EL LIBRO DE ÉXODO
por A.W. Pink

CONTENIDO
Introducción

I. Estudios introductorios: La geografía del Éxodo
II. Estudios introductorios: Material para una historia de Moisés
III. Una revista Sinóptica y un Prólogo
IV. Nacimiento y preparación de Moisés
V. Moisés frente a la Zarza Ardiendo
VI. Las diez plagas, o el gran duelo
VII. Las diez plagas, el gran duelo (continúa)
VIII. La institución de la Pascua
IX. La salida fuera de Egipto, El paso del Mar Rojo y el cántico triunfal
X. Desde el Mar Rojo hasta Sinaí
XI. Desde el Mar Rojo hasta Sinaí (continúa)
XII. El Pacto dado en Sinaí—Sus rasgos generales       
XIII. El Pacto dado en Sinaí
XIV. El Decálogo—Primero y segundo Mandamientos
XV. El Decálogo—El Tercer Mandamiento
XVI. El Decálogo'—El Cuarto Mandamiento
XVII. El Decálogo—El Quinto Mandamiento
XVIII. El Decálogo—El Sexto Mandamiento
XIX. El Decálogo*—Séptimo Mandamiento
XX. El Decálogo—El Octavo Mandamiento
XXI. El Decálogo*—'El Noveno Mandamiento
XXII. El Decálogo—El Décimo Mandamiento
XXIII. La Ley del Altar
XXIV. Dios y el estado, el estado y el ciudadano, las promesas y la ratificación del pacto
XXV. La fiesta del pacto; el ascenso de Moisés y Josué al monte, el quebrantamiento del pac¬to; el pacto restaurado pero modificado
XXVI. La Violación del Pacto y su Renovación
XXVII. El Tabernáculo
XXVIII. El Tabernáculo (continua)


E X O D O

I ESTUDIOS INTRODUCTORIOS: LA
GEOGRAFIA DEL ÉXODO

Grabad en vuestra mente la geografía de Egipto y la Península de Sinaí. Si estuvierais en un globo a veinte millas sobre Egipto veríais lo que parece ser un listón verde en el desierto, que representa al Nilo y sus márgenes angostas, todo cuanto de Egipto ha sido bueno en algún tiempo. De los 115,000 millas cuadradas de Egipto solamente 9.000 pueden habitarse, y sólo pomo 5,600 son tierra labrantía.
La parte baja de Egipto se llama la Delta, de la letra griega que corresponde a nuestra letra D, causada por la división del Nilo en varias desembocaduras. Toda la Delta es muy fértil debido a los depósitos aluviales dejados por las inundaciones del Nilo. La parte oriental cerca de la Península árabe se llamaba Gosén donde se establecieron los hijos de Israel. Memfis, la capital antigua estaba situada arriba de la primera división y era una ciudad famosa. Más tarde la capital fue cambiada a Tebas.
Poco después de la dispersión de las naciones en la torre de Babel. El hijo de Cam ocupó Egipto, el país que le había sido dado. Sin el Nilo no habría Egipto. Hay sólo una corta distancia desde cada ribera hasta un infranqueable desierto. La historia antigua trata de Egipto desde la ciudad de Tebas hasta la desembocadura del Nilo. No sabe nada del alto Egipto.
El Nilo Blanco tiene su origen en el corazón del África Central, no descubierto sino hasta recientemente por Livingston, Stanley y otros justamente ahora ha sido construido un camino de hierro a lo largo del Nilo hasta Khartum y desde allí hasta el corazón de África. Desde Cape Town, el punto más meridional de África, sale un camino para el norte. Muy pronto será terminado ese ferrocarril y el África Septentrional estará unida con el África Meridional por medio de un camino de hierro. Ese fue el gran proyecto de Cecil Rhodes, el camino desde el cabo hasta el Cairo. La capital actual de Egipto es Cairo.
El primer acontecimiento de importancia en esta antigua historia es la construcción de la Gran Pirámide de Cheops. Sabemos muy poco acerca de la construcción de estas pirámides. pero fueron construidas mucho tiempo antes de Abraham, poco después del tiempo de Nimrod. Esta pirámide es la estructura más imponente de su género en el mundo. Tiene una gran base cuadrada y sube por terrazas, de modo que mi hombre parado en una de ellas puede subir a la de arriba. Hay hombres allí que se alquilan para subir al visitante de una grada a otra. Las Pirámides constituían una de las siete maravillas del mundo antiguo, y son una de las maravillas del mundo en la actualidad. Se supone que fueron hechas para sepulcros, puesto que cuando llegó por primera vez a conocerlas la historia, contenían las momias de reyes distinguidos. De una de estas pirámides ha sido sacado el mismo Faraón que recibió a José, y se dice que al desenvolver la momia hallaron un grano de trigo que de alguna manera se había metido en el lino, y que cuando se plantó ese grano de trigo brotó v creció.
Se dice que ese construido en con relación al oriente, os dirán bastante edificio está "orientado." porque fue construido en conformidad exacta con el compás y con la relación al oriente. Si alguna vez os unís con los Masones os dirán bastante acerca de esto. Hay un agujero en la pirámide. Y una vez cada dos o tres mil años una estrella llega al lugar en que penetran sus rayos a lo largo de ese agujero a la mera base de la pirámide. Esto indica que aquel pueblo antiguo tenía un conocimiento maravilloso de la astronomía, pues, de no haber sido así, no habrían podido calcular la revolución de los cuerpos celestiales en ciclos de tiempo tan vastos y construir con referencia a ellos.
Es preciso creer que esta gran pirámide fue construida sólo con el trabajo de esclavos, y con grande costo de vida; todos los otros edificios de Egipto son de la misma clase, muy macizos en su estilo, con poca hermosura arquitectónica. Cerca de las pirámides hay otra maravilla del mundo, la Esfinge, un león con alas y cabeza de hombre. Su mayor parte ha sido cubierta de arena en los miles de años que ha existido, pero una parte considerable se ve actualmente sobre la superficie de la tierra.
Nadie sabe quién construyó estas pirámides. Sólo podemos vislumbrar aquel tiempo tan lejano por medio de ciertas inscripciones, cuya interpretación no es más que una adivinación de parte de un erudito. En los tiempos modernos se han hecho muchísimos descubrimientos que .e relacionan con la historia bíblica. Las inscripciones han sido descifradas, y se han descubierto los nombres de reyes y dinastías que muestran que la nación más antigua de la historia es Egipto y que tenía un alto grado de civilización.
Es necesario hablar de otras dos cosas antes de considerar otro rasgo de la discusión. Lino de estos reyes antiguos ideó un proyecto que era nuevo, y que se utiliza ahora en las llanuras occidentales de los EE. UU., para conservar el exceso de agua durante las inundaciones. Mandó hacer una excavación increíblemente grande, y a abrir canales desde el Nilo hasta aquella inmensa alberca. A fin de que, cuando sucediera la inundación, aquel depósito se llenara de agua. Entonces mandó hacer túneles que unían las distintas desembocaduras del Nilo, y que atravesaban todo el país para los propósitos de irrigación. Esta fue hecha con el trabajo de esclavos. Pana sacar el agua de la alberca, usaban grandes bombas manejadas por medio de la mano, que tenían una cadena cuyos extremos estaban unidos y que llevaba cubos que funcionaban como una rueda impelida por debajo. Los antiguos Egipcios tenían un conocimiento maravilloso de las matemáticas en todos sus departamentos. Si queréis leer un libro muy interesante que os dará mejor idea del grado de conocimientos adquiridos por lo antiguos Egipcios leed el “Epicúreo” de Tom Moore, acerca de un joven ateniense que fue a Egipto y que fue iniciado en todos los misterios de la ciencia que allí tenían. Está escrito como novela, pero contiene mucha verdad. Cuando yo estudié la historia antigua tuve que leer ese libro. G. M. Ebers tiene muchos volúmenes sobre el antiguo Egipto.
La naturaleza del país, es en lo general la misma que cuando se edificó la Torre de Babel. No ha sufrido cambios ni aun un camino de hierro puede cambiarlo. En un tiempo el imperio de Egipto se extendió a través de la península arábiga hasta la Tierra Santa y aun hasta el Éufrates. Esta fue su más grande extensión. Muchas de las maneras y costumbres de los egipcios se indican en el libro de Génesis que nos relata cómo llegó José allí y cómo vino a tratar con el pueblo.
En el tiempo de Moisés existía algo que no se había descubierto sino hasta últimamente. Esto es, un muro que se extendía a través del Istmo, desde el Mediterráneo hasta el Mar Rojo. Este muro explica el por qué Moisés, en vez de seguir el camino corto hasta la Tierra Santa, se volvió y fue hacia el sur, doblando el extremo de ese muro. Por toda su extensión había torres guarnecidas por soldados del ejército de Egipto. Los hijos de Israel vagaron treinta y ocho años en el desierto; treinta y ocho años de silencio no quebrantado sino cuando se mencionan unas cuantas estaciones en uno de los libros del Pentateuco. La península del Sinaí es una llanura de arena blanca. La parte septentrional es llamada el desierto de Parán en el Antiguo Testamento. "el desierto grande y terrible." Otra parte de la península de Arabia es llamada el "Mediodía." En ese país moraban Abraham e Isaac con sus ganados. Y allí está Cades barnea, el punto más cercano a que llegaron los israelitas al ir por este camino hacia la Tierra Santa. Otra cosa notable en ese país es el Río Jordán, que nace muy al norte en el Líbano y desciende hasta desembocar en el Mar Muerto. El Mar Muerto está mucho más bajo que el Mediterráneo, de modo que éste desembocaría en aquel si se cortara un canal entre ellos. Es el pozo más profundo que conocemos. Desde el Mar Muerto hasta un brazo pequeño del Mar Rojo hay una grande hondonada llamada el Arabá. En un punto sobre el Arabá, cerca del Monte Hor, la elevación llega a quinientos pies sobre el Mar Muerto, y desde el Monte Hor hacia el sur, descendiente. Se ha conjeturado con algo de razón que originalmente el Río Jordán desembocaba en este mar más meridional, y que esta hondonada no era más que una continuación del valle del Jordán. Pero ahora está mucho más arriba del Mar Muerto.
Ahora fijémonos en todo el desierto. Desde el extremo de aquel muro, hay una faja angosta a lo largo de la ribera del Mar Muerto: este es el camino por donde bajó Moisés. Es llamado "El Desierto de Sin," la parte de arriba es el "Desierto de Etam." Cerca de la parte de arriba del brazo del Mar Rojo está el "Desierto de Zin." Así pues, estos desiertos son cinco, a saber: Sin. Zin. Etam. Shur y Patán.
Nótense las sierras de las montañas. Moisés pasó entre las montañas y el mar, bajando por una ribera. En la parte meridional llamada la Península Sinaítica, las montañas llegan a ser muy altas. Cerca del Monte Sinaí hay una llanura de como 2200 yardas de longitud, sobre la cual acamparon los hijos de Israel. La montaña se levanta de la llanura tan bruscamente que uno puede llegar a su mera base y tocarla. Se levanta a una inmensa altura, y, mirando desde la cumbre podrían verse las tiendas de los israelitas que se extendían como copos de nieve. Debéis familiarizaros con la Península Sinaítica antes de la llegada de Moisés a ella, con sus montañas, desiertos, y habitantes; los amalecitas vivieron allí. Moisés libró una batalla con ellos antes de llegar al Monte de Sinaí, y otras dos antes de llegar a Cades barrea. Eran los antiguos cananeos mortales enemigos de los israelitas; pero fueron condenados por la maldición de Moisés a la completa extinción. Sin embargo. No fueron destruidos sino hasta el tiempo de Saúl y David.
Consideremos el valle de Arabá. Hacia el oriente está una serie de montañas y el Monte Seir. Seir fue el padre de los Horitas, o "moradores en cuevas." Actualmente hay maravillosas cuevas en aquella tierra hechas en un tiempo antes de la memoria del hombre. Estos Horitas fueron vencidos por los descendientes de Esaú, y entonces Esaú ocupó aquella región. Por esto todo este país es llamado Edom, hasta donde linda con Moab. Hallaréis muchas referencias a Edom, que significa "rojo." Las montañas eran de granito rojo. Los descendientes de Esaú eran enemigos de los descendientes de Jacob y rehusaron permitirles pasar por su tierra a la Tierra de Promisión, por lo cual tuvieron los israelitas que ir hacia el sur y cruzar el desierto. Aquel lugar, Cades barrea, de que se habla tanto en Éxodo, Números w Deuteronomio, fue su última estación antes de llegar a los límites de la Tierra Prometida. Cuando volvieron a Cades barrea habían vagado treinta y ocho años. Hay un libro sobre "Cades barrea," por H. Clay Trumbull, en que dice dónde está el verdadero Cadesbarnea; los comentadores lo habían puesto antes en un lugar enteramente distinto. El Dr. Sampey fue tan impresionado por el libro que cuando fue a la Tierra Santa visitó Cades barrea, y dice que el lugar es justamente como se representa en el libro de Trumbull. Todo lo que se narra en Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, con excepción de muy poco, sucedió en aquella región. Los israelitas se detuvieron en el Monte Sinaí, habiendo llegado allí en dos meses. Recibieron la ley, construyeron el tabernáculo y el orden levítico de culto fue prescrito. El Monte Sinaí tiene mucho que ver con la historia del pueblo. La "Iglesia Judaica," en tres tomos, es una obra muy instructiva sobre la historia de Sinaí y de la península, y debe estudiarse juntamente con "Cades barrea." Éxodo comienza en la tierra de Gosén. Moisés, el autor del Pentateuco, vivió no muy lejos del tiempo de Job. Yo creo que Moisés escribió el libro de Job. Cuando huyó al desierto llegó al límite de la tierra de Job.

