta? En verdad os digo, y aun mas excellente que Propheta. Por que ešte es aquel de quien ešta ešcripto. Mira, yo embio mi nunçio delante de tu acatamiento, que aparejara el camino tuio delãte de ti. En verdad os digo, que no es našçido entre los hijos de las mugeras maior que Iohã Baptišta. Pero el que es menor en el reino de los çielos, maior es que el. Y dešde los dias de Iohan Baptišta hašta agora, el reino de los çielos padešçe fuerça, y los violentos le arrebatan. Por que todos los Prophetas y la ley hašta Iohã prophetizaron. Y ši le quereis rešçeuir, ešte es aquel Helias que abia de venir. El que tiene oydos para oyr, oya. Pero a quië cõparare ešta generaçiõ? Semejãte es a los niños que eštã šentado en las plaças, y llaman a šus compañeros diziëdo. La flauta os tañimos, y no šaltaštes, Dolorošas cançiones os cantamos, y no lloraštes. Por que vino Iohan ni bebiendo, ni comiendo, y dizen, Demonio tiene. Bien el hijo del hombre comiëdo y bebëdo, y dizen. Veis aqui, un hombre comilõ, y bebedor de vino, amigo de los publicanos y peccadores. Y iuštificada es la šapientia de šus hijos. A la ora comenzo a vituperar las çibdades en las quales abian šido hechas muchas virtudes šuias, por que no abia hecho penitëtia. Ai de ti Chorazin, Ai de ti Bethšaidan, por que ši en la çibdad de Tiro, y de Sidon fuešen hechas las virtudes que šon hechas en vošotros, dešde entonzes en šaco y çeniça abrian hecho penitentia. Pero yo os digo, que a Tiro y a Sidon en el dia del juizio šera mas tolerable, que a vošotras. Y tu Caparno que eštas hašta los Cielos enšalzada, hašta los infiernos šera abatida, por que ši entre los Sodomitas vbiešen manifeštadas la virtudes que šon hechas en ti, abrian permanešçido, hašta el prešente dia. Pero çierto os digo, que a los Sodomitas šera mas tolerable en el dia del juzio que a ti. En aquel tiempo hablando Iešus dixo. O Padre, Señor del çielo y de la tierra, yo te doi graçias, por que obšcondište eštas cošas de los šapiëtes, y prudentes, y las reuelašte a los pequeñitos. Verdaderamente Padre, ešta fue la buena volÜtad delante de ti. Todas las cošas me šon a my dadas del padre mio. Y ninguno conošçe al hijo, šino el padre: ni al padre cognošçe ninguno šino el hijo, y a quien el hijo, quišiere reuelar lo, Venid a mi todos los que eštais afligidos y fatigados, E yo os recreare. Poned mi yugo šobre vošotros, y aprended de mi, que soi manšo y humilde de corazon, y hallareis dešçanso para vuestra animas. Por que mi yugo es šuaue, y mi carga es liuiana.
Cap.12.
En aquel tiëpo yba Iešus los šabbados por lo šembrado. Y šus dišçipulos tenian hambre, y comenzarõ a coger ešpigas, y comer. Y viendo ešto los Pharišeos le dixeron. Mira, tus dišçipulos hazen lo que no es licito hazer en el dia del šabbado. Y el les dixo: No abeis leydo lo que hizo Dauid quando tenia hambre el y los que con el eštaban? De que manera še entro en la caša de Dios y como comio los panes de la propošition, los quales no podia comer el, ni los que con el eštaban, šino šolos los šaçerdotes. Ni tanpoco abeis leido en la ley, que en los Sabbados los Saçerdotes en el templo prophanan el Sabbado, y šon šin peccado? Y zierto os digo, que aqui en ešte lugar ai vno maior que el templo. Y ši šupiešedes que coša šea, Mišericordia quiero, y no šacrifiçio, no condemnariades a los innoçentes. Por que el hijo del hombre tanbien es Señor del Sabbado, y partido de alli še fue a la šinagoga de aquellos. Y mira, eštaba alli vn hombre que tenia la mano šeca, y ellos le demandaban para poder accušarle diziendo: Es liçito šanar el dia del Sabbado? Y el les dixo: Que hombre abra entre vošotros que tenga vna oueja šola, y ši ešta še cayere en el dia del šabbado en la foša, no la tomara y leuantara? Pues quanto de maior eštima es el hombre que la oueja? De manera pues que en el dia del Sabbado es liçito hazer bien. Entonçes dixo al hombre, eštiende tu mano. Y el la eštendio. Y quedo šana, aši como la otra. Y los Pharišeos šalidos afuera tomaron conšejo entre ši contra el, de que manera le podrian deštruir. Y como Iešus lo conošçieše še partio de alli, y šiguieron le muchas gentes, y šano los a todos, y mando los que no le manifeštašen: por que še cumplieše lo que es dicho por Ešaias propheta, que dize: Veis aqui el hijo mio que yo ešcogi, el amado mio, con el qual ešta contenta el anima mia, pondre mi špiritu šobre el, y denunçiara a las gentes el juizio: no litigara, ni dara bozes, ni oyra ninguno por las calles šu voz: no dešpedaçara la canña hendida, y no apagara el leño que ahuma, hašta tanto que šaque a la vi¢toria el juizio, y en el nombre šuio las gentes ešperaran. Entonzes le fue traido vn endemoniado çiego y mudo, y de tal manera le šano, que el çiego y mudo pudo hablar, y ver, y ešpantaron še todas las gentes, y dezian. Por vëtura es ešte aquel hijo de Dauid? Y oyendo lo los pharišeos dezian. Ešte no echa los demonios šino por virtud de Beelzebul prinçipe de los demonios, Y como šupieše Iešus šus penšamientos, les dixo. Todo reino que contra ši mišmo fuere diuidido, šera dešolado. Y toda çibdad, o, caša que eštubiere contra ši mišma diuiša, no permanešçera. Y ši šathanas echa a Sathanas, contra ši mišmo ešta diuišo. Como podra pues durar šu Reino? Y ši yo por virtud de Beelzebul echo los demonios, vueštros hijos por cuia virtud los echan? Por lo qual ellos mišmos šeran juezes de vošotros. Y ši en el špiritu de Dios yo echo los demonios, šigueše que es llegado a vošotros el reino de Dios. O, como puede ninguno entrar en la caša del potente, y tomar le šus menajes, ši primero no vbiere atado al fuerte, y entonzes robare šu caša? El que no es comigo, contra mi es: y el que no allega comigo ešparze. Por lo qual os digo. Todo peccado y blašphemia šera perdonado a los hambres, pero la blašphemia del špiritu no šera perdonada a los hambres. Y quien quiera que dixere palabra contra el hijo del hombre, šera le perdonado. Pero quienquiera que dixere contra el špirito šan¢to, no le šera perdonado, ni en el prešente šiglo, ni en el šuturo, o, hazed el arbor bueno y el fru¢to del bueno, O, hazed el arbor malo, y el fru¢to del malo. Por que del fru¢to še cognošçe el arbor. Generaçion de Biboras como podeis hablar buenas cošas, šiendo vošotros malos? Pues que de la abandançia del corazon habla la boca. El hombre bueno del buen thešoro del corazan šaca cošas buenas: y el hombre malo, del thešoro malo šaca cošas malas. Y yo los digo que de cada palabra oçioša que vbieten hablado los hombres daran cuenta en el dia del juizio. Por que por tus palabras šeras juštificado, y por tus palabras šeras condemnado. Entõzes le demandaron algunos de los šcribas y pharišeos, diziendo: Maeštro, queremos ver alguna šeñal de ti. Pero el rešpondiendo les dixo La generaçion peruerša y adultera demanda šeñal, y šeñal no le šera dada, šino la šeñal de Ionas propheta. Por que aši como fue Ionas en el vientre de la ballena tres dias y tres noches, aši tanbien el hijo del hombre šera en el corazon de la tierra tres dias y tres noches. Los hombres de Niniueh še leuantaran en el juizio con ešta generaçion, y la condemnaran, por que ellos fueron conuertidos en la predicaçion de Ionas. Y veis aqui en ešte lugar vno que es mas que Ionas. La Reina del Auštro še leuantara en el juizio con ešta generazion, y la condemnara, por que vino de los fines de la tierra, para oyr la šapiençia de Solomon. Y veis aqui mas que Solomon en ešte lugar. Y quando el ešpirito impuro šaliere del hombre, anda por šecos lugares bušcando quietud, y no la halla. A la ora dize yo me volbere a mi caša de donde yo šali: y quando es venido hullala vazia, barrida, y adornada. Entonçes še ba, y toma conšigo otros šiete špiritos peores que el, y entrado, haze alli šu morada: y šon hechas las obras poštreras de aquel hombre, peores que las primeras. Aši acontešçera a ešta generaçion peruerša. Y eštando a vn hablando con las gentes, veis aqui, šu madre y hermanos eštaban afuera, que le querian hablar. Y dixo le vno, veis aqui, tu madre y hermanos eštan alli fuera, que te quieren hablar. Y el rešpondiendo dixo al que še lo abia dicho. Quien es mi madre? o quienes šon mis hermanos? Y eštendiëdo šu mano šobre šus dišcipulos, dixo. Veis aqui a mi madre, y a mis hermanos, Quien quiera que hiziere la voluntad del padre mio que ešta en çielo, ešte tal es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cap.13.
