Los Salmos de David
Metrificados en lengua castellana
por Juan LeQuesne (Deletreo moderno)
(en construcción)

Libro 1--Salmos 1-19 (primera hoja)
Salmos 20-36 (segunda hoja)
Salmos 37-41 (tercera hoja)
Libro 2--Salmos 42-72
Libro 3--Salmos 73-89
Libro 4--Salmos 90-106 (aquí)
Libro 5--Salmos 107-150

Libro 4--Salmos 90-106
PSALMO 91   PSALMO 92  PSALMO 100

Qui habitat in adiutorio Altissimi.

Salmo XCI.

Recita los principales favores que la Iglesia tiene en Dios, y para lo por venir, lo que puede esperar de el, y en especial todo hombre que con verdad pertenece a su sancta alianza. Son las riquezas de la Iglesia en contrapeso de su pobreza y abjección en el mundo.

  El que cierto habitando está
En el escondedero
Del Altísimo, morará
En la sombra, y sendero
Del Omnipotente. Al Señor
Diré: eres Dios mío,
Castillo mío, y protector:
En el cual me confío.

  Acá del lazo del cazador,
Y de mortandad mala
El te escapará con fervor.
Cubrirte ha con su ala,
Debajo sus alas serás
Seguro, y a la larga:
Su verdad muy firme demás
Es escudo y adarga.

  De espanto nocturno temor
No habrá: ni saeta,
Que vuele de día. Oh olor
De pestilencia infecta
Que ande en sombrosa oscuridad:
Ni en el mediodía
De dolencia, o de mortandad
Que súbito destruya.

  Caerán a tu lado mil
Y diez mil a tu diestra:
El mal no llegará sutil
A tu diestra ó siniestra.
Con ojos tuyos mirarás
De cierto sus pasiones:
Y la recompensa verás
De los impíos varones.

  Porque dijiste, eres
Señor Mi esperanza: mismo
Que por habitación mayor
Has puesto al Altísimo.
Para ti no se ordenará
Mal, ni mala jornada:
Ni plaga alguna tocará
Tu casa y tu morada.

  Porque de ti ha de mandar
A sus Ángeles dignos,
Que te guarden por guía estar
En todos tus caminos.
En las manos llevarán te
Para que por ventura
No tope o tropiece tu pié
Contra la piedra dura.

  Sobre el basilisco y león
Pisarás, virtuoso:
Al leoncillo y al dragón
Hollarás, glorioso.
Yo también lo escaparé,
Porque me ha esperado:
Y en alto más poner lo he
Que mi nombre ha amado.

  Llamar me ha, gracia le haré:
En el angustia puesto
Yo siempre con el estaré:
Escapar lo he presto;
Glorificaré su virtud.
De longura de días
Lo hartaré: De mi salud
Le mostraré las vías.


Bonum est confiterí Domino.

Salmo XCII.

  Alaba a Dios por sus admirables obras con que libra los suyos del poder de sus enemigos: y por cuya justa voluntad los píos serán para siempre prosperados, y los impíos para siempre perdidos.

Salmo y canción, para el día del Sábado.

  Que hermoso y buenísimo
Es a Dios alabar,
Y a tu nombre cantar
Salmos, ¡oh Altísimo!
El día amaneciendo
Anunciar tu bondad,
Y tu firme verdad
Cantar anocheciendo.

  Sobre el salterio grave,
Con voz dulce demás,
El decacordio mas
Y con arpa suave.
Porque me has alegrado
Con tus obras oh Dios;
Con obras de tu voz
Y manos me he gozado.

  ¡Cuan grandes yacimientos
Señor tus hechos son!
Son muy profundos aun
Los tuyos pensamientos.
El necio hombre de poco
No puede esto saber.
No puede esto entender
El varón vano y loco.

  Que prospere y florezca
El que obra iniquidad:
Que el Heno de maldad
Como yerba reverdezca.
Para a jamás ser mismo
Su destrucción mayor.
Mas tu eres, Señor,
Para siempre Altísimo.

( . . . )

  He aquí tus contrarios
O Dios, perecerán:
Disipados serán
Los malos adversarios.
Y como de único mío
Mi cuerno ensalzarás
Seré ungido mas
Con verde y florido óleo.

  Sobre mis opresores
Mis ojos miraron,
La venganza vieron
En mis angustiadores.
De los que como abejas
Contra mi se alzaron,
De los malignos aun
Oyeron mis orejas.

  Como cedro al Líbano
El justo crecerá,
Y mas florecerá
Como palma cada año.
Los que en casa plantados
Del Señor Dios están,
Verdes florecerán
En sus patios sagrados.

  En vejez poderosos
Aun fructificarán,
Verdes siempre estarán,
Fuertes y valerosos.
Para anunciar que recto
Es Dios mi protector.
Que no es el Señor
Injusto y imperfecto.

Iubilate Deo omnis terra.

Salmo C.

Exhorta a todo el mundo a las divinas alabanzas: por ser Dios Criador del mundo, y Pastor de su Pueblo.

Salmo para alabanza.

  Toda la tierra bendecid
Al Señor Dios. A Dios servid,
Con alegría; jubilad:
Ante de el alegres entrad.

  Sabed que Dios, Dios se llamó:
El nos hizo, y nosotros no;
Pueblo suyo somos de paz,
Y ovejas de su pasto mas.

  Por sus puertas en, todo honor,
Y por sus patios con loor
Entrad: alabadlo, esperad,
Bendecid su Nombre, y cantad.

  Porque Dios es Dios de bondad,
Para siempre está su verdad:
Y su misericordia hasta
De siglos en siglos está.

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