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II
ESTUDIOS INTRODUCTORIOS
HISTORICOS

Este capítulo comienza con el libro de Levítico. Al empezar a tratar del Antiguo Testamento, dimos dos capítulos introductorios; uno acerca de toda la Biblia y otro como introducción histórica al Pentateuco, considerado como un solo libro; en verdad es un solo libro de cinco partes; de aquí el nombre, Pentateuco o libro de cinco divisiones. Sin embargo, al comenzar cada libro dedicamos algún tiempo a una introducción histórica contestando algunas preguntas como ésta: ¿Quién escribió este libro? ¿Dónde fue escrito? ¿Bajo cuáles circunstancias? ¿Para quiénes fue escrito? y otros asuntos semejantes. De modo que este capitulo comienza con la pregunta:
¿Quién escribió el libro de Levítico? La respuesta es: Dios es el autor de este libro por medio de Moisés. Más que ~ otro libro en la Biblia consiste de las palabras de Dios. En casi todo caso como al comenzar ciertas partes, dice: "Y Dios habló a Moisés." Entonces continúa dando las palabras de Dios... Esta declaración se hace cincuenta y seis veces en los veintisiete capítulos: "Y Dios dijo a Moisés." No sólo esto sino que las referencias posteriores en el Antiguo Testamento en partes que no son el Pentateuco lo atribuyen a Dios por medio de Moisés, justamente como este mismo libro lo atribuye a Dios por medio de Moisés. Podría usar gran espacio citando pasajes que demuestren esto pero no citaré sino dos bien conocidos que ilustran y establecen que al mismo tiempo Dios y Moisés eran los autores. El primer pasaje del Antiguo Testamento se halla en 1 de Samuel 21:6. Allí se relata cómo David, violando la ley de Moisés, comió el pan de la proposición pero esta ley de Moisés acerca del pan de la proposición se halla únicamente en el libro de Levítico. La segunda referencia se hace acerca del Sábado de la tierra, incluyendo los pasajes de los profetas. La ley del Sábado de la tierra era que cada séptimo año la tierra permaneciera sin cultivarse. Ningún hombre debía sembrar su terreno y Dios haría doble la siega del año sexto, y su fe dio el descanso de la tierra del año siguiente. Los Israelitas no obedecieron esta ley y los profetas nos dicen que a consecuencia de esto tenían que estar en el cautiverio el tiempo suficiente para que la tierra tuviera su descanso. Cuando lleguemos a considerar las referencias que sobre este asunto se hallan en el Nuevo Testamento, que son muy numerosas, os suplicaré que leáis en el capitulo octavo de Mateo donde nuestro Señor dice al leproso que acabó de limpiar, "Ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que mandó Moisés, etc." Pero aquella ley de Moisés acerca del leproso no se halla sino en el libro de Levítico, y sin embargo, Jesús la llama la ley de Moisés. También en el capítulo catorce de Mateo nuestro Señor habla de la maldición de la ley de Moisés que descansa sobre el hijo que maldijere a sus padres. Esa ley se encuentra en Levítico, y sin embargo, nuestro Señor la llama la ley de Moisés, también se encuentra en Éxodo. Finalmente, en el Nuevo Testamento casi toda la carta a los Hebreos se dedica a la exposición del libro de Levítico y en todo caso da a entender que fue revelación de Dios por medio de Moisés. Preguntaréis por qué me empeño tanto para establecer un punto que parece ser tan completamente evidente. Mi motivo es que la crítica moderna histórica procura poner en duda el hecho de que Moisés escribiera toda aquella parte del Pentateuco y la fecha de ella contenida en Éxodo acerca del levantamiento del tabernáculo y todas las referencias Levíticas en el libro de Números, Afirman osadamente que toda aquella parte del Pentateuco fue escrita después de la vuelta del cautiverio en Babilonia por alguna persona anónima. Si estuvierais en la Escuela Teológica de Chicago, os enseñarían que el Pentateuco no fue escrito por Moisés. Aun cuando Cristo dice que es la ley de Moisés, ellos dicen sencillamente que Cristo estaba equivocado.
La siguiente pregunta es, ¿Dónde fue escrito este libro? Tenemos testimonio más claro sobre el "dónde" y también sobre el "lugar" de la composición de Levítico, que acerca de ningún otro libro de la Biblia. "Dios habló a Moisés en la puerta del tabernáculo del Monte Sinaí." Todo lo que dice el libro con referencia a ese punto es justamente tan claro como lo es respecto al autor, y desaprueba completamente la teoría de que el libro entero fuese escrito por alguno que volvió del destierro después del cautiverio en Babilonia. Para mí es una cosa admirable que alguno piense que no perjudica la Biblia enseñando semejante cosa. Dicen que el hombre que escribió todas estas partes del Pentateuco las atribuyó a Dios por Moisés para darle credibilidad. Si fuera así, ese hombre habría mentido a sabiendas, y el libro de Levítico sería desde el mero principio un fraude, lo cual destruiría completamente su integridad y autoridad, No tengo el menor respeto para los que dicen semejantes cosas. No presentan ni un solo punto de prueba histórica. El Dr. Harper cuando era presidente de la Universidad de Chicago, negó que Moisés escribiera alguna cosa, afirmando que era un hombre demasiado ocupado para escribir libros. El mismo declaró que él, el Dr. Harper, tenía muchas ocupaciones, pero que no obstante, pudo escribir algunos libros, pero que Moisés le era tan inferior que no podía hacer lo mismo. El veneno de esta crítica se ha insinuado en casi todos los comentarios del tiempo presente. Es mi deber amonestaros, al paso que estudiamos la Biblia libro por libro, en cuanto a los comentarios que no sean sanos. Muchos de ellos fueron escritos por hombres medio ateos. Por lo que toca al comentario que se llama “The Expositors.,” sólo dos o tres volúmenes de él deben ponerse en manos de estudiantes, El volumen sobre Levítico es un buen comentario. No podría decir esto del libro sobre Éxodo, o Números o Deuteronomio, pero puedo decir que en ese comentario se puede estudiar sin perjuicio el libro sobre Levítico. La mayor parte de los volúmenes están llenos del veneno de esta crítica, Me preguntáis cómo pueden tomar el Pentateuco y despedazarlo y decir que una parte fue escrita en el tiempo de Josías rey de Judá y que otra parte fue escrita en una fecha posterior, y que otra parte todavía mayor fue escrita después de la vuelta del cautiverio; ¿Dónde encuentran en la historia sea sagrada o profana, prueba de esto? Dicen: "Juzgamos por el libro y por el estilo del libro." Podríamos tener un poco de respeto por sus opiniones si tan sólo dos de ellos dijeran la misma cosa, pero no están de acuerdo ni siquiera dos. Si hubiera alguna base sana para sus opiniones la mayor parte de ellos estarían de acuerdo. Uno de los objetos del "Southwestern Tileological Baptist Seminary" es el de oponerse a estas enseñanzas que ya están contaminando la fe de los bautistas del Sur, y que destruye la fe del pueblo en la palabra de Dios. Espero que ningún lector se inflija el cuidadoso examen de todas esas tonterías como yo lo he hecho.
Ahora hemos contestado dos preguntas: ¿Quién escribió este libro? Y ¿Dónde lo escribió? Ahora daré un análisis de este libro.
Sección 1. Capitulo 1-7. Esta es una discusión de las ofrendas y sacrificios. Para acercarse a Dios, primero, debe haber un lugar en donde encontrar a Dios; segundo, debe haber un medio de presentarse delante de Dios, la ofrenda o el sacrificio; tercero, debe haber mediadores que representen y estén entre el sacrificador y Dios, y esos son los sacerdotes; también debe haber un tiempo adecuado para hacer las ofrendas, El pacto en SINAB consiste, en primer lugar, del código moral, o Dios y el hombre normal; en segundo lugar, todo Levítico está basado sobre la ley del altar, o Dios y el pecador, y la tercera división es Dios y el Estado, o el Código Civil, Levítico tiene muy poco que decir acerca de esto; tiene algo que decir, pero no por ahorita, Estamos considerando la primera sección del libro, ofrendas o sacrificios, ¿A dónde debe venir el pecador? ¿Qué debe traer en su mano? ¿Con qué ofrenda venia el Israelita? Esa es la primera sección.
Sección 2. Desde el octavo al décimo capitulo inclusive, Estos se dedican a narrar cómo fueron consagrados Aarón y sus hijos Y apartados para sus oficios. De modo que se ve que dicen cómo debía uno acercarse a Dios. El pecador no puede venir directamente a Dios, debe tener representantes y estos deben ser consagrados para esta obra representativa. Por esto se dedican tres capítulos a narrar cómo Aarón y sus hijos fueron apartados para sus oficios.
Sección 3, Me preguntaréis cómo hago la sección 3, lo hago por razones cronológicas, La tercera sección es el decimosexto capítulo de Levítico, Deseo intensamente que seáis grandes en el servicio de nuestro Maestro, y si tuviera que señalar aquella parte del Levítico sobre la cual no deberíais equivocaros. Seria esta sección tercera, el capitulo decimosexto, ¿Por qué? Porque os dice lo que se hace en el gran Día de Expiación. Cuando lleguemos a este punto, procuraré hacerlo tan claro que nadie podrá engañaros acerca del día de expiación.
Sección 4. Acordémonos de las enseñanzas de algunos capítulos que hemos pasado desde el 11 al 15 inclusive; que es la Sección 4, ¿De qué consiste esta sección? Es la sección que hace distinción de las carnes limpias e inmundas. Esa se presenta aquí porque la otra ha considerado previamente las ofrendas. Si la ofrenda debe hacerse de modo que sea autorizada, es preciso que alguien describa aquella ofrenda. No era lícita traer la carne de un perro como ofrenda a Dios. Había ciertas bestias y ciertas aves que se llamaban limpias. Esta sección habla de estas carnes limpias e inmundas. Es un placer alegorizar y es una facultad buena poder discutir las cosas alegóricamente. con tal que no se haga como oí hacerlo a un predicador en una ocasión. Era muy ignorante pero era uno de los más grandes hombres en el púlpito que he conocido. Dijo: "Hermanos míos, el animal que ofrecéis debe partir la pezuña y rumiar; el conejo rumia pero no tiene pezuña; el perro tiene pezuña pero no rumia. Para ilustrar en las cosas espirituales la diferencia entre Cambelistas y Bautistas, os diré lo que vi. Pasaba por el campo un día y vi huellas; todas estas huellas estaban hechas por pesuñas divididas, y las seguí hasta que me condujeron al agua y allí noté la diferencia, porque algunas de las huellas llegaban hasta el agua donde los animales se revolcaban en el lodo, pero algunos no hicieron esto. Entonces seguí las otras huellas hasta que llegaron a un árbol; algunas eran ovejas y estaban allí rumiando; y los otros eran puercos, y los puercos miraban a las ovejas y procuraban hacer lo mismo pero no podían. Yo me dije. ‘¿Por qué no rumian?’ Porque no tenían nada que rumiar. Es así con respecto a la experiencia cristiana. Los Cambelistas y Bautistas hacen huellas muy parecidas. pero cuando se trata de la experiencia cristiana el Cambelista no la relata porque no tiene nada que relatar." Era aquel un hombre sin educación, pero decía cosas muy-penetrantes y muy buenas.
Sección 5, Esta sección consiste del capítulo 17, el cual contiene dos pensamientos principales. Dice a dónde deben traerse los sacrificios, y también tiene una prohibición contra el uso de la sangre, esto es, una prohibición contra el comer la sangre del sacrificio.
Sección 6. Comienza con el capitulo 18 y continúa hasta el versículo 15 del capítulo 21. Este es un grupo de leyes especiales y es una repetición de la ley que ya hemos tenido en Éxodo. En esta sección o en la mayor parte de ella, discute Levítico a Dios y el estado.
Sección 7. Esta comienza con el versículo 16 del capítulo 21 y acaba con el capítulo 22. Hay dos pensamientos en estos pasajes. Uno concierne a los sacerdotes y sus cualidades, y la otra trata de los sacerdotes y sus sacrificios, o lo que debía comer los sacerdotes.
Sección 8. Esta consiste del capitulo 23, que es el segundo capítulo en importancia en Levítico. Trata de las grandes fiestas anuales de las cuales tenemos tanto que decir. Así como en el Nuevo Testamento. el libro de Hechos comienza con el Pentecostés, así tenemos el Pentecostés y todas las demás fiestas aquí, incluyendo las fiestas de la Pascua y Tabernáculos.
Sección 9. Esta es la sección más pequeña en el libro. Capítulo 24:1-9. Tiene sencillamente algunos detalles con referencia al candelabro y al pan de la proposición de que estudiamos en el libro de Éxodo.
Sección 10. Esta es el resto del capitulo 24, y aquí encontramos un poco de historia; la descripción de una terrible tragedia; cómo el hombre que blasfemó fue muerto y cómo esto toca a Dios.
Sección 11. Esta consiste de los capítulos 25 y 26 y su asunto es; el primero, el Sábado de la tierra. y el segundo, el Sábado del Jubileo. He estado acostumbrado, al considerar este asunto a darle el cuarto lugar de Levítico en cuanto a importancia. El Sábado de la tierra y el Sábado del Jubileo son importantes a causa de su profunda importancia espiritual. La mayor tragedia que jamás sucediera a una nación sobrevino a los judíos por descuidar el Sábado de su tierra.
Sección 12. Esta incluye los capítulos 27 y el último y trata de votos y símbolos.
Este es un análisis del libro. Debéis aprender los métodos analíticos. ¿Debéis aprender a toma? la Biblia libro por libro y analizarlo mentalmente mostrando la relación entre todas sus partes. Usando este método es más fácil acordarse de él y discutirlo. Me retaron en una ocasión en un instituto para que les diera un resumen inteligible e interesante del libro de Levítico, y lo di en menos de diez minutos. Es intensamente importante que entendáis este libro. Dice en lecciones objetivas cómo un pecador tiene que presentarse delante de Dios por medio de ceremonias y rituales. El Nuevo Testamento os dirá la significación de todo esto, esto es, que estuvieron bajo ayos; "Esto es alegórico," dice Hablo. Antes de que viniera Cristo observaron estas leyes Levíticas, pero después de venido Cristo, el objeto de su fe, se abrogaron, fueron clavados en la cruz y no debemos volver a meternos entre los tipos sombríos de las cosas. También entenderéis el caso del pueblo con-que Moisés tenía que tratar. Salieron de Egipto después de sufrir una esclavitud de 210 años, con sus espíritus quebrantados, y hacerse. cargo de ellos fue como encargarse de los hijos de salvajes. Tenían que ser enseñados por medio de lecciones objetivas. Dios deseaba imprimir en sus mentes algunas grandes lecciones, por eso se valió de estas lecciones objetivas.
¿Cuáles son las dos clases de ofrendas? Las cruentas y las incruentas. Cuando Abel se presentó delante de Dios ofreció la cruenta, Caín no ofreció la ofrenda cruenta. La ofrenda de Caín habría sido aceptable si hubiera ofrecido antes el sacrificio cruento. Esta clasificación da una distinción general. También os mostraré estas ofrendas de otro modo.
Primero, las más importantes son las que se llaman holocaustos, esto es los holocaustos limpios. Habían de ser consumidos por el fuego, ya fuera en parte o completamente, y en la Biblia se explica muy exactamente si había de quemarse una parte o el todo. Y enseguida se habla de lo que se llaman las ofrendas vegetales; tercero, ofrendas pacíficas, en cuarto lugar ofrendas por el pecado. Las ofrendas por el pecado eran ofrendas quemadas pero no todas las ofrendas quemadas eran ofrendas por el pecado.
Nótense particularmente ciertas cosas que debían hacerse al ofrecer algunos de estos sacrificios, y la mayor de ellas en cada una de las ofrendas, Las enumeraré:
(1) ¿Adónde debían traerse para ser ofrecidas? La respuesta es: A la puerta del tabernáculo. En Éxodo lo tenemos claramente explicado. Traían la ofrenda a la puerta oriental del tabernáculo dentro del atrio. Debéis tener presente toda la estructura del tabernáculo. De modo que la pregunta es: ¿Adónde debían traerse es-tas ofrendas? Debían traerse a la puerta del atrio del tabernáculo. (2) El que lo trae lo presenta, y extiende su mano y la pone sobre él: esto es la imposición de las manos. Esta imposición de manos indica la transferencia. Esta se hacía especialmente en el cas9 de una ofrenda por el pecado, puesto que la ofrenda ha de morir por el sacrificador y directamente por sus pecados. Ahora hemos encontrado dos cosas: Primero, ha de ser traído a la puerta del tabernáculo; segundo, el ofrendador tiene que poner sus manos sobre ella; en tercer lugar, la muerte de la ofrenda por el sacrificador. Estas cosas se verifican en la mayor parte de los casos pero no en todos ellos. Pero el hombre mismo debía matar la ofrenda, tal como nuestros pecados mataron a Jesús. Nuestros pecados lo clavaron en la cruz, El siguiente acto es quemar el sacrificio, sea todo o en parte, Finalmente había una comida sacrificante. Algunos de los sacerdotes participaron de las comidas sacrificantes; algunas veces lo hicieron las personas que trajeron la ofrenda en cuyo caso era una comida de compañerismo. Digo que estas cosas se hacían por lo regular en conexión con los sacrificios quemados, pero no todo esto se hacía en todo caso. La distinción se manifiesta cuando hay una excepción.
Todo esto tiene una profunda significación, y es de suma importancia cerciorarse de cuánto debía hacerse al traer una ofrenda. Debemos acordarnos de esto en el Nuevo Testamento. Yo acostumbraba practicar la ballestería cuando era niño; los competidores tiraban la cuerda y dejaban ir la flecha, y si veíamos que la flecha iba torcida, nos inclinábamos como si esto hiciera que la flecha se acercara más al punto. Todo el mundo puede tirar con arco, pero después de tirada la flecha, no podemos cambiar su curso por ninguna cosa que hagamos. De modo que no podemos presentarnos delante de Dios si no empezamos bien y seguimos después el plan de Dios. Esto está plenamente delineado en el libro de Levítico.
Ahora trataremos de otro punto, esto es, esta ley levítica dice que no es permitido a uno enviar su ofrenda; debe traerla personalmente. El padre no puede traer la ofrenda del hijo; ¡con cuánta frecuencia la esposa quisiera traer la ofrenda por su débil marido!' pero no puede. Esta doctrina fundamental muestra que todo Paso es individual. Uno hace el pacto por sí mismo, y debe creer por si mismo; vuelve uno por sí mismo sobre sus pasos. y debe bautizarse por su propia cuenta, Os digo que habéis comenzado bien si estudiáis y fijáis en la mente dónde debéis de deteneros al hacer una ofrenda.
***