Y En aquel mišmo dia šiendo šalido Iešus de caša, še šento çerca del mar, y allegaron še a el tantas gentes, que entrado en la naue eštaba šentado, y toda la gente eštaba en las orillas: y dezia les muchas cošas en parabolas, diziendo. Veis aqui, šalio vn šembrador a šembrar y mientras que šembraba parte de la šimiente cayo çerca del camino, y vinieron las aues, y comieron lo. Parte cayo en lugares llenos de piedras, donde no abia mucha tierra, y luego šalio, por que no tenia prošundidad de tierra, pero en šaliendo el šol fue quemado. Y por que no tenia raiz še šeco. Parte caio entre las ešpinas, y crešçieron las ešpinas, y ahogaron la šimiente. Parte tanbien cayo en tierra buena. Y dio šru¢to, qual çiento, qual šešenta, qual treinta. El que tiene oydos para oyr, oya. Y allegando še a el los dišçipulos le dixeron. Por que hablas con ellos en parabolas? Y el rešpondiendo, les dixo. Por que a vošotros es dado de conošçer los mišterios del reino de los çielos, y a ellos no les es dado. Por que a quienquiera que tiene le šera dado, y abundara. Pero a quien quiera que no tiene, a vn aquello que tiene le šera quitado. Por ešto hablo yo con ellos en palabras, por que viendo no vein, y oyendo no oyn, ni entienden. Y cumpleše en ellos la propheçia de Ešaias, que dize. Con los oydos oyreis, y no entendereis: y con los ojos mirareis, y no vereis, por que ešta entorpeçido el corazan dešte pueblo, y con los oydos grauemëte oyeron, y çerraron šus ojos, para que alguna vez con los ojos no vean, ni con los oydos oyã, ny con el corazon entiendã, ny šean conuertidos, ni tan poco yo los šane. Pero vueštros ojos šon bien auenturados, por que vein: y vueštros oydos, por que oyn. Por que en verdad os digo que muchos prophetas y juštos dešearon ver las cošas, que vošotros veis, y no las vierõ: y oyr las cošas que vošotros oys, y no los oyeron. Oyd pues vošotros la parabola del šembrador. Quãdo cada vno oye la palabra del reino, y no la entiende. Viene el malo, y arrebata lo que ešta šembrado en el corazon de aquel. Ešto es lo que fue šembrado çerca del camino. Pero el que rešçiuio la šimiente echada en lugares llenos de piedras. Ešte es el que oy la palabra, y luego con gozo la rešçiue, pero no tiene raiz en ši mišmo, y dura poco tiempo. Y ši šušçede alguna affli¢tion, o peršecution por la palabra facilmente še ešçandaliza. Y el que rešçiuio la šimiente en ešpinas, ešte es el que oy la palabra. Y el cuidado de ešte šiglo, y el engaño de las riquezas ahoga la palabra. Y es hecho inutil. Pero el que en la tierra buena rešçiuio la šimiente, ešte es el que oy la palabra, y la entiende, y el que haze šru¢to, y trai, qual çiento, qual šešenta, y qual treinta. Propušo les otra parabola, diziendo Cõparado es el reino de los çielos al hombre que šiëbra en šu campo buena šimiente: pero eštãdo los hambres durmiëdo vino šu enemigo, y šembro zizania en medio del trigo, y fueše. Y quando fue crešçida la yerba, y vbo echado šru¢to. Entonçes še parešçieron tanbien las zizanias: Y viniendo los criados del padre de la šamilia, le dixeron: Señor, no šembrašte tu buena šimiëte en tu campo? Dedonde pues viene ešta zizania? Y el les dixo, el hombre enemigo hizo ešto. Y los criados le dixeron. Quieres pues que bamos, y la cogamos. Y el dixo, No: por que cogiëdo la zizaña no arranqueis con ella el trigo. Dexad juntamente crešçer lo vno y lo otro hašta la mies, y al tiempo de la mies yo dire a los šegadores. Coged primero la zizaña, y atalda en šus manojuelos, para quemarla: Y allegad el trigo en el mi granero. Otra parabola les propušo diziendo: Semejante es el reino de los çielos al grano de moštaza, al qual tomandole el hombre le šembro en šu campo, el qual es el mas pequeño de todas las šimiëtes. Pero quãdo es crešçido es el maior de todas las yeruas y še haze tal arbor que vienen la aues del çielo, y hazen nidos en šus ramos, Otra parabola les dixo. Semejante es el reino de los çielos a la leuadura, la qual tomãdola la muger la ašconde en tres mëšuras de farina hašta tãto que todo šea leudado. Todas eštas cošas hablo Iešus en parabolas a las gentes, y šin parabola ninguna coša les hablo, por que še cumplieše lo que abia šide dicho por el propheta, que dize. Yo abrire en parabolas mi boca, y echare fuera las cošas que an eštado ešcandidas dešde la fundacion del mÜdo. Entonzes jmbiadas las gëtes še vino Iešus a caša, y še llegaron a el šus dišçipulos, diziëdo: Declara nos la parabola de las zizañas del cãpo. Y el rešpondiëdo les dixo. El que šiembra buena šimiente es el hijo del hõbre: y el cãpo es el mÜdo. Y la buena šimiëte šon los hijos del reino, y las zizanias šon les hijos de aquel malo: y el enemigo que las šiëbra, es el diablo: Y la meis es la cõšumaçion del šiglo, y los šegadores šon los angeles. Pues aši como las zizanias šon collegidas y en el fuego quemadas, aši šera en la conšumaçiõ de ešte šiglo. Embiara el hijo del hõbre šus angeles, y cogeran todos los ešcandalos de šu reino, y a los que obran maldad, y echar los han en la hoguera del fuego: alli abra alarido, y cruxido de dientes. Entonçes los juštos rešplandeçeran aši como el šol en el reino de šu padre. El que tene oydos para oyr, oya. Allende dešto, šemejante es el reino de los çielos al thešoro ešcondido en el cãpo, que hallando le el hombre le ešcondio, y de gozo del, še ba, y vende todo quanto tiene, y compra aquel campo. Allende dešto, šemejante es el reino de los çielos al hombre negoziador, que bušca preziošas margaritas: el qual abiendo hallado vna prezioša margarita še fue, y vëdio todas las cošas que pošeia, y comprola. Allende dešto, šemejante es el reino de los çielos a le red echada en la mar, y que de todo genero de pešcados trai conšigo: la qual šiendo lleno la šacaron fuera a la ribera, y eštando šentados colegieron los buenos en šus vašos, y los malos echaron fuera. Dešta manera šera en la conšumaçion del šiglo. Vendran los angeles, y apartaran los malos de en medio de los juštos, y echarlos han en la hoguera del fuego, adonde abra alaridos y cruxidos de dientes. Dixo les Iešus, Abeis entendido todas eštas cošas? Ellos le dixeron, ši Señor. Y el les dixo. Por ešto todo ešcriba inštituido para el reino de los çielos es šemejãte al hombre padre de la šamilia, que šaca del thešoro šuyo cošas viejas y nuebas. Y contešçio que acabando Iešus eštas palabras, še fue de alli. Y viniendo še a šu tierra enšeño en la Synagoga de aquellos de tal manera que eštabã admirados, y deziã. Dedonde le viene a ešte tanta šapiençia y virtudes? No es ešte el hijo de aquel carpintero? No še llama šu madre Maria? y šus hermanos Iacobo, y Iošes, y Simon, y Simon, Y Iudas? Y šus hermanas no eštan todas con nošotros? Pues dedonde le vienen a ešte todas eštas cošas? y ešcandalizaban še en el. Y Iešus les dixo. No ay propheta šin honor, šino en šu patria, y en šu caša. Y no hizo alli muchos miraglos por la šu incredulidad.
Cap.14.
En aquel tiempo oyo Herodes Tetrarcha la fama de Iešus, y dixo a šus šieruos. Ešte es Iohan Baptišta, el qual rešušçito de los muertos, y por ešto las virtudes obran en el. Por que Herodes abia prendido a Iohan y le abia ligado, y metido en la carzel por cauša de Herodiade muger de Philippo šu hermano. Por que le dezia Iohãnes. No te es liçito a ti tenerla. Y queriendo le matar, temia las gentes, por que le tenian en la eštimaçion de Propheta. Y çelebrando še vn dia la fiešta del našçimiento de Herodes, šaltaua la hija de Herodiade en medio, y agrado a Herodes. Donde con iuramento prometio de le dar todo lo que demandaše. Y ella šiendo informada primero de šu madre, le dixo. Da me aqui en ešte plato la cabeza de Iohã Baptišta. Y entrištecioše el Rei: pero por el juramento y por los que con el eštaban šentados a la meša, mando que le fueše dada: y embio a cortar la cabeza de Iohan en la carcel: Y fue traida šu cabeza en el plato, y dada a la niña, y ella la en prešento a šu madre. Y llegados šus dišçipulos llebaron šu cuerpo, y le enterraron: y še fueron a dezirlo a Iešus. Y como lo oyeše Iešus še partio de alli en vna naueçilla para še yr a vn lugar dešierto apartadamente. Y oyendolo las gentes le šiguieron a pie dexadas las çibdades. Y šalido Iešus vino grand multitud de gëte, y vbo mišericordia dellos, y šano los que entre ellos eštaban enšermos. Y šiendo ya tarde, llegaron še a el šus dišçpulos diziendo. Ešte lugar es dešierto, es ya es pašada la hora: imbia eštas gëtes, para que vaiã a los lugares, y compren para ši mantenimientos. Pero Iešus les dixo. No tienë neçeššidad de yr, daldes vošotros de comer. Y ellos le dixeron. No tenemos aqui šino çinco panes, y dos peçes. Y el les dixo. Traed me los aca. Y mãdãdo que las gëtes še šentašen šabre las yeruas, tomo los çinco panes, y los dos peçes, y leuãtado los ojos al çielo benedixo los. Y abiëdo lo partido dio a los dišçipulos los panes, y los dišçipulos a las compañas. Y comieron todos, y hartaron še. Y recogierõ de los pedazos ÿ abiã šobrado doze ceštas llenas. Y los ÿ abiã comido fueron caši çinco mill hõbres, allëde de las mugeres y niños. Y a la hora hizo Iešus a šus dicipulos entrar en la naue, y pašar adelãte del a la otra parte de la ribera, hašta que el vbieše dešpedido a las gentes. Y dešpedidas las gëtes el še šubio šolo a vn mõte para orar. Y llegada la noche eštaba šolo en aquel lugar. Y la naue eštaba ya en el medio del mar, y era combatida de las ondas, por que el viento era contrario. Y en la quarta vela de la noche še fue a ellos Iešus andando šobre el mar: y como le viešen los dišçipulos andar šobre el mar, fueron turbados, diziendo: Phantašma es: y de miedo daban vozes : Pero a la ora les hablo Iešus, diziendo. Eštad de buen animo, yo šoi, no temais. Y rešpondiendo Pedro le dixo. Señor ši tu eres manda me venir a ti šobre las aguas. Y el le dixo. Ven. Y dešçendiendo de la naue Pedro caminaba šobre las aguas para llegar a Iešus. Pero como vieše el viento forzošo, ešpantoše, y comenzando še a anegar dio vozes, diziendo. Señor šalua me. Y a la ora Iešus eštendiendo la mano le tomo, y le dixo. O hombre de poca fee, y en que dubdabas? Y quando fueron entrados en la nao še šošego el viento. Y los que eštaban en la nao, allegando še le adoraron, diziëdo. Verdaderamëte tu eres hijo de Dios. Y šiendo pašados de la otra parte llegaron en la tierra de Gennešareth, y como le conošçian los hombres de aquel lugar, embiaron por todas las vezinas regiones, y traxeron le todos los que eštaban malos: y šuplicaban le que šolamiente tocašen el cabo de šu veštidura. Y todos quantos le tocaron fueron šanados.
šcrita. Ešte es Iešus Rei de los Iudios. Entonzes fueron cruçificados con el dos ladrones, el vno a la dieštra, Y el otro a la šinieštra. Y los que pašaban le blašphemabã mouiendo šus cabezas, y diziendo: Tu que deštruias el templo,y en tres dias le edificabas, guarda te a ti mismo: Si eres hijo de Dios, dešçiende de la cruz. Semejantemëte los prinçipes de los Saçerdotes ešcarnešçiendo con los ešcribas y ançianos dezian: A otros guardo y a ši mišmo no še puede guardar: Si es Rei de Išrael, dešçienda agora de la cruz, y creiremos le. El confio en Dios, libre le agora ši le quiere. Por que el ha dicho: Yo šoi hijo de Dios. Y lo mišmo le vituperaban los ladrones, que eštaban con el cruzišicados. Y dešde las šeis horas fueron hechas tinieblas šobre toda la tierra hašta las nuebe. Y çerca de las nuebe horas llamo Iešus con voz grande, diziendo: Heli Heli lama šabothani: que quiere dezir, Dios mio Dios mio por que me dešamparašte? Y algunos de los que alli eštabã, como lo oyeron, deziã: A Helias llama ešte. Y luego corriëdo vno de aquellos, tomada vna ešponja la hinchio de vinagre y pušo la šobre vna caña, y daba le a beber. Pero los otros deziã: Dexa, veamos ši vendra Helias a librar le. Y llamando otra vez Iešus con voz grande, dio el ešpiritu, Y veis aqui el velo del templo fue partido en dos partes dešde arriba hašta abajo. Y la tierra še mouio, y las piedras še hendieron, y los monumentos še abrieron, y muchos cuerpos de šan¢tos que abian dormido še lebantaron, y šalidos de los monumentos dešpues de šu rešurre¢tion, vinieron en la šan¢ta çibdad, y aparešçieron a muchos. Pero Centurio y los que con el eštaban guardando a Iešus, višto el terremoto, y las cošas que acontešçieron, temieron grauemente, diziendo: Verdaderamente hijo de Dios era ešte. Y eštaban alli muchas mugeres contemplando de lexos, las quales abian šeguido a Iešus dešde Galilea, širuiendole: Entre las quales eštaba Maria Magdalena y Maria madre de Iacobo, y de Iošes, y la madre de los hijos del Zebedeo. Y quando fue ya tarde vino vn hombre rico de Arimathea por nombre Iošeph, el qual tanbien era dišçipulo de Iešus. Ešte še llego a Pilato, y le demando el cuerpo de Iešus. Entonzes Pilato mando ÿ še le dieše el cuerpo. Y tomado el cuerpo, Iošeph le enuoluio en vna šabana limpia, y le pušo en un monumento nuebo, el qual abia cortado en la piedra: Y poniendo vna grand piedra a la puerta del monumento, še fue. Y eštaba alli Maria Magdalena, y la otra Maria šentadas de cara del šepulcro. Y el šiguiente dia que es dešpues de la Pašçua, vinieron juntos los prinçipcs de los šaçerdotes y los pharišeos a Pilatos, diziendo: Señor, acordamonos que aquel engañador dixo mientras viuia. Yo rešušçitare depues de tres dias. Manda pues fortalezer bien el šepuchro hašta el terzero dia, por que no venan šus dišçipulos, y le hurten, y digan al pueblo: Rešušçito de los muertos y šera el poštrer error peor que el primero: Dixo les Pilatos: Vošotros teneis la guarda, Id, y šortalezel de aši como šabeis. Y ellos partidos fortificaron el šepulchro šeñalando la piedra, y poniendo guarda.
Cap.15.