III
UNA REVISTA SINOPTICA Y UN PROLOGO

Es necesario ahora referirnos, aunque brevemente, a algunos asuntos que hemos pasado. En primer lugar, este libro no sólo comienza con la conjunción y muestra conexión directa con el libro precedente, de que es continuación, sino también su prólogo, los primeros seis versículos, recapitula la última parte de Génesis como una introducción. Además de esto. en todas partes del libro, se hacen tantas referencias al Génesis que el que no se halle familiarizado con Génesis no podrá entender Éxodo.
Hallamos en Génesis las siguientes pruebas de raza: La primera fue la prueba de la raza en Adán, bajo un pacto de obras, que culminó en su caída, la caída de la raza en él y su expulsión del huerto de Edén. la segunda prueba de la raza consistía en el establecimiento del trono de gracia, cuando Dios moró entre los Querubines al este del huerto de Edén, como una Shequina, o llama de fuego, para guardar abierto el camino para el árbol de la vida. Este fue un pacto de gracia. Aquí, bajo esta segunda prueba, Adán y sus descendientes debieron acercarse a Dios por fe en un sacrificio propiciatorio. Es verdad que este sacrificio no fue sino típico. Esta prueba culminó en el diluvio con la destrucción de la raza. La tercera prueba de la raza se verificó sobre la tierra nueva bajo Noé, y bajo un pacto más amplio que el que se hizo con Adán. Sin embargo, todavía el método de acercarse a Dios fue por medio de sacrificio y, por fe en aquel sacrificio propiciatorio. Esta prueba culminó en el gran pecado de Babel, la confusión de lenguas, y la dispersión de las naciones. Desde ese tiempo en adelante nuestra historia no trata de la humanidad en general. sino la cuarta prueba comienza con el llamamiento de Abraham; para que en sus descendientes como una nación Dios tuviera un pueblo escogido, aislado de otros, santificado a El, viniendo a ser el depositario de sus revelaciones, a fin de que por aquella nación se comunicara con todas las naciones de la tierra. Esta es la cuarta prueba.
Pero esta prueba no se consumó en Génesis más que en sus grados preparatorios. Abraham y su familia, aun al fin de Génesis, no habían llegado a ser una nación. Encontraremos en Éxodo cómo la línea vino a ser una nación. De modo que desde Éxodo en adelante, hasta que os avise estamos bajo la cuarta prueba. Es en el libro de Éxodo donde habréis de hallar el cumplimiento. en su mayor parte. de las profecías hechas por Abraham, Isaac, Jacob y José. Estas observaciones preliminares muestran cuán necesario es entender Éxodo. En verdad todo el libro del Pentateuco fue antes un solo libro, y la división en Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, es realmente artificial.
La segunda cosa es que dos capítulos preliminares e introductorios han sido escritos; el primero se dedica principalmente a la geografía, arqueología e historia de Egipto y la Península Sináptica. Siendo que Egipto y el desierto entre Egipto y la Tierra Santa, son la arena sobre la cual se verifican todos los sucesos del libro del Éxodo, es necesario lograr un conocimiento claro de la geografía, arqueología e historia de estas regiones. Sobre el mapa se ven las divisiones, los ríos, los desiertos, las montañas y la forma del país. Cada lector debería tener un atlas bíblico.
El capítulo anterior se dedicó en su mayor parte a la consideración de los materiales, o las fuentes de información para una historia de la vida de Moisés. Hallamos que estos materiales eran: primero, bíblicos -de los Testamentos Antiguo y Nuevo; segundo, judaicos, pero no bíblicos; tercero historiadores, mitos y leyendas no judaicos. En ese capítulo se señalaron particularmente las partes de la Biblia que contribuyeron con material para la historia de Moisés. Por ejemplo, el Salmo 90- Salmo escrito por Moisés; en el Nuevo Testamento hay algunas contribuciones valiosas para la vida de Moisés: Hech. 7; Heb. 11; el pasaje en la carta a Timoteo; uno en el libro de Apocalipsis y otro en Judas, todos los cuales han sido citados.
El segundo capitulo se dedicó en parte a un examen de la luz religiosa poseída por los israelitas en Egipto y su estado religioso bajo aquella luz, hasta el llamamiento de Moisés narrado en Éxodo 3. Entonces, por vía de contraste, consideré la civilización de Egipto, notando su religión. su sistema de agricultura, sus escuelas, artes, ciencias y gobierno. El capitulo termina recomendando algunos libros sobre el Éxodo, los más seguros, más necesarios, más valiosos, y con todo, los más adaptados a los principiantes en el estudio del Éxodo. La mayor parte de los que no conocen sino el idioma inglés no están preparados para una bibliografía más extensa. Repetiré la lista de libros:
(1) "El Syllabus para el Estudio del Antiguo Testamento por Dr. Sampey. En ese syllabus se hallará un bosquejo para el estudio del libro de Éxodo que apenas tiene superior. Y en todas partes del Antiguo Testamento se hallará que la carta cronológica es de mucho valor.
(2) El Atlas Bíblico por Hurlbut u otro.
(3) También deseo que cada lector tenga una historia del Antiguo Testamento por un autor fidedigno. y el libro que recomiendo especialmente es la "Historia de la Biblia" por Edersheím. una historia de Israel y Judá. El segundo tomo de esa historia es la que trata particularmente del libro de Éxodo.
(4) También recomendé "Moisés, su Vida y sus Tiempos' por Rawlinson. Rawlinson es un gran erudito, uno de los mejores que tenemos; y su libro, que es pequeño aunque preparado con muchísimo cuidado, es de mucha utilidad para el estudio de estas lecciones.
(5) El quinto libro es el "Épico de Moisés" por Wilkinson. El "Epic of Moses" y el "Epic of Paul" son los mejores libros interpretativos, para ser épicos, en toda la literatura. El "Paraíso Perdido" de Milton no puede compararse con los libros de Wilkinson en cuánto a la sana interpretación. Muy rara vez, por lo que puedo yo juzgar, deja de dar a un acontecimiento la justa construcción y significación. Se introducen en el libro, por supuesto, algunos personajes que no son bíblicos, pero todos estos son interpretativos.
(6) También recomendé "Cades-barnea" por H. Clay Trumbulí. Los libros que se recomiendan por lo regular son "Researches in the Holy Land" por Robinson y "The Land and the Book" por Thompson. Pero éstos fueron escritos hace mucho. "Cades-barnea" toca los libros de Éxodo, Levítico y Números. Es el libro de la peregrinación en el Desierto, desde la salida del pueblo hasta que entró en la Tierra Santa.
(7) El séptimo libro es "La vida de Moisés" por Filo. La parte de Josefo que trata del libro de Éxodo debe leerse; pero quiero amonestaros de que cuando Josefo relata cosas que no se hallan en la Biblia lo que dice es muy dudoso. El y Filo introducen muchas cosas acerca de Moisés que la Biblia no relata absolutamente; todo se basa sobre alguna tradición; algo de él es muy extravagante; otras cosas son probables.
Hay otros dos libros que os recomiendo con bastante reserva: Son "The Jewish Church" "La Iglesia Judaica" by Stanley, Vol. 1; y "Hours wfth the Bible" "Horas con la Biblia" por Geikie, Vol. II. Ambos son grandes escritores, pero en muchos respectos no son fidedignos. No perjudica a uno el leerlos. Yo los leo con gran provecho, pero el que no haya estudiado el terreno de que hablan, puede ser desviado por cualquiera de ellos. Por esto recomiendo estos dos libros con bastante reserva.
Hay una serie de libros a que deseo llamar la atención. Nunca llamo la atención a un libro que no he examinado. El Dr. Hengstenberg, un autor alemán, en quien tengo más placer que en todos los demás juntos, tiene una serie de volúmenes sobre la "Cristología del Antiguo Testamento." En el primero hay un artículo sobre el Ángel del Señor, como se presenta en Génesis, Éxodo, etc. Esta es una contribución muy valiosa. También tiene otro libro, "La Historia del Reino de Dios en el Antiguo Testamento." La primera parte de éste, donde trata de Éxodo, es muy buena. Tiene un tercer libro llamado "Egipto y Moisés," que dedica principalmente a contrarrestar los ataques de los altos críticos.
El libro de Éxodo, y el terreno cubierto por él, ha sido el tema de novelas, y llamo la atención a un libro -"El Epicúreo" de Tom Moore -porque arroja luz sobre los misterios del sacerdocio y de la religión de Egipto. Llamé la atención a dos o tres de los libros de Ebers que tienen que ver con el asunto. Otra novela que le gusta a la gente leer aunque es lo que el Dr. Broadus llamaría  una novela de tercera clase" en cuanto a su veracidad, es el "Pillar of Fire" ("Columna de Fuego") por J. H. Ingraham. A casi todos los jóvenes les gusta leer este libro, y no se detienen para recordar que el autor se suicidó. Era un ministro episcopal. Hay un libro moderno de bastante valor llamado Lex Mosaica," la Ley Mosaica. Su primer artículo considera este asunto: Las actividades literarias en el tiempo de Moisés. Algunos de los altos críticos han dicho que en el tiempo de Moisés no hubo nada de literatura, por lo cual era imposible que alguien en su tiempo escribiera el Pentateuco, Ese artículo contrarresta terminantemente aquella declaración. Muestra que había escuelas y universidades tal como las tenemos ahora. Moisés mismo fue educado en una universidad en Heliópolis, y no sólo tenían un sistema de escritura, sino muchos sistemas de escritura, Hasta tenían escritura alfabética. El hecho es que hemos recibido nuestro alfabeto de los egipcios en lugar de los fenicios, Los árabes tenían escuelas y libros para aprender; los babilonios, más que ningunos otros, los tenían, La tierra de Canaán estuvo llena de literatura. Una de las ciudades capturadas por Josué fue una ciudad de libros y bibliotecas públicas. En excavaciones arqueológicas se han descubierto recientemente bibliotecas enteras que contienen correspondencia sobre asuntos de amor y comercio de aquel día, que muestran lo absurdo que es afirmar que no había adquisiciones literarias en los días de Moisés, y que deben justificar la declaración de que fue él el autor del Pentateuco. El primer artículo en la "Lex Mosaica" tiene mucho valor en cuanto a este asunto.
En el número correspondiente a 1907 del S. B. Theological Seminary Magazine hay un artículo por el Dr. Wm. Ashmore sobre "El Reino de Jehová." Haced lo posible para conseguirlo, y quedaos con él. Cuando llegue el capitulo vigésimo de Éxodo pienso minar algunos de los fundamentos del Dr. Ashmore en ese artículo, Aunque es un buen artículo, estoy seguro que debemos descontar algunas de sus afirmaciones.
Mientras estudiábamos el Génesis llamé vuestra atención a una cuestión de cronología. Se presenta en el capítulo duodécimo, pero os daré las referencias ahora para que las estudiéis: Génesis 15:13; Éxodo 12:40, 41; Hechos 7:6; Gálatas 3:17. El pasaje está en la profecía hecha a Abraham de que su pueblo sería afligido cuatrocientos años, una profecía que dice claramente que serían conducidos a otra nación para estar sujetos a ellos, y que Dios los libraría y los sacaría. Es la gran declaración que guardó viva la esperanza en los corazones de aquel pueblo todo el tiempo que estuvieron en el destierro. José se refiere a ella en el último capitulo de Génesis al decir: "Dios de seguro os visitará y os hará subir de esta tierra." El punto de cronología es que esto parece hacer la estancia en Egipto cuatrocientos y treinta años. El capitulo 12 de Éxodo afirma que en el mismo día que Dios declaró que su tiempo en Egipto terminase, terminó, y vuelve a dar el número como cuatrocientos y treinta años. Pero en la Septuaginta Griega y en el Pentateuco Samaritano la lectura es distinta en este capítulo 12 de Éxodo. Da los cuatrocientos y treinta años, pero incluye en los cuatrocientos y treinta años en este texto a todos los moradores, incluyendo a Abraham, comenzando con el llamamiento de Abraham hasta el Éxodo, con el fin de tener los cuatrocientos y treinta años. En Hechos 7, Esteban hablando de ello, se refiere a estos cuatrocientos años de Génesis 15:13. En Gálatas 3, Pablo evidentemente no piensa que estuvieran en Egipto cuatrocientos y treinta años, sino que hace que la Ley promulgada en el Monte Sinaí justamente un año o unos cuantos meses después de la salida de Egipto. se dé exactamente cuatrocientos y treinta años después del llamamiento de Abraham, Pues bien, aquí está una de mis preguntas para el examen: ¿Cuánto tiempo estuvieron los hijos de Israel en Egipto? Mi propia opinión es que estuvieron en Egipto doscientos y diez años y que la estancia allí abarca todo el tiempo como lo da Pablo, desde el llamamiento de Abraham hasta la promulgación (le la Ley, esto es, como cuatrocientos y treinta años. Usher, en su cronología, que es la que se halla en las márgenes de las Biblias, adopta esta opinión. El Dr. Sampey la adopta también en su cronología. Esta es la interpretación usual, pero muchos grandes comentadores la desechan creyendo que los hijos de Israel realmente estuvieron en Egipto cuatrocientos y treinta años.
Otra pregunta para el examen será esta: ¿Hubo más de setenta de estas personas-no incluyendo sus siervos, que podrían haber aumentado su número hasta tres mil-cuando fueron a Egipto? Cuando entraron en Egipto su ocupación era pastoril. Eran nómadas-gente que vivía bajo tiendas y cambiaba de lugar según lo demandaba la necesidad de pastos y agua. Dénseme pruebas sacadas del libro del Éxodo de que el pueblo se había cambiado, en gran parte, de un pueblo pastoril en un pueblo de agricultores y artesanos. Las evidencias sobre el asunto pueden hallarse en las siguientes escrituras: Éxodo 3:10-22, que muestra que los israelitas en Egipto vivían en casas. La misma cosa se ve claramente en 11:1-13; 12:7. Aquí presento algunos pasajes para mostrar que la mayor parte de ellos habían llegado a ser agricultores: Números 11:5; 20:5; Deuteronomio 11:10, Algunas escrituras muestran que muchas de ellas habían llegado a ser arquitectos y fabricantes. como Éxodo 1:14, y otras muchas. Es muy importante que el lector fije en su mente aquel gran cambio que había acontecido a este pueblo, volviéndolo de una vida nómada o pastoril a la vida agrícola. Egipto era una tierra agrícola. Es verdad que no había sino cinco mil millas cuadradas poco más o menos de todo el territorio que podía ser cultivado, pero como era cultivado bajo riego, un pequeño terreno podía sostener mucha gente. Esta fue la forma más alta de la agricultura y Este pueblo sirvió en los campos. En algunos de estos pasajes se dice que corrían y abrían con los pies para que el agua corriera del gran canal de riego. ¿Cómo es que sabía Aarón echar metal en un horno y amoldar un becerro? ¿Cómo es que sabían construir un tabernáculo, y hacer las muchas cosas necesarias para equiparlo? Es preciso creer que un gran cambio había sucedido a este pueblo.
Ahora comienzo el libro de Éxodo. La primera cosa en el libro es el Prólogo, que sencillamente repasa la última parte del Génesis, como dice el versículo 7: "Y los hijos de Israel fueron fecundos. y se reprodujeron abundantemente, y multiplicaronse, y se hicieron muy fuertes; y la tierra fue llena de ellos." Aquí está una fecundidad, o reproducción maravillosa de la raza. Cuando este pueblo salga de Egipto habrá 600.000, de veinte años para arriba, sin contar las mujeres y los niños, además de la población mixta. Veréis salir de ese país, una multitud de a lo menos 3,000,000 en número, incluyendo la población mixta y sus siervos. Sus siervos varones eran circuncidados, llegando así a ser miembros constituyentes de la economía judaica. Éxodo nos dice que era completamente imposible evitar que este pueblo se multiplicara; y cuando se verifica el llamamiento de Moisés sucede bajo el maravilloso símbolo de un zarzal que ardía todo el tiempo sin consumirse nunca. Este pueblo podía ser afligido, y podían hacerse esfuerzos para detener el aumento de la población; pero todos los poderes de aflicción no destruirían el zarzal; siguieron creciendo. Esto se debía a la bendición de Dios.
El versículo siguiente dice: "Pero levantóse sobre Egipto un nuevo Rey que no conocía a José" Cuando Abraham entró en Egipto, y particularmente cuando José y estos israelitas entraron en Egipto. los gobernadores eran (lo que es llamado en la historia) los Hiksos, o Reyes Pastores, de sangre semítica y eran realmente bondadosos con los israelitas. Eran monoteístas. Conocían la vida pastoral. Estos reyes que vinieron de Siria. de la Tierra Santa, y de otros lugares, y se posesionaron de Egipto, echando fuera la población nativa, o más bien, obteniendo el dominio sobre los pobladores nativos, se quedaron allí algunos centenares de años. Era, pues, muy oportuno que este pueblo de Israel fuese a Egipto a fin de ser alimentado; pero justamente antes del Éxodo, poco después de la muerte de José, los egipcios nativos expulsaron a los reyes hiksos y volvieron a establecer el antiguo dominio sobre todo Egipto. Era muy natural, pues, que cuando echaron fuera a estos reyes pastores que habían tenido su país, no se acordasen más de José, quien había sido primer ministro bajo los reyes hiksos, como los reyes anteriores habían hecho. Así fue que no tuvieron los mismos sentimientos bondadosos que habían tenido los reyes anteriores hacía los descendientes de Jacob. Todo estudiante de la historia egipcia debe familiarizarse con esta parte de la historia egipcia, puesto que explica cómo el nuevo rey no conocía a José.
Desde el versículo nueve del primer capítulo, tenemos lo que es llamado un gran problema de estado. Y en verdad, fue un problema. Siempre en la historia ha habido un problema cuando ha habido un "ímperium in imperio;" una nación dentro de una nación, un pueblo dentro de un pueblo, distinto en costumbres y sentimientos. Siempre hay un problema. ¿Qué se puede hacer con ellos cuando están lado a lado como los Moros en España? Un buen ejemplo es Ja población negra en el Sur. Hallamos que esto es también un verdadero problema. Tenemos aquí 10,000,000 de negros, la mayor parte de los cuales está en el Sur, una raza distinta de pueblo; es una situación difícil. Los nuevos reyes de Egipto hallaron aquel gran problema: una gran población que parecía que iba a ser más grande que la población egipcia. Los egipcios no se multiplicaban. Nótese lo que dijo el rey. "He aquí que el pueblo de los hijos de Israel va haciéndose mayor y más fuerte que nosotros. Vamos pues portémonos astutamente con él, no sea que siga multiplicándose. y suceda que en ocurriendo guerra, se una él también a nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra." No quería perder toda aquella población, y sin embargo no sabía qué hacer con aquel problema. De modo que reunió su concilio, y consideraron lo que debía hacerse. Una nación está siempre en peligro cuando tiene que tratar con un pueblo dentro de sus propios límites que no son homogéneos. Este es el más grande problema que tiene Inglaterra actualmente en su trato con Irlanda. No se asimilan. La Escocia no se asimilaba. Los ingleses y los irlandeses difieren en religión y en todo lo demás. Realmente son distintas razas, siendo los primeros de raza teutónica y los segundos de raza céltica.
Veamos qué medidas adoptó este rey: (1) Los esclavizó. Hasta ahora no habían sido esclavos. Nótese la posición que ocupaban en Gosén sobre una de las desembocaduras del Nilo, la que estaba más cerca de la Tierra Santa, donde estaban las grandes naciones de los heteos y filisteos. Realmente, un poco antes habían habido grandes guerras entre los heteos y los egipcios, y silos heteos invadían Egipto, como lo habían hecho los hiksos, llegarían primero a Gosén donde encontrarían una grande población, casi tan grande como la de los egipcios, y podrían unirse, y entonces con una marcha de pocas horas podrían llegar a las más grandes ciudades de Egipto. Por esto el rey determinó hacerlos esclavos. "Por lo cual pusieron sobre ellas comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas. Y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom, y Rameses." Las pirámides ya habían sido construidas, habiendo sido edificadas antes del tiempo de Abraham: pero ellos edificaron estas ciudades de depósitos. Los que van allí hallan los cimientos de aquella gran ciudad de Rameses, edificada de ladrillos secados al sol como las casas de adobe de México, de tierra mezclada con paja. Toda la tierra en Egipto pertenecía al rey desde el tiempo de José. El pueblo tenía la tierra como arrendatarios del rey, y estas ciudades de depósito fueron construidas para recibir sus rentas.