ENtonzes vinieron a Iešus, los šçribas y pharišeos que abia venido de Hierusalem, diziendo. Por que tus dišçipulos trašpašan la conštituciõ de los antiguos? Por que no laban šus manos quando comen el pan. Y el rešpondiendo les dixo. Por que tanbien vošotros trašpašais el mandamiento de Dios por vueštras ordenaçiones? Por que Dios mando, diziendo: Honrra al padre y a la madre, y el que maldixere al padre, o, a la madre, muerte morira. Y vošotros dezis, Qualquiera que dixere al padre, o, a la madre. El don que de mi fuere ofrešçido šera para tu probecho. Y no hõrrara a šu padre, ni a šu madre: Y anši abeis hecho vano el mandamiento de Dios por vueštras ordenaziones. Hipocritas, bien prophetizo de vošotros Ešaias, diziëdo, Ešte pueblo še me acerca cõ šu boca, y me honrra con los labrios, pero en šu corazon ešta lexos de mi: Pero vanamëte me honrrã, enšeñando do¢trinas y preceptos de hõbres. Y llamando aši las gentes, les dixo: Oyd, y entended: Lo que entra por la boca no mãzilla al hõbre, šino lo que šale de la boca, ešto manzilla al hombre. Entõces allegando še a el šus dišçipulos le dixerõ, No šabes como los Pharišeos en oyendo ešta palabra fueron ešçandalizados? Pero el rešpondiendo, les dixo. Toda planta que no planto el padre mio celeštial, šera arrãcada. Dexaldos que šon çiegos, guiadores de çiegos. Y ši vn çiego guiare a otro çiego, entrambos cairan en la fošša. Y rešpondiëdo Pedro le dixo. Declara nos ešta parabola, y Iešus dixo. Vošotros avn careçeis de entëdimëto? Avn no entëdeis ÿ todo lo ÿ entra por la boca ba al viëtre, y de alli šiedo digerido es echado fuera? Pero las cošas ÿ šalë de la boca, proçedë del corazõ, y eštas mãzillan al hobre. Por ÿ del corazõ šalë malos pëšamiëtos, murtes, adulterios, šornicaçiones, hurtos, falšos teštimonios, blašphemias. Eštas cošas šon las ÿ mãzillan al hõbre. Pero comer šin labar las manos no mãzilla al hõbre. Y Iešus še partio de alli, y še fue a las partes de Tyro y Sidon. Y veis aqui, vna muger Cananea (ÿ era venida de aÿllos confines) le daba vozes, diziëdo, O Señor hijo de Dauid aue mišericordia de mi: hija es grauemëte atormëtada del demonio. Pero el no le rešpõdio palabra. Y allegãdo še a el šus dišçipulos, le rogabã diziëdo. Dešpide la, por ÿ da vozes detras de nošotros, y el rešpondiëdo dixo. No šoi embiado šino a las ouejas perdidas de la caša de Išrael. Pero ella llegãdo še le adoro, diziëdo, Señor šocorre me, y el rešpondiëdo dixo, No es honešto quitar el pã de los hijos, y echarlo a los perros. Pero ella rešpõdio, Es verdad Señor, pero tãbien los perros comë de las migajas ÿ cain de la meša de šus šeñores. Entõzes rešpõdiëdo Iešus le dixo, O muger, grãde es tu šee, šea te hecho aši como tu quieres. Y fue šanada šu hija dešde aquella hora. Y quãdo Iešus fue partido de aquel lugar še vino hašta el mar de Galilea, y šubido en el mõte še šento alli. Y še llegarõ a el muchas gëtes traiëdo cõ šigo coxos, çiegos, mudos, mãcos, y otros muchos, y echarõ los a los pies de Iešus, y de tal manera los šano; ÿ las gentes quedarõ ešpãtadas viëdo hablar a los mudos, y šer šanos los mancos, andar los coxos, veer los ziegos, y glorificaban al Dios de Išrael. Y llamãdo Iešus a šus dišçipulos dixo, Tengo piedad deštas gentes, por que ha tres dias que eštan comigo, y no tienen que comer. Y no quiero embiar los ayunos, por que no dešmayen en el camino. Y dixeron le šus dišçipulos, Donde hallaremos nošotros en el dešierto tantos panes, para hartar tan gran cõpañia? Y dixo les Iešus, Quantos panes teneis? Y ellos dixerõ, Siete, y pocos peçeçillos. Y mãdo ašentar las gentes en la tierra. Y tomo los šiete panes, y los peçes: y dešpues que vbo dicho graçias, partio los, y dio los a šus dišçipulos: y los dišçipulos a las gëtes, y comieron todos, y hartaronše, y cogieron de lo que abia šobrado šiete ešpuertas llenas. Y los que abiã com’do eran quatro mill hombres, allende de las mngeres y niños. Y abiendo dešpedido las gentes še entro en la naue, y vino en los confines de Magdala
Caput.16.
Y Allegãdo še los Pharišeos y Saduçeos por tentar le, le demãdaban que les moštraše a1guna šeñal del çielo. Y el rešpondiëdo les dixo. Quãdo še haze tarde vošotros dezis, šerenidad bendra, por que el çielo ešta rošado. Y a la maña, oy abra tëpeštad, por que el çielo ešta ošcuramëte rošado, Hypocritas šabeis iuzgar de la color del çielo, y no podeis tanbien iuzgar de las šeñales del tiempo. La generaçiõ peruerša y adultera demãda šeñal, y šeñal no le šera dada, šino la šeñal de Ionas Propheta. Y dexando los še fue. Y quando fueron llegados šus dišçipulos de la otra parte de la ribera, olbidaron še de tomar conšigo panes. Y Iešus les dixo, Mirad que os gardeis de la leuadura de los Pharišeos y Saduçeos. Pero ellos eštaban penšando entre ši mišmos, Ešto dize por que no tomamos panes. Y como Iešus lo conošçieše, les dixo. O hombres de poca fee. Que eštais penšando entre vošotros mišmos, por que no tomaštes con vošotros panes? Aun no entendeis, ni še os acuerda de aquellos çinco panes, de los çinco mill hombres y quãtas ceštas colegištes: Ni de los šiete panes de los quatro mill, y quãtas ešpuertas colegištes? Pues como no entendeis, que no por el pan os dixe, que os guardašedes de la leuadura de los pharišeos y Saduçeos? Entonces entendieron que no les abia mandado guardar de la leuadura del pan, šino de la do¢trina de los pharišeos y Saduçeos. Y venido Iešus en las partes de Cešarea, que es llamada de Philippo, pregunto a šus dišçipulos, diziendo? Quien dizen los hombres quo šoi yo hijo del hombre? Ellos dezian, los vnos, Iohan Baptišta. Los otros, Helias, Los otros, Hieremias, o, vno de los prophetas. Y vošotros quien dezis que yo šoi? Y Rešpondiendo Simõ, Pedro dixo, Tu eres el Chrišto, el hijo de Dios viuo. Y rešpondiendo Iešus le dixo, Bienuëturado eres Simon Bar Iona, por que la carne y la šangre no te lo reuelaron, šino el padre mio que ešta en los çielos, Pero yo tanbien te digo a ti, Que tu eres Pedro, y šobre ešta piedra edificare yo mi yglešia, y las puertas de los infiernos no preualezeran contra ella. Y te dare las llabes del reino de los çielos. Y qualquiera coša que atares en la tierra šera atada en los çielos: y qualquiera coša que dešotares en la tierra, šera dešatada en los çielos. Entonçes mando a šus dišçipulos que a ninguno lo dixešen, que el era Iešus Chrišto. Dešde entonzes comenzo Iešus a manifeštar a šus dišçipulos, que le era neçeššario de yra Hierušalem, y šufrir muchas cošas de los Ançianos, y prinçipes de los šaçerdotes, y ešçribas, y šer muerto, y al terçero dia rešušçitar, Y tomãdo le Pedro conšigo, comenzo a vituperar le, diziendo. Sei mišercordiošo contigo mišmo Señor. Nunca te acontešçera tal coša. Y el boluiendo še contra Pedro, le dixo. Arriedra te de mi Sathanas, que me eres ešcandalošo: por que no entiëdes las cošas que šon de Dios, šino las cošas que šon de los hombres. Entonzes dixo Iešus a šus dišçipulos, Si alguno quiere venir tras mi, niege a ši mišmo, y tomo šu cruz acueštas, y šiga me. Por que el ÿ quišiere guardar šu anima, la perdera. Y el que perdiere šu anima por mi cauša, la hallara. Por que que le aprobecha al hõbre ši ganare a todo el mÜdo, y rešçiuiere detrimento en šu anima? O que coša dara el hombre en rocompenša por šu anima? Por que el hijo del hombre ha de venir en la gloria de šu padre con šus angeles: y entonzes dara a cada vno confome a šus obras. En verdad os digo que ay algunos que eštan aqui, los quales no guštarã la muerte, hašta ÿ veã el hijo del hõbre venir en šu reino.
Ca.17.
Y Seis dias dešpues, tomo Iešus conšigo a Pedro y a Iacobo, y a Iohan šu hermano, y llebolos a vn mõte alto apartadamente, y en šu prešenzia še tranšformo: Y rešplandešçio šu roštro, como el šol, y šus veštiduras še tornaron blancas, como la lumbre. Y mira, aparešçieron še les Moišes y Helias, que eštaban con el hablando, Y hablando Pedro dixo a Iešus, Señor, bueno es que nos eštemos aqui. Si tu quieres, hagamos aqui tres tabernaculos, para ti vno, para Moišen vno, y para Helias vno, y miëtras que eštaba hablãdo, Veis aqui vna nube rešplandešçiente que los cubrio, y Heos alli vna voz de la nube, que dezia. Ešte es el amado hijo mio en el qual yo eštoi contëto, A ešte oyd. Y como ešto oyešen los dišçipulos cayerõ šobre šu roštro, y fuerõ grauemëte atemorizados, y allegãdo še Iešus los toco, y dixo. Leuãtaos, y no temais, y leuãtando los ojos a ninguno vierõ, šino a Iešus šolo, y quãdo dešçendiã del mõte, les mãdo Iešus, diziëdo, A ninguno direis la višiõ, hašta que el hijo del hõbre rešušçite de los muertos. Y demãdaran le šus dišçipulos, diziëdo: Pues por que dizen los ešçribas, que Helias vëdra primero? Y rešpondiendo Iešus les dixo: Es verdad que Helias vëdra primero, y reštituira todas las cošas. Pero yo os digo, que Helias ya es venido, y no le conošçieron: Pero hizieron en el todo lo ÿ quišierõ. De la mišma manera el hijo del hõbre padešçera de aÿllos. Entõzes entëdierõ los dišçipulos, que de Iohan Baptišta les abia dicho. Y llegados a las gentes, vino še a el vn hõbre hincãdo še le derrodillas, y diziëdo, Señor, ten piedad de mi hijo por que ešta lunatico, y grauamëte es atormëtado: por que muchas bezes cay en el fuego, y muchas vezes en el agua, y traxele a tus dišçipulos, y no pudieron šanar le. Y rešpondiëdo Iešus les dixo: O generaçion incredula y peruerša, hašta quãdo eštare yo cõ vošotros? Hašta quando os šufrire? Traed me le aca. Y reprehëdio le Iešus, y šalio del el demonio, y quedo šano el niño dešde aÿlla hora. Entõçes llegando še los dišçipulos a Iešus apartadamëte, le dixeron. Por que nošotros no podimos echarle? Y Iešus les dixo, Por la incredulidad vueštra. Por que en verdad os digo, que ši tubieredes fee aši como vn grano de moštaza, direis a ešte monte, Pašate de la otra parte, y pašar še ha, y ninguna coša šera impoššible a vošotros. Pero ešte genero no še echa fino por orazion y ayuno. Y como conueršašen en Galilea, les dixo Iešus. El hijo del hombre, šera entregado en las manos de los hõbres, y matar le hã, y al terçero dia rešušçitara. Y fuerõ grauemëte entrišteçidos. Y šiëdo venidos a Capernao, vinierõ los ÿ fue lë rešçeuir los didrachmas a Pedro, y dixerõle: No paga vueštro maeštro los didrachmas? El dixo, ši. Y quãdo fue entrado dëtre de caša vino primero a el Iešus diziëdo, Que te parešçe Simõ los reis de la tierra de quienes rešçiuë tributos, o, çëšo? de šus hijos, o, de los agenos? Dixo le Pedro, De los agenos. Dixo le Iešus. Luego libres šon los hijos. Pero por que nošotros no los ešçandalizemos, yendo al mar echa el anzuelo, y el pez que primero šaliere, toma le, y abriendo šu boca hallaras vn štatero, y tomando le, le daras por mi y por ti.
Cap.18.
EN aquel tiempo še llegaron los dišçipulos a Iešus, diziendo, Quien es el mayor de todos en el reino de los çielos? Y llamando Iešus a ši vn niño, le pušo en medio dellos, y dixo. En verdad os digo que šino fueredes bueltos y hechos aši como los niños, no entrareis en el reino de los çielos. Y quië quiera que še humillare, aši mišmo como ešte niño ešte es el mayor de todos en el reino de los çielos. Y quien rešçiuiere vn tal nino en mi nombre, a mi rešçiue. Pero el que ešçandalizare a vno de eštos pequeños que en mi crein, šeria mejor para el, que atada vna rueda de molino de ašno en šu cuello, šea ahogado en lo profundo del mar. Ay del mundo por los ešçandalos. Por que neçeššaria coša es que vengan ešçandalos, pero ay del hombre por quien el ešçandalo viniere. Y ši tu mano, o, tu pie te ešçãdalizare corta lo, y echa lo de ti. Por que mas te vale entrar en la vida coxo, o, manco, que teniendo dos manos y dos pies šer alcançado en el šuego eterno. Y ši tu ojo te ešçandaliza, šaca le, y echa le de ti. Por que mas te vale entrar en la vida con vn ojo antes que teniendo dos ojos šer echado en el šuego eterno. Mirad que no menošpreçieis a vno de eštos pequeñitos. Por que oyo os digo que los angeles dellos en los çielos šiempre vein la cara del padre mio que ešta en los çielos. Por ÿ el hijo del hõbre vino a guardar lo que abia pereçido. Que os parešçe a vošotros? Si vn hombre tubiere çient ouejas, y la vna dellas fuere errada no os parešçe que dexando las nouëta y nuebe en los mõtes ba, y bušça la ÿ andaba errada? Y ši la puede hallar, en verdad os digo, ÿ rešçiue maior plazer con ella, que con las nouenta y nuebe, que no še le abiã perdido. De la mišma manera no es la voluntad delante del padre vueštro que ešta en los çielos, que perešça vno de eštos pequeñitos. Y ši tu hermano pecare contra ti,: bete, y reprehende le entre el y ti šolamëte. Si te oyere, ganašte a tu hermauo: y ši no te oyere, toma tãbien contigo vno, o dos teštigos, por que en la boca de dos, o de tres cõšišta toda palabra. Y ši no los oyere, di lo a la yglešia. Y ši a la yglešia no oyere, šea para contigo aši como gentil y publicano. En verdad os digo que todas las cošas que ataredes šobre la tierra, šerã atadas en el çielo, y todas las cošas que dešataredes en la tierra, šeran dešatadas en el çielo. Otra bez os digo, que ši dos de vošotros conšintieren en la tierra, de toda qual quiera coša que demandaren, les šera conçedido del padre mio que ešta en los çielos. Por ÿ adonde eštan dos, o, tres ajuntados en mi nombre alli eštoy yo en medio dellos. Entonzes še llego a el Pedro, y le dixo, Señor, quãtas vezes pecara mi hermano cõtra mi, y yo le perdonare? Por ventura hašta šiete vezes? Dixo le Iešus: No te digo hašta šiete vezes, šino hašta šetenta vezes šiete. Por lo qual, es comparado el reino de los çielos al hombre rei, que quišo hazer cuenta con šus šieruos. Y comenzando a hazer la cuenta, le fue prešentado vno que le debia diez mill talentos. Y como no tubieše con que pagar, mãdo el Señor, que el y šu muger, y šus hijos, y todas las cošas que pošeian fuešen vendidos para que el fueše pagado. Y echãdoše a šus pies aquel šieruo, le šupplicaba, diziendo: Señor, ten vn poco pazienzia comigo, e yo te lo pagare todo. Y el Señor abiendo mišericordia de aquel šieruo, le libro, y le perdono la deuda. Y šalido aquel šieruo de alli hallo vno de šus compañeros, que le debia çient dineros: y echando le mano forzošamëte le traya, diziëdo: Pagame lo que me debes. Y echãdoše a šus pies šu compañero le rogaba, diziëdo, Ten vn poco de pazienzia comigo, e yo te lo pagare todo. Pero el no queria antes še fue, y le echo en la carçel, hašta que pagaše la deuda. Y viendo šus compañeros lo que še hazia, rešçiuieron grãd dolor, y vinieron, y declararon a šu šeñor todos las cošas que abian acontešçido. Entonzes le mãdo llamar šu šeñor, y le dixo: Sieruo perueršo, toda aÿlla deuda te perdone, quado me lo rogašte no te parešçe que era neceššario que tu tanbië tubiešes mišericordia de tu compañero, aši como yo vbe mišericordia de ti? Y airado šu šeñor le dio a los gurreas, hašta tanto que le pagaše todo lo que le era debido: De la mišma manera tãbien el padre mio çeleštial hara con vošotros, šino perdonaredes cada vno a šu hermano de vueštros corazones šus delitos.
Cap.19.
Y Abiëdo Iešus acabado eštas palabras še pašo en Galilea, y vino en los fines de Iudea de la otra parte del Iordã, y šiguio le grãd multitud de gëte, y šano los alli. Y llegarõ še a el, los pharišeos, tëtãdo le, y diziëdo le, Es liçito al hõbre dexar a šu muger por qualquier cauša? Y el rešpondiëdo les dixo. No abeis leido, que el que hizo al hõbre dešde el principlo, baron y hëbra los hizo? y dixo, Por ešta cauša dexara el hõbre al padre y a la madre y še ajuntara con šu muger, y šeran dos en vna carne. De manera ÿ ya no šon dos, šino vna carne. Pues lo ÿ Dios ha ajÜtado, el habre no lo aparte. El les dixerõ: Pues por ÿ mãdo Moišes dar le librillo de diuorçio, y dexar la? El les dixo: Por ÿ Moišes por la dureza de vueštros corazanes os permitio repudiar vueštras mugeres, Pero dešde el prinçiplo no fue aši. E yo os digo que quien quiera que dexare a šu muger, (šino por cašo de fornicazion,) y tomare otra, Ešte tal comete adulterio. Y el que tomare por muger la ÿ es repudiada, ešte comete adulterio. Y dixeron le šus dišçipulos, Si tales es la cauša del hombre con la muger mejor es que no še caše. Y el les dixo: No šon todos capaçes de ešta palabra, šino aquellos a quien les es dado. Por que ay Eunuchos que šon del vientre de la madre šon našçidos: Y ay Eunuchos que šon hechos Eunuchos de los hombres, y ay Eunuchos ÿ ellos še caštraron aši mišmos por el reino de los çielos. El ÿ lo puede tomar ešto ÿ lo tome. A la ora le fuerõ traidos niños para ÿ pušieše šobre ellos las manos y oraše. Y los dešçipulos los reprehëdian. Pero Iešus les dixo. Dexad los niños y no los ešorbeis de venir a mi, por ÿ de los tales es el reino de los çielos. Y abiëdo puešto šobre ellos las manos še partio de alli. Y mira, allegãdo še vno, le dixo. Maeštro bueno, ÿ bië hare, para ÿ alcançe la vida eterna? Y el dixo, Por ÿ me llamas bueno? Niguno es bueno šino vno ÿ es šolo dios. Y ši quieres entrar en la vida guarda los mãdamiëtos. El le dixo, Quales? Y dixo Iešus: No šeras homiçida. No cometeras audulterio. No hurtaras. No diras falšo teštimonio. Honrra al padre y a la madre: y amaras a tu proximo, como a ti mišmo. Y dixo le aÿl mãçebo. Todas eštas cošas he guardado dešde mi juuëtud. Que cošas mas me falta: Dixo le Iešus. Si quieres šer perfe¢to,ve te, y vëde todo lo ÿ tienes, y da lo a los pobres, y tëdras vn thešoro en el çielo, y ven, šigue me a mi. Y quãdo aÿl mãcebo oyo ešta palabra, fueše trište. Por ÿ tenia muchas pošeššiones. Y Iešus dixo a šus dišçipulos. En verdad os digo, ÿ el rico dišicultošamëte entrara en el reino de los çielos. Y otra vez os digo, que mas facilmente podra pašar vn camello por el agujero de vna aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. Y oydas eštas cošas los dišçipulos še ešpãtaron grauemente, diziendo. Pues quien es el que podra šer šaluo? Y contemplando los Iešus, les dixo: quanto a los hombres ešto es impoššibile, pero quanto a Dios todas las cošas šon pošibles. Entonzes rešpondiendo Pedro le dixo: Mira, nošotros dexamos todas las cošas, y te hemos šeguido, pues ÿ es lo que abremos? Y Iešus les dixo. En verdad os digo, que vošotros ÿ me abeis šeguido en la regeneraçion, quãdo eštubiere šentado el hijo del hõbre en la šilla de šu maještad, os, šentareis tanbië vošotros šobre doze sillas, juzgando los doze tribus de Išrael. Y todos los que dexaren cašas, o, hermanos, o, hermanas, o, padre, o, madre, o, muger, o, hijos, o, tierras por el nombre mio, rešçeuira çiento por cada vno, y heredara la vida eterna. Y muchos primeros šeran poštreros, y los poštreros primeros.
Cap.20.
POr que šemejãte es el reino de los çielos al hõbre padre de šamilia, que šalio fuera en amaneziendo, para coger obreros para trabajar en šu vina, y hecho el prezio cõ los obreros de vn dinero al dia, embio los a šu viña. Y šalido fuera çerca de las tres horas vio otros que eštaban en la plaça oçiošos, y dixo les, Id tanbien vošotros a la viña, e yo os dare todo lo que fuere jušto. Y ellos še fueron. Y šalio otra vez çerca de las šeis horas, y de las nuebe, e hizo lo mišmo. Y çerca de las onze tanbien šalio, y hallo otros que eštaban oçiošos, y dixo les. Por que vošotros eštais aqui todo el dia oçiošos? Dixeron le, Porque ninguno nos lleba. Dixo les, Id tanbien vošotros a la viña, y abreis todo lo que fuere jušto. Y venida la noche, dixo el Señor de la viña a šu procurador: Llama los obreros, y da les šu galardon, comezando dešde los poštreros hašta los primeros. Y quãdo llegaron los que çerca de las onze abian venido, rešçiuio cada vno vn dinero. Y biniendo tanbië los primeros penšaron que abian de rešçeuir mas, y rešçiuieron aquellos tanbien cada uno vn dinero, y quando le rešçiuian murmurabã cõtra el padre de la šamilia, diziëdo. Eštos poštreros vna hora eštubieron en la obra, y los hezište yguales cõ nošotros, que šufirmos la carga del dia, y el calor. Y el rešpondiedo a vno dellos, dixo: Amigo, yo no te hago injuria. No te parešçe que por vn dinero te conçertašte comigo? toma lo que es tuyo, y bete. Que yo quiero dar a ešte poštrero tanbië como a ti. No te parešçe que puedo yo hazer en mis cošas lo que yo quišiere? Por vëtura es tu ojo malo, por que yo šoi bueno? Dešta manera los poštreros šera primeros, y los primeros poštreros. Por que muchos šon los llamados, y pocos los ešcogidos. Y caminãdo Iešus a Hierušalë, tomo conšigo los doze dišçilpulos šuyos šolos en el camino, y dixo les, Veis aqui, nošotros šubimos a Hierušalë, y el hijo del hõbre šera entregado a los prinçipes de los šaçerdotes, y ešcribas, y le condenaran a muerte, y le pondra en manos de los gëtiles para ÿ šea ešcarnešçido y azotado, y cruçificado, y al terçero dia rešušçitara. Entonzes še allego a el la madre de los hijos del Zebedeo cõ šus hijos adorandole, y pidendo del alguna coša. Y el le dixo, Que quieres? Ella le dixo: Di ÿ še šienten eštos dos hijos mios, el vno a la dieštra tuya, y el otro a la šinieštra en tu reino. Y rešpõdiendo Iešus, dixo, No šabeis lo que pedis. Podreis vošotros beber el caliz que yo he de beber? Y šer baptizados con el baptišmo que yo he de šer baptizado? Ellos le dixeron. Podemos. El les dixo, Verdaderamente vošotros bebereis el mi caliz, y šereis baptizados con el baptišmo que yo šoy baptizado, pero šentaros a mi dieštra, y a mi šinieštra, no pertenšçe a mi dar lo: pero alcanzaran lo aquellos, para quien ešta aparejado del padre mio. Y quando lo oyeron los diez, še indignaron con los dos hermanos. Y Iešus los llamo aši, y dixo, Sabeis vošotros que los prinçipcs de las gentes las šeñorearan, y los grandes exerçitaran imperio šobre ellas. No šera aši entre vošotros, šino el que quišiere šer maior entre vošotros, šea vueštro miništro. Y el que quišiere šer primero entre voštros, šea vueštro šieruo: Aši como el hijo del hõbre no vino para šer šeruido, šino para šeruir, y para dar šu anima en redemtion por muchos. Y quando ellos šalian de Hiericho, le šiguio mucha compañia de gente. Y veis aqui dos çiegos que eštaban šentados çerca del camino quãdo oyeron que Iešus pašaba, dieron vozes, diziëdo: Ten mišericordia de nošotros, Señor hijo de Dauid. Y las gentes los reprehendian, por que callašen. Pero ellos daban tanto mayores vozes, diziendo: Ten mišericordia de nototros, Señor hijo de Dauid. Y parose Iešus, y llamo los, y dixo: Que quereis que os haga? Ellos dixeron, Señor que šean abiertos nueštros ojos. Y abiendo mišericordia dellos Iešus toco šus ojos: y a la ora šus ojos rešçiuieron višta, y le šiguieron.