***
IV
NACIMIENTO Y PREPARACION DE MOISES
Éxodo 1:15-2:22

Vamos a reanudar nuestro estudio del libro de Éxodo. El capítulo anterior terminó mientras considerábamos aquel gran problema de estado: Lo que debe hacer el pueblo dominante de una nación con un pueblo del todo distinto dentro de sus limites es siempre una cuestión difícil de resolver, y es siempre mejor tratarla de una manera justa. Los expedientes que adoptó Fara6n: (1) La esclavitud del pueblo; (2) Dos métodos distintos de efectuar la destrucción de los niños cuando nacieran. Ambos fracasaron: siguieron multiplicándose.
Ahora llegamos a Moisés, el hombre más grande en la historia judaica. si no hemos de exceptuar a Abraham. Fue un hombre maravilloso, y la impresión que hizo sobre el mundo es indeleble. Debemos estudiar muy cuidadosamente la vida de este hombre, la cual es dividida en tres períodos, de exactamente cuarenta años cada uno: (1) Desde su nacimiento hasta los cuarenta años de edad, cuando hizo su gran decisión de que no sería llamado el hijo de la hija de Faraón, incluyendo su nacimiento, primeros años, educación, y sus hechos mientras era parte de la corte de Faraón; (2) El período de retiro, cuarenta años en Madián; (3) Los cuarenta años que se extendían desde el llamamiento de Dios en el zarzal ardiente hasta su muerte. En el último período se abarca la mayor parte del libro del Éxodo. Levítico, Números y Deuteronomio, el Salmo nonagésimo y todas las otras cosas que hizo. Este es el periodo de su actividad literaria y de sus grandes hechos.
Moisés era de la tribu de Leví. Éxodo lo relata así: "Y cierto hombre de la casa de Leví había ido y tomado por mujer a una hija de Leví." Esto sucedió durante el tiempo de la ley de que todo niño debía ser echado al rió. Este mandato incumbía a todo egipcio y a todos los padres judaicos. Esta ley fue promulgada entre el nacimiento de Aarón y el de Moisés. Esta familia tuvo dos hijos antes de que esta orden tuviera efecto, María la mayor, y Aarón, que tenía tres años más que Moisés. Cuando Moisés nació se emplearon tres términos para describir al niño: uno en Éxodo 2, otro en Hechos 7, y otro todavía en Hebreos 11.
Éxodo 2 dice, "Como viese que era bueno." (Ver. Mod., nota).
Hechos 7 dice, "Era sumamente hermoso."
Hebreos 11 dice. "Vieron que era hermoso el niño."
Estas palabras describen al niño como lo vio su madre. Por las tradiciones que confirman esta declaración, era un hombre notable en cuanto a lo físico así como en cuanto a lo mental. Filo y Josefo hablan de él con entusiasmo. Dicen que cuando Moisés como niño andaba por las calles las mujeres salían a sus puertas para mirarle. Cuando llegó a ser hombre era varón de hermosa presencia. Hay muy pocos hombres de tal presencia que impresionen a uno a primera vista. El General Sam Houston impresionaba a 100 yardas de distancia. Tenía la más gallarda presencia que he visto jamás en cualquier hombre. Yo era niño cuando le vi por primera vez, pero le conocí a una distancia de 100 yardas. Sam Houston no podía andar por la calle sin que la gente saliera a mirarle.
La próxima cosa que aprendemos acerca de Moisés se halla en Hebreos 11:23: "Por fe Moisés, cuando nació, fue escondido tres meses por sus padres; porque vieron que era hermoso el niño: y no tuvieron temor de la orden del rey." Este es un caso de fe sencilla de parte de los padres del niño, Parecían reconocer que mucho del futuro de su pueblo dependía de ese niño. Su fe se asió del hecho de que Dios pensaba hacer grandes cosas por medio de ese niño, y fue tan fuerte aquella fe que echó fuera el temor. El mandato del rey decía: "Echad ese niño al Nilo;' Ellos, sin embargo lo escondieron. Cuando no pudieron esconderle más, y el rey dijo. "Echadlo al Nilo," ellos, aun no temían. Lo echaron al Nilo, pero pusieron cuidado en ponerlo donde no pudiera ser perjudicado. Hicieron una arquilla de juncos y lo pusieron en ella; su fe no se detuvo en esto, porque apostaron a su niña mayor para ver lo que sucedería. Le pusieron justamente donde sabían que la hija del rey venía a bañarse. Alguien ha dicho, "¿Cómo osaba ella bañarse en el Nilo a causa de los cocodrilos?" No había cocodrilos tan abajo del Nilo. Considerad la fe de los padres de ese niño: creyeron que Dios tenía el propósito de que ese niño fuese grande, y que pensaba hacer grandes cosas por medio de él a favor de su pueblo; sabían que el mandato del rey no podía estorbar el propósito de Dios; por fe procuraban salvarle, y los pasos que dieron habían de conducir a un miembro de la familia real a criar al futuro libertador de la nación.
La próxima cosa es saber que oportunidad tuvieron los padres para hacer una impresión religiosa en la mente del niño. Ellos arreglaron de modo que la madre del niño lo cuidara. Tuvo el niño, hasta que fue destetado, bajo su cuidado exclusivo. Si una madre tiene fe acerca de un niño y lo tiene completamente a su cuidado basta que sea destetado, hará muchas impresiones religiosas en su mente. No es de suponerse, pues, que se cortó toda conexión entre ella y el niño. No sabemos que Moisés supusiera jamás, ni siquiera por un momento, que él era egipcio; y nunca, ni por un momento, se identificó en su pensamiento con los egipcios: de modo que es evidente que en aquel temprano período de su vida se hicieron profundas impresiones religiosas en su mente.
¿Y qué nombre le dieron? La hija de Faraón le llamó "Moisés," diciendo: "Porque de las aguas le saqué." Una pregunta para el examen será: Dése la derivación del nombre de Moisés. Y no debéis molestaros para buscar otro origen del nombre. La Biblia dice que este es el verdadero origen; Josefo dice que lo es: y se deduce justamente del mismo nombre.
La próxima declaración acerca de él se relaciona con su educación. En Hechos 7 se dice: "Y fue instruido Moisés en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabras y hechos," Si habéis prestado atención a lo que significa la educación de un niño real en Egipto, tendréis un concepto de la preparación de este hombre para la vida. Nos parece que es terrible tener que cursar en un colegio cuatro años. La preparación de este hombre se extendía sobre ochenta años, para el trabajo de cuarenta años. Vuelvo a repetiros que sólo los hombres preparados hacen grandes cosas. Es sencillamente imposible para hombres no preparados hacer cosas realmente grandes. Shakespeare dice que a algunos hombres la grandeza les es impuesta, pero está hablando de una grandeza de corta duración, una que pronto se desvanece. Esta historia también manifiesta que era poderoso en palabras y en hechos. Evidentemente esto se refiere a asuntos militares. En Egipto los hombres grandes eran utilizados en el sacerdocio o en burocracias. El rey era autócrata; todas las cosas eran manejadas por departamentos, tales como el departamento de agricultura, del gobierno de las provincias. etc. O de otro modo podría entrar en la vida militar. Por ser la familia real especialmente dedicada a asuntos militares, es muy probable, como dice Josefo, que Moisés encabezara una expedición contra los etíopes en una gran guerra, y triunfara señaladamente.
Esto trae al niño hasta los cuarenta años. Veamos lo que dice la Escritura acerca de esto. En Hechos 7 se dice. "Mas como se le cumpliesen los cuarenta años, entró en su corazón el propósito de visitar a sus hermanos." En Éxodo 2:11 dice. "Y aconteció en aquellos días, que. siendo Moisés ya hombre, salió a donde estaban sus hermanos, y consideraba sus cargas." Se nos presenta ahora la cuestión: ¿Cómo entró en el corazón de Moisés hacer aquella visita de inspección a sus hermanos? La única manera en que podría ocurrirle se revela en Hebreos 11. que me parece ser una de las declaraciones más notables de la Biblia: “Por fe Moisés, cuando era ya hombre, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes padecer aflicción con el pueblo de Dios, que gozar de las delicias pasajeras del pecado: estimando por mayor riqueza el vituperio de Cristo, que los tesoros de Egipto; porque tenía su mirada puesta en la remuneración."
Pues bien, la fe descansa sobre alguna palabra de Dios: "La fe viene del oír." ¿Cuál seria aquella palabra de Dios para Moisés? Inferimos lo que era por una declaración en Hechos 7, donde dice Esteban que cuando intervino entre dos de los hebreos que peleaban suponía que entenderían que Dios, por mano de él les daría salvación. El lo entendió, y suponía que ellos entenderían. De modo que cuando tenía cuarenta años de edad evidentemente le fue hecha alguna comunicación de parte de Dios a este efecto: "Tú has de librar al pueblo de Israel." Tenía fe. Por lo tanto, tenía que hacer una decisión. El llegó a donde los caminos se bifurcaban.
Me acuerdo cuando por primera vez prediqué un sermón sobre este texto. Yo era un joven predicador. La población de Bryan estaba siendo construida y el ferrocarril había acabado de construirse hasta allí. Me convidaron a predicar, y prediqué sobre este asunto: "La elección de Moisés." Tengo el sermón todavía, pues, fue publicado. Dibujé a un hombre de cuarenta años de edad, no a un niño, Comencé diciendo, "Es la costumbre de los ateos decir que la religión no sirve sino para mujeres de inteligencia débil y para niños. Este no era persona de débil inteligencia, sino un hombre maduro y fuerte, el hombre mejor educado, el hombre más brillante cuyo poder fue incuestionable: y este hombre llegó a la bifurcación del camino. Cuando miró por el camino izquierdo, ¿qué veía? (1) La posición de un príncipe, el hijo de la hija de Faraón; (2) Los placeres del pecado; (3) Los tesoros de aquella posición, esto es: honor, placer, riquezas, -no fue que pudiera ganar estas cosas por su trabajo, sino que ya las tenía, ya estaban en su poder. ¿Por qué motivos desechó todo esto? En primer lugar, estos placeres eran los del pecado, y estos tesoros tenían un origen malo. Sabía que habían sido adquiridos por guerras de conquista. De modo que la naturaleza del honor, de los placeres y los tesoros destruyó su valor. ¿Qué otra cosa los rebajaba? 'Pasajeros. Eran transitorios, El honor, el placer y los tesoros llevaban este escrito: ‘Temporarios.’ ¿Qué otro pensamiento? La remuneración, esto es, El Resultado. El placer es dulce; las riquezas son deseables; el honor es grato; pero si el carácter de estos es malo. Transitorio, y la última recompensa es mala, un hombre sabio no debe andar en ese camino."