Cap.21.
Y Siendo allegados a Hieruašalem, y venidos Betphage al monte de las oliuas. Entonzes Iešus embio dos dišçipulos, diziendo les. Id al caštillo que ešta de cara de vototros, y luego hallareis vna ašna atada, y vn pollino con ella, dešatalda, y traed me la. Y ši alguno os dixiere algo, dezilde, El Señor tiene neçeššidad dellos, y a l ora os embiaran, Y todo ešto es hecho, para que še cumplieše lo que abia šido dicho por el propheta, que dize: Dezid a la hija de Sion, veis aqui al Rey tuyo que viene a ti manšo, y šentado šobre la ašna, y el pollino hijo de la que tray el yugo. Y partiendo še los dišçipulos hizieron aši como les abia mandado Iešus. Y traxeron la ašna, y el pollino, y pušieron šobre ellos šus veštiduras, y le ašentaron sobre ella. Y grand numero de gentes tendieron šus veštiduras en el camino. Y otros cortaban ramos de los arbores, y adornaban el camino.Y las gentes que iban delante, y las que venian detras daban vozes, diziendo: Hošanna al hijo de Dauid: Bendito es el que viene en el nõbre del Señor: Hošanna en los altiššimos. Y entrando en Hierušalem fue alborotada toda la çibdad, diziendo, Quien es ešte? Y la gentes dezian. Ešte es Iešus aquel Propheta de Nazareth de Galilea. Y entro Iešus en el templo de Dios, y echaba fuera todos los que vendian y compraban en el templo, y las mešas de los cambiadores, las šillas de los que vendian palomas echo de arriba abajo, y les dixo, Scripto ešta. Mi caša, caša de oraçion šera llamada. Pero vošotros la abeis hecho cueba de ladrones. Y allegaron še a el çiegos y cojos en el templo, y šano los. Como viešen los prinçipes de los šacerdotes las cošas marabillošas que abia hecho, y los niños que dabã vozes en el tëplo, diziendo: Hošanna al hijo de Dauid, fueron indignados, y dixeron le, Oys lo que eštos dizen? Y Iešus les dixo: Si por çierto. Nunca a veis vošotros leydo: De la boca de los niños y de los que maman hizište perše¢to el loor? Y dexados aquellos še fue fuera de la çibdad en Bethania, y alli moro. Y a la manaña voluiendo še a la çibdad, vbo hambre. Y como vieše vna higuera en el camino, llegoše a ella, y nada hallo en ella, šino šolas las hojas, y dixo le: No našca de aqui adelãte fruto de ti jamas. Y a la ora še šeco la higuera. Y višto ešto še marabillaron los dišçipulos, diziendo: Como tan prešto še šeco la higuera? Y rešpondiëdo Iešus, les dixo, En verdad os digo, que ši tubieredes fee, y no dubdaredes, no šolamente ešto que ha a contešçido a la higuera hareis, pero a vn ši a ešte monte dixeredes. Leuantate, y echate en el mar, šera hecho. Y todas las cošas que demandaredes en la oraçion creyendo, las rešçiuireis. Y venido al templo, llegaron še a el eštãdo enšeñando, los prinçipes de los šacerdotes y los mas ançianos del pueblo, diziëdo, Con que autoridad hazes eštas cošas? Y quien te dio ešta autoridad? Y rešpondiendo Iešus les dixo. Yo tanbië os demãdare a vošotros vna palabra, y ši me la dixeredes, yo tanbien os dire con que autoridad hago eštas cošas. El baptišmo de Iohã, de dõde era? del çielo, o, de los hombres? Y ellos çonšideraban entre ši mišmos, diziëdo, Si dixeremos del çielo, dezir nos ha: Pues por que no le creyštes? Y ši dixeremos de los hõbres, tenemos temor de las gëtes. Por que todos tienë a Iohã por propheta. Y rešpondiëndo a Iešus, dixerõ, No šabemos. Y el tanbien les dixo: Tan poco os dire yo a vošotros con que autoridad hago eštas cošas? Pero que os pareçe a vošotros? Vn hombre tenia dos hijos, y llegãdo še al primero le dixo, Hijo, bete oy a trabajar en mi vinã. Y el rešpondiendo dixo, Yo no quiero yr: y dešpues arrepentiëdo še, fue. Y llegãdo še al otro dixo le šemejãtemëte. Y le rešpõdiëdo, dixo, Señor, yo boy. Y no fue. Qual de los dos hizo lo ÿ queria el padre? Y dixerõ le, El primero. Dixo les Iešus, En verdad os digo, que los publicanos y rameras yran delante de vošotros en el reino de Dios. Por que vino a vošotros Iohan por la via de juštiçia, y no le creištes: y los publicanos y malas mugeres le creieron. Y viëdo lo vošotros, no os arrepëtištes dešpues, para creerle. Oyd otra parabola. Abia vn hõbre padre de la šamilia, que plãto vna viña, y çerco la con vn šeto: y cauo en el vn lagar, y edifico vna torre, y alquilo la a los laboradores, y dešpues še partio de alli. Y llegada el tiëpo de los frutos, embio šus criados a los labradores, para rešçibir šus frutos. Y los labradores tomarõ šus criados, y al vno hirierõ, al otro matarõ, y al otro apedrearõ. Otra vez embio otros criados en maior numero ÿ los primeros, y hizierõ dellos lo mišmo. A la poštre ymbio les šu propio hijo, diziëdo: tendrã šiquiera rešpeto a mi hijo. Y los labradores en viëdo el hijo, dixerõ entre ši, Ešte es el heredero, venid, y matemos le, y occupemos šu heredad. Y tomãdo le le echarõ fuera de la viña, y le mataron. Pues quãdo el šeñor de la viña viniere, ÿ les hara a los labradores? Ellos le dixeron: Deštruir malamëte a los malos: y arrëdara šu viña a otros labradores, ÿ le dë el fruto en šus tiëpos. Dixo les Iešus: Nunca leištes en las šçripturas: la piedra ÿ reprobarõ los ÿ edificabã, ešta espuešta en la frõtera del cãtõ, ešte es hecho del šeñor, y es admirable en nueštros ojos? Por lo qual os digo, ÿ šera quitado de vošotros el reino de Dios, y šera dado a la gëte ÿ hiziere los frutos del. Y el ÿ cayere šobre ešta piedra, šera ÿbrãtado: y ella dešmenuzara aÿl šobre quien caiere. Y oyëdo los prinçipes de los Saçerdotes y Pharišeos šus parabolas, conošçierõ que dellos dezia. Y queriëdo poner en el las manos tubieron temor de las gentes, por que le tenian en lugar de Propheta.
Cap.22.
Y Hablando Iešus otra bez les hablo en parabolas, y dixo, Comparado es el reino de los çielos, al hombre Rei, que hizo las bodas de šu hijo, y embio šus criados a llamar los que eštaban cõbibados a las bodas, y no queriã venir. Otra bez embio otros criados, diziëdo. Dezid a los cõuidados. Mirad ÿ yo he aparejado el mi conbite, y mis toros, y mis animales engordados šon muertos, y todas las cošas eštã aparejadas, venid a las bodas. Pero ellos no haziëdo cuëta dello, še fuerõ, el vno a šu cašeria, el otro a šus negozios. Y los otros, detubieron a šus criados, y dešpues de aber los injuriado los mataron. Y quando el Rei lo oyo fue a yrado, y embiando šus exerçitos deštruyo aquellos homicidas, y abrašo šu çibdad. Entonzes dixo a šus criados: Es verdad que las bodas eštan aparejadas, pero los que eštaban conbidados no fueron dignos. Id pues vošotros a las šalidas de los caminos, y llamad a las bodas, a todos quãtos hallarededes. Y šalidos šus criados a los caminos congregaron todos quantos hallaron aši malos como buenos, y fueron llenas las bodas de conbidados. Y el rei entro por ver los que eštaban ašentados, y vio alli vn hombre que no eštaba beštido de beštidura de bodas, y dixo le, Amigo, como entrašte aca, šin tener beštidura de bodas? Y el enmudešçio. Entozes dixo el rei a los ministos: Dešpues que le vbieredes atado šus pies y šus manos le echad en las tinieblas exteriores, alli abra plãto, y crugido de diëtes. Por ÿ muchos šon los llamados, y pocos los ešçogidos. Entonzes še fueron los pharišeos, y tomaron conšejo, como le podrian tomar en la palabra. Y embiaron a el šus dišçipulos con los Herodianos, diziendo, Maestro, nošotros šabemos que tu eres verdadero, y que enšeñas el camino de Dios en la verdad, y que no tienes rešpeto de ninguno: Por que tu no miras las persona de los hombres. Di nos pues, que tc pareze? Es liçito dar el tributo a Cešar, o, no? Y conošçiëndo Iešus šu maliçia, les dixo. Por que me tentais Hipocritas? Mostrad me la moneda del tributo. Y ellos le traxeron vn dinero, y dixo les, cuia es ešta imagen, y šobre ešçrito? Ellos le dixeron: De Cešar. Entonzes les dixo, pues dad las cošas que šon de Cešar, a Cešar: y las cošas que son de dios, a dios, y oidas eštas cošas, še marabillaron, y dexando le, še fueron. En aquel dia še llegaron a el los šaduceos (que niegan la rešurre¢tion) y preguntaron le, diziendo: Maestro, Moišes dixo, ši alguno muriere šin tener hijo, šu hermano še cašara con su muger, y rešušçitara la šimiente del hermano, Pues entre nošotros abia šiete hermanos, y el primero dešpues de cašado še murio: y no teniendo šimiëte, dexo šu muger a šu hermano: šemejantemënte el šegundo, y el tercero, hašta el šeptimo, y la poštrera de todas fue muerta la muger? Pues que todos la tubieron. Y rešpondiendo Iešus les dixo. Andais errados šin šaber las šçripturas, ni la virtud de Dios. Por que en la rešurre¢tion ni še cašan, ni še dan en cašamiento, pero šon aši como angeles de Dios en el çielo. Pues de la resurre¢tion de los muertos no abeis vosotros leido, lo que os es dicho de Dios, diziendo, yo šoi el Dios de Abraham, y el Dios de Išaac, y el Dios de Iacob? Dios no es dios de los muertos šino de los viuos. Y como lo oyešen las gentes eštaban admiradas de šu do¢trina. Y quando los Pharišeos oyeron que abia atapado la boca a los Saduçeos še congregaron en vno, y vno de entre ellos do¢tor de la ley, le pregunto, tentando le, y diziendo: Maeštro, qual es el mandamiento grande en la ley? Dixo le Iešus, Amaras al Señor Dios tu Dios tuio con todo tu corazon, y con toda tu anima, y con todo tu entendimiento. Ešte es el primero y grande mandamiëto. Y el šegÜdo es šemejãte a ešte. Amaras a tu proximo, aši como a ti mišmo: De eštos dos mandamientos penden toda la ley, y los Prophetas. Y šiendo congregados los Pharišeos les pregunto Iešus, diziëdo: Que os parešçe a vošotros de Chrišto? Cujo hijo es? Ellos le dixeron: De Dauid. El les dixo: Pues Dauid en el špiritu le llama Señor, diziëdo, El Señor dixo al Señor mio, ašientate a la dieštra mia: hašta que yo ponga tus enemigos por eštrado de tus pies. Pues ši Dauid le llama Señor, como es hijo fuio? Y ninguno le podia rešponder palabra, ni fue ošado ninguno dešde aquel dia a demãdar le coša alguna.
Cap.23.