Veamos lo que veía por el otro lado. (1) "Escogiendo aflicción." (2) Vituperio; (3) El despojarse de lo que tenía; Y luego renunciación, aflicción, y vituperio. ¿Pero cuál fue el carácter de estas cosas? si renunciaba a esta alta posición, era porque ellos no eran su pueblo; si escogía la aflicción ésta era una aflicción con el pueblo de Dios; y sí había de soportar el vituperio éste era el vituperio de Cristo, el Mesías venidero. De modo que se ve que su fe aun entonces, estaba puesta claramente en el Mesías venidero. La última cosa es la remuneración: No por una temporada, sino por todo el tiempo; la otra fue transitoria. He allí un hombre de cuarenta años de edad, erudito, grande, que se detiene y mira por estos dos caminos, considerando primero éste y luego el otro; haciendo una comparación que pudiera ser"'irle de base para una decisión. Este camino es brillante al principio, pero se obscurece. El otro es oscuro al principio, pero llega a ser más brillante. En éste se pasa por el fuego; en aquél todo es fácil. Siendo como era, pensador y hombre inteligente, tenía que considerar el fin. ¿Cómo se acaba? El principio por el cual hizo aquella decisión fue la fe. Creía en Dios, en las promesas hechas a su pueblo; en que él era señalado para ser el libertador de su pueblo. Creía que al fin tendría más alto honor, más dulce placer, más ricos tesoros y una más valiosa remuneración si tomaba el camino derecho. Sería muy interesante seguir la vida de Moisés hasta el fin, para ver si hizo una elección buena o mala. Su vida fue llena de aflicción todo el tiempo que procuró librar a su pueblo. Tuvo que morir sólo, sin que nadie estuviera cerca de él; al ser sepultado, nadie supo el lugar de su sepulcro. Pero el fin es glorioso. Es visto en consulta con Jesucristo sobre el Monte de Transfiguración. Escribió uno de los himnos del cielo. que no sólo lo hizo inmortal en la tierra, sino inmortal por toda la eternidad. Escribió el Pentateuco, la base de todo un buen gobierno, reconocido por todas las naciones principales de la tierra como la misma base de la jurisprudencia. De modo que en cuanto a la literatura el camino que escogió fue bueno. En cuanto al galardón personal le fue bien.
Nunca olvidaré el primer sermón que oí predicar al Mayor Penn. Dirigía una serie de reuniones, y había una grande congregación. Se levantó y dijo: "¿Qué es la primera cosa? La primera cosa es la decisión, Si usted es incapaz de hacer una decisión el guarda templo le abrirá la puerta y le dejará salir. No vale la pena que se quede aquí. Pero si tiene vigor suficiente para llegar a formar una decisión, una resolución, cuando se le presente claramente un asunto, quisiera que se acercase y se sentase en una de las primeras bancas, para que le presente el asunto sobre el cual debe decidir. Deseo que pase adelante y se siente aquí, sin que canten y sin que se predique un sermón -y que lo haga con esta sencilla idea, esto es, que si se le presenta un asunto, decidirá sobre él de una manera o de otra. ¿Tiene miedo de venir? ¿Tiene miedo de prometer hacer una decisión? Si tan solo desea oírme hablar sin decidirse, no haciendo nada, el guarda templo le dejará salir y usted puede irse a su casa. Pero si promete escuchar imparcialmente lo que tengo que decir, y después, con la ayuda de Dios, resolverse, venga y siéntese aquí al frente."
Ese fue un gran discurso que hizo una tremenda impresión. Vi levantarse a hombres que nunca antes se habían conmovido e ir a la primera banca. Cuando tuvo allí como cincuenta o sesenta hombres y mujeres, se paró delante de ellos, y les habló, mostrándoles las cosas sobre que habían de hacer una decisión: y no consintió en que se fueran hasta que hubieran hecho una decisión en pro o en contra. Algunos de ellos fueron convertidos el primer día; otros hicieron la promesa de hacer una decisión. ¿Qué dijo Patricio Henry cuando procuraba persuadir a las Cámaras de Diputados a que llegaran a una decisión: "Ganaremos fuerzas por la irresolución y la inacción?" ¿Qué se gana alguna vez por semejante conducta?
Hallamos que el primer periodo de la vida de Moisés fue todo preparatorio. Dios le había hecho una revelación de que él habría de librar al pueblo. Creía que por medio de aquel pueblo el Cristo habría de venir. No podría haber hecho aquella decisión sin tener fe. La fe era el gran principio que hizo que sus padres desafiaran la autoridad del poderoso rey, no temiéndole. La fe vence al mundo.
Ahora tenemos que considerar la equivocación de Moisés. Roberto Ingersoll habla de las equivocaciones de Moisés, pero lo que él llama equivocaciones no lo son. Sin embargo, encontramos una. No fue una equivocación el volver 1 a espalda y decir, "Deliberada y voluntariamente, desecho todo esto para siempre; rehusó ser llamado el hijo de la hija de Faraón; no pertenezco allí. Yo no soy de ellos; echo mi suerte con esta gente afligida." No se equivocó en esto. "Voy a visitar a mi pueblo. Voy a ver qué cargas tienen que llevar," No se equivocó en esto. ¿Dónde, pues, se equivocó Moisés? Hizo la misma clase de equivocación que Rebeca y Jacob. Dios había prometido que el mayor serviría al menor, por lo cual se resolvieron a apresurar el cumplimiento del propósito de Dios. Y Moisés pecó no esperando que la providencia de Dios abriera el camino por el cual habría de librar al pueblo. No debía haber sacudido el reloj de arena. Cuando vio aquel comisario hiriendo inhumana e injustamente a un hebreo, lo mató. Dios lo había dicho que su obra se iba a hacer de esa manera. Dios dijo, "Debes librar a mi pueblo." Pero no le dijo que habla de hacerlo según su propio juicio. Cubrió al egipcio con arena; y cuando vio riñendo a dos de sus hermanos, movido por la misma idea, se adelantó con el aire de un libertador y comenzó a resolver ese caso, pero ellos rehusaron someterse. En otras palabras, vino solo, por su propia autoridad, sin cartas credenciales y sin nada de prueba de parte de Dios de que había de librar al pueblo. Por esto lo rechazaron y Faraón procuró matarle.
Volvámonos de nuevo a Hebreos 11:27: "Por fe dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque persistía como quien veía al que es invisible." Generalmente su salida de Egipto no es entendida. Muchos dicen que era cobarde y que temía. Huyó por fe, por impulsos di-vinos, No fue el temor del rey lo que lo impulsó al destierro, sino que parece entender que su preparación no era completa, y que había algo que no había recibido todavía; por todos los cuarenta años del segundo período de su vida, "persistía como quien veía al que es invisible."
Consideremos aquel periodo de cuarenta años. Resolvió ir a donde estuviera fuera del poder de Faraón, y fue el lugar más seguro de la Península Sinaitica, ocupada en parte por los madianitas y en parte por los malecitas; y como Eliezer y Jacob. y todos los demás en aquellos países. llegó a un pozo. El pozo era un lugar favorito de reunión, justamente como lo es un molino de viento en el Sur de Texas. Allí vio a algunas señoritas, puesto que con frecuencia abrevan éstas el ganado en aquellos países; y algunos pastores las echaban de allí. Moisés era soldado, y nunca se detuvo para contar sus adversarios. La caballerosidad en que había sido creado como príncipe, lo empujó hacia adelante. e hizo huir a aquellos pastores. y ayudó a las señoritas a abrevar las ovejas. Esta era tina hermosa señal de que estimaba a las señoritas. y éstas siempre lo apreciaron. Si un hombre muestra su caballerosidad, sintiendo respeto y bondad para con las mujeres, para el nombre de madre, esposa y hermana, y muestra que esto permite a hombres brutales atropellar los derechos, privilegios y cortesías que se deben a las mujeres, ese hombre va a ser popular entre ellas, y es justo que lo sea. Su mismo porte anunció que era un hombre real. y conforme a la manera en que semejantes cosas se hacen, casó. El jeque madianita a cuya casa había llegado. le dio por mujer a Zipora, una de sus hijas, la cual fue llamada a veces la mujer etíope. Por esta razón, algunos dicen que Moisés se casó con una negra. Esto no es cierto. Hubo un "Cush" en África, pero también había un "Cush" en la Arabia Meridional. Hay quienes dicen que los medianitas descendieron de Esaú. Leyendo Génesis 25, veréis que Madián fue descendiente de Abraham, por Cetura; y que los madianitas e ismaelitas vivieron juntos. Había un cercano parentesco entre ellos; los primeros eran descendientes de Abraham por Cetura; los segundos eran descendientes de Abraham por Agar. Pero después de todo, el matrimonio de Moisés no era bueno. La esposa nunca simpatizó con la grande obra que Dios le había encomendado a su esposo, y se portó muy mal cuando él circuncidó al primer hijo al cual Moisés había tenido la debilidad de dejarla a ella gobernar. De modo que el segundo hijo no fue circuncidado; y poco faltó para que le costara la vida, como veremos pronto. No hay en la Biblia nada que muestre que aquella mujer apoyara a su marido en alguna cosa buena que él procuró hacer. Pero Moisés se quedó allí y en aquellos cuarenta años consiguió una educación que le era de valor incalculable. La sublimidad de las grandes montañas, la soledad de las llanuras desiertas. la comunión silenciosa con Dios bajo las brillantes estrellas que resplandecen allí tal vez más que en ninguna otra parte del mundo; lo hacia meditar. Allí llegó a conoce? al pueblo de que trata el libro de Job. Allí, según creo yo, escribió el libro de Job, que creo ser el primer libro de la Biblia que fue escrito, y que sugiere las aflicciones de su pueblo que estaba siendo molido por la opresión, así como expresan los pensamientos del libro de Job, esto es: Aflicciones enviadas sobre los justos sin que ellos tengan la culpa. Job fue un contemporáneo de Moisés. Era la cosa más fácil del mundo para él llegar a saber toda la historia. Allí estudió los mejores medios de andar en el desierto, pues se necesita un guía aún ahora, para andar en ese país. Se familiarizó con los arroyos, y los mejores lugares para acampar; aprendió cómo soportar la vida del desierto por cuarenta años; cuarenta años que fueron llenos de la más grande ostentación del poder divino que el mundo ha visto jamás.
No decimos más en este capítulo. Aquellos cuarenta años ya se acabaron, y enseguida comenzaremos a tratar de los últimos cuarenta años de la vida de Moisés, cuando Dios viene a él y le dice, "Te dije al principio que habías de librar a este pueblo. El tiempo ha venido. Te mostraré cómo has de hacerlo."