ENtonzes Iešus hablo a la compania de gentes, y a šus dišçipulos diziëdo. En la cathedra de Moišen eštan šentados ešçribas y pharišeos: Todas las cošas pues que ellos os mandarã guardar, guardaldas, y hazeldas: Pero no hagais šegÜd šus obras. Por que dizë y no hazë. Y a tan cargas graues y difiçiles de llebar, y ponë las šobre los ombros de los hõbres, pero ellos no las quierë mouer con šu dedo. Y todas šus obras hazë para šer vištos de los hombres. Y enšanchã šus phyla¢terias, y engrãdezen las guarniciones de šus mantos, y aman los primeros ašentamiëtos en los cõbites, y las primeras cathedras en las šinagogas, y las šalutaciones en la plaça, y šer llamados de los hombres Maeštros. Pero vošotros no querais šer llamados maeštros: por que vno es el Maeštro vueštro, Chrišto y todos vošotros šois hermanos, y no llameis a ninguno Padre vueštro en la tierra: por que vno es el Padre vueštro que šta en los çielos. Ni querais šer llamados Maeštros, por que vno es el maeštro vueštro, Chrišto. El que es maior entre vošotros, šera vueštro miništro, y quië še enšalzare, šera humillado: y quië še humillare, šera enšalzado. Ai de vošotros ešçribas y pharišeos hypocritas, por que çerrais el reino de los çielos delãte de los hombres. Por que ni vošotros entrais, ni dexais entrar a los que vienë. Ai de vošotros ešçribas y pharišeos hypocritas, por que comeis las cašas de las viudas, šocolor de luëga oraciõ: y por ešto šereis mas grauemëte punidos. Ai de vošotros ešçribas y pharišeos hypocritas, por ÿ andais par la mar y por la tierra para ÿ hagais vno de gëtil judio: y quãdo fuere hecho le hazeis hijo del infierno dos vezes mas ÿ vošotros lo šois. Ai de vošotros guiadores ciegos: por ÿ dezis: Quiëquiera ÿ jurare por el tëplo, no es nada: pero el ÿ jurare por el oro del templo, es culpado. Locos y çiegos, qual es maior el oro, o, el tëplo que šan¢tišica al oro? Y quien quiera que jurare por el altar, no es nada: pero quiëquiera que jurare por el don que ešta šobre el altar es culpado, locos y çiegos, qual es maior, el don, o, el altar, que šan¢tišica al don? El que jurare pues por el altar, jura por el, y por todas las cošas que šobre el eštan. Y el que jurare por el templo, jura por el y por aquel que mora en el, y el que jurare por el çielo, jura por el throno de Dios, y por aquel que ešta ašentado šobre el. Ay de vošotros ešcribas y pharišeos hypocritas, por que dezmais la yerua buena, y el Eneldo, y el comino, y os dexaštres las cošas que šon mas graues de la ley. Iuyzio y Mišericordia y Fee: Era neçeššario que eštas cošas še hiziešen, y que aquellas no še oluidašen. Guiadores çiegos, que colais vn Mošquito, y os engullis vn Camello. Ai de vošotros ešcribas y pharišeos hypocritas, por que limpiais el plato y la copa por de fuera: y por de dentro eštã llenos de rapiña e intemperãçia. Pharišeo çiego, limpia primero, lo que ešta dentro de la copa y del plato, para que por defuera šean tanbien limpios. Ai de vošotros ešçribas y pharišeos hypocritas, por que šois šemejantes a los šepulchros blanqueados, que por defuera parezen hermošos, pero por de dentro eštan llenos de huešos de muertos, y de toda šuçiedad. De la mišma manera tanbien vošotros, os moštrais juštos por defuera a los hombres, pero por de dentro eštais llenos de hypocrešia y de maldad. Ai de vošotros ešçribas y pharišeos hypocritas, por que edišicais los šepulchros de los prophetas, y adornais los monumentos de los juštos, y dezis. Si fueramos en los dias de nueštros padres, no fueramos compañeros šuios en la šangre de los prophetas. Y dešta manera dais teštimonio de vošotros mišmos, que šois hijos de los que mataron a los prophetas. Y vošotros cumplid tanbien la medida de vueštros padres. Serpientes, generaçion de biboras, como podreis euitar el juizio del infierno? Por lo qual, Mirad, yo os embio prophetas, y šapientes, y ešçribas, y vošotros matarais algunos dellos, y cruçificareis, y a algunos dellos azotareis en vueštras šinagogas, y los peršiguereis de çibdad en çibdad, para que venga šobre vošotros toda la šangre iušta, que fuere derramada šobre la tierra, dešde la šangre de Abel jušto, hašta la šangre de Zacharias, hijo de Barachias, al qual mataštes entre el templo y el altar. En verdad os digo que todas eštas cošas vendran šobre ešta generacion. Hierušalë Hierušalem que matas los prophetas, y apedreas a los que šon embiados a ti. Quantas vezes yo quiše congregar tus hijos, aši como la gallina recoge šus pollos de bajo de las alas, y tu no quišište? Mirad ÿ vueštra caša še ha quedado dešierta. Por que yo os digo, que no me vereis de oy mas hašta tanto que digais. Benedito es el que viene en el nombre del Señor.
Cap.24.
Y Salido Iešus še partia del templo, y allegron še a el šus dišçipulos para moštrar le los edifiçios del templo. Y Iešus les dixo, No veis todas eštas cošas? En verdad os digo que no quedara aqui piedra šobre piedra que no šea deštruida. Y el eštando šentado en el monte de las oliuas, še llegaron a el šus dišçipulos šecretamente, diziendo, Di nos quando šeran eštas cošas? y alguna šenal de tu venida, y de la conšumaçion del siglo? Y rešpondiendo Iešus les d’xo, Guarda os que ninguno os engañe: por que rnuchos vendran en mi nombre, diziendo: Yo šoy Chrišto, y engañaran a muchos. Por que abeis de oyr guerras, y rumores de guerras. Mirad que no os turbeis. Por que es neçeššario que todas eštas cošas šean hechas, pero no es aun la fin. Por que še lebantara gente contra gente, y reino contra reino: y abra peštelençias, y hambres y terremotos en cada lugar. Y todas eštas cošas šon prinçipios de los dolores. Entonçes os traeran en afli¢tion, y os mataran, y šereis aboreçidos de todas las gentes por el nombre mio, Y entonzes še ešçandalizaran muchos, y el uno acušara al otro, y uno a otros entre ši še aborrezerã, y muchos falšos prophetas še leuantaran, y engañaran a muchos, y por que abundara la maldad, še refriara la charidad de muchos. Pero el que peršeuerare hašta la fin ešte šera šaluo. Y sera predicado ešte Euangelio del reino por tode el vniueršo mundo en teštimonio para todas las gentes, y entonzes vendra la fin. Pues quando vošotros vieredes la abominaçion de la dešolaçion, que es dicha por Daniel propheta, que eštara en el lugar šan¢to (el que lei entienda) Entonzes los que eštan en Iudea huyan a los montes, y el que eštubiere en el techo. no še abaje a tomar ninguna coša de šu caša, y cl que eštubiere en el campo, no le buelba a tomar šus veštiduras. Y ay de las preñadas y de las que criaren en aquellos dias. Orad pues vošotros por que no šea vuestra huida en el hibierno, ni en el šabbado. Por que šera entonzes afli¢tion grandre, qual no fue dešde el prinçipio del mundo hašta ešte tiëpo, ni šera. Y šino fuešen acortados aquellos dias, no šeria šalua toda carne: pero por los ešcogidos še acortaran aquellos dias. Entonzes ši alguno os dixere, Veis aqui a Chrišto, o, veis le alli, no le creais. Por que še leuantaran falšos Chrištos y falšos prophetas, y darã grãdes šeñales y miraglos hašta traer en error, si pošible fuere avn los elegidos. Mirad que en el dešierto ešta, no šalgais. Sois dixeren pues, Mirad ÿ ešta en los lugares šecretos: no lo creais. Por que aši como el relãpago šale de Oriëte y še parešçe hašta en Ocçidëte, aši tanbië šera la venida del hijo del hõbre. Por que adõde quiera ÿ eštubiere el cuerpo muerto, alli tanbien še congregarã las Alguilas. Y luego dešpues de la afli¢tion de aquellos dias el šol še ešcurešçera, y la luna no dara šu lÜbre, y las eštrellas cayran del çielo, y las virtutes de los çielos še moberã: y entonzes še aparešçera la šeñal del hijo del hõbre en el çielo: y entonzes še lamentaran todas las generaçiones de la tierra, y veran al hijo del hombre venir en las nubes del çielo con potëçia y gloria grãde. Y embiara šus angeles cõ grãd šonido de trõpeta y recogeran los cšcogidos šuios del los quatro vientos dešde las alturas de los çielos hašta los mas infinos lugares Pues de la higuera aprended ešta parabola, Quando šu ramo ya eštubiere tierno, y las hojas fueren našçidas, šabeis que cerca ešta el verano, Aši tanbië vošotros quãdo vieredes todas eštas cošas, šabed que ešte ya çerca de la puerta. En verdad os digo, que no pašara ešta generaçion, hašta tãto que todas eštas cošas šean hechas. El çielo y la tierra faltaran, pero mis palabras no faltaran. Pero de aquel dia y de aquella hora ninguno šabe, ni aun los angeles de los çielos, šino šolo el padre mio. Pero aši como eran los dias de Noe, aši tanbië šera la venida del hijo del hombre. Por que aši como eran en los dias antes del dilubio que comian, y bebian, cašaban še, y daban en cašamiento, hašta el dia en que entro Noe en el arca: y no conošçieron hašta que vino el dilubio, y los llebo a todos aši tanbien šera la venida del hijo del hõbre. Entonzes dos eštaran en el campo, el vno es tomado, y el otro es dexado. Dos moliendo en el molino, la vna es tomada, y la otra es dexada. Velad pues, por que no šabeis a que hora el Señor vueštro ha de venir. Pero ešto šabed, que ši el padre de la šamilia šupieše a que hora el ladron ha de venir, ciertamente el velaria, y no permitiria šer šu caša horacada. Y por ešto vototros eštad aparajados: por que a la ora que menos penšaredes vendra el hijo del hombre. Pues quien es el šieruo šiel y prudente, a quien el Señor dio cargo de šu šamilia, para que les de de comer a šu tiëpo? Bien auenturado es aquel šieruo, al qual viniëdo šu Señor, le hallara haziendo dešta manera. En verdad os digo que de todos šus bienes le dara cargo. Y ši dixere aquel šieruo malo en šu corazon, tardaše el Señor mio en venir, y comenzare a herir a šus compañeros, y avn a comer y beber con los embriagos, vendra el Señor de aquel šieruo, en el dia que no le ešpera, y en la hora que no šabe, y partira le por medio, y vna parte šuia pondra con los hypocritas, donde šera planto y crugido de dientes.
Cap.25.
ENtonzes šera šemejante el reino de los çielos a diez virgines las quales tomaron šus lamparas, y šalieron a rešçeuir al ešpošo. Y las çinco dellas eran locas, y las çinco prudentes. Las que eran locas tomando šus lamparas, no tomaron olio conšigo. Pero las prudentes tomaron olio en šus vašos juntamente con las lamparas. Y como še tardaba el ešpošo, en venir še adormeçieron todas, y še dormieron. Y a la media noche fue dada vna voz : Mirad que el ešpošo viene, šalilde a rešçeuir. Entonzes še lenantaron todas aquellas virgines, y aparejaron šus lãparas. Y las locas dixeron a las prudentes, Dad nos de vueštro olio, por que nueštras lãparas še mueren. Pero rešpondieron las prudëtes, diziëdo. Por ÿ no nos šalte a nošotras y a vošotras mejores ÿ os vais a los que lo venden y lo cõpreis para vošotras mišmas. Pero entre tãto ÿ lo fuerõ a comprar, vino el ešpošo: y las que eštaban aparejadas še entraron con el a las bodas, y fue çerrada la puerta. Y dešpues llegaron tanbien las otras virgines, diziendo: Señor, Señor abre nos. Pero el rešpondiendo dixo: En verdad os digo que no os conošco. Velad pues por que no šabeis el dia ni la ora en que el hijo del hombre ha de venir. Por que es aši como vn hõbre que še queria yr camino y llamo a šus criados, y dio les šus vienes, y a vno dio çinco talëtos, y al otro dos, y a vn otro, vno: a cada vno šegund šu propria facultad, y partioše luego. Y el que rešçiuio los çinco talentos še fue a negoçiar con ellos, y gano otros çinco talentos. Por el conšiguiëte el que abia rešçeuido dos, gano tanbien otros dos. Pero el que rešçiuo vno še fue, y cauo en la tierra, y ešcondio el dinero de šu Señor. Y mucho tiëpo dešpues vino el Señor de aquellos šieruos, e hizo cuenta con ellos. Y viniendo el que abia rešçeuido çinco talentos, traxo otros çinco talentos, diziendo: Señor, tu me dište çinco talentos, veis aqui otros çinco talentos ÿ yo he ganado con ellos. Dixo le šu Señor: Ešta bië šieruo bueno y šiel: Tu has šido leal en pocas cošas, yo te cõštituire šobre muchas. Entra en el gozo de tu Señor. Y viniëdo tanbië el que abia rešçeuido dos taletos, dixo: Señor, dos talëtos me dište, veis aqui otros dos talentos ÿ yo he ganado cõ ellos. Dixo le šu šeñor: Ešta bië šieruo bueno y šiel, tu has šido leal šobre pocas cošas, yo te cõštituere šobre muchas: Entra en el gozo de tu šeñor. Pero viniendo el que abia rešçeuido vn talento, dixo: Señor, yo te conošçia que eres hombre duro, ÿ šiegas donde no šembrašte, y que allegas donde no ešparçište: y ešpantado me šui, y ešçondi en la tierra tu talento: veis aqui lo que es tuio. Y rešpondiendo šu Señor le dixo: Sieruo malo y perezošo, tu šabias que yo šiego donde no he šembrado, y que allego donde no he ešparzido: Pues por ešto tenias neçeššidad de cometer mi dinero a los banqueros, para que viniendo yo rešçiuieše lo que es mio con všura. Quitalde pues el talento, y dalde al que tiene diez talentos. Por que a todo hombre que tiene šera dado, y abundara Pero al que no tiene, avn aquello ÿ tiene le šera quitado. Y al šieruo šin probecho echalde en las tinieblas exteriores: alli abra planto, y crugido de diëtes. Y quãdo viniere el hijo del hombre en šu gloria, y todos los šan¢tos angeles con el, entonzes eštara šentado šobre la šilla de šu gloria, y še congregarã delante del todas las gentes, y apartara los vnos de los otros aši como el paštor aparta las ouejas de los cabritos: y pondra las ouejas a šu dieštra, y los cabritos a šu šinieštra. Entonçes dira el rei a los que eštubierë, a šu dieštra. Venid bëditos del mi padre pošeed el reino que ešta aparejado para vošotros dešde el prinçipio del mÜdo: Por que yo hube hãbre y vošotros me dište de comer. Yo hube šed, y vošotros me dides de beber. Yo era huešped, y vošotros me acogištes. Yo eštube dešnudo, y vosotros me cubrištes. Yo eštube enfermo, y vošotros me višitaštes. Yo eštaba en la carçel y vošotros veništes a mi. Entonzes le rešponderan los juštos, diziendo: Señor, quando te vimos hambriento, y te dimos de comer, o, quando šediento, y te dimos de beber, y quando te vimos peregrino, y te acogimos? o, desnudo y te cubrimos? o, quando te vimos enfermo, o, en la carçel, y venimos a ti? Y rešpondiendo el Rei les dixo: En verdad os digo, que en quanto lo hizištes a vno de eštos mis hermanos pequeñitos a mi lo hizištes. Entonzes dira tanbien a los que eštaran a la šinieštra: Aparta os de mi malditos en el fuego eterno, que ešta aparejado para el diabio, y para šus angeles. Por que yo tube hambre, y no me dištes de comer: tube šed, y no me dištes de beber: peregrino era, y no me acogištes: dcšnudo, y no me cubrištes: enšermo, y en la carçel eštaba, y no me višitaštes. Entonzes le rešponderan tambien ellos, Diziëdo: Señor quando te vimos hambriëto, o, šediento, o peregrino, o dešnudo, o enšermo, o, en la carçel yo no te ayudamos? Entonzes les rešpondera diziendo: En verdad os digo que en quanto no lo hizištes a vno de eštos pequeñitos, tanpoco a mi lo hizištes. Y eštos yran al tormëto eterno, y los juštos a la vida eterna.
Cap.26.
Y Abiendo Iešus acabado todas eštas palabras, dixo a šus dišçipulos: Sabeis que de aqui a dos dias še celebra la Pašcua, y el hijo del hombre šera entregado para šer cruçificado. Entonzes še congregaron los prinçipes de los šaçerdotes, y los ešcribas, y los mas ançianos del pueblo en la corte, del prinçipe de los šaçerdotes, que era llamado Caiaphas: Y tomaron conšejo para prender a Chrišto por engaño, y matarle. Y deziã, No en dia de fiešta, por que no šea que še lebante algund alboroto en el pueblo. Y eštando Iešus en Bethania en caša de Simon leprošo, allegoše a el vna muger que tenia vn alabaštro de vnguëto preçiošo, y lo derramo šobre šu cabeza eštando el echado. Y viendo lo šus dišçipulos še indignaron, diziendo, Para que še haze ešta perdizion? Por que podia ešte vnguento šer vendido por grand prezio, y šer dado a los pobres. Y conošçiendo ešto Iešus les dixo: Por que šois moleštos a ešta muger? Pues que ella ha hecho vna buena obra para comigo, Por que šiempre tëdreis a los pobres con vošotros, pero a mi no šiempre me tendreis. Por que quando ešta echo ešte vnguento šobre mi cuerpo, para enterrar me lo hizo. En verdad os digo que adonde quiera que fuere predicado ešte Euangelio en todo el vniueršo mundo, ešto tanbien que ešta ha hecho šera recontado en memoria šuia. Entonzes vno de los doze, que še dezia Iudas Išcariotes še fue a los prinçipes de šacerdotes, y les dixo, Que me quereis dar y yo le pondre en vueštras manos? Y ellos le ofrešçieron treinta rnonedas de plata. Y dešde aquel tiëpo bušcaba oportunidad para entregar le. Pero el dia primero de los azimos še allegarõ los dišçipulos a Iešus diziëdo le. Donde quieres ÿ te aparejemos de comer la pašcua? Y el dixo, Id a la çibdad a vn zierto, y dezilde. El maeštro dize, Mi tiempo ešta çerca, contigo çelebro la pašcua con mis dišçipulos. Y hizieron los dišçipulos aši como še lo mando Iešus, y aparejaron la pašcua. Y venida la tarde eštaba šentado a la meša con los doze: y mientras que eštaban comiëdo les dixo: En verdad os digo ÿ vno de vošotros me ha de vender. Y entrišteçidos grauemente comenzo cada vno a demandar le. Por uentura šoi yo Señor? Pero el rešpondiendo dixo, El ÿ toca comigo la mano en el plato, ešte me vëdera. El hijo del hõbre še ba, aši como ešta ešcrito del. Pero ai de aÿl hõbre por quië el hijo del hõbre šera vendido, rnejor fuera, para ešte hombre ši nunca vbiera našçido. Y rešpondiendo Iudas que le vendio, dixo: Por ventura šoi yo Maeštro? Y el dixo. Tu lo dixište. Y eštando ellos comiendo, tomo Iešus el pan, y quãdo vbo hecho gratias lo partio, y dio a šus dišçipulos, y dixo, Tomad, comed, Ešto es mi cuerpo. Y tomando el caliz, y abiendo hecho graçias še le dio diziendo: Bebed de ešte todos: por que ešta es mi šangre del nuebo teštamento, que por muchos es derramada en remišion de los peccados. Y yo os digo que no bebere de oy mas de ešte fruto de la vid, hašta aquel dia, en que yo lo bebere nuebo con vošotros en el reino del mi padre. Y abiendo dicho el hymno še fuerõ al monte de las oliuas. Entõzes les dixo Iešus. Todos vošotros šereis ešcãdalizados por mi cauša ešta noche. Por ÿ ešçrito ešta. Yo herire al paštor, y ešparzirã še las ouejas del ganado. Pero quãdo fuere rešušçitado yo yre delante de vošotros en Galilea. Y rešpondiendo Pedro, le dixo: Aun que todos šean por ti ešcandalizados, yo nunca šere ešcãdalizado. Dixo le Iešus. En verdad te digo que ešta noche antes que el gallo cante, tres vezes me negaras. Dixo le Pedro: Aun que šea neçeššario que yo muera contigo, no te negare. Semejantemente dixeron tanbien todos los dišçipulos. Entonzes vino Iešus con ellos a la villa, que še dize, Gethšemane, y dixo a los dišçipulos, šentaos aqui, hašta que yo baya alli, y ore. Y tomando conšigo a Pedro ya los dos hijos del Zebedo, comenzo a entrišteçere še, y anguštiar še. Entonzes les dixo Iešus. Trište ešta mi anima hašta la muerte: quedaos aqui y velad comigo. E yendo še vn poco mas adelãte caio šobre šu roštro, orãdo, y diziëdo. Padre mio, ši pošible es, aparte še de mi ešte caliz. Pero todavia no aš’ como yo quiero, šino aši como tu quieres (še haga) Y vino a los dišçipulos, y hallo los dormiendo, y dixo a Pedro. Aun no podištes velar comigo ši quiera vna hora? Velad y orad por que no entreis en tentaçion. Ciertamente el ešpirito ešta prompto, pero la carne ešta enšerma. Allende de ešto še fue otra vez, y oro, diziendo, Padre mio, šino puede ešte caliz apartarše de mi, šin que le beba, hagaše tu voluntad. Y vino, y hallo los otra vez, dormiëdo, por que eštaban šus ojos engrauešçidos. Y dexando los, še fue otra vez, y oro la tercera vez diziendo la mišma palabra. Entonzes vino a šus dišçipulos, y les dixo, Dormid ya, y dešcanšad, Veis aqui ÿ es llegada la ora, y el hijo del hombre entregado en las manos de los pecadores. Leuanta os y bamos, Mirad que es ya llegado el que me entrega. Y eštando el hablando, veis aqui a Iudas vno de los doze que vino, y con el mucha compañia de gente con ešpadas y lanzas embiados de los prinçipcs, de los šacerdotes, y de los mas ançianos del pueblo. Y el traydor les dio šeñal diziendo. A quien quiera que yo bešare, aquel es, echalde mano, y a la ora llegando še a Iešus le dixo. Dios te šalue Rabbi, y bešole. Y dixo le Iešus, Amigo a que vienes? Entonzes še allegaron, y echaron las manos en Iešus, y le prëdieron. Y veis aqui vno de aquellos que eštaban con Iešus, eštendiendo la mano šaco šu cuchillo y heriendo al šieruo del prinçipe de los šacerdotes cortole šu oreja. Entonzes le dixo Iešus. Mete tu cuchillo en šu lugar. Por que todos los que tomaren el cuchillo, con el cuchillo perezeran. Pienšas tu que no puedo yo agora rogar al padre mio, y me dara mas de doze legiones de angeles? Pero como šeran cumplidas las ešçrituras, pues que es neçeššario que aši šea hecho? En aquelle hora dixo Iešus a aquellas gentes. Aši como a ladron šalištes con ešpadas y lanzas a prender me: Cada dia eštaba zerca de vošotros šentado en el templo enšeñando, y no me tomaštes? Pero todo ešto es hecho, para que šean cumplidas las ešcrituras de los prophetas. Entonzes todos šus dišçipulos dešamparandole, huyeron y ellos llebaron a Iešus prendido a Caiaphas prinçipe de los šacerdotes, adonde los ešcribas y mas ançianos še abian juntado. Y Pedro le šeguia de lexos hašta la corte del prinçipe de los šaçerdotes, y entrado adentro eštaba šentado con los miništros ešperando la šin. Y los prinçipes de los šaçerdotes, y los mas ançianos, y todo el conçilio bušcaban algund falšo teštimonio contra Iešus, para matar le, y no le hallaban: y avn que fueron allegados muchos falšos teštigos, no le hallaron. Pero a la poštre vinieron dos falšos teštigos, y dixerõ: Ešte ha dicho yo puedo deštruir el tëplo de Dios, y en tres dias bolber a edišicar le. Y leuantãdo še el prinçipe de los šacerdotes le dixo: Nada rešpondes? Por que dan eštos contra ti teštimonio? Y Iešus callaba. Y rešpondiendo el prinçipe de los šaçerdotes, le dixo: Conjuro te por el Dios viuo, que tu nos digas, ši tu eres Chrišto hijo de Dios. Dixo les Iešus: Tu lo dixište. Pero yo os digo que de aqui a poco vošotros vereis el hijo del hõbre eštar šentado a la dieštra de virtud, y venir en las nubes del çielo. Entõzes el principe de los šaçerdotes rompio por medio šus veštiduras, diziendo. El ha blašphemado, que neçeššidad tenemos de teštigos? Mirad agora oyštes la blašphemia fuia: que os parešçe? Y ellos rešpondiendo dixeron, digno es de muerte. Entonzes ešcupieron en šu roštro, y dieron le de bofetadas, y otros le dieron con las manos en šu roštro, diziendo: Prophetiza nos Chrišto quien es el que te ha herido? Y Pedro eštaba šentado a fuera en la corte, y allego še a el vna šierua, diziendo: Y tu con Iešus Galileo eštabas. Pero el lo nego delante de todos, diziendo. No še lo que dizes. Y šalido a la puerta le vio vna otra šierua y dixo a los que eštaban alli. Ešte tanbien eštaba con Iešus Nazareno. Y otra bez lo nego, con juramento: Yo no he conošçido a ešte hombre. Y vn poco dešpues še llegaron los que alli eštaban, y dixeron a Pedro, Verdaderamëte tu tanbië eres de aquellos, por que tu habla te haze manifešto. Entonzes comëzo a maldezir y a jurar, que no abia conošçido aquel hombre. Y a la ora el gallo canto, y acordoše Pedro de la palabra de Iešus, que le abia dicho. Primero que el gallo cante, tres vezes me negaras. Y šalido a fuera ll oro amargamente.