***
V
MOISES FRENTE A LA ZARZA ARDIENDO
Éxodo 2:23-5:14

El capítulo comienza con Éxodo 2:23: "Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto (el rey de quien huyó Moisés era Remeces II); entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre. Y oyó Dios los gemidos de ellos; y acordase Dios de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel; y conociólos Dios por pueblo suyo.
Cito estos últimos versículos para mostrar que uno de los obstáculos para que Moisés volviera a Egipto fue quitado cuando murió el rey que procuraba matarle. En segundo lugar, para mostrar que Dios, viendo toda la opresión perpetrada sobre esta raza, oye sus gemidos; que se acuerda de toda promesa. de todo pacto que jamás ha hecho. Cuando vio su estado lastimoso y oyó sus oraciones y gemidos, se acordó de los pactos que había hecho con Abraham. El tiempo está ahora pasando rápidamente y se acerca el mero día en que ha prometido librarlos. De modo que ahora tenemos que considerar cómo contesta Dios aquellas oraciones que le habían levantado, En primer lugar, tiene que preparar un libertador terrenal, y éste es Moisés. También tiene que preparar al pueblo para recibir a Moisés. Y tiene que preparar a Faraón para recibir a Moisés. Estos son los tres grandes preparativos.
El capítulo tiene que considerar, en primer lugar, a Moisés. En ciertas estaciones del año los mejores pastos en la Península Sinaitica se hallan en las faldas de las más altas montañas. Por esto hallamos que Moisés trae los rebaños de Jetro al Monte Horeb. Horeb es una sierra, y Sinaí es una cumbre de aquella sierra. A veces se usa la palabra Horeb, y a veces Sinaí. Se notará que este monte ya es llamado "El Monte de Dios." Fue llamado así antes del día de Moisés. Justamente sobre el lugar supuesto donde se vio esta zarza ardiente fue construido después un convento que está allí todavía. En ese convento fue hallado el gran manuscrito sinaitico. Véase cómo las cosas se relacionan con ese monte. En ese monte Dios comienza a preparar a Moisés, apelando a su vista, a su oído y a su corazón. El espectáculo fue una acacia que ardía y, sin embargo, no se consumía. Esto fue un símbolo de los hijos de Israel en Egipto; aunque estaban en el horno de aflicción, no eran destruidos. Esta verdad se manifiesta en Daniel, cuando los tres hebreos fueron echados al horno ardiente, y Dios estuvo con ellos y los conservó de la destrucción. La zarza ardiente es uno de los símbolos más consoladores en toda la Biblia para el pueblo de Dios. El pensamiento se expresa en un gran himno: "Tranquilos hallaros podéis los creyentes." Dios está siempre con su pueblo en la enfermedad, en las inundaciones. en los incendios. Está con ellos para cuidarlos. Este espectáculo atrajo a Moisés, y se acercó para ver por qué la zarza no se consumía con un fuego tan grande. Entonces una voz, viniendo de la zarza, le dijo que se quitara el calzado: que estaba sobre la tierra santa, y que se acercara. La voz le dijo quién hablaba con él, que era el Dios de Abraham y de Isaac y de Jacob. que había visto la espantosa opresión del pueblo judaico en Egipto, que había oído todas sus oraciones, y que ahora había bajado para librarlos de todas sus aflicciones, y darles una buena tierra que manaba leche y miel. Y el versículo 10 dice así: "Ahora pues ven, y te enviaré a Faraón, para que saques mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto." Dios iba a escoger un libertador humano: "Te enviaré."
Es un estudio interesante, siempre que Dios llama a los hombres a hacer cosas grandes, notar las distintas actitudes de estas personas hacia estos llamamientos. Dios apareció a Isaías en una visión, e Isaías contestó inmediatamente, "¡Aquí estoy yo; envíame a mi!" Dios apareció a Jeremías, y éste dijo. "¡Ay Jehová, Señor! ¡he aquí que no sé hablar, porque soy niño!" Aparece a Moisés. Considerad la objeción hecha por Moisés: "¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y para que saque a los hijos de Israel de Egipto?" Moisés se miró a sí mismo y no vio nada en sí competente para hacer aquella grande obra, Todos decimos lo mismo si nos miramos a nosotros mismos. ¿Qué contestó Dios a aquella objeción? "Yo estaré contigo." Si Dios está con nosotros entonces toda objeción basada sobre nuestra pequeñez es una objeción equivocada. Dios le da entonces una señal que es ésta: que cuando hubiera sacado al pueblo, habría de traerlo justamente a aquel monte donde hablaba, donde la zarza estaba ardiendo, para adorarle. Dios dijo en efecto, "Hay una señal de que puedes sacarlo; si yo estoy contigo y vuelves a este monte y ves aquella grande muchedumbre de pueblo reunida al pie de él, entonces mirarás para atrás y dirás 'Por qué dije yo a Dios, ¿Quién soy yo para que haga este gran hecho?”
Moisés hace esta objeción: "He aquí, yo iré a los hijos de Israel y les diré: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; y cuando me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?" El Señor le contesta quitando aquella objeción: "Así les dirás a los hijos de Israel: Jehová. el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y este es mí memorial de siglo en siglo." Jehová significa Dios del pacto, un Dios que se manifiesta; y dice a Moisés lo que ha de decirle. Ha de reunirlos y decirles que Jehová dice, "Vengo a sacaros de Egipto y daros una tierra que mana leche y miel." Y El dice, "Ellos oirán tu voz, Irás entonces tú. con los ancianos de Israel, al rey de Egipto y le haréis esta demanda: que os permita ir camino de tres días al desierto para sacrificar a Jehová." Dios le amonestó con anticipación diciendo, "Yo sé que no os dejará ir el rey de Egipto," y le da al menos una explicación, esto es: "Endureceré el corazón de Faraón para que no os deje ir." En el capítulo siguiente vamos a considerar aquella cuestión de endurecimiento. Hay veinte lugares en esta conexión donde se menciona este endurecimiento: en Díez de ellos Faraón endurece su propio corazón; en otros diez Dios lo endurece. A esto hallaréis algunas referencias en Romanos 11. Es un asunto que necesitamos estudiar: cómo nosotros endurecemos nuestros corazones, y cómo Dios los endurece, El motivo por qué Dios dice a Moisés que va a endurecer el corazón de Faraón es el de prevenirle a fin de que no sea desanimado. Le dice: "No seas desanimado, yo estoy manejando el asunto, y estoy diciéndote todo con anticipación. Os sacaré, y le dirás que si no deja ir a Israel, mí primogénito, le quitaré a su primogénito."
Ahora veamos la próxima objeción de Moisés: "Tú me dices que vaya yo, pero yo no soy nada. Me dices que irás conmigo. Cuando el pueblo me pregunte tu nombre, yo les diré lo que tú me dices. Pero no me creerán, ni escucharán mi voz; porque dirán: no te ha aparecido Jehová." Jehová le da tres señales en respuesta a aquella objeción. (1) "¿Qué es eso que tienes en tu mano?" "Una vara, un cayado de pastor." "Échala en tierra," Se cambió en una serpiente y,, Moisés huyó de delante de ella. "Tómala por la cola, y se convirtió de nuevo en una vara en su mano, Esto es una señal, Egipto es llamado Rahab; esto es, una serpiente, Dios va a atacar a Egipto por medio de la serpiente, Se hace referencia a esto en Job, y en varias de las profecías, La primera señal, pues, es el convertir, a su antojo, la vara en una serpiente, y la serpiente de nuevo en una vara, (2) La segunda señal es para el pueblo: "Mete la mano en tu seno." Se hace blanca como la lepra, "Vuelve a meter la mano en tu seno," y se sanó de nuevo, (3) La tercera señal fue: "Tomarás un poco del agua del Nilo; derrámala y se volverá sangre," Esto fue un golpe dirigido a los dioses de Egipto. Estas eran las tres señales que habían de acreditar a Moisés de parte de Dios frente a los Hijos de Israel.
Ahora veréis cuál era la próxima objeción: "¡Ah Señor! Nunca he sido hombre elocuente, ni en tiempo pasado, ni desde que hablaste con tu siervo; si no que soy torpe de boca ~ torpe de lengua" (Éxodo 4:10). Esto no quiere decir que tartamudeaba, como Demóstenes, ni que no hablaba con fluidez, como Oliverio Cromwell y Juan Knox, al principio, y como el Senador Coke cuando comenzó a hablar en público. La respuesta a esta objeción es: "¿Quién dio boca al hombre? ¿O quién le hace mudo o sordo, dotado de vista o ciego? ¿Acaso no soy yo, Jehová? Ahora pues, ve, que yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de decir," En otras palabras, dice, "El ser elocuente tú o no, no tiene nada que ver con el asunto, Tienes que entregar un mensaje. Si tuvieras que escribir una composición que encantara a Faraón, de modo que dejara ir a los hijos de Israel, sería cosa distinta," Moisés contestó: "¡Ah Señor! envía te ruego, por mano de aquel que has de enviar," Es difícil entender lo que Moisés quería decir con esto, Por lo regular se ha supuesto que significara: "Envía por quien quisieras, con tal que me dejes sólo." Pero dudo que signifique esto. Me parece antes que tiene este significado: "Te he dicho mi incompetencia. y ahora lo haré si tú quisieras. pero si este negocio no tiene éxito, acuérdate de que yo sabía mejor que tú acerca de él, y protesté." Esto despertó la ira del Señor. Por lo que sabemos, nunca se airó con Moisés sino dos veces; la próxima vez que se irritó contra él, Moisés perdió el derecho de entrar en la Tierra Prometida corporalmente. Pero Dios contesta esta objeción diciéndole acerca de Aarón. el hermano mayor. "El es elocuente y he aquí que sale a recibirte." Dios había enviado a Aarón para encontrarle allí mismo en ese monte.  Te daré un hombre elocuente. pero después tu hombre elocuente presentará un becerro de oro a tu pueblo."
Hubo otra objeción en la mente de Moisés aunque no lo manifestó: “Estoy empleado por mi suegro; tengo sus ovejas a mi cuidado: y tengo que arreglar este negocio antes de ir a Egipto.” Por esto va a Jethro y le manifiesta el caso: que desea Ir a Egipto para ver en qué estado está su pueblo, para ver si viven todavía. Pero no le dice lo que Dios le había dicho. Jethro consiente. Cada año de mi vida encuentro a alguien que no está listo para hacer la v6luntad del Señor a causa de algún negocio que no puede soltar.
Hay todavía otra objeción revelada en el versículo 19: "Ya han muerto todos los hombres que buscaban tu vida." Moisés ha esperado hasta que Dios vuelve a hablarle y revela otra objeción en su mente. Hay otra prueba todavía; parte con su mujer y sus dos niños; pero no ha cumplido con el pacto de Dios. No ha circuncidado al último niño. y Dios le encuentra en el camino para matarle; y Moisés sabe por qué. Su mujer también sabe por qué. Dios presenta el caso a la mujer de esta manera: "Tú te has opuesto a la circuncisión de este niño, y ahora si perseverares en oponerte, perderás a tu marido. No puede ir a librar a este pueblo si él mismo quebranta el pacto." De modo que ella circuncidó al niño. Entonces Moisés envió a Zípora y los dos niños a Jethro. Cuando Moisés vuelve a Sinaí con los hijos de Israel. Jethro se los trae de nuevo.
Se ve que, para preparar a ese hombre para hacer una obra, se tuvieron que quitar las dificultades de su camino. Cuando estaba en Egipto sabía que habla de librar al pueblo. y se apresuró a efectuarlo a su propia manera, pero fue rechazado de un modo que le apartó de ello más que nunca. Ahora desciende preparado y Aarón viene a encontrarle en el Monte Sinaí. Desde allí los dos hermanos, separados por cuarenta años, marchan a través del desierto hacia Egipto para librar de la esclavitud a millones de gente. Os leeré lo que dice un poeta, el Dr. W' C. Wilkinson. en su "Épico de Moisés," acerca de esto: "Aquellos dos viajeros por el desierto Inconscientemente sobre sus hombros llevaban El peso tembloroso de destinos sin limites; No sólo dependía de ellos el futuro De su raza, sino el futuro del mundo.
Desde el este hasta el oeste, desde el norte hasta el sur, en ninguna parte. Había dentro del amplio horizonte de toda la redondez de la tierra. La menor esperanza del rescate de la humanidad. Enredada, resbalando por un fatal despeñadero Que acababa en el abismo de fauces abiertas. De desesperación y muerte completa y final. En ninguna otra parte, sino con aquellos dos hermanos hebreos."
El que sobre estos dos hermanos judíos descansaban los destinos del mundo es un pensamiento hermoso y admirablemente expresado. No os olvidéis de este libro y su valor para la interpretación.
Moisés y Aarón llegan al lugar y reúnen al pueblo. Esto sin duda necesitaba algún tiempo, puesto que estaban esparcidos. Con rapidez se mandó el mensaje a los cabezas de las distintas tribus. En 6:15 se habla de los hijos de Simeón y enseguida de los hijos de Leví. Entonces desde los cabezas de los levitas traza la descendencia hasta Moisés y Aarón, mostrando que Moisés y Aarón no eran cabezas de la tribu de Leví. De modo que no tiene autoridad tribal sobre aquel pueblo, sino solamente la autoridad que Dios les ha dado. Cuando estuvieron reunidos los cabezas de todas las tribus, los dos hermanos declaran claramente el mensaje, y, naturalmente se les hacen preguntas: "¿Cómo sabemos que Dios os ha enviado? ¿Cuál es su nombre? ¿Qué señales dais?" En la presencia de todos los ancianos hacen todas las señales: los ancianos los aceptan e informan al pueblo; y el pueblo las cree.
Ahora están preparados para ir a Faraón. Dios ha preparado a Moisés para aceptar la obra: ha preparado al pueblo para aceptar a Moisés como el caudillo de la obra: ahora tiene que enviar a Moisés y a Aarón y los ancianos del pueblo para preparar a Faraón para oírlos. Vamos a estudiar su entrevista: Después d e esto entraron Moisés y Aarón, y dijeron a Faraón: "Así dice Jehová, el Dios de Israel: deja ir a mi pueblo, para que ellos me celebren una fiesta solemne en el desierto. Mas respondió Faraón: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? No conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y ellos dijeron:
El Dios de los hebreos ha venido a encontrarse con nosotros: permite pues que vayamos camino de tres días en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Jehová, nuestro Dios: no sea que venga sobre nosotros con peste o con espada. Mas el rey de Egipto les respondió: ¿Por qué, oh Moisés y Aarón, hacéis desistir al pueblo de su obra? ¡íd a vuestras cargas! Dijo también: He aquí que el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros los hacéis descansar de sus cargas.
Y mandó a los sobrestantees que el pueblo hiciera el mismo trabajo que antes y que recogiera por si mismos la paja; si no podían cumplir su trabajo los oficiales hebreos habían de ser azotados públicamente. Fueron azotados y apelaron a Faraón; mas éste los envió a Moisés y Aarón. Acusaron a Moisés y Aarón de haber traído sobre ellos esta nueva opresión. Ya se puede ver que este pueblo no está preparado. Estos cabezas, luego que les sobreviene un poco de aflicción, no vacilan en repudiar a Moisés y a Aarón a quienes acaban de aceptar como caudillos. Moisés presenta el caso a Dios en oración, y Jehová le contesta diciéndole que él sabia que Faraón no los dejaría ir. Ahora tienen que ir a Faraón y hacerle ver que Jehová es Dios. En el capítulo siguiente trataremos toda esta transacción entre Moisés y Faraón, o como dice Pablo, "Janes y Jambres, los sacerdotes que resistieron a Moisés."
En el capitulo siguiente consideraremos aquel doble endurecimiento. que busque cada lector los veinte pasajes que se refieren al endurecimiento-diez en que Dios endurece el corazón de Faraón, y diez donde Faraón endurece su propio corazón. Enseguida trataremos de las diez plagas, una tras la otra.

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VI
LAS DIEZ PLAGAS, O EL GRAN DUELO
Éxodo 5:15-12:37

El presente capítulo tratará del gran duelo entre Moisés y Faraón, o en otras palabras las Diez Plagas. He presentado como de costumbre, algunas cuestiones importantes.
¿Cuál es el alcance de la lección? Desde Éxodo 5:15, hasta 12:37. ¿Cuál es el tema de la lección? Las Diez Plagas. o la respuesta de Dios a la pregunta de Faraón: "¿Quién es Jehová?" ¿Cuál es el texto central? Éxodo 12:12: "En todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios." ¿Cuál fue el propósito de estas plagas? Generalmente como se expresa en Éxodo 9:16: "Para que sea celebrado mi nombre en toda la tierra." esto es, para mostrar que Jehová era el único Dios. El segundo objeto fue el de probar a Israel que Jehová era un Dios que guardaba sus pactos. El primer objeto tocaba a los de afuera. Por lo que tocaba a Moisés, había de mostrarle que Dios lo acreditaría plenamente como el caudillo. ¿Cómo fue acreditado Moisés? Por el poder de obrar milagros. Note el lector, si no lo ha notado antes, que Moisés es el primer hombre mencionado en la 13iblia que obró milagros aunque Dios había obrado algunos un poco antes de este tiempo. Pero Moisés fue el primer agente de Dios para obrar milagros, para ser debidamente comisionado para llevar un mensaje a otros hombres.
Sobre el asunto general de milagros, deseo hacer la observación de que hay tres grandes grupos de milagros, esto es: Las plagas de Egipto, los milagros obrados por Eliseo, y los milagros efectuados por Cristo y los apóstoles. De vez en cuando desde el tiempo de Moisés hasta el tiempo de Cristo, algún profeta estaba capacitado para obrar milagros. Estos son los grupos. Pero, ¿qué es un milagro? Cuando llegamos al Nuevo Testamento hallamos que se emplean cuatro palabras, todas, expresadas en el griego: una que expresa el efecto del milagro sobre el que lo ve, una "maravilla." Otra que expresa el propósito, una "señal." Otra que expresa la energía o "poder”,  mientras que otra todavía expresa "obra.” Esto es, "Maravillas; señales, poderes, obras." Como hemos llegado por primera vez a tratar de milagros, sería bueno que todo lector leyera la parte introductoria de Trench, o algún otro autor -Trench es el mejor. Volvemos a nuestra pregunta, ¿Qué es un milagro? Tómese esto como una definición: (1) "Un suceso extraordinario.” Esta es la primera idea. Si es un suceso ordinario no se puede decir que es maravilloso. No es un milagro que el sol salga por el este. Seria un milagro si se viera salir por el occidente. (2) Este suceso extraordinario se discierne por los sentidos. (3) Parece violar las leyes y probabilidades naturales. Digo "parece," porque no sabemos que realmente lo haga. (4) Es inexplicable por las solas leyes naturales. (5) Es producido por la agencia de Dios, y a veces es producido inmediatamente. (6) Para propósitos religiosos; por lo regular para acreditar a un mensajero o para acreditar la revelación de Dios a éste.
Voy a llamar vuestra atención a algunas definiciones que son imperfectas o del todo equivocadas. Tomás de Aquino, un maestro erudito de la Edad Media, dice que milagros son acontecimientos obrados por el poder divino aparte del orden generalmente observado en la naturaleza. Esta es sencillamente una definición imperfecta, aunque buena hasta donde llega. Hume y Espinosa, un judío, dicen, "Un milagro es una violación de una ley natural; por lo tanto," dice Espinoza,  es imposible;" "Por lo tanto," dice Hume. "es increíble." No es necesariamente una violación de leyes naturales: por ejemplo, si suelto una navaja, la ley de gravitación la hará caer, pero si interviniera un viento más fuerte que la ley de gravitación, y esta ley natural detuviera la navaja, no seria una violación de la ley natural; sencillamente una ley natural vencería a otra; por lo tanto, hacemos mal en decir que un milagro es una violación de la ley natural. Jean Paul, un célebre critico escéptico, dice, "Los milagros de la tierra son las leyes del cielo." Renán dice: "Los milagros son lo inexplicable;" Schleiermacher dice, "Los milagros son relativos, esto es, el obrador de ellos sólo anticipa conocimientos posteriores. El Dr. Paulus dice, "El informe de milagros es histórico, pero la historia debe expresar sencillamente los medios naturales." Dice Wolsey, "El texto que nos relata milagros es auténtico, pero los milagros son alegorías, no hechos." Ya les he dado lo que, en mi concepto, es una definición correcta de un milagro y algunas definiciones que son imperfectas o del todo equivocadas.
¿Cuándo pueden esperarse naturalmente milagros? Cuando Dios hace nuevas revelaciones; como en las tres épocas de milagros.
¿A qué clases de gente son increíbles los milagros? A los ateos, panteístas y deístas. Los deístas reconocen a un dios de orden físico. Los panteístas no hacen distinción entre espíritu y materia. Los ateos niegan del todo que hay un Dios.
¿Qué son milagros fingidos? Pronto vamos a encontrar algunos y tenemos que explicarlos. En II Tesalonicenses 2 se mencionan maravillas mentirosas o hechos mentirosos. Son llamados "mentirosos" no por ser mentiras, sino porque el objeto de ellos es el de enseñar o acreditar una mentira. Indudablemente. Satanás tiene el poder de hacer cosas sobrenaturales, hasta donde entendemos las leyes de la naturaleza, y cuando venga el Anticristo él habrá de ser dotado de poder de obrar milagros que engañarán a todo el mundo con excepción de los escogidos. No sirve de nada, pues, afirmar que el diablo y sus agentes no puedan, con el permiso de Dios, obrar milagros.
¿Cuándo podemos naturalmente esperar milagros fingidos? Cuando se hagan los milagros verdaderos, los fingidos aparecerán para contrarrestar aquellos. Siempre que procura hacerse una imposición religiosa o se predica una doctrina falsa, los que lo hacen afirmarán que puedan atestiguarlo. Por ejemplo, en las calles de nuestras ciudades hay gente que afirma que Marcos 16 se ha cumplido en medio de nosotros hoy día.
¿Qué, pues, prueba el milagro mentiroso? Prueba la realidad y necesidad del verdadero. Los ladrones no falsifican el dinero de un banco declarado en quiebra. ¿Cómo puede descubrirse el milagro mentiroso? Esto es importante: (1) Por el carácter inmoral del que lo hace. Esto no es del todo satisfactorio, pero es evidencia presuntiva. (2) Si la doctrina que apoya o enseña es contradictoria a la verdad ya revelada y establecida. (3) Por motivo malo o el fin que se propone. Dios no obraría milagros por ostentación. Cuando Herodes dijo a Cristo. "hazme un milagro." Cristo rehusó. Los milagros no se hacen para satisfacer la curiosidad. (4) Por su característica perpetua de futilidad o extravagancia. (5) Por su falta de evidencia substancial. En los milagros de los espiritistas éstos exigen demasiadas condiciones-apagan la luz, unen las manos, etc. Una de las reglas de composición, tan antigua como los autores clásicos, es que no debe introducirse un dios a menos que haya necesidad de un dios; y cuando uno es introducido, lo que diga y haga, debe estar de acuerdo con la dignidad y naturaleza de un dios. Si ésta es una regla de composición al tratar de milagros, muestra que Dios, como un ser sabio, no intervendría inútilmente.
Pues bien, ¿es un milagro una manifestación más grande del poder de Dios que el que se despliega ordinariamente por el Señor? No, El demuestra justamente tanto poder al producir un almendro de una semilla y en hacer que ese almendro en el transcurso del tiempo, produzca botones y flores, esto es, en regular el orden de las cosas, como lo muestra volviendo varas en serpientes. Pero, aunque el poder no es más grande, la impresión es más viva, y éste es el objeto de un milagro.
Hay, por cierto, distinciones en milagros, y necesitaréis saber la distinción al discutir los milagros obrados por Moisés más que con relación a ningunos otros milagros de la Biblia. Hay dos clases de milagros, los absolutos, y los providenciales y circunstanciales, esto es, la conversión de agua en sangre es un milagro absoluto; el sacar ranas del agua es un milagro providencial o circunstancial. Guardad esta distinción en vuestra mente. Las plagas de tinieblas y la muerte de los primogénitos son también milagros absolutos. Los milagros providenciales o circunstanciales derivan su naturaleza milagrosa de su intensidad, de su conexión con la palabra de Moisés, la prueba de Faraón y los dioses de Egipto, con el libramiento de Israel, y de su oportunidad que esforzó la fe del pueblo de Dios, y venció el escepticismo de los enemigos de Dios. Os daré otra idea acerca de un milagro providencial. Supongamos que yo dijera que cierto día, a la una, el sol sería obscurecido. Si ese es el tiempo para un eclipse no hay nada milagroso en ello. Pero si suponemos que una nube densa corta la luz del sol, entonces hay un elemento milagroso en ello, porque no hay manera de calcular acerca de las nubes como se calculan los eclipses. Pues bien, las funciones regulares de la naturaleza, los cielos que declaran la gloria de Dios y el firmamento que proclama la obra de sus manos, revelan la gloria de Dios a una mente que está en armonía con Dios, y ocultan aquella gloria de los ojos de un hombre que no puede ver a Dios en el sol, en la luna y en las estrellas. Ese hombre volverá la espalda a la gloria de Dios revelada en estos acontecimientos regulares y adorará a la criatura antes que al Creador.
¿Prueba un milagro por sí solo la verdad de una doctrina o la misión divina de aquel que lo produce? No completamente. Los egipcios imitaron los primeros tres milagros.
Otras cosas tienen que considerarse. La doctrina debe recomendarse a la conciencia como buena. Toda revelación presupone en el hombre el poder de reconocer la verdad, por el hecho de que el hombre lleva la imagen de Dios, tiene una conciencia, y que "Jesucristo alumbra a todo hombre que viene al mundo." Las potestades de las tinieblas tienen poder de hacer maravillas de una naturaleza asombrosa. El carácter del que las hace, el fin que se propone, y la doctrina que ha de atestiguarse en su relación a la verdad previamente revelada, deben todos considerarse. En Deuteronomio 12:1-5 el pueblo fue expresamente amonestado contra la aceptación de cualquiera señal o maravilla, obrada por un profeta o soñador que la usara para atestiguar una mentira. En Mateo 24:24, el Salvador declara expresamente que vendrían anticristos y falsos profetas con señales y maravillas mentirosas; Pablo lo dice en varios pasajes.
¿Cómo serán útiles los milagros, siendo que los sencillos e ignorantes están expuestos al peligro de aceptar los falsos y desechar los verdaderos? Esta dificultad es más aparente que real. Los no eruditos y pobres no están expuestos a más peligro que los inteligentes. Los que aman previamente la verdad revelada y no tienen placer en la impiedad pueden discriminar, ya sean sabios o ya sean sencillos. La dificultad de la investigación no es más grande aquí que en otro problema moral cualquiera. Por lo cual, el apóstol Juan dice, "Amados míos, probad los espíritus." Un hombre viene y os dice que es bautizado del Espíritu Santo. Juan dice, "pruébalo, porque hay muchos profetas falsos," y "Todo espíritu que rehúsa confesar que Dios fue manifestado en la carne sea desechado inmediatamente. Una vez Waco fue invadido por los espiritistas. Prediqué una serie de sermones sobre el Espiritismo. Una ocasión, mientras hacía algunas visitas, encontré algunos extranjeros, y una señora espiritista vino a mí y me dijo. "Me alegro de encontrarle. Pertenecemos al mismo culto; ambos somos pueblo espiritual. Permítame ver su mano. La extendí y ella comenzó a hablar sobre ella. Dijo: "Creo en la Biblia tanto como Ud." Yo le dije. "No es así, Puedo hacerla hablar mal de la Biblia en dos minutos." "Bien, quisiera verle procurar hacerlo." Leí aquel pasaje de Isaías en que se pronuncia un castigo sobre todos los nigromantes y magos. "Sí, y yo detesto todas las declaraciones semejantes." dijo ella. "Por supuesto, contesté yo; "Sabía que Ud. diría eso.
El conflicto en Egipto fue entre Jehová por un lado y los dioses de Egipto, que representaban los poderes de las tinieblas, por otra. Nótense estas escrituras: Éxodo 12:12; 15:11; Números 33:4. El diablo es el autor de la idolatría en todas sus formas. La batalla se trabó entre Dios y el diablo, obrando éste por medio de Faraón y de sus huestes, y Dios por medio de Moisés.
(1) Veamos el primer milagro. Todo lector debe aprender a nombrar en orden los Díez milagros. Primero, la con versión de las aguas del Nilo en sangre. Egipto es el producto del Nilo. Si subiera uno en un globo y mirara aquella tierra, vería una larga cinta verde, el valle del Nilo y sus fértiles riberas. Por esto adoran al Nilo. Se ha escrito mucho para mostrar que en ciertas estaciones del año las aguas del Nilo están llenas de animalejos tan pequeños que son invisibles aun con un microscopio, pero tan numerosos que hacen que el agua parezca sangre. Sería enteramente natural, si tan sólo sucediera así. Os diré por qué me parece que no sucedió así. Este milagro se aplicó al agua que ya había sido sacada y que tenían en sus casas. Esto muestra que era un milagro genuino.
(2) El segundo milagro fue el de Las ranas. Cito algo acerca de aquel milagro de "El Épico de Moisés," por el Dr. W. C. Wilkinson:
"Entonces Aarón, mandado por su hermano, levantó Su vara y con él hirió el río. Luego
Desde el agua-obedeciendo aquel golpe fecundo
Producidas sin número-salieron ranas,
Progenie prodigiosa en número tal
Como si cada vesícula de sangre en todo
El volumen del diluvio que se adelantaba entre
Las riberas del Nilo, rebosando de sus límites,
Desbordándose, se hubiera vivificado en una rana,
Y la corriente del estío bajaba sin fin,
No agua ni sangre, sino ahora en su lugar,
Una masa de vida monstruosa que luchaba allí!
Las regueras radiaban por todo el país,
Una vasta red de canales que sacaba
Del río su agua-del mismo nodo que el río, éstos
También fueron heridos con aquella potente vara,
Y fueron atestados con ranas que luchaban enredadas.
Cada rana rebosaba de juventud y fuerzas,
Y cada una, conforme a su naturaleza, deseaba
Más espacio en donde estirarse y saltar
Anfibia, si no podía nadar. Por esto todas
Se dirigieron hacia la orilla y ocuparon la tierra,
Hilera tras hilera, en orden apretado,
Irresistibles por su multitud, y empujada,
Cada hilera que se adelantaba por cada hilera detrás-Una invasión insoportable, aumentada
Con refuerzos inagotables
Del gran río cuya corriente era ranas!-Se extendieron por todas partes y cubrían la tierra;
Como cuando las apresuradas olas de la mar,
Atraídas por la marea y empujadas por la tempestad,
Atacan importunas a la ribera,
Intentando hallar cada boca de entrada,
Así ahora esta plaga asquerosa examinó
Las costas de Egipto buscando lugar y espacio.
Con impúdica intrusión, saltan y saltan
Adelantándose, aquellas cohortes de anfibios se metieron
En las casas del pueblo, hallaron
Entrada en las recámaras donde durmieron,
Y se posesionaron de las mismas camas.
Las artesas donde se hacía el pan,
Los hornos subterráneos donde fueron cocidos
Los panes, los egipcios se desesperaron de ver
Habitados por estos abominados inquilinos.
El palacio, y aun la sagrada persona del rey
No estaban exentos. Sus magníficos salones los vio
Ocupados en todas partes con estos extraños huéspedes
No convidados, cuyos modales groseros carecían de la gracia
De bien instruida cortesanía; quienes rodearon
Por los salones con libre desahogo
Y desenvoltura; con arranques incalculables
De movimiento y dirección
Saltaron sobre los sofás y divanes;
Se posaron sobre las estatuas; llenaron
Sus órganos de respiración sobre cada ángulo saliente
De friso o cornisa en derredor de las paredes;
En catervas celebraron concilios sobre las mesas;
Desde perches inimaginables miraban de reojo.
Y para colmo de impertinencia, hicieron
De la sagrada persona del rey mismo,
Sentado o reclinado a sus anchas,
El blanco a donde dirigieron sus saltos,
Y el lugar de equilibrio y detención para el descanso.
Tampoco ha sido manifestado lo peor; la plaga
Fue también una horrenda plaga de ruido. La noche
Resonaba incesantemente con los cantos,
En replicato numerosísimo,
De ranas por todos lados, ya en masa
Amontonadas en el campo abierto,
O reclusas y encerradas dentro de la casa.
El lúgubre ululato, cada noche
Y por toda la noche, asaltaba todo oído;
Tampoco se calmó el clamor vocinglero
En el día, sino que en lugares no frecuentados
Se oía un coro reiterado
Recio y lúgubre de gargantas de batracios."
(3) Me parece una de las mejores descripciones que he leído jamás. Los egipcios adoraban las ranas. Mas ahora sus dioses los fastidiaron. No tengo espacio sino para referirme a la plaga siguiente. sin deciros cuál es, Veré si podéis adivinarlo por la descripción del Dr. Wilkinson:
“Eran como inmigrantes y exploradores Que buscan lugares de habitación en tierras nuevas; Acamparon y colonizaron sobre un hombre Haciéndole proveerlos de comida y de bebida. Recorrieron toda su persona, buscando aún Lugares mejores, y siempre mejores;
Cada hombre era para cada parásito
Un nuevo continente hallado que tenía que explorarse; Cuál era el peor tormento, aquellos pequeños colmillos
Metidos, y la constante succión de la sangre
O el continuo arrastramiento de diminutas patas
Moviéndose sobre la piel consciente y resentida
Escogiendo dónde meter el hocico para el alimento-Cuál de estas dos aflicciones fuese peor,
Era dudosa; sólo que siempre
Lo que al momento apremiaba parecía ser la peor."
¿Cuál fue el poder de aquella plaga? Los egipcios más que ningún otro pueblo que ha vivido en la tierra creían en la limpieza ceremonial, particularmente para sus sacerdotes. ¿No sólo eran blancos y sin mancha, sino que la contaminación por una cosa inmunda les parecía el mismo infierno?

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