Cap.27.
Y venida la mañana, tomaron conšejo todos los principes de los šaçerdotes, y los mas ançianos del pueblo cõtra Iešus, como le matarian. Y atado le llebaron y entregaron a Pontio Pilato prešidente. Entonzes viendo Iudas el que le abia vendido que era condenado, šiendo arrepëtido torno las treinta monedas de plata a los prinçipes de los šaçerdotes, y a los ancianos, diziendo: Peque, entregando la šangre innocëte. Y ellos dixeron: Que še nos da a nošotros? Tu lo veras. Y arrojados los dineros en e1 templo še volbio, e yëdoše con vn lazo še ahorco. Y los prinçipes de los šaçerdotes tomados los dineros dixeron. No es liçito poner los en la Corbona, por que es prezio de šangre. Y tomado cõšejo compraron dellos un campo de un ollero, para šepultura de los peregrinos: por lo qual es llamado aquel campo, cãpo de šangre hašta el prešente dia, Entonzes še cumplio lo que dicho es por Hieremias propheta, que dize, Y tomaron treinta monedas prezio del a preziado, el qual ellos compraron de los hijos de Išrael, y las dieron por el campo del ollero, aši como me lo ordeno el šeñor. Iešus pues eštba delante del prešidente, y el prešidente le pregunto, diziendo: Eres tu Rei de los judios? Dixo le Iešus. Tu lo dizes. Y šiendo acušado de los prinçipes de los šaçerdotes y de los anzianos, nada rešpondio. Entonzes le dixo Pilatos. No oyes quantos tešimonios dizen contra ti: Y no le relpondio a ninguna palabara, de manera que el prešidente šemarabillaba en grãd manera. Y en el dia de fiešta šolia el prešidente šoltar al pueblo vn prišionero qual eIlos quišiešen. Y tenia entõzes vn prišionero famoso, que še dezia Barrabas. Y šiendo aquellos ayuntados, les dixo Pilatos. A qual quereis que os šuelte a Barrabas, o, a Iešus, que es llamado Chrišto? Por que šabia que por imbidia le abian puešto en šus manos. Y eštando šentado en el tribunal jmbio a el šu muger, diziendo. No tëgas que ver con aquel jušto, por que oy he padešçido muchas cošas en šueños por el. Y los prinçipes dc los šaçerdotes y los anzianos peršuadieron a las gentes que pidiešen a Barrabas, y que perdiešen a Iešus. Y rešpondiendo el prešidente les dixo. Qual de los dos quereis que os šuelte? Y ellos dixeron: a Barrabas. Dixo les Pilatos. Pues que hare de Iešus que es llamado Chrišto? Dixeron le todos, Sea cruçificado. Y el Prešidente dixo, Que mal ha hecho? Pero el los daban maiores vozes diziendo, Sea cruçificado. Y como vieše Pilato, que nada aprobechaba, šino antes še hazia maior alboroto, tomando agua, še labo las manos delante del pueblo, diziendo: Yo šoi innoçente de la šangre de ešte jušto, vošotros lo vereis. Y rešpõdiendo todo el pueblo dixo, Su šangre benga šobre nošotros y šobre nueštros hijos. Entonzes les šolto a Barrabas, y pušo en šus manos a Iešus dešpues de azotado, para que fueše cruçificado. Entonzes los šayones del Presidente rešçiuiendo a Iešus en la corte, allegaron en torno del toda la cõpañia. Y abiëdo le dešnudado le vištierõ vna veštidura de purpura, y pušieron šobre šu cabeza vna corona hecha de ešpinas, y le dieron una caña, en la mano dieštra. E hincadas las rodillas delante del le hazian ešcarnio, diziëdo: Dios te šalue Rei de Iudios. Y despues de aber en el ešcupido, tomaraon la caña, y le herian en la cabeza. Y abiendo le ešcarnešzido le dešnudaron, aquella veštidura, y le veštierõ šus beštiduras, y le llebaron a crucificar. Y en šaliendo hallarõ un hombre Cyreneo, por nombre Simon: y a ešte šorzaron a que llebašte šu crux. Y llegaron al lugar que še dize Golgotha, el qual es dicho lugar de Caluaria. Y dieron le a beber vinagre con hiel mezclado. Y quando lo ubo guštado, no quišo beber. Y dešpues que le vbieron cruçificado diuidieron šus vestiduras, echando fuertes: Por que fuešse cumplido lo que ešta dicho por el propheta: Diuidierõ entre ši mis veštiduras, y šobre mi veštidura echaron fuertes. Y eštando šentados le guardaban alli. Y pušieron šobre šu cabeza la cauša e
Cap.28.
Y la noche de los šabbados que ešclarešçe para vno de los šabbados vino Maria Magdalena y la otra a ber el šepulchro. Y mira, fue hecho vn terremoto grande. Por que el angel del Señor dešçendio del çielo, y allegando še reuoluio la piedra de la puerta, y eštaba šentado šobre ella. Y era šu višta aši como relampago, y šu veštido blanco como la nieba. Y de temor šuyo še ešpantaron las guardas, y še bolbieron como muertas. Y rešpondiendo el angel dixo a las mugeres: No tengais temor vošotras: por que yo še que bušcais a Iešus que fue cruçificado. No ešta aqui: porque rešušçito aši como lo dixo, Venid, mirad el lugar donde abia šido puešto el Señor, Y vošotras jd prešto y direis a šus dišçipulos que rešušçito de los muertos: y veis aqui que el ba adelante de vošotros en Galilea: alli le vereis: Mirad que yo os lo he dicho. Y partidas preštamente del monumento con temor y gozo grande corrian para hazer lo šaber a šus dišçipulos. Y quando ellas yban a dezir lo a šus dišçipulos: Veis aqui a Iešus que le šalio al camino, diziendo: Dios os šalue. Y ellas še allegaron, y tomaron šus pies, y le adoraron. Entonzes les dixo Iešus: No temais. Id y hazeldo šaber a mis hermanos para que vayan a Galilea, y alli me veran. Y šiendo ellas partidas, veis aqui algunos de las guardas vinieron a la çibdad, e hizieron šaber a los principcs de los šacerdotes todas las cošas que abian acontešçido: y cõgregados con los mas anzianos, tomado conšejo, dieron grand šuma de dinero a los šoldados, diziendo: Dezid que šus dišçipulos de noche vinieron, y le hurtaron eštando nošotros dormiendo. Y ši ešto fuere oydo del prešidente, nošotros le peršuadiremos, os haremos šeguros. Y ellos rešçeuido el dinero hizieron aši como les abia šido enšeñado. Y diuulgoše ešta fama entre los Iudios hašta el prešente dia. Y los onze dišçipulos še fueron a Galilea, al monte donde les abia ordenado Iešus. Y quando le vieron, le adoraron: y algunos dubdaron. Y allegando še Iešus hablo con ellos, diziendo: A mi me es dada toda poteštad en el çielo, y en la tierra: Id pues, y enšeñad a todas las gentes, baptizando las en nombre del padre, y del hijo, y del ešpiritu šan¢to: enšeñãdo les a guardar todas las cošas que yo os he encomendado. Y mirad que yo eštoi con vošotros todos los dias hašta la conšumaçion del šiglo.
Fin del San¢to Euangelio de Iešu
Chrišto ešcrito Por S. Mattheo.
(The Enzinas 1543
Notice:
This New Testament text (Enzinas 1543) was downloaded from The Word of God in Spanish: Valera 1909 web site. (http://www.west.ga.net/~ForHim/word.html) This text is not copyrighted, you are free to distribute it as you wish. We only ask out of respect for the work we invested in bringing you this text (Scanning and proofing.), that you leave this notice and the following introduction (Every thing between [Begin] and [End], Spanish and English.) in any copies that you might publish on the Internet. If you have any questions or comments please contact: mnj@ptcentral.com.
Aviso:
Este texto del Nuevo Testamento (Enzinas 1543) fue bajado de la pagina de web: La Palabra de Dios en Español: Valera 1909. (http://www.west.ga.net/~ForHim/word.html) Este texto no tiene derechos reservados, puedes distribuirlo como quieres. Solamente pedimos que por respeto del trabajo que invertimos en dándote este texto (Escaneando y corrigiendo.), que dejes esta noticia y la siguiente introducción (Todo entre [Begin] and [End], Español e Ingles.) en cualquier copia que publicas sobre el Internet. Si tienes cualquier pregunta o comentario por favor escribe a: mnj@ptcentral.com.
Introduction to the Enzinas 1543
The following text was scanned from a reprint of a an Enzinas 1543 done by Broken Arrow Baptist Church in Pierce, Arizona. It was then proofed using a photocopy of an actual Enzinas 1543. The main reason we digitized this text was to debunk some accusations against the Valera and their accolades for the Enzinas (such as Broken Arrow's). We, therefore, offer this text as proof that, despite the claims, the Enzinas is NOT a better translation than the Valera (any revision prior to the 1960). In fact, the Enzinas 1543 has as many discrepancies as the original Valera, plus the omission of several whole verses (bear in mind that no revision of the Valera omits a single whole verse).
It is also important to note that neither the Enzinas, nor Reina, nor even the original Valera ever amounted to anything. All were obscured by the Spanish Inquisition. The 1862 was the first effective Bible in Spanish. And the 1909 is essentially the 1862.
Even though Broken Arrow Baptist Church was unwilling to provide us with their digital text in electronic format, which itself was not without errors, we do appreciate the fact that they sent us (free of charge) a very clear reprint of the 1543. It most certainly facilitated the preparing of this text.
In preparing this text, it was necessary to develop a special font in order to properly display and print the out-of-date characters found in the original Enzinas text. These include: "c with a hat", "long s", "tilde e", "tilde u", and "tilde q".
We corrected obvious errors in the text and put the original reading in relation symbols (<>). Throughout the original text there are no italics, accents, asterisks, or any other notational characters. There is also no verse numbering.
MnJ
Introducción al Enzinas 1543
El texto siguiente fue escaneado usando una reimpresión de un Enzinas 1543 hecho por la Iglesia Bautista Broken Arrow en Pierce, Arizona. Luego fue verificado usando una fotocopia de una Enzinas 1543 original. La principal razón que digitalizamos este texto era para desmentir unas acusaciones contra el Valera 1909 y sus alabanzas a favor del Enzinas (tal como las de Broken Arrow). Por lo tanto, ofrecemos este texto como prueba que, a pesar de las diversas opiniones, el Enzinas NO es un mejor traducción que el Valera (cualquier revisión antes de 1960). La verdad es que el Enzinas 1543 tiene la misma cantidad de discrepancias como la original Valera, y además omite varios versículos enteros. (Tenlo por seguro que ninguna revisión del Valera omite un solo versículo entero.)
También es importante saber que ni el Enzinas, ni la Reina, ni aun la original Valera llegaron a lograr algo. Todos fueron obscurecidos por la Inquisición. La 1862 fue la primera Biblia eficaz en Español. Y la 1909 es esencialmente la 1862.
Aunque la Iglesia Bautista de Broken Arrow no fueron dispuestos a darnos su texto digital en formato electrónico, la cual no es sin error, en verdad les agradecemos por el hecho que nos hayan mandado (gratis) un ejemplar de su reimpresión. Ciertamente nos facilitó el labor de preparar este texto.
Para preparar este texto, fué necesario hacer un fuente especial para poder ver y imprimir los caracteres viejos que se encuentran el texto original de Enzinas. Estos incluyen: "c con copete", "s larga", "e con tilde", "u con tilde", y "q con tilde".
Corregimos errores obvios en el texto y pusimos la lectura original en corchetes de relación (<>). El texto original no tiene cursivas, acentos, asteriscos, o cualquier otro tipo de caracteres de notación. Tampoco tiene numeración de versículos.
MnJ)